Capítulo 14
¡Taz!
Sonó el golpeteo de una pequeña piedra contra la ventana de de la habitación. El ceño de la chica se frunció, pujo con quejidos al moverse sobre su comoda cama. Otro "Taz" sono contra la ventana de su habitación. Abrió los ojos de golpe, bozteso abriendo su boca como un león hambriento, camino hasta la ventana con una postura curvada y brazos colgando. Abrió la ventana con sus ojos soñolientos, ni siquiera se molestó en mirar quien era la molestia que la había despertado, no hasta qué, una piedra golpeó su frente.
— Ups.
La persona afuera tuvo que aguantar la risa cuando se dio cuenta de su inoportuno lanzamiento. La chica lo miro molesta, levantó su dedo de en medio.
— Mételo por dónde te quepa, jodido bastardo.
Exclamó.
La persona abajo aspiro su cigarrillo y dejo el ir el humo de su boca, miro a la chica con indiferencia como si aquellas palabras no las hubiera escuchado, aunque lo hizo, solo que prefirió ignorarlas.
— Baja ya, tenemos cosas que hacer.
Ima lo miro confusa ¿Cosas que hacer?. Fue entonces que los recuerdos de su despedida de ayer, llegó a ella rápidamente. Abrió su boca para decir algo, inmediatamente la cerro cuando se dio cuenta del lugar en el que estaban, y especialmente de dónde estába parado ese chico justo en ese momento.
Su frente sudo, como pudo olvidar algo tan importante. Su casa era el lugar más peligroso que podía encontrarse en el mundo, no solo por sus hermanos, si no, por su padre y Kuga; ese mafioso en especial que solía ir seguido a su hogar.
Agitó su mano en señal de que se alejara/fuera de dónde estaba.
— Ve por Senju, en unos 20 minutos te alcanzo.
El azabache frunció el ceño, tomo su cigarrillo con sus dedos índice y pulgar, la miro desinteresado. Ha decir verdad, él de que se podía sorprender si ella era una mujer, y las mujeres aveces eran molestas con sus "Debo verme bien y bonita" que ridículo.
— Está bien, pero no tardes que no tengo todo el día, mocosa.
Ima arrugó la nariz molesta, no le gustaba su cariñoso apodo.
— Si, como digas viejo.
Y bueno, digamos que a él tampoco le gustaba el apodo que ella amorosamente le puso.
Ima miro como el azabache camino un par de pasos por la calles de su casa para desaparecer al doblar la esquina. Suspiro, miro hacia abajo en busca de algún chismoso del que ella debería preocuparse, al no encontrar nada cerro las cortinas de su ventana y giro sobre sus talones para caminar en dirección a su baño.
No pudo evitar pensar en lo tonta que fue al decirle al azabache donde vivía, muy confianzuda había sido. Aunque no era realmente el problema que el mayor fuera, si no por el tipo de familia que tenía.
Entro en el baño, saco todas sus ropas, excepto las interiores. Se miro al espejo de cuerpo completo. Pudo notar que su cuerpo comenzaba a tomar forma, su adbomen se notaba un poco más trabajado debido a los ejercicios, al igual que su brazos, y algunas venas de hecho se comenzaban a notar en sus manos, y sus dedos, estaban un poco más largos casi como los de un pianista. Su cabello que naturalmente era castaño, se hizo más largo, si antes lo tenía a mitad de su espalda, ahora llegaba por unos centímetros a su cintura.
Abrió uno de los cajones del mueble del baño, saco una pinturas para teñir el cabello de colores blancos y rosado. Tomo unas tijeras del mismo mueble, peino su cabello, luego lo partió de forma que le quedarán algunos cabellos para realizarse un fleco. Partió aquel mechón en tres partes y comenzó a cortar. Terminando, tomo el descolorante de cabello, sin dudarlo descoloro todo su cabello a un blanco brillante. Colocó algunos papeles de aluminio para dejarlos por unos minutos a qué se descoloraran.
Por fin, se dispuso a lavar su cuerpo ya desnudo. Cuando pasaron 15 minutos, lavo su cabello ya blanco, tuvo que usar algunos shampoo para cuidar su cabello si no quería que se maltratara. Se seco, al rededor de su cuerpo puso una toalla y otra en su cabello. Fue a su ropero a buscar un par de ropas para colocarse; termino por elegir una camisa larga color blanca, unos pantalones que tenían un pequeño elástico sobre el comienzo de los pies, y un par de tenis negros con blanco. Sujeto su cabello en una larga coleta que fuera cómoda y no apretada, uso una gorra para sostenerla.
