Capítulo 35

Aquellos ojos azules del chico pelinegro, se abrieron suavemente. Miro a su alrededor contemplando el lugar en que se encontraba. Era como una biblioteca para Otakus, el lugar estaba lleno de mangas, en algunas áreas, habían exposiciones. Aquel era su lugar de trabajo, o mejor dicho su "futuro" trabajo.

Miro sus ropas, técnicamente no llevaba el uniforme de su trabajo, en cambio, llevaba ropas de marcas y caras. Incluso su peinado en ese momento era extraño ¡Todo lambido hacía atrás!

- Lo sentimos señor, no tenemos el libro que está buscando.

Frente a él apareció la que sería su jefa, lucía nerviosa, y como no, si el chico había llegado en semejante auto de ricos.

- ¿E-eh? Esta bien, gracias...

Fue lo único que salió de sus labios, esas poco palabras confusas. No entendía muy bien lo que le estaba sucediendo, había regresado al futuro una semana después luego de su reunión con Akashi, ni siquiera le había dicho a Ima que iría al futuro. Sólo fue, no le importo romper su promesa, él tenía que ir.

- Caramba, tardaste para nada, idiota - Exclamaron frente a él. Takemichi subió la mirada encontrándose con la de un chico de cabello largo color castaño, detrás de él, había un auto, uno muy lujoso.

- Sí, lo siento..

Mantuvo su mirada baja durante el camino, una que otra vez, escuchaba la voz de su acompañante que le hablaba al conductor. Aún se sentía en un estado de shock, no lograba entender absolutamente nada.

- ¿A dónde vamos? - logró preguntar. El chico a su lado lo miró extrañado preguntándose por qué Takemichi tan actuaba extraño.

- ¿A donde? ¿Olvidaste que tienes una reunión con Ima-neesan?

"Ima-neesan". Eso indicaba que el chico era cercano con su amiga. Pero no conocía a nadie que le dijera así, más que a sus idiotas amigos, además que ella estaba ahí, eso era un alivio. Más tarde podría preguntarle lo que estaba sucediendo.

El auto tomó una carretera que parecía privada, a lo lejos se podía notar una enorme mansión con grandes seguridades. El camino por donde iban, era bonito, lleno de naturaleza.

- Señor, hemos llegado.

El de ojos azules miró al conductor, el hombre parecía extrañamente nervioso. Asintió y le dio las gracias antes de bajar y mirar frente a él, la enorme mansión. A los lados derecha e izquierda habían guardias de seguridad, estos se agacharon rápidamente para saludarlo.

- ¡Bienvenido, Jefe! - los ojos del chico se abrieron aún más por el asombro.

"Jefe". Eso quería decir ¿Qué era alguien grande? Sentía que todo su interior bailaría en ese momento.

- Hasta que has llegado, eras el único que faltaba, Takemichi.

Mitsuya apareció frente a él con su habitual sonrisa. No sólo él, también estaba el resto de los capitanes de Touma, excepto los comandantes. Pero había otras caras más, algunas que desconocía. Una de ellas se trataba de un chico pelinegro y corto, extrañamente se parecía a Mikey. A su lado estaban tres chicos más, a uno de ellos lo conocía, Akashi Takeomi.

- C-chicos... - sintió como todas sus lágrimas se acumulaban en el momento. Algunos rieron por esa escena, a excepción de cuatro personas que conocían el origen de Takemichi.

- Vamos, nos están esperando a dentro.

Todos asintieron, Takemichi fue acompañado de sus compañeros. Analizó a todos sus amigos, estaban todos ¡Incluso Akkun! Todos sonreían felices como sí ese futuro fuera perfecto. Creía que había logrado salvar a todos sin ningún problema.

Pero, la realidad era otra.

Dentro de la mansión, en una enorme mesa con más de diez sillas a su alrededor. Habían más de cinco personas en el lugar, más aparte en medio de todos, estaba ella, Haitani Ima.

- ¿A qué hora se dignaran a llegar?.

El chasqueo de lengua por parte de Shiba Hakkai, llamo la atención de todos. Haitani lucía paciente, así como Kisaki Tetta y su acompañante.

- Ya están aquí.

Todos miraron las grandes puertas siendo abiertas por los guardias. Un grupo de personas entraron, entre ellas, Takemichi Hanagaki a quién Haitani Ima esperaba. Una sonrisa disimulada, se asomo por sus labios.

Cuando Takemichi entro, sus ojos no dudaron en abrirse aún más de lo que estaban. Frente a él, estaban Kisaki Tetta, Hanma Shuji, otros que no conocía. Pero más importante, frente a él estaba el comandante de Touma, Manjiro Sano.

