(Play a la música de arriba)

Narrador

Escuchabas  a tu madre contarte aquella historia tan confusa y enredada.

— Después de tanto caminar, un hombre anciano, llamado ichiro , me acogió en su casa al verme deshidratada y cansada, le conté mi situación, el se compadeció de una chiquilla sin lugar a donde volver , me dió la oportunidad de quedarme allí, el me trató como a su propia nieta, poco a poco, comencé a sentirme feliz, ahora tenía un nuevo hogar y ichiro cuidaba muy bien de mi, sin pedirme nada a cambio, Llegué a considerarlo mi padre — La chica pelirroja parecía recordar todo con una sonrisa en los labios — Poco después, conseguí un trabajo en la casa del señor feudal como servidumbre, así transcurría mi vida , realizando tareas duras desde los 16 , a costa de sobrevivir. Un día, mientras limpiaba la casa como de costumbre, un gran alboroto despertó mi atención mientras barría la entrada, luego me enteré que había llegado el hijo mayor del señor feudal, el era el encargado de unir a nuestra aldea con las demás, ayudando en la guerra para evitar conflictos y mantener la paz. Un chico joven, de 18 años , con cabello negro largo en una coleta , portando una espada que con su vestimenta tan opaca, lo hacía lucir tan serio y aterrador, ese hombre, se llamaba Kaji Kawada.

El hombre pelinegro miraba a la pelirroja con una sonrisa y un ligero rubor.

— Yo no le había puesto demasiada atención, dado que tenía a toda la servidumbre femenina tras el, seguí con mis tareas como siempre lo hacia. Unos días cálidos de primavera, me encontraba realizando labores en el jardín del señor feudal, que ahora rebozaba de flores de todos colores , debía hacer el mantenimiento de aquel jardín — La pelirroja colocó su mano en el suelo y una luz resplandeciente se asomó con lentitud, mostrando poco a poco una imagen de un gran jardín lleno de flores , entre medio de ellos, una chica joven de cabello largo hasta las rodillas , en una coleta sin mucho esfuerzo, realizaba sus labores de jardín.

— ¿Que es eso? — Preguntaste algo sorprendida viendo con atención aquella imagen que parecía estar siendo en este mismo instante.

— Es una de las habilidades de tu madre , ella es una ninja de habilidades mentales — Respondió el chico Pelinegro mirando con atención las imágenes

— Así es  — Prosiguió Kitsune— Eso que verás allí, son mis recuerdos

*En los recuerdos *

Kitsune realizaba su trabajo como parte de la servidumbre, ya que nadie quería ocuparse de la jardinería, ella se ofreció.

Las briznas de césped se agitaban al igual que el rojizo cabello de la chica con el viento que soplaba sin cesar

Detrás de ella, unos cuantos metros, recargado en la pared, un chico pelinegro la observaba con interés

Este se acercó con dudas hasta la mujer, sin saber que la servidumbre tenía prohibido hablar con los hijos de la casa.

— Son realmente bonitas — Susurró tomando una de las flores que la chica había cortado , esta se sorprendió de la presencia del chico que no había notado antes.

—Así es  — Dijo en un susurró casi inaudible

El chico se agachó en la misma posición que ella y se cruzó de brazos mirándola como un niño con duda.

— ¿Cual es tu nombre? — Pregunto tomando una de las flores y observándola con una sonrisa.

— No tengo permitido hablar,perdón — Musitó sin quitar la vista de su labor

— ¿Eh? — Dijo confundido— ¿Por que no ?

Al no recibir respuesta, se deprimió un poco.

De un momento a otro, la chica lo observaba de reojo, siendo sincera, ella si quería hablar con aquél chico, pero no podía arriesgarse a ser despedida.

En una canasta, tenía las flores que había cortado como todos los días para colocar en el centro de la mesa del salón, así como una lista de tareas y un lápiz.

Tomó discretamente la hoja y
Escribió algo en ella, para luego dársela al chico sin mirarlo.