No es que ella fuera de usar cosas a la moda, solo que tenía esa costumbre de sus hermanos cuando se trataba de cambiar los looks, lo normal en ellos.
Agarro su celular, miro la hora y sin despreocupación alguna, camino fuera de su habitación para bajar las escaleras y salir de casa.
8:30 a.m, iba 10 minutos tardes.
* * * *
— Mocosa, llegas tarde — se quejo el azabache, el niño de cabellos albinos que se encontraba haciendo algunos ejercicios, se levantó para correr y abrazar a la "mocosa".
— Perdón, tuve que bañarme o iba a oler a mi cola — Respondió directa. Sus brazos encerraron al pequeño niño en ellos, ambos se abrazaron con cariño.
El azabache arrugó la nariz, esa maldita mocosa era muy detallista aveces en sus palabras.
— Lo que sea. Senju ha estado practicando algunos ejercicios básicos.
Ima miro al niño que la miro cuando se separó del abrazo, beso su frente cariñosamente:— Bueno, eres tú quien dijo que lo enseñaría a sobrevivir, así que solo espero que no le enseñes malas cosas a Sen.
Akashi rodo los ojos, apenas comenzaba a convivir con esa chica y ya podía notar lo distinta que era con Shinichiro, principalmente el que el capitán era más amable que la chica, aunque solo cuando no estaba con su humor de perro, por qué cuando lo estaba, era peor que una mujer en sus días de tabú, se entiende la referencia ¿no?
Pero había que admitir que ambos tenían ese problema de meterse en peleas donde nos les llamaban. Quizás se llevarían bien si en algún momento se conocieran.
— Con que aquí estabas, Akashi.
Aunque ese momento no era ahora.
La chica giro su cuerpo para mirar al otro azabache que había llegado, aquel tipo lucía despeocupado, su cabello estaba peinado de forma extraña. Desde su punto de vista, era un chico idiota.
Shinichiro Sano llevo su mirada a la de ojos púrpura, luego la bajo hasta el pequeño a su lado, esté lo miraba con una mirada profunda y sin hacer siquiera alguna reacción a su presencia. Miro al fumador con una sonrisa suave.
— Cuando dijiste que no ibas ir a la reunión de hoy, pensé que era por algún problema familiar con tus padres. Pero no esperaba que fuera por tu esposa e hijo.
Sonrió, aunque en realidad había sonado burlón en cada palabra dicha, y el azabache más alto había notado aquel detalle. Obviamente no era que Shinichiro creyera que eran su hijo y novia, si no, que le gustaba molestarlo.
Akashi mordió suavemente su cigarrillo, y luego sonrió.
— Tengo una hermosa familia ¿No crees Shinichiro?
El capitán sonrió asintiendo a las palabras del más alto, ambos se abrazaron por los hombros dándole la espalda a los menores y rieron como buenos amigos. Ima arrugó la nariz molesta, camino hasta el más alto y golpeó su trasero con la suela de su zapatos.
Senju miro la escena con ojos desconcertados.
— Cállate viejo.
El más alto solo soltó una carcajada, Shinichiro los miro con una sonrisa, la chica le dio continuas patadas al fumador para que callara sus risas.
— ¿Y bien? ¿De que trata todo esto? — Pregunto el capitán refiriéndose a la pequeña reunión que tenían ellos tres
— Le enseño a Senju como sobrevivir.
Respondió el fumador más alto. Sano ladeó la cabeza sus ojos mostraron curiosidad y a su vez, confusión.
— ¿A sobrevivir o a pelear? — nuevamente pregunto, Akashi alzó los hombros
— Es lo mismo.
Chica rodó los ojos.
Ese idiota era todo un idiota.
Senju camino hasta el lado de la única chica, tomo su mano izquierda, luego estiró la izquierda suya en dirección al azabache de baja estatura. Shinichiro miro curioso la mano del menor.
— Soy Senju Kawaragi, mucho gusto...
El niño ladeó la cabeza de manera en la que esperaba que el chico dijera su nombre. Sano tomo su mano, sonrió con ojos de media luna y con tono calido dijo:
— Sano Shinichiro, el gusto es mío Senju.
La ahora de cabellos blancos y el fumador, los miraron con curiosidad, le imagen de ambos saludandose era un poco extraña, tenía el aura de "rivalidad". Ima tomo su barbilla con los sus dedos pulgar y índice de la mano derecha.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top