Capítulo 49.
- Baji-san, ¿Qué tipo de persona te gustaría ser en el futuro?
Baji miró por unos instantes al rubio de ojos jade. Su mente voló por unos segundos en busca de una respuesta para aquella pregunta. Una pregunta que nunca había cruzado por su mente. ¿Qué tipo de persona quería ser en el futuro?. Realmente no lo sabía, si lo pensaba, él quería seguir siendo el mismo, no quería cambiar. Puede que no fuera una persona totalmente buena, sin embargo, se esforzaba en serlo. Lo que sí, es que solo quisiera ser inteligente.
- Una persona inteligente - respondió sin más. Fuyu lo miro por unos segundos con ambos ojos abiertos, a los pocos segundos, se cerraron a causa de la fuerte carcajada que salió de su garganta.
- ¿Es enserio? - Matsuno tomo su estómago con fuerza, el dolor a causa de la risa se hizo intenso. Baji lo miro con total seriedad que lo hizo callar en cuanto el chocolate y jade, se miraron - Lo siento, no quise reírme.
- No importa, en tu lugar hubiera hecho lo mismo - sincero respondió. Y es que sí, Keisuke se hubiera reído del mismo ante tal respuesta. Pero, él deseaba ser inteligente para darle una buena vida a su madre. Su deseo era obtener un título, y un buen trabajo.
Entonces Chifuyu aún sin bajar la mirada, dijo en un murmuro:- Baji-san, ya eres inteligente. Solo que no te das cuenta.
¿Inteligente? ¿De dónde él era inteligente?. Pensó para si mismo.
- Te equivocas, Chifuyu. Solo soy un idiota más.
Con manos temblorosas, toco las mejillas frías de su rubio, sintiendo como el frío traspasaba el calor de su piel color canela. Sus ojos subieron por el rostro de Fuyu, admiró cada poro de su piel, así como las pequeñas pecas que decoraban su hermosa piel blanquesina, tocó el lóbulo de su oreja, admirando aquel aro color platinado. Y en silencio, pequeñas lágrimas de agua saladas abandonaron sus ojos, sus ojos se enrojecieron, al mismo tiempo que su nariz se pintaba de un suave rojo sobre su piel. Le lloró, en silencio le lloró a su amigo ahora fallecido, su boca se abrió, y lanzo un grito, un grito silencioso sin voz y sin sonido, los puños de azabache se apretaron con fuerza hasta que a su propia carne le dolió.
El dolor en ese momento era insoportable, podía sentir como su corazón ardía y se ahogaba, causándole un malestar. Nunca le había dolido tanto la muerte de alguien como hasta ahora. Su padre le había dolido, pero no le lloró, no se permitió llorar, no se lo permitió por qué quería ser fuerte para su madre. Pero ahora, todo era distinto, a quien tenía frente a él, era un amigo que lo apoyo y siempre le fue fiel a él. Chifuyu jamás lo juzgo, aunque de burlaba a veces de él por qué quería ser inteligente, lo ayudo en millones de cosas. Pero en cambio ¿Que hizo él por ese chico? Él sí lo abandono, incluso lo golpeó y el rubio jamás le dijo un ' detente ' siempre estuvo apoyándolo a pesar de lo mucho que lo lastimó.
Incluso ahora, su muerte era por su culpa. Chifuyu quizo proteger Tokyo Manji por qué sabía el fuerte amor que Keisuke le tenía a la pandilla. Era su culpa, era su culpa el que haya permanecido en la pandilla y haya sufrido. Inconcientemente, sus dedos se apretaron en un puño, sus ojos se inyectaron de más y más enojó con el paso de los segundos, hasta que la furia lo cegó, causando que sus ojos dejarán de lagrimar y se oscurecieran. Solo entonces, Mitsuya lo miró con asombro, aquella mirada penetrante, llena del veneno más oscuro e incapaz de abandonar al humano, se llevó la conciencia de Baji hacía al mundo de la oscuridad. Sombras negras cegaron sus ojos, como bestias de grandes garras y dientes feroces. Los pasos del chico fueron lentos, su mirada perdida busco al causante de la muerte de su mejor amigo. Mitsuya intento ir en su dirección, pero fue detenido por Ima, ella negó con su cabeza y no le permitió ir.
Ella sabía, esa mirada la conocía bien. Aquellos impulsos cegaban hasta el más inocente ser con un corazón débil, sabía bien que no debían acercarse, por qué una vez que se intentará, la persona que lo hiciera, iba a sufrir grandes consecuencias, y no solo la muerte. Causa de esos impulsos, la mente de Keisuke era un caos, los viejos recuerdos explotaron en su mente como dos grandes bombas nucleares. Los ojos oceanicos de Takemichi miraron la potente figura de Baji acercándose hacia Hakkai. Hablando de él, su mirada estaba perdida, aturdida. Miraba la palma de las manos, la viva imagen del disparo retumbó en su mente, miedo, mucho miedo sintió en ese instante, el sonido del disparo no abandonaba su mente. Taiju lo entendió, entendió que su hermano iba a vivir con ese trauma y esa culpa en su corazón, él no quería, no quería eso para su pequeño hermano, por más que ambos tenían una relación rota, no quería que el menor sufriera eso.
Su mano lentamente se estiró con la intención de tocar y acariciar la cabeza del menor, a medio camino, se detuvo. Se detuvo por miedo, por qué no supo que debía decirle o como consolarlo, cobarde, se dijo así mismo en su mente.
Bajo su mano, lentamente la bajo.
No huyas, decía su mente.
