¿Por qué Harry me estaba torturando así? Él había estado con numerosas chicas. Sabía que no significaba nada para él, era una simple mancha en el torbellino que es su vida. Tenía todo lo que necesitaba, todo lo que había querido. ¿Por qué me está haciendo esto a mí?

Al contrario que él, nunca me había tocado nadie del sexo opuesto como lo había hecho él, o incluso acercarse a mí hasta esos extremos. Harry solo tonteaba para satisfacer sus propios deseos y él estaba al tanto del efecto que sus acciones tenían sobre mí. Pero no le importaba.

Él jugaba la carta de la pena conmigo diciéndome que había tenido una vida dura. Solo me quería para entenderlo así podía de alguna forma acercarse a mí a través de nuestras ‘semejanzas’. Quería aprovecharse del hecho de que era inexperta en muchos aspectos.

Lo que Darren dijo no podía ser más verdad. Había estado ciega por culpa de Harry. No quería creer que se parecía a la gente que le rodeaba. Y mira donde me ha llevado. ¿Qué esperaba?

Era una estúpida por dejarle conseguirme así. ¿Cómo pude haber pensado que iba a ser diferente? La asquerosa verdad era que eran todos iguales. Mezquinos, astutos, venenosos, perversos. Podría continuar para siempre.

Me desperté del peor de los sueños. La pasada noche tuvo un pequeño impacto en mí. Me metí en la ducha y froté fuerte dónde Harry me había tocado. Esperaba que la ducha caliente lo lavara todo pero el dolor permanecía.

Cepillé mi pelo, pero los rizos enmarañados los dejé ya que no tenía la energía para ponerlos en orden. Rebusqué en la bolsa de mi ropa y cogí una camiseta marrón lisa.

Mis días aquí eran repetitivos. Me despertaba al borde de la ansiedad cada mañana, sin saber qué cosas terribles podían pasar. Vivía con miedo. Pero cuando empecé a saber más sobre la persona con la que estaba viviendo, me dio un poco de seguridad. Bueno, un falso sentimiento de seguridad sería más acertado. Pero fuera lo que fuera, ya no estaba y me sentía completamente vulnerable.

Me miré en el espejo, lágrimas rebosando mis ojos. Me odiaba a mi misma por ser tan débil. Salté cuando hubo un golpe en la puerta. No me tomé la molestia de pensar demasiado quien podía ser, así que la abrí.

Sentí mis ojos engrandecerse cuando vi a Harry. Destacaba sobre mí y siempre encontraba su altura algo intimidante pero no iba a dejar que me afectara en ese momento. Tenía que demostrar que no era débil o que estaba asustada de él. No tenía razones para estarlo.

“Thalia,” Empezó Harry y yo empecé a empujar la puerta para cerrarla pero él empujo también para evitarlo. “Por favor escucha.”

Mantuve mi cabeza baja y me quedé en silencio – una clara representación de mi estado de debilidad y mi vulnerabilidad. “Iba a decírtelo la otra noche pero… me distraje.” Esperaba que no me hubiera sonrojado cuando las memorias de la pasada noche volvieron.

“Mira, entiendo que todo lo que paso la pasada noche puede haberte hecho perder un poco los papeles, ya que… normalmente te asustan esos temas.” Intenté cerrar la puerta otra vez pero Harry la mantuvo abierta, su altura sobreponiéndome. “Quiero que me hables.”

Yo movía nerviosamente mis dedos mientras me preparaba mentalmente para decir lo que tenía que hacer. “N-No quiero que me toques más. No estoy cómoda con ello.” Frunció el ceño. “No soy nada para ti. Así que por favor déjame en paz.”

Hubo un destello en la cara de Harry que no había visto antes. No era como si fuera él, mientras permanecía callado, estudiando mis ojos. “¿Qué quieres de mí, Harry? Puedes estar con cualquier chica que quieras.” Dije.

“No lo sé.” Finalmente habló. “No sé lo que quiero de ti. Pero hay algo. Yo solo-” Puso una mano en la parte trasera de su cuello, mirando alrededor nerviosamente. Nunca lo había visto así. “No importa.”

“Vale.” Asentí, empujando ligeramente la puerta.

“Lia.” Empujó de nuevo y entró. Rápidamente retrocedí unos pasos. “Lo que quería decirte es que he finalizado el contrato.”

“¿L-Lo has finalizado?” Mi voz vaciló cuando pregunté por una confirmación, no segura de sí había escuchado bien.

“Si, lo hice ayer. Te podrás ir a casa en dos días.” No había vida en su voz o en su cara. ¿Por qué razón? No estaba segura.

