Capítulo 38 - Pánico

Me he encerrado en mi cuarto, y he empujado mis pensamientos de Kaylee viéndome a la parte trasera de mi mente. Quizás en realidad ella no me vio. Estaba muy lejos y no podría decir seguro si ella lo hizo. Sí lo hizo, ella ya habría montado una escena o algo. Aferrada en la esperanza, me desnudé y me metí en la ducha.

Agua caliente cayó sobre mí y una sensación de serenidad llegó deprisa. Esto era muy necesario. Decidí que pasaría un tiempo más largo aquí que habitualmente. Eso mataría el tiempo y esperaba que la fiesta estuviera acabada al tiempo de salir fuera.

Jadeé cuando vi rojo en el agua junto alrededor de mis pies. Miré hacia abajo  a la herida en mi rodilla, con la esperanza de que eso fuera la causa. Pero se había secado, no había sangre presente. Ese momento del mes ya había pasado. ¿Qué era esto? Seguía asustada y era incapaz de moverme por un rato como mis pensamientos retrocedieron a la última noche. ¿Podría ser Harry la causa?

Aunque debilitado, el dolor que infligió en mí aún permanecía. Puede que tenga cerca de cero conocimientos en el sexo pero sabía que esto no era una secuela normal. Tal vez algo se ha dañado dentro. Traté de ignorarlo mientras continuaba mi ducha pero mi ansiedad aumentaba. Si se pusiera más serio, tendría que informar a Harry acerca de ello.

Largos minutos pasaron antes de que parara la alcachofa de la ducha. Fruncí el ceño ante la ausencia de las gotas calientes calmantes cayendo en mi piel. Instantáneamente empecé a sentirme fría de nuevo. Envolví una toalla a mí alrededor antes de proceder al secador.

Cuando volví a mi cuarto, me encontré decepcionada porque la música seguía sonando abajo. Mi paciencia estaba agotada. Verdaderamente necesitaba ver a mi madre y empecé a frustrarme pensando en cómo había sido interrumpida numerosas veces. Sabía que Harry no estaba de humor para esto, ¿por qué no podía simplemente terminar la fiesta ya?

Encontré difícil tragar cuando pensamientos de Kaylee llegaron de prisa. ¿Y si ella se las había arreglado para cambiar su mente acerca de todo mientras yo estaba aquí arriba?

No, he visto a Harry terminar las cosas con ella. Él ha sido firme con eso. Yo confié en él.

Me puse un suéter azul marino y me deslicé de vaqueros oscuros. Justo antes de que yo estuviera a punto de atar mi pelo, me di cuanta de los ruidos agudos justo fuera de mi habitación. Me acerqué a la puerta y presioné mi oreja contra ella.

“Lo siento, me temo que no puedo hacer eso.” Se amortiguó, pero sonaba como la Sra. Briffen.

“Sé que tienes oídos antiguos pero al menos trata de escucharme porque esta es la última vez que esté diciendo esto. Vas a decirle que se valla o juro que haré algo tan drástico que tu trabajo se verá afectado.” Fue Kaylee. “¿Lo cogiste, bruja (vieja)?”

“Yo no puedo hacer eso porque ella no está aquí.” La Sra. Briffen cubrió. “Te lo dije. No sé lo que viste.”

Entonces algo golpeó contra la puerta, dando un vuelco a mi corazón. Instantáneamente abrí la puerta y Kaylee apreció a la vista. La Sra. Briffen estaba sentada en el suelo con una mano alrededor de su frente. Kaylee ha golpeado a la pobre mujer contra el suelo.

Corrí a la ayuda de la Sra. Briffen, ayudándola a levantarse mientras Kaylee me miró. “Así que mi imaginación no estaba jugando trucos enfermos en mí.” Dijo bruscamente mientras la sentí escrutar cada uno de mis movimientos.

La música ha parado y vi gente dejando la planta baja. “¿Por qué le hiciste eso?” Pregunté mientras me puse de pie con la Sra. Briffen.

“Él sigue manteniéndote. Tú eres la razón.” Bajó la voz pero sus facciones se endurecieron.

La ignoré y escolté a la Sra. Briffen hacia el interior de mi habitación, guiándola para que se sentase en el borde de mi cama. Kaylee seguía con los brazos cruzados. “¿Pero por qué?” Susurró, entonces rompió en risa. “Esto debe de ser un chiste. Estoy segura de que esto es una broma.”

“No sé de qué estás hablando.” Me puse de pie, era centímetros más alta que ella.

