RL | who should be marrying the wrong girl
REAL LIFE !!
❝ but you are not the kind
of boy who should be
marrying the wrong girl ❞
CHAPTER ONE:
❝ SPEAK NOW ❞
A LA MAÑANA SIGUIENTE ASPEN AGRADECIÓ AL CIELO que su madre decidiera salir y pasar el día con sus amigas. De esa forma no sería parte de su salida hacia la casa de Amelie y así no haría cien comentarios sobre lo que debería o no hacer. Hiddleston quería que su día fuera normal y evitar a Eliza era un buen inicio.
—¡Tom! ¡Voy a llegar tarde! —exclamó la pelirroja poniéndose sus zapatos en la sala de estar—. Tengo que ir con Amelie, ya sabes como es esto, las damas de honor deben acompañarla horas antes y esas cosas.
—¡Ya voy! —escuchó acelerados pasos por el pasillo y vio llegar a su hermano vestido elegantemente con un traje color azul oscuro—. ¿Qué te parece? —giró sobre sus talones luciéndose.
Su hermana sonrió y aplaudió—Qué elegante señor Hiddleston, pero no se vaya a robar a la novia de lo guapo que está —se puso de pie con sus cosas en mano.
El mayor rió—Pues tú tampoco te vayas a robar al novio.
Ella negó con la cabeza de manera divertida—Sí, claro. Ya vámonos.
Una vez listos los hermanos Hiddleston finalmente emprendieron camino hacia el lugar donde se realizaría la boda. No obstante, Tom dejaría a Aspen calles atrás en la casa de Lancaster para que pudiera acompañarla como cualquier dama de honor lo haría.
Una vez allí con un poco de temor tocó el timbre. Dicho temor se originaba en la extrañeza que le generaba estar ahí acompañando a una amiga que no veía hace mucho. Las palabras de su madre hicieron eco en su cabeza y de cierta manera se sintió tranquila pensando que sólo había sido un último recurso debido a la escasez de amistades que la rubia poseía.
Bueno, dicho de esa manera no suena tan lindo a decir verdad.
—¡Aspen!
La efusividad con la que Amelie la recibió la dejó sorprendida y a los pocos segundos reaccionó al abrazo que le estaba dando. Si lo veía desde otra perspectiva igual se sentía parcialmente contenta al encontrarse con una amiga de su juventud y compartir un momento tan importante con ella.
—Amelie, me da mucho gusto verte —sonrió al separarse de ella.
—Yo soy la que está feliz —sonrió—. ¡Por Dios, mírate! Estás bellísima.
—Te lo agradezco. Y pues...Ha pasado tiempo —rió—, pero estoy contenta de ser parte de tu equipo en tu gran día.
Ella se llevó las manos al pecho—Yo estoy feliz de que hayas aceptado, siempre te he recordado con muchísimo cariño —sonrió otra vez—. ¡Ahora ven conmigo! Quedan pocas horas para la boda.
Hiddleston logró reaccionar y siguió a la acelerada novia hacia una habitación donde su equipo completo de preparación ya se encontraba, incluidas las otras damas de honor. Allí se dio cuenta que sólo la estaban esperando a ella para iniciar.
Una vez sentada en la cama de la habitación, con una bata blanca de seda color blanco sobre su cuerpo, y con una copa de vino blanco en su mano, Aspen empezó a sentirse mucho más tranquila. Esto aumentó cuando vio a sus amigas Charlize Andersson y Willow Redgrave; se sentía más cómoda.
Durante las siguientes dos horas el grupo de chicas estuvo en sesiones de fotos con la futura señora Evans, ayudándola a arreglarse, felicitándola y sobre todo elogiándola por el tremendo hombre que se había conseguido.
Como Eliza Hiddleston dijo: ¡Esa chica se ganó la lotería!
Sin embargo, Aspen tenía un sexto sentido bastante peculiar. Había notado que en ciertas ocasiones a Amelie le temblaban las manos, pero no sólo por el nerviosismo de casarse. Se había dado cuenta de que revisaba su teléfono repetidas veces, que preguntaba si Chris y sus acompañantes ya habían llegado, o incluso en un momento cuestionó si el día iba a ponerse nublado.
Después de analizar todo con su habilidad de observación y detenimiento la pelirroja decidió sacudir su cabeza y considerar que todo eso se debía al nerviosismo por estar a punto de casarse.
