Capítulo 53


Parte 5: El final de un inicio.

Takemichi

Habían pasado 12 horas desde la muerte de Chifuyu y de la captura de Taiju por parte de la policía. Ahora, luego de 12 horas, la mayor parte de Touma estábamos en el funeral del que es, fue y siempre será nuestro compañero, y mi amigo. Las aguas saladas que ardían en mis ojos bajaban hasta mis mejillas como dos gotas de lluvia, cada tanto, caían hasta el piso blanco de mármol. Era el único que lloraba, el resto solo tenía una mirada triste o culpable, no los criticaba si lloraban o no, porqué a veces necesitamos demostrar que somos fuertes.

El único de Touma que no estaba aquí, era Baji. Cuando le preguntamos a Draken donde estaba, él dijo "Con Peke J" . Al principio no sabía quién era Peke J, hasta que Kazutora me dijo que se trataba de un gato negro que solía visitarlo, fue una sorpresa para mí saber que a Baji le gustaban los gatos. Pero entonces recordé que Chifuyu una vez me dijo que "Baji-san puede ser raro a veces" y raramente lo entendí.

La única persona que estaba aquí de la familia Baji, era su mamá. Ella acompañaba a la señora Matsuno, son buenas amigas tal parece.

Además de Baji, Ima tampoco había asistido al funeral. Ella dijo que no tenía nada que hacer en este lugar, por qué Chifuyu no era su amigo ni su familiar. Aunque no podía entenderla, podía comprenderla como compañeros que somos.

— Lo siento. Si solo hubiera sido más fuerte, no estarías así, Chifuyu — murmuré en voz baja cuando fue mi turno de ir a prender incienso en el altar. — Gracias por todo, compañero.

Después de mi, llegó el turno de los gemelos. Y así continúo hasta que llegó la hora de la cremación, en la que nos despedimos por última vez. Fue una dolorosa despedida, por qué esa fue la última vez que pudimos ver su cuerpo, y por qué sabíamos que después de este proceso, él dejaría de existir en el mundo. Luego de eso nos fuimos, no podíamos quedarnos más tiempo por qué ese tiempo, ya era el tiempo privado de la señora Matsuno en su casa.

— Kazutora, ¿A dónde vas? — Preguntó Draken cuando lo vio tomar otra dirección que no fuera la de su casa.

— Iré a ver a Baji — respondió parando su caminata por unos segundos.

— No vayas, Baji necesita estar solo — intervino Mikey mirándolo con seriedad. Ambos se miraron como si tuvieran ganas de quererse matar ahí mismo, sin embargo, Draken de nuevo se interpuso en ello.

— Mikey tiene razón, no debes.

— Tks... — chasqueo la lengua con molestia — Todo esto es culpa de Mikey — susurró. Lo mire sorprendido, no entendía porqué ahora ambos se miraban con odio y ahora el tampoco porqué querían discutir.

— Kazutora, no empieces — regañó Draken — Nadie es responsable de lo sucedido con Chifuyu.

— Mikey tiene la culpa — afirmó — Si no hubiera prestado atención a lo que sucedida con Hakkai, y a los juegos de Kisaki Tetta, Chifuyu no estaría muerto.

Nadie dijo nada.

— ¿Que pasaría si  Takemichi haya muerto en lugar de Chifuyu, Mikey? ¿Actuarias, no? — ambos se miraron — Tú mismo sabes por qué, y es porqué Takemichi se parece a Shinchiro-san.

Y como si Kazutora supiera la reacción de Mikey, esquivo la patada que vino después de sus palabras. Todos miramos sorprendidos a Mikey, algunos por qué no esperábamos la reacción.

— Solo recuerda que te he perdonado por Baji, Kazutora. Así que no vuelvas a meterte conmigo o te mataré.

— Y por esa razón me meto contigo, Mikey. Porqué Baji es mi amigo, más de lo que es para ti.

Mikey lo fulminó con la mirada, las llamas en sus ojos ardían con intensidad. Miré a ambos, y luego miré a todos, sintiendome divido entre ambos bandos, miraba la división frente a mis ojos como si un dejá vù volviese a mi. No estaba seguro cuál de los dos tenía razón, me sentía inseguro de tomar un bando, más al no tener en cuenta cuál sería el futuro, estaba perdido, me sentía perdido.

— Es suficiente — hablé con la mirada baja y apretando mis labios.

— ¿Que dijiste, Takemichi? — Preguntó Mikey. Podía sentir la intensidad de su mirada sobre mi, así como la del resto. Inhale con fuerza, tomando todo el aire posible para calmar mis nervios, sin importarme que los pómulos de mi nariz me doliesen. Miré al líder de Touma con seriedad, frunci mi ceño y aún con mi nerviosismo, hablé.

— Dije que basta, Mikey-kun — Hablé con seguridad enfrentando aquellos ojos negros como el carbón, y apagados como la oscuridad, sin brillo. — Tanto Kazutora-kun como tú, deberían de pelear como perros y gatos.

Mikey me miró por unos segundos, casi sentí que toda mi fuerza de voluntad comenzaba a caerse, no fue hasta que Mitsuya asintió y hablo.

