Capítulo 23
- El día de mañana comenzará la batalla con Valhalla. Lo único que deseo es traer a Baji de nuevo - Habló alto para que sus subordinados lo escuchasen - Por otra parte, me gustaría darle la bienvenida al nuevo integrante de Touma, Takemichi Hanagaki.
- ¡Pase al frente Takemichi Hanagaki!
Mire al rubio subir los escalones hasta pocisionarse frente al rubio ceniza.
- Takemicchi, ahora eres parte de Touma y de la primera unidad.
- ¡Hai!
El rubio de ojos azules grito sin quitar aquella mirada sería, pero que en el fondo, demostraba la sorpresa en él. Mi intuición me había llevado acertar lo que iba a suceder, era algo que en el pasado debió pasar y por lo tanto, íbamos bien.
- Otra cosa, está batalla será administrada por uno de los hermanos Haitani, Haitani Ima.
Sentí como la mirada de Kisaki picaba en mi espalda. Algunas otras miradas llegaron a mi persona, yo estaba alejada a unos pasado de toda la bola de Touma.
- ¡Pase al frente Ima Haitani!
Subí la mirada hasta los capitanes, uno de los rubios me miraba. Lleve mis ojos hasta los de Takemichi, curve suavemente mis labios.
- Di lo que quieras, Ima - habló Mikey sobre mi oído, asentí levemente. Pronto, mi semblante se hizo serio.
- ¡Es un honor para mí administrar la pelea entre Tokyo Manji y Valhalla! - grité levemente para que todos me escucharán - ¡Las reglas en esta batalla no existen, por lo tanto son libres de luchar como gusten. Si alguien muere en la batalla, morirá, quien desee culpalse, adelante que será libre! ¡Es decisión de ustedes cómo van a decidir pelear! - estire mis manos hacia los lados, una sonrisa de oreja a oreja se asomo en mis labios - ¡Bienvenidos a mi infierno basuras!
Suspiré avengonzada, aquello último que había dicho, habia sido exagerado. Solté el aire cansada, sentí como el calor del sol choco contra la piel expuesta de mi cara.
- ¿Sucede algo, enana?.
Ran me miro curioso, había una pequeña sonrisa sobre sus labios. A su lado estaba Rindo, él tenía el ceño levemente fruncido, mientras miraba al frente atento a cada persona sobre aquella área llena de autos quemados y sin partes necesarias para reciclar, solo eran un montón de chatarra.
- La verdad es que no, estoy bien.
Ligeramente sonreí a mi hermano. Ran asintió sonriendo, su mirada pronto regreso al frente.
- Hermana ¿Por qué aceptaste administrar la batalla? - Pregunto Rin sin mirarme, mantenía su barbilla apoyada en la palma de su mano.
Lo mire con cierta curiosidad, y extrañesa. Ran lo miro de la misma manera que yo, aunque no sabía si era por la misma pregunta mental que me hacía, o por otra cosa. "Hermana" Era raro que el me llamara así, siendo que aveces ignoraba mi existencia.
- Tengo un amigo al que admiro, y es mi luz. Lo hago por él, por qué es importante para mí - sincerie.
Ran y Rin me miraron a los ojos, curiosos. Reí, claro que lo estarían si su pequeña hermana diría algo así. Lo cual era cierto, Takemichi es mi luz, pero al mismo tiempo, no lo es, por qué el no era mi luz completa. Además que esa luz que el hacia resplandecer a Touma, era para ellos, por qué Gaki se convertiría en su pilar a seguir.
- ¿Quién es? ¿Lo conocemos? - Rindo pregunto a lo que negué a sus preguntas curiosas.
- No es el tipo de persona que ustedes aceptarían como su luz...creo. Pero Hanagaki Takemichi, es una persona que es un Héroe sin fuerza - sonreí de ligeramente - Así que cuando escuchen ese nombre, proteganlo el día que yo no esté.
No vamos, sonaba exagerado cada palabra que decía. No creo que esos locos que tengo de hermanos fueran a defender a Take Take. Es más, dudaba que así fuera. Los dos hermanos míos miraron al frente.