Una vez que la novia estuvo lista todas celebraron, aplaudieron y se dispusieron a irse. Aspen se sentó unos segundos en una silla, ya enfundada en su vestido color rosa pastel, para contestar algunos mensajes que le habían llegado.
¿¡Cómo que tu madre está aquí!?
Al leer el mensaje de Dorian Keene ella soltó un largo suspiro. Era obvio que el hombre se sentía un poco intimidado por Eliza después de que esta hiciera hasta lo imposible para alejarlo de su hija. Había tratado de todo, pero no había caso, simplemente la mujer no lo quería y eso siempre hacía que en cierto punto las cosas entre él y Aspen se pusieran tensas.
Ya cansada de mover sus dedos de la pantalla simplemente se limitó a presionar el botón de mensaje de audio y decir:
—Sé que estamos viendo si esto funciona pero mi mamá está poniendo las cosas muy difíciles —con un soplido echó uno de sus cabellos recién peinados hacia atrás—. Quizás podrías venir un día y cenamos con ella o no sé...Sólo no quiero más problemas —levantó su dedo y envió la grabación.
Dejó su aparato dentro de un bolsillo oculto en el vestido y se dio a sí misma unos segundos para meditar. ¿Qué haría ahora? Parecía que las cosas con Keene no iban a ningún lado, y si seguía intentando no sabría qué otras cosas podría hacer su madre por el simple hecho de que no estaba de acuerdo con su relación.
No había sido la primera vez que le pasaba y eso era lo que le causaba conflicto.
—¿Problemas en el paraíso? —la pelirroja alzó su vista cuando vio a Charlize llegar hacia ella y sentarse a su lado.
—¿Te han dicho que es de mala educación espiar conversaciones ajenas, Andersson? —levantó una ceja.
—Ah, no, a mí no me vengas con tus cosas de modales británicos y eso —la pelirroja rió—. ¿Estabas hablando con Dorian?
Ella torció los labios—Sí.
—¿Y...?
—Mi mamá vino desde Londres y ella lo odia. No sé qué hacer para que se lleven bien; todo está hecho un desastre.
—Pero, tú y él no son nada aún, ¿Verdad? Quiero decir, sólo están probando —la rubia movió sus manos—, y lo digo sin ofender sabiendo que es el hermano de una de nuestras amigas.
Ella asintió—Tampoco quiero tener problemas con Imogen —recordó a su amiga—, después de todo lo conocí por ella pero...Ya no sé qué hacer.
—Quizás mandar a tu madre al carajo —Aspen se giró a verla indignada—. Perdón, se me salió.
—Es mucho más que eso, Charlie —se puso de pie—, siento que todo me sale mal. Es como si le hiciera daño a cada persona con la que estoy.
La ojiazul levantó la mano—Tus amigas seguimos aquí.
—Sabes a lo que me refiero —sonrió de lado—. No quiero hacerle daño a nadie más.
—Valoro que siempre te preocupes extrema y desinteresadamente por las personas, As —Charlie se puso de pie igualmente—, pero también es bueno que pienses en ti misma.
Hiddleston había escuchado esa frase hacia su persona cientos de veces pero aún así esta quedó rondando en su subconsciente. No quería herir a los demás pero la mayoría de las veces esa protección sentimental que daba a otros pasaba a llevar la suya sin que se dijera cuenta. Así era ella, y eran cosas que quería cambiar un poco pero le costaba.
Su conversación se vio terminada cuando Willow llegó hacia ellas anunciando que era momento de irse. La novia estaba lista, las damas estaban listas, el vehículo listo, el novio y los invitados esperando...Sólo restaba ir hacia el lugar.
El viaje fue más rápido de lo que pareció ya que en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban fuera de la iglesia. En las calles habían reporteros, fans y cualquier persona que estuviera ahí ya que se trataba de la boda de dos personajes importantes de Hollywood.
Las damas de honor fueron las primeras en bajar de los vehículos y en una fila se posicionaron frente a las grandes puertas del edificio. Cada una deslumbrante en sus vestidos rosa pastel y con un ramo del mismo tono en la mano. Amelie esperaba detrás de ellas del brazo de su padre para ser la última en ingresar.
