Capítulo 34

Ima

« - Mitsuya, si en algún momento Hakkai se ve metido en problemas con Taiju. Por favor, házmelo saber.

- ¿Sucedió algo?

- No, pero estoy segura que no tardará mucho en haber un conflicto. »

Suspiré agotada, la semana había sido extrema. Con la pelea que tuvimos que darle a Akashi para pedir su ayuda, dejó totalmente seco a mi cerebro. Pensar que el principal problema para recurrir por ayuda con Akashi, era Taiju. Ya me era bastante cansado. El tener que estar ahí hospitalizada por 15 días, también era cansado.

La semana había pasado desde qué Takemichi me había contado sobre sus poderes. Era asombroso que eso sucediera, tener a dos personas que viesen el futuro matemáticamente, habían muchas posibilidades de salvar a alguien. Aunque claro, también podía haber uno que otro fallo.

Cómo el mío.

No hace más de dos días que los dolores de cabeza habían dejado de presentarse. No sabía si era por qué aún no había cambios en el futuro, o por el agotamiento de mi mente. Lo que me preocupaba, era más el hecho de que comenzaba a olvidarme de los cambios que realice con Takemichi sobre los pasados. Ahora, se veían más como sueños psíquicos que como hechos reales en que había ayudado yo.

Quiero pensar que solo es agotamiento. Pero muy en el fondo, algo me decía que no era ese el problema.

- Señorita Ima, su reunión con la organización está agendada para el medido día.

Subí la mirada y mire a través del espejo a Naoya, uno de los guardespaldas que se encargaban de cuidarme. Detrás de él, había un cuerpo cubierto de sangre, tenía algunas heridas y moretones sobre su cara. En realidad no estaba muerto, solo estaba inconsciente. Me quite los guantes negros para entregárselo a otro de los guardespaldas que se acercó en cuanto miro mi acción.

- Muy bien - caminé hasta el hombre de cabellos rubios, lo tome del cabello y lo hice que me mirará a los ojos - Haitani-san, es lamentable que se vea de esta manera. ¿Que opinarian sus hijos al verlo así? Oh.. ¿Y su esposa? Pobre de ella, llorará cuando vea el cuerpo de su esposo frente a su casa.

Él me miraba molesto, yo sonreía mostrando mi único colmillo invisible. El arete con forma de espada en mi óvulo derecho, se movió en cuanto baje mi rostro.

- T-tu.. ¡¿De esta manera le pagas a tu padre?!.

Una patada golpeó su mejilla derecha. Lo mire molesta, enojada, y con odio. Podía sentir una risa desquiciada sobre mi mente, una mujer de ojos púrpura con una sonrisa malévola. Era ella, mi otra mitad, Haitani Ima. Ignore aquella imagen de la mujer del futuro, y me enfoque en mirar en hombre frente a mí.

¿Sorprendidos de llegar a un capítulo de mi vida donde le doy fin a mi "padre"?.

No sé sorprendan, era normal que Haitani llegará a esto. Hace tres días, después de que yo recibiera el apellido Kuga y de que Haitani recibiera algunas agencias. Sé la jugo al convertirse en la reina del otro lado del tablero, para traicionar a mi padre. Fue un maldito plan bien hecho, pero a su vez, fue uno estupido.

El mismo día en que Haitani había comenzado su plan, ese mismo día se me había dado la tarea de hacerme cargo yo misma de él. Claro, que hacer que tu hija de misma sangre te matará, era más que maldad pura. Realmente entendía como es que mi yo del futuro había llegado a lo que era ahora.

- ¿"Mi" padre dices? - lo mire con burla - La familia en la que nací, ha muerto para mí señor Haitani. Así que no trate de titularse así, cuando no es ni la mitad de eso.

Escuché como chasqueo la lengua. Mi sonrisa se hizo más larga, pero se borró en el momento en que ese hombre escupió saliva sobre mi mejilla. Miré y sentí la saliva caer, lo siguiente que pasó, fue que dos guardias tomaron a Haitani de los brazos y lo arrodillaron frente a mi, mientras me limpiaba la saliva de mi mejilla con una servilleta blanca.

Miré a Tachio con una mirada oscura, llena de frialdad y sin la señal de algún sentimiento cálido en mis ojos. El amor que una vez había sentido por mi padre, se había esfumado desde aquel momento en que me entrego para convertirme en una máquina anti-pandillas. Tome el arma que se me dió, apunte la cabeza de Haitani, y sonreí.

