Sus mechones oscuros y rubios habían sido cortados pero seguía manteniendo una suave barba de unos días sobre su labio. Parecía que todo sobre él se había convertido en algo no familiar, excepto esos ojos azules como el océano.

“Darren, ¿eres tú?” Sonreí mientras me sostenía en las rejas de la verja. “¿Cómo has sabido dónde estaba?”

“Me subestimas.” Su voz era más profunda desde que lo vi por última vez. “Tengo mis métodos.”

“Estás más alto.” Comenté.

“Tú has encogido.” Las esquinas de su boca se elevaron.

Me reí por su respuesta mientras reprimía las ganas de darle un enorme abrazo. La ausencia definitivamente hacia mi corazón crecer con cariño. Mentalmente maldije a la verja por ser una barrera.

“He tenido que venir a verte ya que no has podido escribirnos. ¿Cómo estas, Lia?” Darren puso su mano sobre la mía y la sostuvimos entre las barras de metal. “¿Qué te han hecho?”

“Estoy bien, Darren. Unos cuantos arriba y abajo aquí y allá pero no ha pasado nada más grande.”

“¿Nada más grande? Quieres decir que no has tenido que…” Su voz se fue apagando.

“No.” Le aseguré.

“¿Hay alguien en casa ahora?” Se acercó más, su voz era casi un susurro mientras miraba a la casa.

“No, solo la sirvienta y yo.” Le dije.

“¿Ese cabrón no te a echo dormir con él?” Volvimos al anterior tema.

Estreché los ojos ante su elección de palabras mientras sacudía mi cabeza. “Es complicado, pero es todo bueno. No es algo de lo que me tenga que preocupar.”

“No lo entiendo. En maravilloso, Lia. Pero, ¿por qué no te ha hecho hacer nada?” Frunció las cejas con confusión.

“Bueno, resulta que no le gusta mucho la otra gente que le rodea.” Me encogí de hombros.

“Entonces, ¿por qué te mantiene aquí?” Su mano se apretó alrededor de la mía.

“El contrato sigue intacto.”

“¡Eso es una gilipollez!” Maldijo Darren. “Puede finalizarlo si quiere.”

“No es así de fácil. Las cosas de familia de Harry es complicado y-”

“¿Y qué tienen que ver las cosas de su familia contigo? ¿Me estás diciendo que de alguna manera… lo estas ayudando?” Preguntó. “No sé lo que te habrá dicho pero solo tienes que saber que no le debes nada a ese hombre de putas.”

“No digas eso de él. Se lo que estoy haciendo.” Repliqué antes de que lo pudiera pensar.

“¿Por qué lo estás protegiendo?” La voz de Darren se suavizo, al igual que su agarre en mi mano. “Él es lo que es.”

“¡N-No lo hago! No lo entenderías.” Descansé mi frente contra la barra de metal.

“¿Qué no entendería? Sabes que me puedes contar lo que sea, Lia. ¿Qué te está pasando?” Las manos de Darren se metieron en sus bolsillos.

“Te fuiste, Darren. Por mucho tiempo. Sé que estas intentando ayudar, y lo aprecio pero por favor no asumas cosas. Muchas cosas han cambiado y-”

“Lo has hecho tú.” Sacudió un poco la cabeza. “Eso es lo que estas intentando decirme ¿no? Lia… este tal Harry con el que estás viviendo… es un monstro hasta la médula. Todos ellos lo son. No te ciegues, no seas tan fácil de manipular. Y por favor no me digas que tienes sentimientos por él.”

“¡N-No!” Tartamudeé, mi voz temblando. Lo que Darren me estaba diciendo era verdad, pero me estaba llevando un tiempo aceptar la parte de Harry. “Sé cómo son todos ellos. No soy idiota.”

“Entonces deja de actuar como una.” Enfureció.

Lo que dijo era verdad. Era una idiota. Había estado intentando negarlo todo este tiempo, pero la verdad era que necesitaba desarrollar un confuso gusto por Harry. Y ahora que Darren golpeado un sentido se realidad de vuelta en mí me sentía culpable. Me odiaba a mi misma por la manera en la que me sentía.

