michael bebía a sorbos su vaso de avena mientras luke masticaba su sándwich de queso. los ojos azules de luke sólo miraban hacia michael. la nariz de michael se arrugaba en gusto cada vez que tragaba, haciendo a luke pensar en muchas cosas.

"lukey, ¿hoy podemos ir por un helado?" hizo un puchero. su nariz goteaba avena. "oops, lo siento." rió mientras se disponía a limpiarse.

luke sonrió estirándose con una servilleta para limpiar su nariz antes de que él lo hiciera y darle dos toques suaves.

"claro que podemos." sonrió una vez más.

"gracias, lukey." michael murmuró volviendo a sorber de su avena, para finalmente terminar su vaso. luke limpió las esquinas de su boca con la servilleta y pellizcó ligeramente su labio. michael rió suavemente y mordió su labio.

luke necesitaba dejar de verlo, pero no podía. todo lo que miraba era a michael. y michael mordiendo su labio era definitivamente precioso y tentador.

"hoy calum no me dejaba de mirar, lo sentí verme toda la clase." murmuró el menor.

"nadie puede dejarte de mirar, eres precioso."

"¿de verdad lo crees?" preguntó sonrojado.

"mikey, eres lo más precioso que en mi vida he visto."

"no me gusta que calum me mire."

"a mí tampoco, bebé."

"¡dile que no lo haga! yo soy tuyo." hizo un puchero.

sí... michael era de luke.

-

japi berdei luc aiguana sok yur dik laic maikol das.