Harry POV

“¿Qué pasa?” Pregunté preocupado. Recordé todo lo que había pasado por la noche, preguntándome que podría haber hecho para causar que esté actuando de esta forma. Solo dulces recuerdos flotaron en mi mente. Thalia seguía alejándose, como si quisiera crear la mayor distancia entre nosotros. Nunca me había sentido tan desilusionado.

“Thalia.” Pedí una explicación. Mi voz se puso rígida, mi paciencia acabándose. Me negaba a creer que había hecho algo para herirla. No lo hice. Me acerqué rápidamente a ella.

“Por favor… no me toques.” Escuché como murmuraba mientras se empujaba a si misma hacia la esquina. “Harry, por favor.” No la escuche y procedí a cogerle la mano. Ella se sacudió en mi agarre.

“¿Pero qué te pasa?” Mi voz se rompió un poco, en respuesta a su reacción tan dolorosa. Fue todo tan de repente, demasiado súbito para entenderlo. “Dime que pasa.” El brillo en sus ojos oscuros me estresaba. ¿Por qué estaba llorando?

Dejó de sacudirse y le dejé ir. Se deslizó por los azulejos y llevo las rodillas a su pecho. Sus pálidas manos se alzaron para pasar por debajo de sus ojos, un lloriqueo siguiendo la acción. Sacudí el deseo de abrazarla. No quería que gritara, y tenía el presentimiento de que lo haría si hacia eso.

“Duele…” Finalmente dijo en un tono apenas audible, su cabeza hacia abajo.

“Oh.” Froté la parte trasera de mi cuello. No sabía cómo tratar con esto. Había oído que el sexo no es la mejor experiencia para las chicas cuando es su primera vez pero no pensaba que fuera cierto, o al menos lo suficientemente importante como para mantenerlo en mente. No tenía que ser tan doloroso, ¿no?

“Solo… en todas partes.” Respiró. “Duele.”

“Lo siento…” Me disculpe aunque no estaba seguro de lo que estaba hablando. “No lo sabía. Podrías haber dicho algo y yo hubiera-”

“Ya no sé quién soy.” Continuó. “¿Qué me has hecho?”

“Lia, ¿a qué te refieres?” Me agaché para nivelar nuestros ojos.

“He pasado la noche en un motel sucio con una persona prometida mientras mi madre enferma está ingresada en un hospital… sufriendo.” Su voz se trabo en su garganta, y pauso por un momento. “He hecho exactamente lo que tu padre quería, lo que Richard quería. Soy una Baby Doll, Harry.”

Me acerqué a ella y hablé en un susurro. “Lia, lo que compartimos anoche… no tiene nada que ver con mi padre, Richard o nadie más. Es entre nosotros dos, solamente los dos. No eres una de ellas.”

Me miró. “¿El contrato ha finalizado, verdad? Vamos a llevar caminos separados. Te vas a casa y-”

“No lo voy a hacer.” Le interrumpí. “No me voy a casar.”

“¿Qué?” Sorbió la nariz.

“Nunca he querido casarme. Solo lo hacía porque el padre de Kaylee me estaba ayudando con la universidad. Si suspendo esta vez, tendría que repetir. Eso sería peor que el infierno para mí, Lia. Ni siquiera me gusta lo que estoy estudiando, de hecho lo odio.”

“Entonces… ¿Por qué lo haces?” Preguntó algo tímida.

Suspiré. “Le prometí a mi madre antes de que muriera, que acabaría la universidad en una carrera decente así no tendría que depender de nadie cuando fuera mayor. Para ser más específico, no quería que dependiera de mi padre. Ella nunca confió en él. Sé que estaré dependiendo de Kaylee si me caso con ella pero la promesa esa solo acabar la universidad, y eso es lo que estoy intentando hacer.”

“Oh…” Dijo mirando lejos. Quería que hablara más. Necesitaba escucharle decir algo más que eso. Pero entendía de donde venía. Conociéndole, no era tan impactante verla comportarse de esta manera. Solo quería que fuera de la manera que era anoche. La última cosa que quería era que me tuviera miedo.