El la tomó con una sonrisa , leyendo dentro de ella

"Mi nombre es Kitsune"

Para luego ver a su lado que la chica ya no estaba y en lugar de ella, una flor de jazmín se encontraba siendo mecida por el viento.

— Kitsune…

*Fin de los recuerdos*

— Yo quería hablar con tu padre, pero no podía o me arriesgaba a ser despedida de mi único empleo — Relataba la madre mientras las imágenes desaparecían.

— Desde el primer día que volví de tanta sangre y Guerra, todo me parecía tan obscuro, tan deprimente — Continuó Kaji — Estaba siempre rodeado de mujeres que tenían intereses en mi posición económica, además de toda la servidumbre sobre mi, sin darle importancia a las reglas, pero cuando vi a Kitsune esa vez en el jardín, algo de ella me incitaba a quedarme allí.

Relató el pelinegro tomando discretamente la mano de su esposa quien tenía un rubor notorio en sus mejillas.

» Yo no podía hablar con ella, ya que podía hacerla perder su lugar en mi casa. Pero nunca dejé de pensar en ella, pasaban los días sin que pudiera decirle una palabra , pero siempre la observaba ,  mientras hacía su labor, yo siempre estaba mirándola, nunca entendí por que , era un chico tonto para darme cuenta de que había algo mas que solo el deseo de querer  contemplarla …

El pelinegro hablaba con una sonrisa en sus labios, dando un reflejo de un notorio hermoso recuerdo.

— Luego de muchos días sin que tu padre volviera a hablarme o siquiera decirme una palabra, estaba creyendo que lo que había sucedido en el jardín ese día, fue solo algo sin sentido, claro que quería ir a hablarle , el solo estaba ahí , mirándome si  decir nada, era una niña muy torpe y asustadiza, llegó a espantarme y empezé a creer que el tenía motivos depravados para siempre estar pendiente de lo que yo hacía — Comentó con una pequeña risita— luego de trabajar muchos días seguidos en aquella casa, me dispuse a ir con Ichiro, compré frutas para llevarle ya que solían gustarle, pero —miró de reojo a Kaji quien estaba sonrojado mirando con mal gesto a un costado— no contaba con que tu padre fuera un psicópata en potencia.

— Oye !! — se quejó y infló las mejillas — La verdad , es que al ver que salió después de tantos días de permanecer trabajando arduamente en mi hogar , me extrañó un poco, lo pensé y lo vi como una oportunidad para hablarle sin las restricciones del trabajo, así que la seguí por un largo rato hasta que me acerqué para hablarle.

Kitsune volvió a hacer brillar aquella luz, mostrando nuevamente imágenes de aquel suceso.

*En los recuerdos *

La jovencita pelirroja caminaba con una bolsa de frutas en sus manos.

Sobre los techos de la aldea, discretamente la seguía el chico de cabello azabache tratando de tomar valor para hablarle.

Luego de mucho pensar, su opción de bajar a hablarle fue interrumpida cuando entró a la casa.

— Cielos — Se regañó a si mismo por perder tanto tiempo.

Esperó un largo rato hasta que la muchacha salió nuevamente por la puerta , raramente se detuvo y miró al cielo , con un débil aire de nostalgia en ella.

Sin pensarlo dos veces , usando chakra en sus pies, se colgó como un murciélago del balcón del techo y quedó boca abajo atrás de la muchacha.

— Buenos días — Susurró en voz baja y la muchacha retrocedió espantada y pálida como un fantasma ante tal susto.

— ¡¿Q-que demonios haces ahí?! — Levantó la voz asustada con una mano en su corazón

— Pues , se podría decir que quería hablarte y vi que salieras como una oportunidad — Dijo de lo mas tranquilo causando una mueca desagradable en la chica.

— No lo digas tan tranquilo,eso fue muy psicópata ¿Si lo sabes? — Comentó mirando hacia otro lado con un notorio rubor.

