deux; meet you there
Narra Jack.
Después de escuchar a todo volumen "Meet you There" de 5sos en el auto de Hipo, cruzamos muchas calles y bulevares, cuando el auto se detuvo frenéticamente y me mandó directamente al parabrisas.
- Auch. - fue lo único que expresé.
- Lo siento - replicó Hipo al mismo tiempo que movía él cambio y terminaba de estacionarse.
- Nah - me separé del parabrisas y sobé mi mejilla - eso fue con rencor.
- Seh - contestó despreocupado - la verdad sí, cariñito.
Miré a mi costado y fruncí el ceño.
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿qué estamos haciendo aquí? - Hipo había estacionado el auto justo frente a un club nocturno. - Quiero olvidar a Punzie, pero no es para tanto.
- Bájate, aguafiestas. - Y abrió la puerta del auto para bajarse él.
- No, me rehúso.
- Jack, ¿quién eres? ¿un bebé? - yo solté un gruñido y abrí la puerta del auto igual, a pocos segundos me bajé.
Aquel club no era algo fuera de lo convencional en especial porque los odiaba con todo mi ser, siempre saco lo peor de mí en lugares como éstos.
Miré a los alrededores y ninguna cara conocida me abrumó aún más.
- Hipo, esto de verdad es una estupidez.
- Cállate, te saqué del departamento, llevabas días enteros sin salir, campeón.
Sentía muchas miradas y no me agradaba.
Seguí a Hipo y entramos al lugar, lleno de luces que te ciegan y el olor a alcohol que te embriaga sin siquiera beber.
- Ésta no era mi opción con respecto a salir - reproché a mi amigo y sugerí salir de aquel club. No me sentía con ganas de estar rodeado de tanta gente.
Y la vi.
Una cabellera rubia se movía al compás de la música con tanto vigor que pensé que bailaría yo también.
Era ella, Rapunzel.
No sabía como reaccionar, me congelé en el instante, ¿superarme tan rápido?
Un millón de preguntas se me vinieron a la mente. Un millón de posibilidades, de situaciones. Y un millón de nudos en la garganta se acumularon en un dos por tres.
- Ra-rapunzel... - mi cuerpo se acercaba al de ella, con una necesidad enorme, de abrazarla y decirle que fui un idiota, todo acumulado en un solo cuerpo.
La música hacía que los sentimientos se aplastaran, como si fueran nada.
Al acercarme... Lo noté.
No era ella en realidad y nunca lo fue. Fui yo, haciéndome ideas estúpidas de volverla a ver.
La tensión, el dolor y el enojo me provocaban frustración.
Perdí a Hipo de vista y caminé con los hombros casi por el suelo, desganado, perdido hasta llegar a la barra donde pedí una cerveza, para liberar todo aquél estrés.
- Hola - una voz delgada y fina se asomó por mis oídos, llamando mi atención.
Una rubia platinada se sentó justo enseguida de mí, con una sonrisa en el rostro, no parecía ebria y era bastante guapa.
Al fin y al cabo, era mi maldita noche libre, soltero y bien parecido. ¿Por qué no?
- ¿Qué tal...?
- Elsa.
Yo sonreí, que nombres tan peculiares se consiguen las mujeres de hoy en día
- Jack - respondí alzando mi cerveza.
- ¿Puedo acompañarte? - yo reí y le tomé un sorbo a mi cerveza
- Vayamos a bailar, ¿quieres? - yo me levanté del lugar y la jalé del brazo haciéndonos camino para llegar a la pista. Y sorprendentemente las personas si se dispersaban y miraban a Elsa con cierto aire de inferioridad.
El ambiente se convirtió en uno muy caluroso y abrasador, el sudor empezó a recorrer cada centímetro de mi cuerpo mientras miraba a mi alrededor, tal vez ebrio.
- ¿Todo bien, Jack? - no era mi primera vez en un club nocturno, pero no asistía a ellos después de un largo tiempo. Sacudí mi cabeza, para despejarme de aquellos pensamientos y miré sus profundos ojos azules celeste, que relucían como diamantes ante las luces de colores.
- Sí, no te preocupes por mí. Bailemos. - la música que sonaba en el fondo era más como un punk rock, que era bailable pero a los segundos pude distinguir que era un tipo de música mucho más bailable. Latino, tal vez.
Me acerqué a Elsa y la tomé por la cintura, ella correspondió a mi gesto con una sonrisa ladeada. Y me di cuenta de la mucha falta que me había hecho un cuerpo.
Su cuerpo y el mío se movían al compás de la música, que se había vuelto pegadiza para mis oídos. El ritmo se apoderaba de nuestro ser y el calor nos abrazaba con mucha furia.
Elsa bailaba frente mío con sensualidad, y no se miraba nada mal, era deseable una chica como tal.
La sujeté un poco más arriba de la cintura y la presioné contra mi pecho, para porfin sentir su cuerpo contra el mío, y precipitadamente la besé. Con intensidad y deseo.
La tomé por sorpresa debido a su reacción.
- Lo siento - fue lo único que pude balbucear antes de que ella regresara el beso en el mismo tono de intensidad. Y por primera vez en meses, me sentía feliz.