La clásica melodía de la marcha nupcial comenzó a sonar y esa fue la señal que necesitaron. Dos guardias abrieron las puertas y las mujeres hicieron su ingreso con una sonrisa en el rostro y siendo admiradas por todos los presentes que se voltearon a verlas.
Disimuladamente Aspen le guiñó un ojo a su hermano cuando la vio mientras él le tomaba fotos emocionado cuál padre con su aparato telefónico.
En orden se posicionaron al lado izquierdo del altar a la espera de la novia. En frente de ellas se encontraba el novio sonriendo de oreja a oreja; incluso parecía que las mejillas le dolían de tanto regocijo y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando Amelie caminó por el pasillo hacia él.
Pero otra vez, Hiddleston notó un pequeño titubeo en la expresión de la rubia. Estaba...Nerviosa.
Finalmente ella llegó frente a Evans y la anhelada ceremonia dio inicio ante Dios y los presentes.
Escucharon al sacerdote hablar, predicar y bendecir a la pareja. Por unos segundos la mente de Aspen se perdió en otro lado pensando qué se sentiría estar en el lugar de la novia. No refiriéndose a Chris, sino al hecho de encontrar una persona tan ideal para ti que pudieras casarte con ella.
Luego ella reflexionó en su vida amorosa y lo desmoronada que estaba. ¿Y si su madre tenía razón? ¿Y si seguía en el mismo curso que su vida llevaba y eso provocaba que jamás tuviera una vida como esa? Ella no lo confesaba a viva voz pero quería casarse, quería tener hijos, quería tener una familia...Quería todo eso.
Pero cada día que pasaba lo veía más lejano a suceder.
—Los anillos por favor —la voz del líder de la iglesia la trajo a tierra y vio como una niña hacía entrega de lo solicitado—. Christopher Robert Evans, ¿Aceptas a Amelie como tu legítima esposa para amarla, cuidarla, consolarla, acompañarla, protegerla, estar con ella en la salud y en la enfermedad, en la abundancia y en la escasez hasta que la muerte los separe?
El castaño sonrió y respondió—: Acepto.
Toda la iglesia aplaudió y celebró mientras veían que el bostoniano ponía el anillo en el dedo de la rubia.
Sí, definitivamente Aspen jamás tendría algo así.
—Ahora, Amelie Elizabeth Lancaster ¿Aceptas a Chris como tu legítimo esposo para amarlo, cuidarlo, consolarlo, acompañarlo, protegerlo, estar con él en la salud y en la enfermedad, en la abundancia y en la escasez hasta que la muerte los separe?
Amelie guardó silencio.
En un sólido y sagrado momento el silencio consolidó la estadía completa. La novia se había quedado paralizada con el anillo en su mano mientras miraba a Evans con una expresión de terror. Prontamente todos comenzaron a murmurar intrigados por lo que estaba sucediendo.
—¿Qué rayos pasa? —le susurró Willow a Aspen.
—No sé —negó sumida plenamente en la escena frente a ella—, pero no me gusta nada.
—¿Eh? ¿Señorita Lancaster? —le llamó el sacerdote.
—Amelie —secundó Chris temiendo por su vida y con su rostro completamente pálido.
La rubia parecía tener atoradas las palabras en su garganta. Miró a Evans, miró al público, a su familia y a todos. El mundo entero se paralizó hasta que de sus tenues labios pintados de rosa salió la siguiente frase:
—No puedo hacerlo.
Toda la estancia ahogó un suspiro y la sorpresa los invadió.
—¿Qué? —exclamó Charlie en un susurro.
—Dios mío, yo tenía un mal presentimiento —se lamentó Hiddleston al darse cuenta de que su sexto sentido había atinado.
—¿Por qué estás haciendo esto? —habló Chris en un hilo de voz.
—Yo...Yo...Yo... —la voz le temblaba de una manera impresionante—. Escucha yo...No puedo, ya no aguanto con esto en mi pecho —soltó sus manos y dejó el anillo en una mesa—. No puedo mentirte, voy a ser honesta y lo haré aquí y ahora.
—¿De qué estás hablando?
—Te he estado engañando.
Silencio total.
Todo el mundo quedó estático ante la fuerte declaración y el ambiente en la sala se transformó completamente. La gente había sido invitada para un gran festejo, no para presenciar como Lancaster soltaba una bomba colosal como esa en frente de quién supuestamente sería su futuro esposo.