— ¿Estas enojada? — Preguntó bajando de allí y caminando hasta ella

— Pues claro que si , eres un psicópata — Dijo cruzándose de brazos con una ceja alzada.

— Entiendo — Rascó su nuca y sonrió acercándose mas y mas a ella — entonces ¿ por que te sonrojas?

La jovencita pelirroja se pintó de un rojo tan macizo como su cabello, por la vergüenza de tener al azabache así de cerca y de darse cuenta de su rubor máximo ahora.

— ¡N-No estoy sonrojada!—Dijo molesta—¡S-solo me asustas!, psicóp—Fue interrumpida por la sonrisa del chico que acariciaba su mejilla con su cálida mano .

— Eres muy linda — Dijo con sinceridad— ¿Dijiste que te llamabas Kitsune,verdad?¿Siempre eres así de asustadiza?

A punto de sufrir un colapso nervioso, la chica dió un largo suspiro de pesadez.

— ¿Por que viniste hasta aquí? Tu padre va a despedirme si te ve hablando conmigo — Dijo volviendo a su voz suave.

— ¿No sabías que es de mala educación responder a una pregunta con otra pregunta?— Exclamó con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

— Tu acabas de hacer lo mismo — Dijo confundida y el chico se sonrojo dándose cuenta de si error , causando una risita en la joven por su expresión.

— Logre hacerte reír — Sonrió con tranquilidad— tienes una risa muy bonita.

La jovencita detuvo su risa volviendo a ruborizarse notablemente por los cumplidos del azabache.

— ¿Siempre eres así de confiado con la gente? — Preguntó con una sonrisa

— En realidad no — Dio unos pasos hasta ella tomando por sorpresa sus manos — Pero me agrada ver tu sonrisa, por eso quiero hacerte reír.

*Fin de los recuerdos*

— No tenias que mostrarle eso…— Se giro ruborizado y ofendido .

— Vaya, papa era todo un galán — Reíste por lo bajo— Pero era algo torpe.

— Quizás, pero ese torpe, era todo un caballero — Continuó tu madre — Luego de eso , tu padre me invitó a almorzar,era un gran hablador, me preguntó muchas cosas, me hacía reír,ruborizar , era todo un caballero, aunque algo torpe

— ¡¿P-podrían cambiar de tema?! — dijo sin voltear.

— Aun así — rió — Tu padre me enamoraba a cada segundo, y yo no lo sabía, siempre me gustó que me contara sus historias, todos sus conocimientos me sorprendían, claro, tan solo era una muchacha de 16 , no conocía nada del mundo. Para ese entonces tu papa ya había experimentado la guerra , conocía otras aldeas, todo siendo solo dos años mayor que yo.

— Vaya , papa ¿era así de genial ? — Pregunté con una sonrisa y recibí un pequeño golpe en mi cabeza.

— Nada de "era" , lo sigo siendo — Comentó ofendido y se volteó para proseguir la historia— Todos los días jueves , tu madre salía a visitar a Ichiro, luego de que terminaba, teníamos una cita, aunque a tu madre jamás le gustó que lo llamara así , puesto que luego de un largo tiempo de cita tras cita, me di cuenta del por que me era tan agradable el estar con Kitsune, sin ninguna duda, me había enamorado de ella — sonrió y miró a mi madre haciéndola ruborizar.

— A mi me costó algo de tiempo aceptarlo, ya que eramos de distintas sociedades, por lo que nuestro "amor" no estaba permitido, yo solo era una empleada, y el era por ponerlo de alguna manera , el "príncipe" del señor feudal.

— Pasaron varios meses, y me decidí a decirle lo que sentía, estaba completamente loco por tu madre,pensaba en ella a cada segundo, su belleza me tenía anonadado,en ella encontré la calidez y la paz que siempre estuve buscando y jamas hallé.Compré un gran ramo de rosas, y ese mismo jueves,le pedí a tu madre que fuera mi novia formalmente.

Kitsune observaba el suelo con un sonrojo en sus mejillas y una sonrisa tranquila en sus labios.

