los ojos de michael empezaron a lagrimear cuando un rayo sonó a lo lejos de su casa. había sonado muy fuerte y eso lo asustaba. no le gustaban los sonidos fuertes. se levantó de su cama con miedo de pisar algo en la oscuridad y tanteaba las paredes hasta alcanzar la puerta, afuera había una luz encendida, pero el interruptor de su cuarto no estaba dentro. estaba situado en una cajetilla que contenía tres interruptores. del garaje, de la sala y el de su cuarto. en el pasillo no estaba tan oscuro, por lo que caminó un poco más tranquilo. traía encima unas panties celestes y un suéter del mismo color que llegaba a sus muslos y tragaba sus manos. el suéter hace mucho era de luke, michael era más delgado y bajito que luke.

cuando llegó a la sala encontró su celular allí y decidió avergonzado llamar a luke.

su respiración estaba alterada por el susto del rayo, pero no podía esperar a calmarse. oyó el tono de espera unas cuatro veces y pensó que luke quizás dormía, pero antes de que pudiese colgar la voz jadeante de luke lo saludó.

"¿hola?"

"¿lukey?" michael dijo y la cara de luke se enrojeció más mientras su mano seguía moviéndose. se sentía asqueroso ahora. "¿estás bien? ¿por qué hablas así? ¿te pasó algo?"

"uhm." sólo dijo aclarándose la garganta y michael escuchó como respiraba apresuradamente. "joder, joder, mikey- ugh, espera un momento y... y te llamo d-de vuelta." dijo antes de colgar.

michael sintió las lágrimas formarse en sus ojitos verdes, ¿qué le pasaba a luke?

tomó su celular y caminó hasta su habitación de nuevo sumergiéndose a la oscuridad.

él quería a su lukey ahí.

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 dios sólo fóllalo y ya.