- Si tanto te importa como dices, lo protegeremos - Exclamó Rindo. Mis ojos se abrieron con asombro.
No hablaba enserio o ¿Sí?
- ¿Me estás bromeando, Rindo? - Pregunté seriamente.
Ran río levemente, su cuerpo se inclino hacia adelante - debido a que estaba sentado sobre un auto - para mirarme.
- Rindo no bromea. Protegeremos a ese Takemichi si tanto lo quieres - afirmó. Sentí como mi corazón se llenó de calidez en ese momento.
- ¿Incluso si yo muriera seguirían protegiéndolo? - Pregunté. Ambos me miraron con el ceño fruncido, bueno no es como si dijera eso enserio, pero me era importante saberlo.
- Bueno, sí. No dudaremos en proteger a ese Takemichi, no importa en qué circustancia este, lo haremos.
Asentí confirme aquella afirmación por parte de mis hermanos mayores, si ellos decían que sería así, entonces iba a confiar en ellos.
Lleve mi mirada al frente cuando mire a más personas llegar, algunas de ellas llamaron mi atención, dos rubios aunque uno traía el pelo desordenado y el otro lo tenía rapado de adelante. Abrí la boca con una forma de O al darme cuenta que el segundo rubio era un recuperado Matsuno Chifuyu, y Takemichi estaba a su lado.
Pude notar como Chifuyu le hablaba un par de cosas a Take, hasta que ellos giraron hasta nosotros. Mis hermanos no se dieron cuenta cuando Takemichi los había visto, hasta que yo sonreí cuando esté me miro.
- ¿Él es Takemichi?.
Yo asentí. Ran bajo del auto en cuanto afirme su pregunta, lo mire curiosa, hasta que mis llamadas de alerta llamaron a mi mente. Rindo bajo también, se colocó a un lado de el, ambos caminaron hasta los rubios. Los presentes nos miraron curioso, algunos pensaban que harían un lío, pero ni yo estaba segura a que irían. Por las dudas, mantuve la guardia.
Chifuyu frunció el seño cuando Ran y Rindo se les acercaron. Cómo era costumbre, Ran tenía una leve sonrisa, y Rindo su seriedad.
- ¿Eres Takemichi Hanagaki? - Pregunto Ran. Asustado, el mencionado asintió con algo de nerviosismo. Quise reír cuando trato de mirarme, pero la intimidante altura de Ran no lo dejaba. Ran sonrió hacia el rubio, no fue una sonrisa de aquellas amenazantes, si no una amable extrañamente amable.
- Está mocosa nos dijo que eras importante para ella. Que eras su luz, y muchas cursilerías más - Exclamó Rindo, él se acercó al rubio para abrazarlo por los hombros. Gaki sudaba por los nervios - Soy Rindo, Rindo Haitani.
- Yo soy, Haitani Ran. El mayor de estos dos - nos apunto Ran con una sonrisa burlesca.
- Y-yo soy Takemichi Hanagaki... - tosí ligeramente cuando la risa quería salir, el rubio me miro con el ceño fruncido - Ima-chan me ha hablado de ustedes - Murmuró bajito, aunque si lo escuchamos.
- Sí, sabemos eso. Ella apenas nos habló de ti, pero aún así, estaremos para cuidarte la espalda Gaki.
Mire a Takemichi. Sus sorpresa se veía desde lejos, aunque lo entendía, yo jamás espere que mis hermanos harían tal cosa como presentarse y así.
Tengo hermanos raros, demasiados raros.
- Por lo que veo, eres de Touma - Murmuró Ran mirando su uniforme, un escalofrío paso por mi espalda. Habia olvidado ese detalle, no les había dicho.
Mire a Ran y Rindo, ellos tenían una mirada sería, parecían pensativos. Takemichi se vio nervioso, y yo también, compartía el nerviosismo con el, me sentía como dos gatitos bajo el peligro temblando.