Ayúdalo, se volvió a decir.
- Hakkai.
Aquella voz sonó grave con tonos más bajos de lo normal, un tono apagado y rencoroso. Hakkai abrió los ojos de uno por uno, aquel par de ojos temblaron, se movieron de lado a lado en busca de un escape, pero no había, la tristeza invadió su corazón con más fuerza.
No quería mirarlo.
tenía miedo, tenía miedo de subir su mirada y mirar aquellos ojos chocolates inyectados del veneno ardiente. Hakkai apretó sus labios y subió la mirada de forma lenta y temblorosa, al llegar a su barbilla, el miedo se inyectó aún más en su pecho, sus ojos temblaron con más fuerza, movió sus ojos de un lado a otro, dándose cuenta que, cuando su mirada cayó en sus manos, los dedos de chico estaban cerrados en un puño.
Tragó saliva, su manzana de Adán se movío con fuerza, y finalmente, lo miro a los ojos.
- Baji..
Baji apretó su mandíbula, sus dedos se encajaron más sobre su carne, causando que está doliese más y sus nudillos se volvieran blancos. Segundo a segundo, la respiración del azabache se iba haciendo más y más agitada conforme la fuerza de sus puños aumentaba. Y en cuanto aquellos ojos lavanda conectaron con los chocolate, un puñetazo impacto contra su mejilla izquierda, con una fuerza que lo hizo caer sobre el piso.
Hakkai sólo pudo apretar sus dedos en puños, conteniendo todo su deseo de devolver el golpe. Keisuke se sentó sobre la cintura del Shiba, su puño se alzó, y de nuevo llegó otro puñetazo, luego otro, después otro, y otro, y otro más. Baji no paro de golpearlo hasta que, miro el rostro hinchado y ensangrentado.
Sin embargo, un puñetazo impacto contra su estómago y lo lanzo un par de metros hacia atrás. Solo entonces, sus ojos volvieron a brillar con vida. Takemichi Hanagaki miró al Shiba menor con asombro y preocupación, no dudo en correr para auxiliarlo. Por otro lado, Ima se mantuvo al margen sin hacer un solo movimiento, no se atrevió hacer algo, ella no debía, no era su problema.
Su mente lucía aturdida, sus ojos se sentían perdidos en sus pensamientos, no podía pensar claramente. Quería hacer algo, pero no podía, no debía, ella no. En cambio, Mitsuya corrió para detener a Baji, sus ojos preocupados miraban el estado en el que sus dos amigos se encontraban, la tristeza lo atormento. Tomo a Keisuke de los brazos y lo sujeto con fuerza, tuvo que sujetarlo de la cintura con sus piernas para que dejara de moverse.
Ima no recupero su conciencia hasta que una voz burlezca sonó a sus espaldas.
- ¡HAHAHA! Pero miren nomás que es lo que me vengo a encontrar aquí, una derrota - Maradame Shion entro a la iglesia como todo un glorosio ser lleno de respeto, su mirada llegó hasta la pelinegra y su sonrisa, se hizo aún más grande - Veo que no hiciste nada de nuevo, Ima. ¿Aún sigues con esa idea de no meterte en problemas agenos? ¿Cuántas personas más vas a dejar morir, Haitani Ima?
Ima empuño sus dedos y los apretó con furia, mordió su lengua deteniendo las ganas de insultar al imbécil de Maradame.
- Parece que Kuga te ha manipulado muy bien, querida Ima.
Sonrió con arrogancia.
- ¡Cállate, Shion!
La furia en la mente de la chica se volvía cada vez más fuerte. Mitsuya llevo su mirada curiosa y confunsa, hacia la pelinegra. Su mirada no tardó mucho en ser apartada cuando el sonido de una motocicleta sonó a la lejanía, la esperanza en su pecho crecio, la alegría y el alivio aumentaron.
- Parece que nosotros también, llegamos a tiempo.
Inesperadamente, Tenjiku había hecho su aparición. Izana Kurokawa y Kakucho Hitto, ambos por delante, mientras que el resto venía atrás. No solo ellos llegaron, los hermanos Haitani, llegaron junto a ellos, y poco despues, varias motocicletas llegaron detrás de ellos, siendo Manjiro Sano, el líder de los últimos visitantes.
- ¿Baji? - Mikey dirigió su mirada fría y sería hacía su amigo de la infancia. Estaba sorprendido, y a su vez, aterrado por aquella mirada perdida de su amigo.
No, Baji no podía tener esa mirada en sus ojos.
Ryuguji fue el único que llevo su mirada hacía la persona cuyos ojos oceanicos estaban sumergidos en el miedo. Él camino a paso lento, conforme se iba acercando, se daba cuenta de la mirada miedosa y el temblor en el cuerpo del menor. Takemichi lo miro, con ese miedo en sus ojos lo miro, para Ken aquella mirada le fue dolorosa, fue inevitable no querer preocuparse.
- ¿Takemicchi? ¿Que sucedió?
Hanagaki apretó sus labios, un mar de lágrimas salió de sus ojos. Entonces con una voz temblorosa y apagada respondio:
- C-chifuyu... él.. murió...
Los ojos de Draken, se abrieron de uno por uno con asombro.
- ¿Que?..
Me acuerdo cuando la historia tenía un monton de comentarios y ahora todos murieron, haha. Cómo lo dije, alguien iba a morir en este arco, por ello lamento mucho que sea uno muy querido, de veras.
Espero les haya gustado, y gracias por su apoyo a quienes aún siguen en pie con la historia.
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