Capítulo 63


Los días pasaron y pasaron y pasaron, hasta que se cumplieron 3 días. 78 horas en total desde que los Haitani y Hanagaki habían tenido su pequeña reunión. Desde entonces, ninguno de los cuatro había tenido contacto; excepto por los dos hermanos Haitani, Ran y Rindou. La situación no estaba ni mejor ni peor, en realidad Izana no había hecho muchos movimientos en los últimos tres días, más ninguno de los cuatro bajo la guardia. Sabían que sino era Izana, Kisaki al final de cuentas haría algo o si no, Kuga Kise.

Ima había dicho que lo mejor era separarse y mantener vigilancia en todos lados, junto con Ryo e Choji mantuvieron vigilancia sobre Kuga y Bishamon. Después de lo sucedido con Valhalla, Choji había optado por abandonar la pandilla y seguir a Ima. Aunque sus memorias se fueron perdiendo poco a poco, no dudo en agradecer que tuviera un aliado más. A causa de estás perdidas de memorias, tampoco recordaba a Ryo, solo sabe — por qué él le dijo — que la última vez que se vieron fue en la batalla de Valhalla y Touma.

La conciencia de Ima, poco a poco iba olvidando cosas, ni ella ni Takemichi sabían exactamente por qué.  Ambos querían una explicación, solo sabían que desde la perdida de sus poderes y su múltiple cambio de personalidades, Ima ya no era la misma. A veces esas dobles personalidades salían y  parecía querer desconectarla para llevarla a la realidad.

¿Cuál era el significado de todo esto?

Olvidar a pocos de sus amigos le parecía irreal, a los únicos que no olvidaba eran a sus hermanos a Touma, a Black Dragon y Teijuku entre algunos pocos más. Por suerte o por desgracia, aún no olvida a quién hacía llamar su padre adoptivo y al hijo de este. Lo único que iba cambiando, eran sus sentimientos por ambos. Ya no sentía el mismo apego, ni el mismo cariño que sentía por ambos. Todo cambiaba poco a poco y ella sin saber una respuesta de los miles de cambios.

Akari, despierta... — un susurro se escuchaba a la lejanía. Aquella voz le parecía conocida y a la vez tan lejana.

Aquel nombre, ¿Quién es Akari?. Todo se volvía confuso o ella era la loca en este mundo. Cuando brío sus ojos, espero encontrar a la dueña de aquella voz, en cambio, la que le dio la bienvenida fue una habitación completamente nueva llena de varios papeles por toda la pared. Parpadeó dos veces y esa habitación remplazo a la que ella conocía, su habitación en la casa de sus padres. Estaba en casa, su casa, su hogar, dónde ella pertenecía y de dónde no debió irse jamás.

Se levantó de su cama un tanto adormilada, camino por los pasillos de la casa hasta bajar a la planta baja. Lucia vacío y solo, ni un alma se veía en casa, todo estaba igual, solo que aquella presencia a la que más temia ya no estaba. La presencia de su padre se había borrado notablemente, incluso sus cosas a pesar de seguir en casa, no la abruma como antes. Como una niña pequeña, busco a su madre por toda la casa, en la cocina donde era más seguro que se encontraría, no estaba, en su habitación tampoco. Arriba y abajo, en todos lados busco pero no encontró nada, no hasta que la puerta de la entrada se abrió y vio a su madre.

Su madre también la vio, sus bolsas cayeron al piso. Con pasos apresurados se acercó a su hija y le dio una bofetada en la cara. Ima no se inmutó ni se tocó la zona dañada, mantuvo su mirada sobre su madre sin pestañear, el golpe le había servido para despertarla de sus nervios, más la presencia de su madre la debilitó y quiso llorar como una niña.

No lo soporto y se lanzó a los cálidos brazos de su madre quien la recibió con amor. Ima lloro sin saber porque lo hacía, sabía que la extrañaba y necesitaba ver a su madre, tanto tiempo alejada de ella la llevo a la locura. Ima no sabía por qué lloraba y abrazaba a quien le dio la vida con tanto apego, Haitani si lo sabía y agradecía sentir los brazos de su madre. El temor de que su madre la odiara por matar a su padre seguía en su corazón, había hecho tantas cosas malas y aún así, su madre la recibió con un gran abrazo.

— Mi niña, te extrañe tanto — dijo su madre. Ima quiso responder pero fue Haitani quién se adelantó.

— Madre, ¿me odias? — pregunto con voz temblorosa. Su madre se tenso entre sus brazos y el miedo creció en Haitani al saber su tan esperada respuesta. La tristeza la invadió, más no se soltó de los brazos de su madre — Está bien si lo haces, es mi culpa.

— ¿Por qué lo hiciste, Ima? Tu padre te amaba a ti y a tus hermanos — dijo su madre. Haitani mordió su labio inferior, el rencor por su padre no se apagó y sabía que si respondía, solo saldrían palabras venenosas de su boca.

— Lo merecía. Él merecía morir, el no me amaba solo a tus otros dos hijos — respondió con rabia. Haitani odiaba como su madre defendía a su padre y a sus hermanos, Ima en cambio parecía no sentir nada por ello.

— Él dio todo por ti y tus hermanos, se sacrificó por nosotros para que fuéramos felices y no nos faltará nada — de nuevo su madre dijo actos bondadosos de su padre. Haitani se separó de su madre y sonrió con burla y asqueada de las palabras de su madre.

— Está bien, está bien...— comenzó a murmurar para ella misma, Ima supo que debía intervenir y pensaba hacerlo, sin embargo, de nuevo Haitani la retuvo — Sólo he venido a despedirme, madre.

Su semblante triste se oculto rápidamente.

— ¿Despedirte? ¿Por qué? — pregunto su madre preocupada y asustada, algo en su hija no estaba bien. Intento tocar sus manos, más Haitani las alejo de ella con rapidez.

— ¡No toques mis manos! — grito aterrorizada — No quiero que te contamines y te manches de sangre. Eso jamás me lo perdonaría, madre.

— Ima...

— Lamento haberte hecho daño todo este tiempo, madre. Se que te quite muchas cosas por mi egoísmo, pero dejaré que la vida me haga pagar mis errores. — la miro a los ojos, la comisuras de sus labios lentamente se curvaron — Mamá, mami, mamita... Cuídate mucho ¿Si?. Sé que mis hermanos te protegerán con su vida, estoy segura de eso.

— Pero, ¿Qué tonterías dices, Ima? — grito su madre alterada. Haitani se acercó a su madre y dio un casto beso en su frente antes de volverse alejar.

— Hoy será el último día que me verás, así que no llores cuando me vaya por completo, por favor — dijo antes de caminar a la puerta de su casa y salir de ella, ignorando las súplicas de su madre para que regresará con ella.

Haitani no lo iba hacer, ella ya no merecía estar más en este mundo. Ella debía pagar cada una de las cosas que había hecho, solo Ima podía hacerse cargo del resto, ellas eran la misma pero dividas en dos. Ambas se conocían lo suficiente para saber sus sufrimientos, Haitani creía en Ima, después todo ella la había elegido. Ima aunque no entendía, sabía que tenía que ponerle un fin a esta historia.

Y así, lo haría.

Muchas gracias por leer este nuevo capítulo, seguramente algunas de las que llevan leyendo la historia tengan dudas sobre este capítulo. Pero les daré respuestas al final, así que no duden de mi, la historia está por terminar y aunque no hay "Mikey x Ima" les daré un especial total de ellos dos.

Nos vemos en el próximo capítulo.

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