- Touma es nuestro enemigo, sin embargo al ser tú amigo de nuestra hermana, Roppongi tiene las puertas abiertas para ti, y para ti también - dijo Ran mirando a ambos rubios.
Que generosos.
- Sí, si necesitan manos extras para alguna batalla, ahí estaremos.
Muy generosos.
- ¿Es como una pequeña alianza? - Mire a Chifuyu. También me estaba preguntando eso mismo, si era una alianza, quizás.. solo quizás estaría fácil el futuro de aquí en adelante. Si era así, nada grave podría pasar ¿Verdad?
- Lo es. Prometimos proteger a Takemichi, así que demuestranos tu fortaleza Take Take. - sonrió Ran.
- ¡Sí, muchas gracias! - gritó el rubio luego de inclinarse levemente como agradecimiento. Ran y Rindo se sonrieron, los mire tratando de buscar algún truco bajo aquellos brillos en sus ojos, pero no, solo había sinceridad.
Al poco tiempo, mis hermanos regresaron a sus lugares. Mire a cada pandilla que había llegado, entre ellos, una que lideraban Hokkaido. Poco después, a la afueras del lugar se escucharon algunas motocicletas, aquellas pertenecían a Touma. Eran los únicos que hasta el momento y en la actualidad, hacían sus entradas con aquellos sonidos.
Cerré los ojos, suspiré con pesadez y mire el cielo. Solo esperaba que todo saliera bien.
***
Takemichi
Sentí mis párpados pesados, intenté abrirlos, pero eran pesados. Lo intente una vez más, hasta que está vez, logré hacerlo. Frente a mí, había paredes colores blancas, a un lado una cortina lisa del mismo color, y yo, yo estaba en una camilla. Tarde unos segundos en darme cuenta de que estaba en el hospital. Todo el cuerpo me dolía, lleve mi mano a mi cabeza al sentirla apretada, está tenía una venda.
Los recuerdos del día de mi reunión con Valhalla regresaron a mi de golpe, un fuerte dolor se instaló en mi mente. Pensé que quizás había sido todo un sueño, pero ver todas estas vendas, me lo decían todo. No sabía cuánto tiempo había estado ahí, pero sentia un poco más de energías en mi cuerpo, así como fuerza.
- ¡Takemichi! - sentí unos fuertes brazos rodearme, podía sentir como algunos huesos tronaron cuando aquella persona me estrujó en sus brazos. Baje la mirada hasta mirar una cabellera de color rosa pálido, era Hina.
- H-hola Hina-cchan - tartamudee debido a la dificultad y a la falta de aire.
Ella levantó la mirada, pude notar en aquellos ojos rosa, algún par de lagrimar caer sobre sus ojos. Sonreí cálidamente, limpie sus ojos con mis dedos pulgares.
- Estoy bien, Hina-chan. No tienes que asustarte - Cerré mis ojos como media luna, no me gustaba preocupar a Hina, además que no quería que ella fuera la que se sintiera mal por sobre las cosas que yo hacía. Quería hacerla feliz, por eso había regresado, debía hacerla feliz.
- Takemichi, no vuelvas hacer alguna cosa así. Realmente me asusté cuando Ima-chan me dijo de tu situación, pensé que moririas.
Reí nerviosamente mientras rascaba mi nuca. Las cejas de Hina estaban levemente fruncidas, me parecía bastante tierno aquel gesto.
- No puedo prometertelo, pero haré lo que pueda para evitar llegar al hospital.
La mirada que Hina me dedico en ese momento, no parecía muy convencida, y eso, podía entenderlo. A decir verdad, era la primera vez que caí en el hospital por haber sido golpeado. Siempre llegaba a casa golpeado, aveces sangrado, pero nunca nada grave. Todas las heridas podía tratarlas con un botiquín de primeros auxilios.
Mi madre, ella me regañaba. Pero entendía en parte por qué yo era así, y mi vida de infancia tampoco había sido la mejor. Mi madre era madre soltera, y ella hacia lo que podía con mi educación. No la culpaba, de hecho, ahora le agradecía todo lo que había hecho por mi.