Manjiro tenía su habitual cabello largo y conservaba aquel rubio cenizo. Llevaba un uniforme extraño, tenía un diseño como el de un torero, solo que de colores negros y dorados. A su lado, estaba Draken, llevababa un uniforme parecido.

- Han tardado.

La voz fría y seca de Mikey, hizo temblar el pequeño cuerpo de Takemichi. Su intuición lo llamaba, era cierto que aunque era el Mikey que él conocía, a su vez, parecía diferente. El rubio llevo su mirada hasta Takemichi, fue una mirada fría que lo hizo temblar. Haitani en cambio parecía la misma que había visto en futuros anteriores, aunque ahora parecía más sanginaria.

- El motivo de esta reunión, es para discutir un tema importante. - Anuncio Haitani- Al parecer hay una rata entre nosotros.- Su mirada fue directamente a un pelinegro de cabellos cortos y ojos negros. No lo miraba con sospecha, más bien, su mirada lucía aturdida como si hubiera visto un fantasma.

- Sin importar quién sea, igual morirá - dijo Kisaki. Takemichi frunció el ceño al instante, movió su mirada intentando buscar la del comandante, pero lo encontró mirándolo, algo que lo hizo temblar.

Y dudar.

- ¿Tienen alguna pista?.

Todos miraron al chico de cabellos rojos, tenía una sonrisa divertida y un tanto burlona. Los ojos de Takemichi se abrieron, su mirada paseó por cada uno de sus compañeros. Su interior volvió a temblar cuando su mirada choco con la del comandante, le gustaría entender lo que quería decir su mirada.

- La hay - Mikey dejó de mirar a Takemichi, su mirada presto atención a la de Ima quien sin duda lo miro con seriedad. El pelinegro podía darse cuenta que había algo escondido en ellos, es como sí ambos hubieras dejado de ser amigos.

Aunque nunca lo fueron, creía él.

- Tal parece que uno de nosotros ha estado visitado a Tenjiku y se a unido a ellos - comento Draken.

La mirada que todos pusieron, fueron distintas. El Tenjiku actual, era una organización que se dedicaban a limpiar lo que los peses gordos pedían que se limpiará. En pocas palabras, era una organización crimal, llena de asesinos.

- ¿"Tenjiku"? - Pregunto Takemichi. En el pasado, no escucho ni una sola vez acerca de esa pandilla, o bueno, no sabía si era una. Manjiro miro a su compañero con cansancio, el chico lucía perdido cómo sí no supira lo que había ahí.

- Cierto, eres el único que no sabía de ellos - habló Mitusya, extrañamente el ojiazul se sentía salvado - Es una organización criminal, qué anteriormente fue la pandilla fundada por Izana Kurokawa ¿Recuerdas?.

- A-ah, sí...

El sudor frío bajo por la frente del chico. Poco sabía de ellos, pero al parecer en el pasado los conocería. Por suerte, sabía que Izana Kurokawa era un conocido de los hermanos Haitani.

- De cualquier modo ¿Que tipo de pista es esa? ¿No saben quién es? - aquel gruñido por parte de Hakkai, asustó al chico. Ahora que lo pensaba, no lo conocía de ningún lado.

- Hakkai ¿Quieres callarte? Igual puedo callarte sí quieres - le dijo Ima con una mirada aburrida.

- No me órdenes - gruñó de nuevo. Ima suspiro cansada, parecía que no tomaría medidas con el chico.

- Sabemos que se ha reunido con él - Mikey captó la atención de todos - ¿Verdad, Takemichi? - El miedo creció en él, no esperaba que él supera sobre esa persona, o ¿Era él quién iba a frecuentarlo?.

- S-sí... - las miradas pararon en él. Keisuke frunció el ceño con preocupación, sin dudarlo camino hasta su compañero de ojos azules y colocó una mano sobre su hombro para apoyarlo, aunque lo asusto.

Chifuyu y Kazutora disimuladamente se pusieron en guardia, algo no cuadraba bien ahí. Pocas veces ellos habían visitado a Takemichi cuando se trataba de negocios, pero ahora, hoy que lo vieron en esa reunión no parecía ser el mismo. Era como si fuera otro Takemichi Hanagaki que no estaba ligado a ese futuro.

- ¿Por qué no dices nada? ¿Acaso eres tú el que nos traicionó? - Peyan gritó.