Una mezcla de sentimientos creció en mí ante sus palabras, una explosión de emociones y una extraña sensación de perder algo. Si Harry había sido capaz de terminar el contrato todo este tiempo, como Darren dijo, ¿por qué no lo hizo? Me había mentido diciéndome que era imposible terminarlo. Pero decidí ignorarlo, porque todo lo que importaba en ese momento era que iba a volver a ver a mi familia de nuevo.

“N-No sé qué decir.” Estaba impactada, impresionada.

“Y volverás a ser feliz otra vez.” Añadió Harry. “Porque mereces serlo.” Le sentí forzando una sonrisa, pero falló.

¿Feliz? Iba a volver a mi antigua vida. Ayudando en las cosas de casa mientras mi madre trabajaba, como había hecho durante todos los pasados años. No sabía cómo sentirme, solo sabía cómo se suponía que me tenía que sentir. Que era ‘feliz’. ¿Por qué me estaba tomando tanto tiempo en serlo? Esto era lo que quería. Pero no lo sentía todavía.

“Gracias.” Le dije, no sabiendo que más decir.

“No me lo tienes que agradecer. Si no fuera por mí no estarías en este lio.”

No le respondí a eso. Sabía que estaría en un lio si no fuera por él, y probablemente sería mucho peor. Pero decidí mantenerlo para mí.

“Lia, mañana es mi cumpleaños. Y… quería invitarte.”

“¿No debería ser al revés?” Pregunté.

Se le escapó una sonrisa, dejando a la vista sus hoyuelos. “Te lo debo.”

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Harry le pasó su Mercedes al aparcacoches. Una vez que le instruyó que cuidara muy bien de su coche, Harry se giró hacia mí. Las puertas de cristal se abrieron automáticamente cuando nos acercamos y fui recibida con aire frio golpeando mi cara.

Protesté a ir con Harry pero sus palabras fueron un poco forzosas así que tuve que ir. El centro comercial era gigantesco. Solo había estado en alguno pequeño una vez hace mucho tiempo y comparado con esto, esos pequeños centros comerciales no eran nada. Las tiendas de diseñador con nombres que no había oído nunca llenaban las plantas. Restaurantes elegantes – ingleses, italianos, mexicanos, asiáticos – se esparcían por él.

“Coge lo que quieras.” Dijo Harry, tirando para atrás su pelo. Casi sonó como una orden.

“¿Qué?” Sentí que no lo había escuchado correctamente, Cuando dijo que me iba a invitar, estaba pensando en cake pops como máximo.

“Ropa, zapatos, bolsos. Cualquier mierda de chica que quieras. Cógela.” Me dijo. Empecé a cuestionarme la opinión que tenía de Harry.

Definitivamente Harry había crecido a mejor desde nuestro primer encuentro, aunque a veces su elección de palabras era desorientadora y grosera. Pero no podía bajar la guardia todavía, me recordaba a mi misma constantemente el tipo de personas que eran Damian y Richard y las posibilidades de que Harry fuera como ellos. No iba a caer en cualquier trampa de nuevo.

“Bueno, vamos.” Rogó. A lo mejor me había quedado mirándolo por demasiado tiempo, pero era porque estaba metida en mis pensamientos.

Entré en una boutique con una enorme foto de una modelo plasmada fuera. Harry siguiéndome. Un montón de vestidos llamaron mi atención, pero algunos de ellos eran demasiado cortos para mi gusto. No me moví mucho, apenas ojeé la ropa y los bolsos.

“No tengas miedo.” Harry cogió mi mano – una acción que le dije que dejara de hacer. “Ven aquí.” Me guio a través de la abarrotada boutique. Sentía que la gente nos estaba mirando, pero no me atreví a mirar ninguna de sus caras.

Soltó mi mano cuando llegamos a algunos jerséis y vestidos de verano. “Vamos.” Movió su cabeza hacia el lado. Separé las prendas una a una, mirando a través de las diferentes camisetas y vestidos.

“Cogeré este entonces.” Saqué un vestido de encaje blanco que bajaba hasta el tobillo.

La cara de Harry se contorsionó con entretenimiento, supuestamente reprimiendo una risa. “Cuando te dije que cogieras algo, no me refería a un vestido de boda. Compartes el mismo sentido de la moda que la novia cadáver. ¿Qué pasa contigo?” Se rio.

“Bueno, eres un chico. ¿Qué sabes tú de vestidos?” Disparé de vuelta.

“Si me preguntas con lo que quisiera ver a mi chica, diría esto.” Sacó un vestido de algodón negro que me recordaba a las chicas que había visto en el lugar de Richard antes de que fuera vendida. “No demasiado revelador, pero todavía sexy.” Olvidó que no era su chica, y no tendría que tener el mínimo interés en su sugerencia.

“Eso es… un no. No. No.” Sacudí mi cabeza oponiéndome.

“Está bien, lo que sea.” Alzó sus manos a la defensiva.

