Capitulo 31 - Frágil

La mansión estaba muy vacía, intensamente silenciosa. Por un momento, sentí que estaba perdiendo la cabeza. Estaba sola con mis pensamientos, y eso  era la peor tortura. Ese doloroso sentimiento permaneciendo en mí. Ese sentimiento de anhelo de algo sin el cual que no puedes vivir el momento; solo para estar decepcionada cuando la realidad te golpea justo en la cara, y te dice que las cosas nunca serán como quieres. El sentimiento de que cuando dedicas tus emociones a algo, te quedas sin recompensa. 

Echaba de menos la manera en la que era dos meses antes. Esa Thalia que podía olvidarse de esos pensamientos en segundos. No, ella nunca habría tenido esos pensamientos. Pero ya no era esa Thalia. Esta experiencia me había convertido en alguien diferente, alguien que no podía reconocer.

Caminé a lo largo del pasillo intentando distraerme del dolor. Sentándome sin hacer nada, solo aumentarlo. Como si me hubiera tirado una mano invisible, me sacudí cuando vi una sombra acercarse sigilosamente de detrás de una escultura de mármol. Se parecía mucho a Damian. Me calme cuando me di cuenta de que era solo fruto de mi imaginación, una creación de mis preocupaciones.

Me encontré acercándome a la habitación donde había visto las pinturas personales de Harry. El candado estaba ahí, pero ha estaba bien cerrado. Probablemente estaba roto. Tenía ganas de saber porque se alteró tanto cuando estuve ahí, y porque había pintado un cuadro de mí. Pero la última cosa que necesitaba ahora mismo era acordarme de él, así que me apresure a paras de largo de la habitación.

Cuando decidí que caminar no era mejor que estar sentada, de dirigí a las escaleras. Descansé mi cabeza contra la barandilla y empuje un poco fuerte, sin importar si me hacía daño. Sentía como que me lo merecía. Por ser tan estúpida. Y aun me preguntaba qué estaba haciendo Harry ahora mismo. Quizá ya había escogido un anillo para Kaylee, uno muy bonito con un enorme diamante adherido en la parte de arriba. Quizá hayan tomado esos cake pops en la preciosa panadería francesa del centro. Quizá la estaba besando ahora.

De repente, mi atención se desvió a las cortinas. A través de la pequeña obertura, cogí un destello de unos rápidos movimientos, pero estaba muy lejos como para adivinar que había sido. Deseando que no fuera solo mi mente jugándome una mala pasada de nuevo, caminé sin prisa por las escaleras y abrí las cortinas. Mi respiración se pare en mi garganta cuando vi a Darren agitando las manos frenéticamente en la puerta delantera. Cuando me vio, apunto hacia el patio trasero de la mansión.

Estaba eufórica por verle, e igualmente desconfiada. Era peligroso para él, para mi familia. Entendí lo que me estaba intentando decir y rápidamente abrí las cerraduras de la puerta. Corrí fuera al patio trasero donde Darren estaba intentado pasar sobre valla. Me encogí cuando se empujó sobre los barrotes. Cuando tuvo éxito y rodo en el césped, sonrió. Yo forcé una, la cual salió más fácil de lo que había esperado.

“Te ves más sana que nunca.” Comentó, sacudiendo la hierba de sus vaqueros antes de extender una mano.

“Divertido, no me siento sana.” Le di mi mano y me empujó hacia él para abrazarme. Me relajé instantáneamente. “Darren, es peligroso que estés aquí. Creo que Damian siempre está vigilando. Y hay una de estas vecinas entrometidas.” Me separé.

“No te preocupes. Estamos completamente solos. ¿Lo ves? He venido pronto y he visto al chico irse. Pero solo para asegurarme de que estabas sola, he esperado un poco.” Se encogió de hombros. “Solo quería saber cómo estabas.”

Asentí suspirando. “¿Has estado llorando?” Preguntó.

“Lo he estado haciendo los pasados dos meses.” Me encogí de hombros.

“¿Ese chico te está dando problemas? ¿Se ha aprovechado de ti?” Inquirió. Darren siempre había sido muy protector sobre mí. Cuando estábamos en el colegio juntos, siempre me defendía cuando era acosada. Y esa mirada penetrante en su cara aseguraba que no tenía miedo de hacerlo. No podía creer que pensara que me había traicionado.

“Es solo todo. Echo de menos a mi madre y a Jakey.” Dije, sabiendo que lo ponía en peligro si le contaba sobre la amenaza de Damian… y Harry. Darren no estaba en la posición de hacer nada y no servía de nada alterarlo.

“¿Y el chico?” Presionó.

“¿Qué le pasa?” Pregunté.

“No me digas que te ha estado ignorando todo este tiempo.”

“No… pero no me ha forzado a hacer nada.”

“¿Por qué siento que lo estas encubriendo?” Entrecerró sus ojos.

“No hay nada que cubrir.” Mentí. ¿Por qué lo haría?” Pero lo hacía.

“No lo sé. La última vez que te vi lo estabas defendiendo. Y leí este artículo del síndrome de Estocolmo-”

“¿Qué?” Alcé una ceja. Sabía lo que era el síndrome de Estocolmo, leí sobre ello una vez en los viejos libros de mi padre. Es un trastorno psíquico en el cual desarrollas una atracción por tu captor. ¿Cómo me podía acusar Darren de tener un trastorno mental?  Pero de nuevo, de alguna manera sonaba como yo. ¿Realmente me había vuelto un poco chiflada?

“Mi madre,” Cambié de tema. “¿Cómo está?”