Y hablando de éste...La expresión de Evans decayó exponencialmente. Se notaba claramente en su rostro como la noticia le había dolido en gran manera. No lo podía creer y deseó con todas sus fuerzas que eso sólo hubiera sido una pesadilla.
—¿Qué? —logró alzar la voz en un susurro.
—Lo lamento —se llevó las manos a la boca—. Pero no sé en qué momento sucedió todo, y una vez que sucedió ya no pude frenarlo —¿Estaba ella...Llorando? No podía haber caído más bajo—. Pero sí...Te engañé...Estuve con Sebastian.
—¡Oye! ¡Quedamos en que no diríamos nada!
El público quedó asombrado al oír como Sebastian Stan salía en su defensa en el grupo de los padrinos de boda ¡Por si fuera poco!
—¿Y con mi mejor amigo? —habló incrédulo—. ¿Es una broma? ¿Me estás jodiendo?
—Chris, lo podemos explicar... —quiso entrar el rumano en escena.
—¡Tú guarda silencio!
—¿En qué maldita boda nos vinimos a meter? —susurró Andersson.
—No sé, pero quiero irme de aquí ya, siento que pronto empezarán a gritarse más —contestó la británica en el mismo tono.
—Lo sentimos tanto...
—¿Y se les ocurrió decírmelo en este instante? ¿En el peor instante de todos? ¿En el altar? —pasó sus manos por su cara—. Yo...Yo...No sé qué decir, no sé que hacer...
Entonces una idea cruzó por su mente.
Una alocada, poco planeada y completamente descabellada idea.
¿La iba a poner por obra? Realmente no tenía el tiempo para meditarlo así que casi sólo siguiendo a la rabia que fluía en su interior comenzó a hablar:
—¿Sabes qué? Yo también tengo una confesión.
Todos contuvieron la respiración asombrados.
—¿Qué...? ¿De qué hablas?
Justo en ese momento la mirada de Chris recorrió a todos los presentes, específicamente a las mujeres cerca de él. Recorrió las primeras filas, recorrió a quienes estaban al fondo, en los pasillos, en los rincones...Hasta que llegó al lugar de las damas de honor. Miró a todas y cada una, incluso a Charlie y a Willow.
Pero entonces Chris miró a Aspen.
Su maldita mirada se juntó con la de Aspen.
Un sólido y eterno contacto visual que marcaría el inicio de un escándalo internacional.
Evans tomó una bocanada de aire.
—Pues...Yo también tengo que confesarte algo y lamento hacerlo así —salió de su lugar y se le acercó—, pero ya que me pones en este tablero de juego debo decírtelo...
El rostro de Amelie se desfiguró.
—Yo también te he estado engañando.
Ya no fueron susurros los que se oyeron por parte de a congregación, eso ya parecía una vociferación ante el tremendo espectáculo que se estaba llevando acabo.
Pero eso no era todo.
Faltaba un detalle.
Un importante detalle.
—Te he estado engañando...Con Aspen.
Todas las miradas inmediatamente se fueron hacia la británica.
Ella sólo abrió los ojos como platos, ahogó la respiración y tuvo que ordenarle a su sistema nervioso que no la hiciera desmayarse.
—¿¡Qué yo qué!?
Creo que el chiste de "no te robes al novio" de Tom llegó demasiado lejos.
Y el pensamiento de Aspen referente a "lo que se sentiría ser Amelie" cruzó una línea tremenda.
Ahora no había vuelta atrás.
BUENAS APAREZCO DE LA NADA CON EL PRIMER CAPÍTULO
KWIDKEKFKWKFIE va a empezar a quedar la pura cagá aquí and im here to see it
en fin, cómo están?? qué les pareció el capítulo? estaré leyendo sus primeras impresiones <3
CHINGA TU MADRE AMELIE LANCASTER, LA AUDACIA DE ENGAÑAR A ALGUIEN COMO CHRIS.
aspen: ay cagué
sé que usar a seb como mejor amigo de evans está trillado pero no tenía ideas y además es como personaje bien secundario así que filo wjfjd igual la cargaron todos, pobre chris, lo quiero abrazar.
50 votos para actualización <3
asiiii queeee, en el próximo capítulo veremos en qué termina este desmadre JWJDJDJF no olviden de dejar amorcito que a mí me anima caleta a seguir uwu
tengan un buen díaaaaa<3
nat
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