“Soy titular de múltiples distinciones. Una aspirante a empresaria. Un miembro de la jet, al igual que Harry.” Ella farfulló como las venas en sus ojos se hicieron más prominentes. “Tú eres una puta.” Consiguió una risa.

Me hierve la sangre ante sus palabras y mis dedos temblaban, la ira me domina. Ella estaba siendo tan infantil. “Deberías irte.” Le dije, esperando que ella simplemente desaparecería así no habría ningún alboroto.

“¡Eso no tiene sentido!” Gritó mientras las lágrimas se derramaban por sus mejillas. Rímel negro manchado enmarcaba sus ojos rojos y de repente me di cuenta que estaba lejos de envidiar su belleza. En medio de toda mi rabia, hubo una pequeña simpatía por ella. A pesar de que ella era la cosa más cercana que había visto a 'la palabra P', ella podría haber realmente amado a Harry. Pero no era mi problema que él no sintiera lo mismo. No hice nada excepto quizás hacer que él se diera cuanta que no pertenecía a ella, o a nadie de esa gente. No tenía ninguna influencia en sus decisiones. Harry no era feliz, y él simplemente se ha dado cuanto de que quería cambiarlo.

“¿Cuánto recibes por una noche?” Se burló. Nunca había querido gritarle a una persona tanto, pero decidí no hacerlo ya que tenía miedo de llamaríamos una atención no deseada.

“¡No soy una prostituta!” Afirmé. “Es complicado pero no lo soy.” Esa palabra duele más. Yo no era una prostituta.

“Te está usando. Eso es lo que está haciendo. Lo entiendo, él es un adicto al sexo. Tiene sentido. Debe de tener más Baby Dolls escondidas en las otras habitaciones.” No estaba segura de sí ella estaba hablándose a sí misma o a mí.

“Por favor vete.” Dije firmemente. “Ya has causado suficientes problemas.” Levanté mi mano, dirigiendo su mirada hacia la Sra. Briffen quien estaba demasiado conmocionada para decir nada.

“Oh me iré. Sólo necesito mostrarle a todo el mundo la verdad antes de que me valla.” Sus labios se torcieron en una sonrisa escalofriante.

Me estremecí cuando más o menos me agarró de la muñeca y me empujó hacia fuera. Escuché a la Sra. Briffen chillar mientras me tambaleé hacia el balcón interior. Me aparté con dureza, causando que Kaylee cayera al suelo. Antes de que pudiera volver corriendo a mi habitación, ella gritó: "¡Mirad! ¡Tenemos una Baby Doll aquí! ¡Una fiesta de placer para todos los chicos!" Justo cuando estaba a punto de despegar, la mano de Kaylee se enganchó alrededor de mi tobillo y caí.

Mis extremidades temblaban mientras poco a poco me empujé hacia arriba. Miré hacia abajo para ver sólo algunos de los amigos de Harry en la sala de estar. Muchos de ellos ya se habían ido. Cada par de ojos se lanzó rápidamente a la escena y yo podía sentir mis mejillas ardiendo, y preguntándome si alguien más estaba mortificado como yo. Lo que Kaylee me había hecho nunca dejaría mi memoria.

El color desapareció del rostro de Harry mientras miraba hacia arriba. "¿Qué demonios?" Su voz se hizo eco.

"No te puedo creer, yo solo..." Kaylee fingió una carcajada cuando ella se puso de pie. "¿Ella? ¿En serio?"

"Os llamaré más tarde." Harry le dijo a sus amigos, lo que indica que se vayan. Todos se miraron confundidos unos con otros mientras se dirigían hacia el vestíbulo de entrada.

"¡Fuera de mi casa!" Harry dijo con brusquedad.

"¡Ella es una puta!" Kaylee aulló mientras bajaba por la escalera. Mi estómago cayó. Este fue el peor tipo de humillación. Yo no era una puta, una ramera o una prostituta. Mi vida dio un giro enfermo y me metió en este destino deshonrado. Posiblemente lo peor que había hecho era enamorarme de un chico, como cualquier otra chica haría en su vida.

“Ella no es la persona que perdió su virginidad a los doce.” Harry bromeó. ¿De verdad?

La cara de Kaylee era una sombra brillante de color carmesí. “Esto demuestra lo tonto que eres. Pensé que habías desarrollado un poco de sentido después de todos estos años, pero acabas de demostrar que estoy equivocada.”

“Fuera.” Los rasgos de Harry se tensaron, entrecerrando los ojos hacia ella.