- Tienes dos opciones, huir o que te mate ¿Cuál quieres?.

El rubio no dió ninguna respuesta en cambio comenzó a forjar para liberarse de los guardias. Secretamente les dí una orden a ambos lo cuál entendieron y sus agarre se aflojaron. Sonreí cuando mire como el hombre con el que compartía sangre corría lejos de nosotros. Cerré uno de mis ojos y apunté, y dispare al mismo instante en qué apunté en el blanco.

Después del primero, llegaron otros más; el primero había sido en la cabeza, el segundo en el corazón y el tercero en la pierna. Observe como mi padre biológico caía boca abajo sin vida. Una vez que entregué el arma, caminé hasta aquel cuerpo sin vida.

Lo admiré con una mirada vacía, su rostro pálido estaba lleno de ojeras, los huesos de sus mejillas se hacían notar. Lamentaba el tener que matarlo por Ran y Rindo, era su padre. Sabía muy bien que esos dos no tomarían venganza en nuestra contra, no por Tachio. En el caso de que la asesinada fuera su madre, entonces sabía que si tomarían un sin fin de personas para lograr matar a los Kuga.

- Descansa en paz, Padre - Baje sus párpados con mi mano derecha. Mire a dos de los guardias parados frente a mí - Informen a su familia para que vengan por él.

Con esa orden, abandoné aquella habitación vieja y descuidada para ir a la próxima reunión que tendría con Asura. Mire mis manos ensangrentadas, las cuáles limpie con la servilleta blanca y luego la termine quemando.

- Encargense de quemar está casa. Todo recuerdo de ella debe ser borrado - ordene mirando por última vez la primera casa donde una vez viví en un barrio de Ikebukuro.

- Como ordene.

****

Mis pasos sobre aquellos pasillos oscuros y elegantes, eran ruidosos a causa de mis tacones. Detrás de mí, habían dos guardias siguiéndome, frente a mi, el pasillo lucía vacío. Al fondo, había una puerta, una puerta color blanca con una cerradura de códigos.

Al pararme frente a la puerta, puse el código para que la puerta se abriera. El sonido de la cerradura siendo abierta se escuchó en el fondo, poco después, la voz de una inteligencia artificial sonó:

- Contraseña.

- Jodete.

La risa de la persona sonó, en realidad no era una IA. Se trataba de Sota, uno de los administradores de Asura. La puerta se abrió a los dos segundos después, frente a mi apareció un chico de cabellos azules con una sonrisa traviesa. Vestía un traje de tipo militar color negro, y sobre sus hombros, llevaba un saco sujetado con una cadena.

¿Mencioné que cada administrador vestía conforme a su especialidad? Bueno, Sota era un militar de Japón.

- Bienvenida presidenta - Saludaron los nueve administradores restantes.

- Tomen asiento - ordene levantando la mano - La reunión de este día, es para discutir sobre la persona que vigilará a Tokyo Manji Gang.

" Cómo muchos saben, está pandilla comenzó a ser reconocida no hace más de dos años cuando derrotaron a Black Dragons. Si bien, el motivo por el cuál se les vigilarán, es para asegurarnos que Kisaki Tetta no haga algo en contra de la pandilla. Y así mismo, que el capitán de Tokyo Manji no tome la decisión de darle más posesión a Kisaki "

Miré a las nueve personas, todos leían los documentos que estaban frente a ellos. Observe mi lado derecho donde se encontraba Bishamon, mi hermano subió su mirada hasta la mía.

- ¿Por qué mejor no lo matamos?.

Observe a la persona dueña de aquella voz gruesa y fría. Miyamoto Seshu, era conocido por sus asesinatos sanguinarios. Suspiré con paciencia, también estaba de acuerdo en que sería mejor matar a Kisaki, pero matarlo tan pronto, no era seguro.

- Seshu ¿Estarías dispuesto a qué Tokyo Manji estuviera sobre nosotros? - Pregunté mirándolo.

- Por supuesto, siempre los puedo matar para que no estorben- Sonrió con arrogancia, mis cejas se fruncieron al instante.