La cara tensa de Darren se suavizó ante mi pregunta, transformándose en aparente tristeza. No me gustaba. No me gustaba para nada.

“¿Darren?” Insistí.

“Esa es otra de las razones por las que he venido aquí. Lia, tu madre… está en el hospital del centro San John.”

Mi pulso se aceleró. No está segura sé si iba a ser capaz de asimilar sus próximas palabras, mi corazón ya estaba frágil. Una pequeña fractura más me destrozaría completamente.

“Sabes que ya llegaba un tiempo enferma, desde que te fuiste.” Continuó mirando abajo.

“Darren, solo dime que ha pasado.” Demandé, mi tono temblando.

“Ha tenido un ataque al corazón. Fue lo suficientemente serio como para llamar a una ambulancia. Jakey me llamo a mi primero, estaba frenético. Estaba llorando y corrí al apartamento tan rápido como pude.” No podía creer lo que oía. No podía creer lo que estaba pasando. No mi madre.

“No…” Me atraganté, mis manos subieron para cubrir mi boca partida. “¿Cómo está ahora? ¿Cómo esta ella?”

Darren me llevo cerca de él, sus brazos firmes a mí alrededor. “Ha estado en el departamento de emergencias toda la mañana. Jakey y yo nos hemos quedado a parte. Realmente no sabemos en qué estado está.”

“Llévame con ella.” Aclaré mi mente. Mi madre equiparaba todo lo importante en mi vida. Solo el pensamiento de perderla creaba un agonizante vacío en mi estómago.

“Lo sé, quiero que vengas conmigo.” Dijo Darren. “Pero necesitamos tener en cuenta las consecuencias. Tu madre solo depende del dinero de esa gente. Cuando vean que te has ido, tengo miedo de que hagan algo drástico y no le den un buen soporte financiero. Es lo único que puedo hacer, mi trabajo en el café no está pagado muy bien.”

Tenía razón. Necesitaba ser racional. Terminaría en una situación peor si me escabullía con Darren. Nos quedamos plantados en el jardín trasero, pensando en lo que podríamos hacer.

“Puedo preguntarle a Harry si me deja ir al hospital.” Sugerí. Harry me había dicho que me iba a dejar ver a mi madre. Solo no he tenido la oportunidad de hablar con el sobre él. A parte, era lo menos que podía hacer después de hacerme tanto daño.

“Eso parece lo mejor en este punto.” Dijo Darren. “Aunque no estoy seguro de si lo permitirá. Pero haz eso.” Miró a su reloj. Era grande y tenía una correa de cuero marrón, aparentemente un material caro. Una cosa rara para él, considerando su situación financiera.

“Debería volver al hospital ahora. No te preocupes mucho. Espero verte fuera de aquí.” Se acercó y plantó un rápido beso en mi frente, un gesto amigable y reconfortante. “Oh, este es el número de recepción de la unidad de emergencia. Mantenlo por si acaso.” Dejo una pieza de papel en mi mano y cerré el puño.

El cuerpo atlético de Darren sirvió para que saltara la valla y estuviera al otro lado en segundos. Agitó su mano rápidamente antes de desaparecer por la carretera.

Volví dentro de la mansión y empujé la puerta para cerrarla, poniendo cada cerradura para asegurarme de que nada pareciera fuera de lugar.

“¿Cómo ha ido tu pequeña cita?” Salté instintivamente cuando oí la voz detrás de mí.

La cara de Harry no sostenía diversión o nada positivo mientras me miraba del otro lado del pasillo. Tomo pequeños pasos hacia mí, sus manos duramente cruzadas sobre su pecho.

“¿Qué cita? E-Era Darren. Ha venido a hablar sobre mi madre.” Contesté. “¿Cuándo has vuelto de tu cita?”

“Aproximadamente hace quince minutos. Obviamente estabas tan inmersa en Darren en el patio trasero para notarlo.” Se burló. “Ha sido precioso de todos modos. Besos en la frente, sosteniéndoos las manos.”

“Mi madre ha tenido un ataque al corazón esta mañana.” Dije ignorando su comentario.

“¿Esto pasa cada vez que me voy? ¿Chicos como Darren cruzando la verja de mi casa para estar contigo?” Sus fosas nasales se abrieron mientras hablaba, un claro signo de furia. Pero su comentario me enfureció a .

“Deja de decir todas esas cosas sin sentido. Necesito que me escuches.” Le dije, esperando que pudiera dejarlo de lado. “Mi madre está muy enferma y necesito ir a verla.”

“Que le jodan a lo que dije sobre dejarte ver a tu madre.” Vociferó antes de coger las llaves de la mesa y pasar por mi lado. Un fuerte golpe sonó cuando la puerta fue cerrada con un portazo y él se fue.

Fuego creció en mí como una inmensa marea. Mis manos se cerraron en puños y tuve el repentino deseo de pegarle a algo. Harry había sido tan infantil, tan irracional. No podía creer que tuviera el nervio de estar enfadado conmigo, después de todo lo que él me había hecho.

Consumida de rabia y desesperación, cogí un abrigo de mi habitación antes de salir afuera. No necesitaba depender de Harry. No necesitaba el permiso de nadie para ver a mi madre. Encontraría la manera de llegar a ella.

______________________________________________________________

Bueno, esta semana hemos subido cuatro capitulos por la tardanza. Como ya dijo Ro ha tenido algunos problemillas pero ya esta todo solucionado. Esperamos que os gusten :)

Lorena ♥

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #harrystyles