Después de unas cuantas vueltas, hicimos cola en la caja detrás de una mujer de mediana edad con el peinado más raro que había visto. Era como algodón de azúcar morado. Vi una mancha desigualada de pintalabios en sus labios finos. Su elección de ropa no era nada más decente, ya que estaba rodeada por un llamativo vestido azul entubado que se vería más como una cortina de ducha en mí. La gente rica en estas áreas era extremadamente rara.

Cuando era nuestro turno para pagar, puse el vestido blanco, que escogí del mostrador, y también dos jerséis que Harry exigió que debiera coger. Me tomo por sorpresa cuando el revelador vestido negro que había sostenido antes fue puesto encima de ellos.

“¿Qué estás haciendo?” Le pregunté.

“Nadie ha dicho que fuera para ti.” Respondió.

“Entonces, ¿lo vas a llevar tu?” Harry rio un poco demasiado fuerte a mi contestación, pero se sacudió cuando se mostraron los números en la pantalla de la caja registradora. Sentí como se abrían mis ojos ante la cantidad que tenía que pagar. Era mucho por cuatro piezas de ropa.

Harry no parecía tener un problema con ello, cuando deslizo con aire despreocupado una tarjeta de crédito de su cartera y se la ofreció a la cajera.

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“¿Por qué ahora?” Tenía que preguntarlo.

Llevábamos en la carretera sobre diez minutos y los primeros nueve, había estado deliberando si debería preguntarle a Harry. Algo me decía que no quería la respuesta pero tenía que preguntárselo de todas formas.

“¿Por qué ahora qué?”

“¿Por qué solo has finalizado el contrato ahora?”

Dejó escapar un profundo suspiro, asumí que esperaba que no preguntara eso. “Lia, voy a tener que… sentar la cabeza pronto.”

Una fuerza apretó mi corazón, tratando de hacerlo explotar. Solo me di cuenta en ese momento cuando Kaylee vino a mi mente. Me había olvidado de ella. Ella era la razón de esto. “Oh.” Suspiré. “¿Con esa… chica de ayer?” Tuve que luchar para construir una frase decente.

Harry asintió y mi cuerpo entero empezó a doler. “No es que yo quiera. Tengo que hacerlo. He estado fallando en mis exámenes y no creo que pueda incluso con la universidad. ¿Cómo se supone con voy a llevar un negocio?”

“Así que ¿ella va a darte soporte financiero? ¿Qué pasa con tu padre?” Me encontré preguntando más preguntas de las que pretendía.

“No va  a estar ahí para siempre y quiere asegurarse de que tenga un futuro estable. Y no, ella no me va a financiar, haré eso por mi cuenta. Ella solo va a estar ahí para ayudarme. Es mejor en eso que yo.” Así que ella iba a financiarle. Él solo no quería admitirlo.

“Pero ¿por qué crees que no puedes hacerlo por tu cuenta? Estoy segura de que eres más que capaz.”

Nos metimos en el camino de entrada y Harry apagó el motor. “Eres la primera persona que me ha dicho eso.” Nuestros ojos se encontraron cuando se giró hacia mí, y solo hizo que el dolor en mi pecho creciera. Llevó sus dedos a mi mejilla, el contacto hizo surgir electricidad a través de mí. Esto no se suponía que iba a pasar.

“Thalia, aquella noche que te bese por primera vez… no estaba tan borracho.” Así que lo recordaba.

“Harry, todo esto se ha acabado.” Mi voz era suave, no quería que me escuchara. “Y no significo nada para ti. Así que… deberías parar.” Aleje su mano.

“¿Puedes dejar de decir eso?” Escupió. “Deja de decir que no significas nada para mí. Ya te hubiera follado si no lo hicieras.”

Tapé mis oídos, no queriendo contaminarme con la obscenidad. Nunca había oído a nadie hablarme de ese modo. No sabía cómo reaccionar ante lo que había dicho, pero no tuve tiempo ya que salió del coche con un violento portazo. No estaba segura de con quién o porque estaba enfadado.

Mis pies estaban casi adormecidos cuando me condujeron a la mansión. Mi boca se abrió ante la vista de Richard y Damian recostados delante de la chimenea.

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Holaaas.

Siento muchisimo la tardanza, pero como ya dije en el mensaje en mi pagina, he tenido un examen de historia esta semana (que he aprovado :D) y me ha sido muy dificil traducir. Pero aqui teneis nuevo cap de Baby Doll y si puedo mañana subir de Crazed. De nuevo, gracias por esperar y seguir votando y comentado esta traduccion. Tambien espero que os guste mi edit que he puesto en multimedia. Intentaré hacer uno para cada capitulo :)

Pasaros por mi otra traduccion 'Crazed' y mi twitter @spurwings ♥