“Lia, escucha.” Dije alzando su barbilla para que me mirara de nuevo. Me produjo alivio cuando no se resistió. “Esto… es real para mí. Me maldigo por no haberme dado cuenta antes. Espero que no sea demasiado tarde.”

“¿Iba… Iba enserio lo que me dijiste?” Pregunte. “Anoche…” Juraría que la vi sonrojarse.

Le había dicho que le quería. Nunca diría algo que no sintiera. Pero no estaba seguro de lo que era el amor. Siempre había considerado que estaba subestimado, una cosa comercial. Ahora tenía otro punto de vista.

“Por supuesto. Lo hago.” Respondí. Nunca me había imaginado a mí mismo en una posición como esta – consolando a una chica llorando, diciéndole que le quiero y sintiéndolo de verdad. Harry, ¿dónde te has ido?

Thalia suspiró y frotó su cara, la camisa varias tallas más grande se deslizó por su hombro. Mi mirada se centró en la piel expuesta, aunque me forzaba a mí mismo a mirar a otro lado. Este no era el mejor momento para comérmela con los ojos, pero no podía resistirlo.

Me acordé de como su piel era suave bajo mi toque, sus labios también. Toda ella gritaba delicadeza. Esa era la característica que poseía que me volvía loco, esa rara característica. No me atrevía a hacer hincapié en su pasado. Su suerte había sido parecida a la de mi madre. Hombres asquerosos diciendo sus nombres, siendo acosadas, etc. No podía dejar que nada de eso pasara de nuevo.

“Ya no sé.” Sus manos cayeron a sus rodillas. “Estoy tan perdida.”

“Ya se me ocurrirá algo.” Suspiré, pasándome los dedos por el pelo. Si quería a Thalia conmigo, tendría que hacer muchos cambios. El compromiso se escapaba de mis pensamientos. Le había sido infiel a muchas chicas antes y a veces me sentía culpable pero ahora mismo, ese no era el caso. La única cosa por la que estaba preocupado era por encarar a mi padre.

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Thalia POV

Harry me había dejado para prepararme. Muchas dudas seguían en mi mente y necesitaba deshacerme de ellas. No sabía a donde iríamos con todo esto pero tenía claro que lo que viniera no iba a ser fácil. ¿Por qué estaba poniéndome en esta situación?

El contrato se había acabado y era libre para irme a casa y seguir con mi vida. Esto era lo que me esperaba, todo lo que quería. Pero entonces ahí estaba Harry. Oh, Harry.

Aparte de la tormentosa culpabilidad que tenía me molestaba, otra incomodidad estaba siendo un fastidio. Todavía me dolía ahí abajo y seguía sin saber si era algo normal. Algo intuía pero tenía demasiada vergüenza como para preguntarle a Harry sobre ello. Si, era raro tener todavía vergüenza de esas cosas después de lo que habíamos hecho pero no podía evitarlo.

Una vez que me había arreglado, salí de la cama y me use de pie. Esperé a que Harry volviera de reparar el coche. Me encontré a mí misma presionando las manos sobre las arrugadas sabanas de la cama… y fui bombardeada con recuerdos de lo que paso la pasada noche.

Sentí mis mejillas calentarse cuando las escenas se reprodujeron en mi cabeza muy claramente. Me acordé de lo mucho que lo quería. Y el hecho de que él se sintiera de la misma manera sobre mi hacia que mi estómago revoloteara. Todavía no lo asimilaba realmente, como si fuera algo no querido. Las lágrimas amenazaban con salir y me encogí para evitarlas. La pasada noche tuvo un gran impacto en mí y solo pensar sobre ello hacia que me pusiese emocional.

Harry volvió una media hora más tarde, las llaves sonando en su mano mientras sostenía la puerta abierta. “¿Preparada?”

Asentí y pase por su lado. Los pasillos parecían tan diferentes a la luz del día. “¿Qué te parece si te llevo al hospital de tu madre después de ir  la mansión a asearnos un poco?”

