Capítulo 69


Año 2020


Akari, despierta.. — Una dulce voz susurró sobre el oído de una adorable niña de cabellos castaños, la madre dejo un beso en las mejillas de la pequeña. La niña no parecía querer despertar y el único movimiento que hizo fue taparse hasta la cabeza con su cobija de las Guerreras Mágicas.

Su madre sonrió con ternura, sin duda alguna la niña era igual a su padre. Ambos igual de adorables, sin embargo por más que fuera su única hija, ella no podía permitirse dejarla hacer lo que quisiera.

Su mejor amiga le había enseñado eso desde que se casó: "Se dura con Rindou y no permitas que haga lo que quiera o tendrás problemas más tarde."

Al principio ella no hizo caso de esas palabras y consintió a su esposo todos los días, hasta que las consecuencias se hicieron más visibles y tuvo que dejar de hacerlo. Más tarde, al nacer su pequeña Akari, aplicó desde un principio la dureza con su niña, no golpeándola, sino enseñándole a qué ella no era la que mandaba en su hogar.

Se rió con ella misma, aún recuerda las expresiones que su niña hace todas las veces que no se le permite tener lo que ella quiere. Pues esas mismas expresiones las saco de Rindou, es como si fuesen gemelos como su tío Ran y su tía Ima. Sin embargo hay veces en las que ella permite que su hija sea consentida.

— Está bien, como no quieres despertar, le diré a la tía Ima que no te compre esa muñeca de las Guerreras Mágicas que tanto te gustan — exclamó mientras comenzaba a caminar en dirección a la puerta.

Con rapidez, la niña se sentó sobre su cama.

— ¡No le digas! ¡Estoy despierta! ¡Ya desperté! — grito la pequeña.

Su madre río de nuevo al ver el aspecto que tenía la más pequeña. El cabello desordenado como si lo que tuviese fuese un nido de pájaros y no una bonita y brillante cabellera, algunos de sus cabellos estaban pegados en su boca donde aún permanecía rastros de saliva fresca.

Su niña era todo una tormenta cuando dormia, desde bebé siempre se deparramaba en toda la cama, quitaba las cobijas con las que los tres se tapaban por exceso de calor, subía las piernas a su padre o a veces a su madre. Por esa razón cuando cumplió cierta edad, se le enseñó a dormir sola en una habitación donde sus padres podían verla.

Rindou quién adora a su hija tanto como adora las peleas, llevaba a su hija a su habitación para que durmiera con ellos.

Según él, la niña estaba teniendo pesadillas.

Más tarde resultó que no era así, él solo la extrañaba y quería tenerla todo el tiempo con él, fue costoso pero padre e hija aprendieron a dormir lejos del otro.

— Mami, ¿vendrá la tía Ima? — preguntó la niña sin quitar la vista de la televisión. Su madre en ese momento le hacía un bonito peinado de trenzas.

— ¿No te prometió que vería Sailor Moon contigo?

Los bonitos iris violetas de la niña brillaron emocionados.

— ¡Chi!

— Entonces vendrá, Ima jamás rompe una promesa.

La niña apretó sus labios tras asentir con emoción. Su hija es una niña inocente que en realidad no sabe el tipo de mundo en el que su padre y tíos están metidos. Pensar que su niña es hija de un asesino y sobrina de otros asesinos no es que le enorgullezca, ella no puede hacer nada en realidad.

Ama a Rindou incluso si tiene las manos manchadas de sangre inocente, ella lo ama. Por esa razón es que el futuro de Sue no fue el más hermoso, murió dejando a una pobre niña, ni su padre se hizo cargo de ella.

...¿Por qué?

En esta línea temporal, ni siquiera él fue feliz. Tras la muerte de su amada esposa y la muerte de su hermano, sintió que ya nada le quedaba más en la vida y terminó por olvidarse de su pequeño ángel. Ima terminó por convertirse en la tutora de la niña, fue paciente, la educó como ella creyó que estaba bien, se encargo de alejarla de todo lo malo y dejó que conociera todo lo bueno.

En esta vida Akari Haitani fue infeliz. Su madre, su tío, su padre y su tía, todo lo que podía ser llamado familia, todo eso terminó por convertirse en cenizas.

— Niña, ¿Te gustaría cambiar el pasado?

Akari miró al hombre con aquellos ojos apagados sin un rastro de vida. No había brillo en ellos, sólo unas ojeras oscuras que señalaban el poco descanso de la niña.

— ¿Cambiarlo? ¿Eso existe?

Incluso si voz sonaba apagada, sin vida, sin fe y sin esperanza.

— Toma mi mano y lo sabrás.

Esa fue la primera vez que Akari intento algo en su vida después de la perdida de su familia. Ella viajo al pasado con el intento de poder solicitar el futuro, su inocencia se vio opacada por la muerte de muchos inocentes.

Ella temió de ese mundo, temió de sus padres y de sus tíos, esa inocencia que tenía se había esfumado. Su madre de esa segunda línea temporal no entendía la razón de los lloriqueos de su niña, Akari temió a esa madre porqué no era como la anterior, no era cariñosa ni amorosa, incluso su padre la trato con frialdad y su tío la ignoraba.