“Lia…” Susurró. “Hey…” Buscó entre las barras y levantó mi barbilla.

“Las cosas van a estar bien. Estoy seguro de que sabes lo que estás haciendo, pero se cuidadosa. Y vas a estar fuera de este lio muy pronto. He encontrado un nuevo trabajo cerca de tu apartamento y me voy a quedar cerca. No voy a dejar la ciudad de nuevo. Así que todo será perfecto cuando salgas. Y está bien sabes que no va a hacer nada. Tu madre va a estar entusiasmada al oírlo. Solo aguanta un poco más. Lo resolveremos de algún modo.” Sonrió. Sus palabras eran reconfortantes. Me sorprendió lo fácil que podía disolver mis preocupaciones y alejar el estrés.

“Mi madre…Jakey. ¿Cómo están?” Pregunté.

“Jakey… Jakey está genial. Esta yendo al colegio.”

“¿Y mi madre?” Sentí mi interior revolverse mientras esperaba su respuesta. Por la incómoda expresión en su cara, pude saber que sería algo no muy agradable de escuchar.

“No te quiero mentir, ha estado teniendo pequeños dolores en el pecho cada dos por tres,” Casi me atraganto ante sus palabras. “Pero son solo leves. Así que no te preocupes.” Añadió.

“Por favor cuida de ella, Darren. Eso es lo único que te pido.” Dije. Mi madre tenía un historial familiar de enfermedades del corazón. Mi abuela se fue por un ataque al corazón y no podía permitirme el pensamiento de perderla de la misma manera.

“Esa es mi prioridad.” Dijo. Darren era huérfano y éramos prácticamente la única familia que tenía, así que había muchas razones para confiarle a mi madre.

Nuestra conversación se cortó cuando me di cuenta de que una mujer regordeta se encontraba mirándonos en el camino. Nos miraba con curiosidad.

“Creo que deberías irte.” Le dije. No quería que nadie nos viera a Darren y a mí hablando. No me podía arriesgar.

Darren asintió, cogiendo el mensaje. “Te hablare pronto de alguna manera.” Levantó mi barbilla con la mano antes de acercarme lentamente y plantar un beso en mi frente, las barras de metal impidiendo cualquier contacto más cercano que eso.

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Estaba ayudando a la Sra. Briffen a picar algo de apio en la cocina cuando oí el coche de Harry en el camino. Habían pasado unas pocas horas desde que se había ido a la universidad pero ya lo echaba de menos, tanto que dolía aprender a aceptarlo. No quería encariñarme con él, emocionalmente o de ninguna otra manera posible pero la dolorosa verdad era esa. Y solo después de hablar con Darren me di cuenta de que necesitaba hacer algo para prevenir que esto vaya más lejos.

“¿Has notado algo distinto en Harry?” La Sera. Briffen bajó su cuchillo.

“¿A qué te refieres?”

“Bueno, ha dejado de llegar a casa borracho. No trae esas mujeres ligeras de ropa a casa. No más fiestas salvajes en la casa. Y no me ha gritado desde hace un tiempo.”

Eso era verdad, pero la Sra. Briffen había sido capaz de notar sus diferencias ya que había pasado muchos años con él. Pero yo no estaba segura de a donde quería llegar.

“Bueno, eso es una mejora.”

“Es una enorme mejora.”  Sentí que sonaba más emocionada de lo que tenía previsto. “Todo pasó después de que llegaras.”

No pude evitarlo, pero deje salir una risita. Definitivamente sabía a donde quería llegar. “¿Y tú punto aquí es, Sra. Briffen?”

“Creo que lo has cambiado a mejor, querida.” Su sonrisa creció.

“No, no. Estás equivocada, Sra. Briffen. No somos nada parecido a eso. ËL ha cambiado por su cuenta.” Me encogí de hombros. Me preguntaba si había algo de verdad en lo que ella había dicho. No era posible. ¿Qué había hecho para hacer que cambiara? Nada. No era relevante en la vida de Harry. No significaba nada para él. Era solo compañía. Eso era.

Dejamos de hablar cuando Harry apareció a través de la puerta de la cocina. Parecía enfadado.