Desde niño, yo siempre había crecido con una sonrisa fingida, en este pasado, sabía que yo era frío y era malo, casi como Kisaki - pero no exageradamente -. No era un héroe, tampoco me consideraba uno, y no quería que nadie me viera como tal. No lo quería por qué, era débil y siempre pensaba que los héroes eran fuertes.
- Takemichi-kun.
La voz de Hina me hizo regresar al presente. Me miraba curiosa, y un tanto preocupada. Acerque mis labios hacia su frente, y deposite un pequeño beso sobre ella. Hina me miro sorprendida, yo seguí sonriendo como si fuera lo más normal del mundo, hasta que realmente me di cuenta de ello y ambos nos sonrojamos.
- Y-yo.. perdón.. no.. digo - comencé a balbucear nerviosamente. Hina tenía sus mejillas teñidas en un leve color rosado.
Ambos bajamos la cabeza, ella no dijo nada, y yo, tampoco lo hice. Había hecho que casi nunca había hecho, siempre era Hina quien hacia las iniciativas, y yo.. que vergüenza.
- Oh, ya despertaste.
Mi mirada subió rápidamente, sentía el calor sobre mis mejillas. Mire a Hina durante unos segundos, ella parecía mejor que yo, sus mejillas habían dejado de estar sonrojadas, solo notaba la vergüenza y nervios en su cuerpo. Ima nos miro a ambos con curiosidad, la ví suspirar cuando cerró sus ojos. Sobre mis piernas, dejo una bolsa de regalo que con extrañeza mire.
- Mikey te lo envía. Me dijo que fueras a la próxima reunión - dijo, aclarando mis dudas.
Asentí aún nervioso por lo que había sucedido hace un par de minutos. Ima volvió a mirar a Hina, su mirada fue sería. Soltó su aire que contenía en ella, tocó su hombro, y dejo en sus manos, una bolsa de plástico.
- Tachibana-san me dijo que no habías comido nada durante el tiempo que estuviste aquí. Es comida para ti, y Takemichi. - Murmuró, luego me miro por un par de segundos como si buscará algo - El resto te dejo a ti - dijo.
Me le quedé mirando confuso, mis cejas en ese momento se habían fruncido. Ella había salido de la habitación luego de dejarle la bolsa a Hina y decirme aquello. Mi mente vagó en mis memorias con la meta de lograr buscar una respuesta aquellas palabras. Hasta que llegue a mi respuesta. Abrí la palma de mi mano - la cuál estuvo cerrada todo el tiempo sin darme cuenta - en ella, había un amuleto, y dentro de él, había una fotografía. Curioso la mire, era una fotografía de los fundadores de Touma. Pude darme cuenta rápidamente de quienes se trataban, en medio estába Mikey, a su derecha estaba Pachin, en la derecha Draken, y había tres personas más paradas, Baji, Mitsuya, y Kazutora.
- ¿Los conoces? - Pregunto Hina a mi lado.
- Son amigos de Mikey-kun, fundadores de Touma. - conteste con una pequeña sonrisa.
Di vuelta a la fotografía, había un par de palabras gravadas en ella: " Seremos la mejor pandilla de Tokyo". Desconocía la letra, pero algo en mi interior me decía que aquel amuleto y aquella fotografía, eran de Baji. Mi ceño se frunció levemente, necesitaba Información, una información que solo podía obtener en un solo lugar.
- Hina-chan ¿Crees que Naoto pudiera venir?
- ¿Sucede algo? - Pregunto curiosa, a lo que negué levemente.
- Me gustaría pedirle un favor.
Hina asintió, luego la vi tomar su celular y caminar un poco lejos de la cama para marcarle a su familia. Baje la mirada hasta la fotografía, si podía obtener información respecto a lo sucedido, entonces habrá alguna manera de salvarlo. Si Ima del futuro sabía más sobre ese tema, y Naoto pudiera obtener alguna información extra, lo iba poder lograr.
Eso espero.
- Dijo que venía en unos minutos - Le sonreí como agradecimiento.
Debía lograr salvar a Baji, costara lo que costara.
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