Me desperté con una sensación de bien estar. La mañana era fría y estaba arropada con el edredón suave y confortable. Tenía el familiar olor masculino a la que me estaba acostumbrando.

La cama era demasiado grande para mí. Demasiado grande incluso si mi familia la compartiera. Pero nunca había sentido tan calentita y cómoda por la mañana. No había dormido sin interrupciones en años. Me preguntaba si había algún tipo de encantamiento en la habitación para hacerme sentir de esa manera. No me quería levantar.

Mis ojos todavía estaban pesados cuando los abrí. Mi cabeza de hundió en la almohada de plumas de debajo cuando rodé a la derecha. El golpeteo de las gotas de lluvia de afuera era música para mis oídos. Dibujé imágenes calmadas en mi cabeza y me sentí en paz. Estaba envuelta en el cuerpo de la cama cuando tiré del edredón para cubrir mi cabeza.

Justo cuando estaba a punto de volverme a dormir, oí pasos en la distancia. Entonces un tintineo sonó cerca de mi oreja. Me desperté y me senté en la cama, el edredón deslizándose a mi cintura. La Sra. Briffen se plantó en la mesa de al lado de la cama, sus ojos dilatándose mientras procesaba lo que veía.

“¿Thalia?” sus cejas se fruncieron con confusión. Puso una taza de café al lado de una vela derretida. El olor de la cafeína saludo a mis fosas nasales y de repente esperaba que la caliente bebida fuera para mí.

“Tú…” Tartamudeó. “Tú y Harry, tú…”

Fruncí mis cejas, sacudiendo mi cabeza. “No. Es complicado, pero no. No ha pasado nada. Él ni siquiera está aquí.” Deslicé el grueso edredón para asegurárselo.

“Eso es porque está en la ducha.” Su pulgar dirigió mi visión a la puerta del baño. Sentí mis ojos crecer casi tanto como los de la Sra. Briffen cuando me di cuenta de que las luces del baño estaban encendidas, y el indistinto golpeteo del agua se podía oír.

¿Harry había dormido en esta cama? Recuerdo haberme dormido después de que se fuera, incluso aunque intentara quedarme despierta hasta que viniera.

Recapitulé la pasada noche. Recordé a Harry dejando la casa después de hacer la revelación, y mi boca de repente se secó. ¿Qué había hecho? A lo mejor se había enfrentado a Richard. Quizá Richard ya estaba de camino a mi apartamento con sus matones.

La Sera. Briffen me dio un pequeño asentimiento antes de salir de la habitación. Ordené mi pelo con mis dedos, esperando que no estuviera hecho un desastre. Mi corazón saltó descaradamente de histeria con la vista de Harry cuando se abrió la puerta. Su pelo marrón estaba mojado, el agua deslizándose por sus hombros desnudos.

Estaba cubierto solo por una toalla que se abrazaba alrededor de su cadera. Los músculos de su espalda se flexionaron cuando sus brazos se estiraron para coger una pequeña toalla del cajón. La llevó a su pelo húmedo, sacudiéndolo con el material. Sus tatuajes todavía me hacían sentir incómoda, como si no estuviera acostumbrada a verlos.

Las imágenes negras y las palabras que cubrían su pecho me recordaban a los matones de Richard. También estaban tatuados. Me alejaron de mi familia, y uno de ellos había intentado aprovecharse de mí.  Odiaba cualquier tipo de cosa que me recordara a ello.

Mi respiración se trabó en mi garganta cuando Harry se giró hacia mí. Sus ojos brillantes hacían contraste con el resto de su cuerpo. Desapareció en el vestidor.

Estaba a punto de salir de la cama cuando volvió a aparecer, esta vez vestido completamente. Llevaba unos vaqueros negros y una camiseta negra. Su pelo empezaba a revolverse otra vez mientras se secaba poco a poco.

“Buenos días.” Me sonrió.

“¿Dónde fuiste?” Era todo lo que quería saber.

“Cálmate, solo estaba en la ducha.”

“N-No. ¿Dónde fuiste anoche?”

Los ojos de Harry viajaron a mi hombro y su mirada se detuvo ahí. No me había dado cuenta de que el agujero del cuello de mi jersey se había bajado en mi hombro derecho hasta que su dedo se enganchó del material de lana y lo subió. Me estremecí cuando el dedo de Harry tocó mi piel desnuda con la acción.

“Acompáñame a desayunar. Te lo diré.” Dijo y salió de la habitación.

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Jugué con mis dedos mientras la situación en la cocina empezaba a agrandar mis nervios. De aluna manera sentía que era la única en la habitación que sentía una tensión incómoda. No podía mirar a Harry sin tener los… eventos de la pasada noche en mi cabeza.

¿Por qué me había besado?

No podía llegar a creer que a un chico como él le gustara una chica como yo. No tenía sentido. Éramos dos mundos distintos y obviamente yo no era su tipo. Había gente que me decía que tenía una cara bonita, pero nunca me he considerado atractiva. No tenía curvas prominentes, apenas usaba algún tipo de maquillaje y estaba tan pálida como un cadáver.