La reacción de mi cuerpo fue sacarla de allí inmediatamente, no sabía a donde la llevaría, pero deseaba tener sexo, con intensidad.
Ella avanzaba conmigo a trotes, escondiendo y golpeándose con los demás. Estaba muy despreocupada a mi parecer, y yo estaba muy extrañado de lo que hacía, yo no solía ser así.
Un chico que se metía con chicas por una noche. Pero era tanta la desesperación que no hallaba otra manera de saciar todo lo que sentía.
- ¿Ha-hay un motel cerca de aquí? - Elsa agitó su cabeza en signo de aprobación y ella me condujo a uno bastante cerca, que estaba como a una cuadra del club y no me extrañaba que estuviese ahí, es más se me hizo de lo más normal.
Pagamos el cuarto y subimos hasta él, y nos páramos frente a la puerta, mirándola detenidamente pero no al otro.
- ¿Jack, estás segu...? - no la dejé terminar cuando ya la había dejado dentro de la habitación, sin aliento tal vez, porque la besaba y no podía dejar de besarla.
Sus labios no sabían a nada, solo a licor y un toque de menta muy lejano.
A diferencia de los de Rapunzel, los de Elsa eran más delgados y pequeños.
- J..Jack.. mmh.. - La lancé sobre la cama y empecé a desabotonarme la camisa, ya está, solo sexo. Ella empezó a quitarse la blusa que era de terciopelo rosada y los jeans ajustados de color azul que estaban rotos por las rodillas. Yo igualmente quedé solo en boxers, y me acerqué a ella.
Comencé en acariciarle los hombros y empecé a bajar hasta su abdomen, en correspondencia ella sonreía.
Le besé el cuello, con dudas y preguntándome que hacía yo allí, y que hacía Rapunzel en aquel momento. Ella gemía, con mucho placer.
Tenía una leve erección que se guardaba debajo de mis boxers, ella lo notó y comenzó a acariciarlo, sus delgadas y pálidas manos me hacían retorcer y yo también empecé a quejarme del placer que aquello me provocaba.
Finalmente, bajó mi ropa interior y dejó aquella erección salir, de ahí, ella hizo su trabajo sucio.
- El..Elsa.. Agh.. - no paraba de succionar y acariciar, y yo no paraba de gemir tampoco.
La empujé y cayó en la cama una vez más, pero esta vez para un fin distinto. Bajé su ropa interior y las deslicé por sus piernas hasta dejarla fuera de nuestra vista. La acerqué a mí, jalandola de los muslos para meter mi miembro y empezar a embestir. Creí que cambiaría todo, que ella lo cambiaría.
Pero no lo hizo.
Elsa comenzó a gemir con más ganas y yo, solo podía imaginar a Rapunzel frente a mí, solo podía escuchar sus gemidos gritando mi nombre y pidiendome más.
La piel blanca y pálida de Elsa pronto tornó un color acaramelado mientras tomaba un tacto más suave y terso, acompañado de un fresco olor a vainilla.
No era Elsa, era Rapunzel. Pidiéndome a gritos que no parara, mi nombre no paraba de salir de sus labios y de su dulce voz.
Pero de nuevo, volví a la realidad, y a la viva imagen de una mujer a la cual no amaba y de la cual no estaba pérdidamente enamorado.
Quise terminar rápido, porque las sensaciones terminaron, e hice un gran esfuerzon por aparentar que todo estaba bien, en especial yo.
Me acosté justo a su lado, con respiraciones un poco agitadas. Ella ma abrazó y yo rodeé sus hombros con uno de mis brazos.
Tenía que enamorarme de ella, si no lo hacía tendría graves problemas.
- Hay que salir - dije entre respiraciones - hay que salir y pronto.
Ella aceptó y se quedó dormida después de varios minutos.
Elsa es linda, amable, simpática y seguramente tendría más cualidades, en mayor parte, bonitas.
Pero algo le faltaba.
Ella no es como Rapunzel, ella no es Rapunzel.
Me levanté de la cama y me puse la ropa de nuevo, caminé directamente hacia un espejo cercano y no me gustó lo que vi.
Yo no era así y no lo sería, Elsa sería mi novia y me enamoraría de ella con el paso del tiempo.
Me devolví hacia la cama y la arropé, escribí una falsa emergencia en una nota y mi número celular. Salí de allí, pensando en la chica de cabellos dorados que me robaba los suspiros, y que sí era nuestro destino estar juntos, algo nos juntaría de nuevo.
Así que tu ve por tu camino, y yo iré por el mío. Y si estamos destinados, te veré allí.
Podemos estar separados hasta el fin de los tiempos, pero si estamos destinados, te veré allí.
5sos; i'll meet you there.
N/aaa!!;;
Holi, lectores jackunzeles. Estoy orgullosa de este capítulo, ya que yo no sé realmente narrar este tipo de cosas, yo soy más de cosas bien softs y tiernas, esto me parece algo duro y lo siento si no fui lo suficientemente buena;;.
En finnn, por fin actualización de breakup ;u; también siento haber tardado tanto en hacerlo, pero cada quién tiene sus bloqueos.
Espero les haya gustado :').
Saluditosss.
- Punzie. 🌸
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