Su tía, ella parecía que no existía en esa línea para sus padres y tío. No había ninguna fotografía de ella en casa, era como si esa Ima de esa línea temporal fuera odiada. Incluso aún después de viajar al pasado, sus padres y tío no se libraron de la muerte, para ese entonces la única familia que le quedaba era Ima, pero tenía miedo.

¿Ella la reconocería?

— ¿Quién eres tú, niña?

Un hombre de traje negro la observaba como si tratará de buscar algún rastro de enemigo en ella.

— Yo... Mi nombre es Akari Haitani, s-soy sobrina de Ima Haitani.

El hombre arqueo una de sus cejas.

— ¿Sobrina? Ella no mencionó nada de una sobrina.

El corazón de la niña se oprimió, sus ojos temblaron y por instinto apretó sus labios para evitar que lágrimas salieran de sus ojos.

— ¿Eres Akari-chan, no? Pasa, ella está en su oficina.

El chico apuesto de cabellos negros hablo con los hombres de la entrada, parecían discutir sobre su entrada. Más tarde ella entro en el enorme edificio y fue guiada a la oficina de su tía.

— Así que tú eres Akari-chan — los labios de la mujer se curvaron ligeramente, no lucía sorprendida —. Te pareces mucho a él, las mismas facciones, el mismo cabellos, pero sin duda tu cobardía es igual a la de tu madre.

Lo último lo dijo riendo. No parecía que tal crítica hacia su madre fuera ofensiva, pues al fijarse bien, había nostalgia en sus ojos.

— Dime, Akari. ¿Por qué has venido hasta aquí? — Ima apoyo sus cosas sobre la mesa y entrelazo sus manos.

Akari tragó saliva.

— N-no se que decirte, tía — confesó miedosa —. Quería pedirte que me permitas quedarme contigo, pero me da miedo que me rechaces al saber que no te serviré de nada.

Ima sólo la miro en silencio, Akari le echó un vistazo rápido antes de mirar sus pies.

— Mamá, papá y el tío Ran murieron y el único familiar que tengo eres tú — dijo —. En esta vida he vivido infeliz por el maltrato de mi madre y mi padre, además de la ignorancia de mi tío — Akari hizo una reverencia sobre el piso —. Por favor, no me abandones tu tampoco.

— Eres cobarde y miedosa — comenzó a decir Ima provocando que el cuerpo de la niña se tensara —. Tu madre era igual incluso hasta su último aliento de vida, es cierto que una niña como tú no me sirve de nada — solto con brusquedad —. Sin embargo, eres mi sobrina y la única familia que me queda. Puedes quedarte, pero tienes que tener en cuenta que no serás feliz como tú deseas, la muerte me persigue y es seguro que te quedes sola de nuevo.

La nueva vida de Akari comenzó después de eso. Cómo Ima se lo dijo, la muerte la perseguía y no tardó en alcanzarla, Ima murió también. Así sucedió en la tercera línea temporal, se quedaba sola y a quienes amaba, cada vez eran más distintos.

Hasta ese día en el que Ima y ella se volvieron a conocer por primera vez. Ambas estaban una frente a la otra, Ima fue la primera en extenderle la mano y llevarla con ella, en esta cuarta línea temporal, Akari volvió a tener el amor de una madre.

Ima la amo como si fuese su hija, la protegió y la educó, hasta que llegó su muerte por cuarta vez. Esta vez siendo Akari testigo de ello, vio como un hombre de cabellos rubios y ojos negros le disparaba directamente en el corazón, aquel hombre había llorado en el momento que soltó el disparo. La niña no entendió a qué se debía, pensé que estaba loco.

— ¿Eres su hija? — más tarde ese hombre la observo —. No, eres la hija de él. Ya veo, Ima te cuido todo este tiempo, que lamentable que ahora estás sola de nuevo.

El hombre río sarcástico y luego solto un suspiro.

— Se fuerte niña.

El hombre desapareció esa tarde.

De nuevo, los sucesos de sus vidas pasadas se repitieron, Akari se quedó sola de nuevo. Ella ya no teníaa suficiente voluntad para seguir viviendo. Para ella su vida terminó ahí, dónde fue feliz por última vez.

— ....¿Akari?

Manjiro se permitió soltar lágrimas frente a sus amigos al verla despertar de aquel largo sueño que ella había tenido. No tardó en rodearla con sus brazos y abrazarla con fuerza. Ima sintió un fuerte dolor en su cabeza y cada recuerdo de vidas pasadas, regresaron a ella.









¡Hola de nuevo! Nuevo capítulo actualizado. Solo para que entiendan, es una explicación acerca de la mención de una niña llamada Akari y del porque Ima la soñaba.

En capítulos anteriores se hizo su mención.

En cuanto al chico que mato a Ima en la ultima línea temporal de Akari, no es Manjiro. En el siguiente capítulo se explicará sobre esto.

Me disculpo por los meses que duré en traer este capítulo. Pero si les soy sincera, me cuesta darle un final después de dos años (?) que estuve escribiendo, además que tenía mis dudas luego del final del Manga.

No me vi convencida hasta después de analizarlo con el tiempo. Ima no murió y el final del capítulo lo confirma, eso sí, durmió bastante tiempo.

El capítulo 70 será el último, luego vendrá el epílogo.

Y ahora sí, en estos días escribiré el siguente capítulo.

Muchísimas gracias por la espera y lamento las molestias.

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