Realmente no me importaba. Descuidé mi apariencia por un tiempo porque simplemente había perdido la esperanza en todo. A Harry no le gustaba, a él simplemente le gustaba la compañía porque estaba solo en esta gran casa. Y si así fuera, no querría estas más involucrada con él porque tenía el presentimiento de que mi corazón había vuelto a palpitar. Y no quería alimentarlo con falsas esperanzas.

“Hablé con mi padre.” Harry tomó un trago de su café antes de hablar de nuevo. “Dijo que no tenía ni idea de lo que Richard hizo.” Seguro que no lo sabía. ¡Esa culebra! “Dijo que tendría unas palabras con él. Le dije que viniera directamente a mí si quería saber algo.”

La Sra. Briffen escuchó con curiosidad, echándonos algunas rápidas miradas mientras lavaba los platos. “Richard es muy astuto, llegará a mi familia.” Me quejé, palmeando mi frente.

Sacudió su cabeza, discrepando. “Mentí con que ya nos habíamos acostado.” Me encogí un poco con la brusquedad de sus palabras. “Ya sabes, solo para mantener a tu familia fuera de peligro. Sé que Richard dice una cosa y hace otra en las espaldas de la gente. No debes creerle nunca.”

¿Eso era? Eso era lo que Damian quería, ¿no? ¿Qué su hijo durmiera con una virgen? Ahora que ya estaba ‘hecho’, no tenía ningún motivo por el que quedarme aquí por más tiempo. Y tampoco quería desarrollar sentimientos que no quería, era demasiado frágil para eso y estaba segura que quedándome en esta mansión más tiempo ayudaría.

“Así que ya ha finalizado ¿no? ¿Me puedes dejar volver a casa?” Deseé.

Frunció el entrecejo. “No exactamente.”

“¿Qué quieres decir?”

“El contrato sigue intacto.” Explicó. “No termina hasta dentro de cinco meses.”

“Oh.” Suspiré. ¿Qué se supone que iba a hacer aquí cinco meses?

“Pero quizá podría reducirlo a cuatro. Puedo intentarlo pero no estoy seguro de si puede ser posible.”

Bueno, un mes es un mes. “Gracias, Harry.” Forcé una sonrisa. Si no hubiera sido tan comprensivo, estaría en una situación peor. Él había hecho las cosas mucho más fáciles. Incluso se preocupó por mí cuando estaba herida. Quizá habíamos empezado con un mal pie, pero hemos podido con ello de alguna manera.

Me sonrió de vuelta, y la manera en la que sus labios se curvaros me recordaron inmediatamente a como era el contacto con los míos. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué me dejaba estar tan afectada? Llegué a la conclusión de que solo me sentía de esa manera porque Harry había sido el único que me había tocado cariñosamente. Así que naturalmente, como una chica, tengo mariposas. Pero eso es todo.

Necesitaba una manera de distraerme de su… extraño atractivo en los próximos cuatro o cinco meses que tendré que pasar con él.

“Me lo pasé bien anoche.” Fui sacada de mis pensamientos. Harry se sentó sonriendo en la otra parte de la mesa de la cocina.

“Harry, ¿dónde dormiste anoche?” Necesitaba saberlo.

“¿Importa?”

Miré a mi tortita. De repente estaba avergonzada por haber preguntado, incluso aunque estaba en mi derecho saber.

“Junto a ti.” Respondió finalmente después de lo que sentí como una larga pausa y sentí mis mejillas enrojecerse.

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Unas horas después de que Harry se fuera a la universidad, me senté fuera en el porche de la mansión con la Sra. Briffen. Era agradable tomar un respiro de vez en cuando. El fresco aire golpeó mi piel a través de la camiseta de manga larga que llevaba, y una fresca ráfaga de aire enfrió mis mejillas.

Estaba en medio de una explicación, ya que la Sra. Briffen estaba confundida después de lo que había escuchado en la hora del desayuno y  pensaba que debería dejarle saber lo que realmente había pasado, a pesar de que lo quería mantener para mí misma. Pero evité los detalles.

Nuestra conversación fue cortada abruptamente cuando un hombre alto apareció en la verja delantera. Se sostuvo contra las rejas mientras nos miraba. En la distancia, podría hacerse pasar por un extraño. Pero mirándolo de cerca hice un impactante descubrimiento.

Darren.

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Bueno, como vereis hoy he subido doble capitulo :) Espero que os gusten, y no olvideis seguirme en @spurwings. Si quereis que os siga solo teneis que pedirme, y podeis hablarme cuando querais ♥

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"Nota" Hola! Quería daros las gracias por las lecturas y los comentarios, y deciros que en twitter (@spurwings) subo frases de la novela conforme voy traduciendola. Asi que si quereis ver contenido exclusivo antes de que suba seguidme :) (Viva la publicidad XD) ♥