Ella le señaló con el dedo. “¡Ahora escúchame, imbécil! No puedo cre-”

“¡Vete a la mierda!” Su voz vociferó durante toda la morada, sorprendiéndome incluso. Kaylee había conseguido sus nervios. Yo nunca había visto a Harry así de exasperado, fosas nasales dilatadas y sus ojos brillantes se convirtieron en  sombríos por sus cejas. Él tuvo un día largo y sabía que iba a entrar en erupción en un punto. Kaylee tuvo la suficiente mala suerte de ser el detonante.

No se atrevió a pronunciar una palabra más. Mostró miedo en sus acciones mientras levantó temblorosamente su bolso y se dirigió hacia la puerta de entrada. Ella mantuvo la cabeza alta, y el intento de mostrar que no estaba afectada por lo que Harry acababa de decirle, o lo que le gritó. Pero ella parecía lo contrario.

Escuché el golpe al cerrar y sabía que ella se había ido. Para bien, esperaba.

Harry se frotó la cara, expulsando un suspiro ronco. Corrí por las escaleras y no me lo pensé dos veces antes de lanzar mis brazos alrededor de su cintura. Mi cabeza se apretó contra su duro pecho, los latidos de su corazón contra mi oído sorprendentemente relajante.

Los brazos de Harry cayeron a mis hombros y me apretó a él. “¿Estás herida?”

“Harry, estoy asustada.” Le dije.

“Olvídate de Kaylee, ella es-”

“No, no de ella. Tengo miedo de lo que pueda venir. No tengo ni idea de hacia dónde vamos con esto.” Mis brazos se apretaron alrededor de él. “Se supone que tengo que ir a casa ahora, ¿verdad?”

“No tienes por qué...”

“No creo que estaré a salvo aquí. Tu padre vino aquí la semana pasada y me amenazó de nuevo.”

Harry se echó hacia atrás para mirarme. “¿Qué?”

“Él dijo que no podía decírtelo.” Solté. “Dejó en claro que él tenía el poder de quitar hasta el último céntimo de nuestro banco.”

“¿Es por eso que te acostaste conmigo?” Preguntó con una expresión de preocupación enmascarando de repente su cara.

“¿Qué? ¡No! No haría eso por nadie. Yo no soy así.”

“Lo sé, lo sé, perdón.” Susurró, su pulgar trazando el arco de cupido de mis labios. “Pero él no puede hacer eso más. El contrato ha terminado. Creo que él simplemente se enteró. Me dijo que va a venir mañana para tener una charla conmigo. Él me va a fastidiar aún más cuando se entere de lo que ha pasado aquí. Creo que deberías irte a casa. Si puedes, trata de conseguir un lugar nuevo. Y nosotros...”

Mi garganta se sentía apretada. “Nosotros ¿qué?”

Harry resopló hacia afuera un suspiro antes de descansar su frente contra la mía. “Ya se me ocurrirá algo.” Estaba tan inseguro acerca de todo esto como yo. Él había terminado las cosas con Kaylee, pero me iba a casa. Las piezas no encajaban. Éramos de dos mundo completamente diferentes y la idea de cómo íbamos a hacer que nuestra relación trabajara hizo que mi boca se secara.

Y la cosa era, que ya no me podía imaginar la vida sin Harry, se convertiría en una parte inherente de la misma.

Pero me sentí aliviada porque ya no estaba bajo control de nadie. Tendría que conseguir un nuevo lugar con mi familia así ninguna de estas personas podrían darnos más problemas. Conseguiría un trabajo en alguna parte para mantener a mi familia y estaba segura de que Darren contribuiría. Nada de eso sería un problema. Lo único de lo que me preocupaba acerca era Harry y yo.

“Primero consíguete un asentamiento, no te preocupes por nosotros. Vamos a hacer que esto funcione.” Era como si hubiera leído mi mente.

“Eso espero.” Le di un beso en los labios y se pellizcaban en una sonrisa.

“¿Así que te llevaré con tu madre?” Se ofreció.

“Si no estás muy cansado.” Tomé nota de sus párpados pesados.

“Te llevaré allí ahora si te quedas conmigo esta noche.” Él propuso un trato. Le devolví una inclinación de cabeza pero estaba entrando en pánico ante la idea de Harry estando en el mismo lugar que mi madre, y posiblemente Darren también.

Bueno, los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

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Pía -h

xx

(Bueno, solo queria pediros perdon por haber tardado mas. Y tambien darle las gracias a la chica que a traducido este cap. Nos vemos en el proximo :) Lorena ♥)

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