— Tu papa siempre fue muy hiperactivo,así como no tenía vergüenza en decirme lo que pensaba al momento, también se ponía completamente nervioso, y eso fue lo que pasó esa vez —Rió— Por supuesto que acepté, esa noche, fue nuestro primer beso, todo había sido hermoso, tu padre era la persona mas dulce que podrías haberte encontrado, nunca dejaba de darme importancia,todo el tiempo estaba pendiente de mi. Pero no todo es color de rosa…

Dijo algo desanimada y no comprendiste por que.

— Como te dije, ella tenía prohibido hablar conmigo por ser parte de la servidumbre, y un día, mi padre me dió la noticia de que me casaría con una mujer que ni yo conocía , era la hija del señor feudal de una aldea vecina  — Suspiró— Me negué de inmediato, pero también fui castigado por eso,mi padre tenía una visión muy obediente de mi, así que supo de inmediato que había una razón por la que me negué, esa razón era Kitsune.Mi padre interrogó a todos , mis hermanos, servidumbre, gente relacionada con la familia,la propia gente de la aldea. Terminó por descubrir de alguna manera que yo salía con Kitsune, cuando me lo dijo, supe que ya era inútil negarle la verdad, acepté que estaba enamorado de ella, pero al contrario de aceptarlo, eso solo empeoró las cosas…

Kaji se mostraba arrepentido por su error y Kitsune acariciaba su pierna con una sonrisa tranquila.

— El señor feudal me despidió de inmediato,el daño era tan grave que ordenó que se me expulsara de la aldea escondida entre las sombras, ya que  cuando la aldea vecina recibió la noticia de que su hijo había rechazado el compromiso, sus relaciones se pusieron muy mal y hasta amenzaron con guerra— suspiró— Devastada, me despedí de Ichiro, quien se ofrecía a ir conmigo a donde vaya para cuidarme, sin otro remedio, tome mis cosas para irme , Tu padre estaba decidido a irse conmigo.

— No hiba a dejarla sola , por mas que no quisiera, no dejaría a la mujer que amo , por lo que tomé mis cosas y me fuí con ella — Pensó mirando hacia arriba — Tu madre era nativa de Sunagakure , así que decidimos ir allá, el kazekague nos aceptó en su aldea, ya que Kitsune ya había sido criada allí y yo tenía expediente de ninja con Kekkei genkai , ellos sabían tanto de mi como yo de ellos — Esbozó una sonrisa mirando a Kitsune— Nos casamos al poco tiempo, tu madre siempre estuvo feliz de volver a su tierra, aunque sus padres no la recibieran, ella y yo decidimos empezar de cero, creamos un hogar donde fuimos felices , pasábamos tiempo juntos aunque fuera de la casa realizando misiones, La aldea de la arena se convirtió en nuestro hogar , habíamos creado una nueva vida allí, tu madre era la ninja de percepción mas poderosa que he visto, sin  contar su gran habilidad en jutsus de mente, era la encargada de analizar a los ninjas invasores para obtener información.

— Kaji — Regañó Kitsune— Nuestra vida mejoró notoriamente allí, todo era mejor, así como yo era la ninja de percepción, tu padre era el kekkei genkai de la aldea, poseía el legendario estilo de sombra.por lo que era un ninja muy confiable del kazekague. Sunagakure se volvió nuestro nuevo hogar.

Narras tu

— Espera — Interrumpí— Osea que yo…¿Tengo un Kekkei Genkai? — Pregunté animada

— Así es — Respondió mi madre — Luego de un año de vivir en sunagakure , Una hermosa noticia que , en el momento, no podía creer, cambiaría nuestras vidas para siempre.

Mi papa pasó su brazo por arriba de los hombros de mi madre abrazándola con una sonrisa.

—El médico que la atendió me llamó y volví de la misión en la que estaba lo mas rápido que pude , cuando llegue, me dijeron que…— Sonrió y me observó cálidamente —  Tu mama, estaba embarazada de ti.