“Eso estaría bien.” Me anime ante su sugerencia aunque no quería que mi madre y Harry estuvieran asociados en alguna manera. A parte, ¿ya tenía que recoger mis cosas? No sabía lo que Harry quería hacer sobre nosotros.

“He llamado a un amigo para que me ayudara.” Explicó, las llaves sonando mientras las sacaba del pomo.

“¿Tu amigo ha venido hasta aquí?” Pregunté. Crucé mis brazos sobre mi pecho y miré hacia abajo cuando un hombre de desgarbada barba paso entre nosotros, mirándome. Harry no me respondió y miré hacia arriba para verlo con los ojos entrecerrados siguiendo al hombre.

“¿Qué?” Finalmente respondió después de unos largos segundos.

“Te he preguntado si tu amigo ha venido hasta aquí-”

“Quédate cerca.” Me interrumpió, cogiendo mi mano. Entrelazó nuestros dedos y note lo caliente que estaba su mano.

Harry le dio el dinero al hombre del mostrador mientras yo estaba plantada detrás, intentando que pareciera que las miradas que estaba recibiendo no me afectaban. Estuve complacida cuando finalmente salimos del estrecho vestíbulo. Su coche recién arreglado nos esperaba en el camino de grava al lado del pequeño motel.

“Tu rodilla.” Recordó Harry cuando cerró la puerta del coche. “No me contaste lo que te paso.”

“No me diste oportunidad.” Me encogí de hombros.

“Es tu culpa por ser una distracción tan grande.” Se volvió hacia mí y me mostro una sonrisa, las llaves dando vida al coche.

No quería hablar de la pasada noche con él ahora mismo, y esperaba no sonrojarme ante su mención indirecta de ello. “¿Quién es Ali?” Pregunté.

“¿Qué? ¿Cómo lo voy a saber?” Dijo mientras empezaba a conducir.

“Ella es la chica a la que le pregunte por direcciones. Tenía el pelo negro, rapado de una parte. Cuando supo que te conocía, me persiguió con sus amigos. Me aleje pero parecía como si quisieran pegarme una paliza o algo así.” Especulé.

 “¿Fuiste perseguida? ¿Y has tenido que esperar hasta ahora para decírmelo?”

“Te lo iba a decir, solo que ayer pasaron muchas cosas.” Dije. “Pregunte por la dirección de la mansión y asumieron que te conocía. La chica escupió en mi zapato y dijo que eras… eh…”

“¿Un capullo? ¿Un cretino? ¿Un gilipollas?” Dijo todos los insultos posibles.

“Lo tercero. También dijo que eras un creído.” Añadí.

“Si, he oído a la gente llamarme eso a mis espaldas.” Alzó sus cejas por un momento. “¿Cómo has dicho que se llamaba?”

“Ali, con una “l” o algo así.”

“Joder, era Allison.” Maldijo. “Patrick me dijo que se había hecho punk.” Dijo para sí mismo.

“¿Qué le hiciste?” Estaba casi asustada por preguntar.

“N-No quise hacerlo… puedo ser un cretino a veces pero ella era molesta.” Se quejó. “Dios, es como si no pasara página.”

“Fue hace años. Cuando se trasladó aquí, fui a una cita con ella. Acabó matriculándose en mi colegio y rápidamente se hizo conocida por ser una diana de risas por lo rara que era. Así que deje de hablar con ella. Entonces fue por todos los lados diciendo que habíamos tenido una cita. Me puso de los nervios cuando la gente empezó a venir y a preguntarme si éramos pareja. Cuando esto llego a oídos de Kaylee-” Pausó.

“¿Estabas con Kaylee entonces? ¿Le pusiste los cuernos?”

“No fue así, ella estaba en otro colegio…”

“¿No se llama engañar cuando tu novia esta en otro colegio?” Interrogué.

“Era un niño, Lia. Las cosas son diferentes ahora.”

“No estoy segura de si eso es verdad. Si piensas sobre ello, le estas engañando ahora.” Punteé. ¿Cómo podía confiar en el plenamente si no consideraba el engaño como una gran cosa?