El ceño fruncido de Ima le dio nervios. Aunque en realidad aquel ceño era a causa de que había entendido quién era la persona frente a ella, es decir, quién era ese Takemichi que estaba en la mira de todos. No era el Takemichi del que había escuchado. Era el del futuro, aquél que ella había ayudado a salvar este mismo.

- Es Takemichi.

Las miradas de asombro se mostraron en el rostro de cada uno en el lugar. Mikey lo miraba fríamente, había incluso decepción en sus ojos. Pero no sabía el por qué, Keisuke miro a su amigo de la infancia esperado que bromeara. Pero no, no era una broma, Takemichi era esa persona.

- ¿Cómo? ¡¿Nos traicionaste, imbécil?!.

El ojiazul quería llorar en ese momento.¿Por qué él iría con ellos? ¿Por qué Tenjiku?

- Y-yo...

Las palabras no salían. ¿Como daría una respuesta a algo que no entendía y ni siquiera las memorias del pasado le ayudaban?. Miro a Haitani esperando que ella le ayudará, se sorprendió cuando miro aquella oscuridad en ella, cómo sí deseara matarlo en ese momento.

- No es necesario que contestes si no quieres, igual morirás. - la voz fría de Draken hizo eco en sus oídos, se sentía mareado y con ganas de vomitar.

Ni siquiera se dio cuenta cuando fue arrebatado del agarre de Keisuke. Un par de puñetazos habían llegado a su cara, miró a la persona que lo golpeaba. Era Pachin, río a sus adentros, hace cuánto no lo había golpeado. Los golpes duraron por un par de minutos más hasta que un fuerte sonido se escuchó al fondo de la mansión. Las reacciones de todos fueron de asombro. Takemichi no sabía que pasaba, sus oídos zumbaban, y lo único que podía escuchar era como el piso parecía tamblar.

Unos brazos lo tomaron entre brazos, la sangre manchaba aquel traje morado con tonos turquesas. Su mirada subió un poco, el cabello de aquella persona era un poco largo, estaba teñido de colores morados y rayas moradas pero de un tono más oscuro. No sabía quién era, pero esperaba que fuera aliado.

- ¡Tengo a Takemichi! - el grito de aquella persona llamo la atención de sus compañeros quienes rápidamente decidieron dejar el lugar.

Takemichi fue subido a uno de los lujosos autos. Con él se subió su salvador, pero también se subió otro chico más alto, tenía el mismo traje y su cabello estaba igual de teñido. También se subieron otros tres más, uno albino de ojos púrpura, un moreno con una cacatriz a mitad de su rostro y la otra persona era una chica a quién no conocía.

- Michi, Michi ¿Puedes escucharnos? - Preguntó el chico frente a él, era el segundo que se había subido.

- Déjalo que duerma, Ran. Más importante es llegar y evitar que lo encuentre Mikey.

- Creo que deberíamos preocuparnos por lo que hay afuera - exclamó la chica.

Las miradas de los chicos rápidamente se dirigieron a las a fueras de las ventanas. Detrás de ellos venían algunas motocicletas pertenecientes a los capitanes de la Touma. En medio venía Manjiro Sano, su mirada lucía fría y a su vez furiosa.

- Tenemos que asegurar a Takemichi. Ran y Rindo, ustedes protejanlo, Kakucho y yo nos encargaremos de ellos. Y Sue, ve con ellos.

Todos asintieron base a como se dio la orden. Izana Kurokawa saco un par de armas para atacar a los jóvenes, no tenía la intención de matarlos, pero si golpeaba a las llantas, serviría para escapar durante un tiempo. Takemichi era sujetado por Rindo, y el mayor de los Haitani tomo el volante del auto.

- Esto será peligroso - exclamó Sue cuando noto la mirada de Ran, tenía un auténtico brillo de adrenalina en sus ojos.

Ran no dudo en apretar el acelerador del auto, el movimiento fue algo brusco pero alcanzaron a sujetarse para no caer. Sobre las carreteras, estaban los de Touma, Mikey no dudo en acelerar para alcanzarlos, una que otras veces esquivaba los balazos enviados por Izana.

La escena se veía realmente de mafiosos matandose entre ellos, Takemichi que no se daba cuánta de ello, peleaba consigo para recuperar la conciencia. Si antes pensaba que ese futuro era bueno, ahora retiraba aquel pensamiento. Lo peor de todo, es que aún no tenía las piezas suficiente del rompecabezas para saber la verdad detrás de ese futuro. Solo esperaba recuperar la conciencia rápido o estaba seguro que moriría.


Continuará....

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top