“¿Hambriento?” Preguntó la Sra. Briffen, ya que era inusual que se apareciera en la cocina de esta forma.

Harry frunció el ceño. “No. Necesito hablar con Thalia.” Cabeceó hacia un lado dirigiéndome fuera de la cocina.

Cuando estuvimos fuera, Harry cruzó sus brazos en su pecho y me miró de la cabeza a los pies. “¿De qué quieres hablar?” Pregunté, sintiéndome un poco consciente.

“¿A estado alguien aquí, Lia?” Sentí mi corazón caer a mis rodillas mientras pensaba la respuesta. Obviamente no lo podía decir que Darren había estado aquí. “Sabes lo que te dije sobre extraños viniendo a mi casa.”

“No sé de lo que hablas.” Mentí.

“No te molestes en mentir. La Sra. Millar de la casa de al lado me ha dicho que te ha visto hablando con un chico.”

Mordí mi labio antes de responderle. Ahora recordaba quien era esa señora. Era la misma persona que le dijo a Harry que estaba llorando fuerte en el balcón no hace mucho. “No ha entrado, solo estaba fuera de la verja y solo quería saber cómo estaba.” Solté.

“Todavía me mientes. Después de todo lo que he hecho por ti. Podrías haber confesado simplemente y quizá, solo quizá de hubiera dejado ir.”

“Harry, tienes que entenderlo. Es un amigo de la familia. Mi madre quería saber cómo estaba. Esta realmente enferma.” Expliqué.

Sus ojos se estrecharon. Estaba enfadado y ese era con el estado con el que temía verlo. Esperaba que las palabras de la Sra. Briffen, y que le había dicho a Darren, fueran verdad. Esperaba que tuviera un poco de empatía.

“Mi padre y algunos de sus amigos van a venir y quiero que te comportes.” Me dijo.

“No me hables como si fuera una niña.” Repliqué. “No ha hecho nada malo.”

“Confié en ti.”

“¿Cómo iba a saber que iba a venir?”

“Como pudo saber la dirección.”

“No-No lo sé. Realmente no lo sé. Dijo que la encontró por su cuenta.”

“Mira, te he dicho esto antes. No quiero que mi padre se meta en problemas. Eso es todo. Ha hecho mucha mierda de la que no me siento orgulloso. Cuanto menor gente sepa de esto, mejor.”

Asentí, incluso aunque mi mayor deseo era que Damian se metiera en problemas. “DE todas formas, la visita de mi padre con algunos de sus amigos es para discutir de oportunidades de negocios conmigo.” Continuó Harry. ¿Oportunidades de negocios? Tenía 19. Y no se veía muy capaz.

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Era una buena idea evitar a Damian, así que me quedé en el piso de arriba. Pero pude verlo entrar, hinchado como de normal, con tres personas más. La Sra. Briffen sostuvo la puerta de la entrada para ellos, poniendo su mejor sonrisa. Harry esperó en el recibidor recién fregado antes de darles la bienvenida y dirigirlos a  la sala de estar dónde podía ver las cosas con mayor claridad. Quería saber de qué se trataba.

Un hombre con el pelo negro y de fracciones fuertes e italianas se sentó al lado de una mujer que asumía que era su mujer. La mujer con el pelo negro cuyo marido parecía exótico, posiblemente era japonesa. Los dos serian de mediana edad pero se veían mucho más jóvenes que Damian.

Lo que realmente llamó mi atención fue la chica de etiqueta que se encontraba detrás de ellos. Parecía de la edad de Harry, quizá un poco más joven incluso. De sus fracciones únicas, podía decir que era la hija de la pareja. Lo que me molestó fue el hecho de que tenía una hermosa sonrisa y que se la mostraba a Harry más tiempo del necesario.

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Holaa! Bueno, primero que todo... FELIZ CUMPLEAÑOS HARRY!! 

Segundo, gracias por los comentarios y por seguirme en twitter (@spurwings) os lo agradezco un monton. Y si alguien quiere que le avise por twitter cuando suba capitulo solo teneis que decirme vuestros users y yo os aviso :)

Y tercero. Pasaros por mi traducción de 'Crazed', está super interesante y me encantaria que os pasarais. 

Un beso enorme ♥♥♥