“No, no lo hago. De hecho, no estamos juntos.” Replicó.

“Sigues estando prometido.” Dije.

“Te dije que voy a acabar con eso. ¿Y tú no estás haciendo lo mismo? ¿Has olvidado a Darren?”

“Darren es mi mejor amigo, nada más. Nunca he tenido novio.” Desearía que dejara de referirse a Darren así.

“Vale, está bien. Vamos, júzgame.” Se estiró en su asiento y se enfocó en la dañada carretera.

“Solo dime que paso después.” No quería pelearme en ese momento.

“¿Cuál es el punto de decírtelo si vas a juzgarme? Te he dicho que era diferente.”

“No te juzgare. Solo quiero saber porque Ali me escupió y me persiguió con sus amigos como un grupo de animales.”

Suspiró. “Un día descubrí que su madre trabajaba como criada. Uno de los amigos de mi padre la había despedido antes. Allison lo mantenía en secreto. Obtuve el número de su madre y la llame para una sesión de limpieza, la noche de la fiesta que tenía con mis amigos. También invité a Allison. En ese momento pensé que se merecía alguna humillación porque estaba extendiendo rumores sobre nosotros y la gente estaba empezando a tener diferentes opiniones sobre mí.”

“¿Qué le hiciste?” Le pregunté débilmente.

“Vino sin imaginarse nada. Todavía recuerdo su cara cuando vio a su madre ahí, vestida de criada. Las presenté a todo el mundo como madre e hija y tire varias bebidas y lancé comida por todos los lados, así su madre tenía que recogerlo. Se burlaron tanto de ella que tuvo que cambiar de colegio. Pero estaba bastante borracho en esa fiesta así que sí, me pase un poco. Solo quería enseñarle una lección.”

“¿Te pasaste un poco?” Aprender esas cosas sobre Harry me hacía sentir insegura.

“Sé que fue una cosa terrible, pero como he dicho, era un crio.”

“Pero fuiste a una cita con ella. Te debería haber gustado. Pero tenías miedo de lo que la gente podía decir.”

“Tenía un nivel social que mantener.” Respondió.

“Todavía lo tienes, ¿no? ¿Qué significa eso para nosotros? ¿Cómo voy a saber que no soy otra Allison?” Solté mientras mi aprehensión crecía. Le había dado a Harry mucho y sabía que no era nada más que chatarra si él hacía algo para herirme.

“Lia, no puedes relacionar lo que tenemos ahora con algo estúpido que hice en el pasado.” Dijo mientras el coche se paraba en un semáforo. Mire a los alrededores, eran familiares. Nos estábamos acercando a la mansión.

“Te quiero.” Lo escuche decir antes de que se acercara y presionara sus labios contra los míos. Me estremecí, mi mente trayendo de nuevo las imágenes de nuestra situación intima. “Creo que soy el único que tendría que preocuparse porque no me has contestado nada.” Sus susurros cayeron en mis labios. Se alejó cuando la luz se puso verde.

“Yo…también te quiero.” Dije en un murmuro. Me toco debajo de la barbilla mientras conducía, satisfecho con mi respuesta. Lo quería, probablemente más de lo que me quiero a mi misma. Solo que era difícil decirlo porque estaba petrificada por hacerme daño. Decidí dejar de lado el tema de ‘Allison’ ya que estaba demasiado cansada como para tener en mi mente más preocupaciones.

Cuando finalmente llegamos a la mansión después de un largo viaje, no podía esperar para cambiarme la camiseta varias tallas más grande y tomar una ducha. Recé para que no hubieran más distracciones que me impidieran ver a mi madre, pero mis suplicas no fueron escuchadas. El Mini Cooper de Kaylee estaba aparcado en el camino de la mansión. 

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Siento muchisimo haber tardado tanto, pero es que estas semanas las tengo llenas de examenes y no tengo casi tiempo para coger el ordenador. 

Un beso :*

Lorena ♥