A mí lado derecho, se escuchó cómo una de las sillas de escritorio se arrastró. Observe a mi hermano quién tenía las piernas cruzadas al igual que sus brazos.

- Tu idea no está mal, Seshu. Sin embargo, es una tontería matar a inocentes, sabes bien que eso no hacemos - dijo.

- Es correcto. Además si queremos matar a Kisaki Tetta, debe ser cuando no formé parte de ninguna pandilla - Hablo Baroon, otro de los administradores a quien se le conocía por ser bueno en estrategias.

- Sigo pensado que sería bueno reclutarlo - aquel fue Ryota, quién es conocido por ser bueno en negociar.

- No, si eso se hace. Asura terminará siendo una organización asquerosa, de ninguna manera - Sirion golpeó la mesa al levantarse. Sirion Gaen, bueno organizando peleas.

- En realidad, Ima tiene pensado en reclutar a Hanma Shuji una vez muerto su héroe. ¿Verdad, Ima? - Pregunto Sota.

- Sí.

- ¿Y que haremos con Tenjiku? Esa pandilla comienza a dar problemas - Menciono nuestro mejor hacker, Asahi.

- Habrá que darles una lección - comento Bisha, asentí estando de acuerdo.

- Entonces me encargaré yo - Todos miramos a Eishi - Me gustaría darle una lección a los Haitani, y a ese Izana Kurokawa.

- ¿Quéue hay de Black Dragons? - Mire a Byaku con una mirada sería, la cuál me la correspondió con una fría. BD era a quienes menos quería hacer daño ahora - Taiju Shiba.

- Ahora que lo mencionas, esa pandilla también necesita de una lección - Murmuró Sota - Pero no podemos hacerles nada si la presidenta no da órdenes.

Sota me miro, era uno de los tantos qué entendía mi cariño por ellos. Aunque la mayoría sabía sobre mi anteriores puestos en Black Dragons, solo él comprendía mis sentimientos. Suspiré cansada, Tenjiku y Black Dragons comenzaban a ser un problema.

- El 22 de Febrero del año que viene, pelearé con Tenjiku - Mencioné, las miradas de asombro de algunos fueron en mi dirección - Y sobre Black Dragons, me encargaré de ellos junto con Takemichi Hanagaki.

- Espera, espera. Todo eso es mucha información para procesar - Hablo Seshu, lo miré atenta - ¿Planeas pelear sola con Tenjiku?

- Sí, habrá un plan en proceso durante ese tiempo.

- ¿Que plan?.

- La muerte de Kisaki Tetta - menciono mi hermano, a lo que asentí.

- Quiero muerto a Kisaki Tetta antes del 22 de Febrero. Incluso si es posible, no quiero que llegue con vida para el próximo año - dije.

- ¿Y Black Dragons? - lleve mi mirada a Byaku. Suspiré cerrado los ojos, me levanté de mi asiento y le entregué unos documentos.

- Como saben, Black Dragons fue la pandilla que lídere y abandoné. Esa pandilla no debe ser tocada por ningún bastardo, ni siquiera por aquellos que fueron parte de ella - los miré a todos desde el otro extremo de la larga mesa - Está es mi orden: Todo aquel que trate de tomar posesión sobre Black Dragons, deberá morir. Me da igual quien los mate, pero deben morir. Taiju Shiba, Inui Seishu, Kokonoi Hajime, Hakkai Shiba y su hermana mayor. Todos ellos no deben ser tocados, o yo misma me encargaré de hacer sufrir al que los toque.

Todos asintieron conforme a como dí la orden. El presentimiento de que se avecinaba una guerra, no dejaba de sentirla, y por ende, no permitirá que nadie se metiera ahí.

- Muy bien. Asahi, manten bajo vigilancia a Tenjiku durante 5 días. Nos veremos a reunir en el sexto día para tomar la decisión sobre ellos - El pelinegro asintió.

- Ima - giré mi rostro para mirar a Bisha, él se acercó a mi con pasos decididos - ¿Que harás con los hermanos Haitani? - Preguntó.

Abrí suavemente mis ojos con asombro, la verdad es que no había pensado que hacer con Ran y Rindo, sabía que no se meterían por la muerte de su padre. Pero el meterse con Tenjiku a quien le tenían mucha fe, era distinto. Lleve mis cabellos hacia atrás, sonreí suavemente.

- Matenlos de ser necesario.

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