— Takemichi tiene razón, deberían dejar de pelear. — los miro —  Kazutora, entiendo que quieras ver a Baji y apoyarlo en este momento, pero deberías dejarlo solo, no creo que él quiera ver a alguien ahora. — dijo suavemente colocando una mano sobre su hombro.

Agradecí en mi corazón a Mitsuya. Al igual que Draken, era el segundo que siempre tenía fuerzas para seguir adelante en todo momento, algo que yo admiraba de todos ellos.

— Está bien, Mitsuya.

Aliviado, suspiré. Miré a Mikey quién seguía mirándome con seriedad, tragué saliva con dureza, solo esperaba que no muriera el día de mañana o pasado.

— No te preocupes, Takemichi. Mikey no te matará, no creo que Ima lo deje hacerlo.

— Gracias, Mitsuya-kun.

Al pasar el tiempo, cada uno tomo una dirección distinta, algunos a sus casas y otros, como yo tomamos una dirección distinta que no fuera nuestro hogar. Caminar por solo por las calles de Shibuya, se sentía tan solitario y vacío. La presencia de Chifuyu ya no la podía sentir en el mundo, solo los recuerdos de cada momento que tuvimos como compañeros, fueron mi consuelo.

De nuevo, las lágrimas salieron de mis ojos hasta caer a mis mejillas. El dolor en mi garganta me pedía a gritos que lo sacará, sin embargo, no podía hacerlo. Sabía que al hacerlo, ya no pararía, es cierto que necesito sacarlo, pero debo ser fuerte.

— Aguardarse las cosas, también puede ser doloroso, Michi Michi. — abrí los ojos con sorpresa, Ran Haitani se encontraba parado a dos pasos frente a mí. Era la primera vez que me encontraba con uno de los Haitani solo, sin el otro hermano.

— Ran-kun, no esperaba verte en Shibuya — confesé.

— Supongo que no, ya que mi lugar está en Roppongi — sonrió suavemente, camino hasta estar frente a mí y coloco su brazo derecho al rededor de mi cuello — Lamento lo sucedido con tu amigo.

Trate de sonreír, aunque al final me terminó por salir una mueca de lado, llena de tristeza.

— Gracias, Ran-kun. Pero no es necesario que lo lamentes — susurré.

— Aunque no lo creas, Takemichi. Sé lo que es perder a un amigo, yo también perdí a uno, uno que fue muy importante para mí — confesó mirando el cielo que comenzaba a oscurecer. Lo mire curioso, con el deseo de saber más, algo que él supo leerlo en mi mirada.

Hace mucho tiempo, cuando Rindo y yo comenzamos a gobernar Roppongi. Conocimos a un chico que era pandillero como nosotros, se llamaba Isagi Rensuke. Él era mayor que yo, tenía 18 años en ese entonces.

Isagi Rensuke gobernaba el lado norte de Roppongi, así que mi hermano menor y yo, tuvimos que pelear para gobernar ese lado. Para la sorpresa de muchos, perdimos. Hubo un tiempo en el que perdimos Roppongi, hasta que tuvimos una segunda pelea con Isagi y ganamos. En ese tiempo, Isagi y yo nos hicimos grandes amigos, ambos tenemos ambiciones parecidas y distintas a la vez. Nos ayudó a cuidar de Roppongi, trabajo con nosotros, hasta que ese día llegó.

Aquel día lo llamamos "Ragnarok". Fue el día en el que Roppongi cayó, hubo una masacre en los habitantes que vivían ahí, desde abuelos y niños, murieron. Nosotros Rindo, Ima, Isagi y yo, nos unimos para destruir a los responsables, sin embargo, salió mal. Esa noche, la madre de Isagi fue asesina, y él por ir en su rescate, fue también asesinado.

Yo intenté ir a salvarlo, pero Ima me lo impidió. Dijo que era mejor dejarlo en manos de las autoridades y que no debíamos arriesgarnos o saldríamos heridos. Rindo también quiso ir, pero ella jamás nos dejó ir. Ese día la odie, la culpe de lo sucedido y dejé de verla como una hermana. Su mirada mostraba dolor, arrepentimiento, y sus ojos dejaron de brillar. Ese día también fue el final de nuestra hermandad.

Después de lo sucedido, pude rescatar el cuerpo de mi amigo y darle un entierro digno para el y su mamá. Ima desapareció luego de ese día, no apareció hasta una semana después en la que no nos dijo nada. No nos hablamos y tampoco trate de hacerlo.

— Como puedes ver, puedo entender lo doloroso que puede ser para ti el perder a tu amigo, no es fácil superar una muerte de alguien especial — sonrió con tristeza, el destello de sus ojos mostraba el dolor que había en su corazón.

Podía entender que esa historia no era fácil para él, y imagino que para Ima tampoco lo es.

— ¿Amas a Ima, Ran-kun?

El me miró con seriedad.

— Es mi hermana, mi gemela, mi otra mitad, y sin ella, no me siento completo. Nadie la puede amar más de lo que yo, su hermano mayor, lo hace.

Sonreí, Ima tenía grandes hermanos.



¡Nueva historia y sentimientos desbloqueados! Lamento la demora, la universidad me tiene amarrada. Pero aquí está el nuevo capítulo, espero les haya gustado. Luego corrijo las ortografías.

¡Gracias por leer! 

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