Bōifurendo ; 51

Conociendo a los padres. Parte 3/4.

Bakugou Masaru y Bakugou Mitsuki.

[♡♡♡♡]

— Estoy molido — bufó Midoriya tirándose a la cama después de desempacar sus cosas

— Tengo mierda de vaca hasta en las orejas — maldijo después de salir del baño, no había soportado tanto tiempo con la suciedad pegada a su cuerpo — Maldito pelo pincho, si nos hubiera avisado lo que haríamos me hubiera preparado mejor, joder

Renegaba el rubio frente al espejo colocando un poco de crema para bajar el ardor y enrojecimiento de su cara, consecuencia de estar tan expuesto al sol sin bloqueador solar. Pero rechazó el tonto sombrero de paja que sus suegras le ofrecían.

— Aunque fue una sorpresa, yo me la pasé bien allá, ayudando con las cosechas y los rebaños, nunca antes había estado en el campo — suspiró — ¿Crees que volvamos a ir?

— Si es así me iré más preparado — se recostó al lado de su novio tomando la manta en los pies de la cama para arroparse junto a él

— No seas tan duro con Ei

— Solo me tomó por sorpresa tener que ordeñar las vacas

— Admite que fue divertido, ¿No reíste siquiera un poco cuando Shoto se bañó de leche por jalar mal la ubre?

— Si, fue gracioso — mientras revisaba su celular una notificación le llegó, algo que le hizo fruncir el ceño

— ¿Qué pasa?

— Es mi madre, quiere que vaya a casa este fin, hay una noticia importante que dar

Ahora sabía por qué la expresión de su novio, si Mitsuki-san lo citaba a su casa un fin de semana era porque tenía algo entre manos, una razón para discutir con su hijo quizá; aún más raro, que tenga una "noticia" que dar.

Entre tanto pensar de qué se podría tratar esa noticia, una idea se instaló en Izuku.

— Podrías tomar la oportunidad — dijo sonriendo en grande

— ¿Para qué?

— Para decirle de nosotros, de los cuatro

— Olvídalo — descartó de inmediato la idea, levantándose de la cama y destruyendo la calmada atmosfera en la que se encontraban

Observó como las manos de Bakugou empezaban a sudar, como sus pupilas rodaban como locas en sus cuencas, y el constante movimiento de su garganta al pasar saliva.

Aunque el rubio no lo quisiera admitir, su madre, Bakugou Mitsuki, le causaba un pavor indescriptible. Y a pesar de que llamara por "viejos" a sus padres, les tenía un gran respeto; y su opinión vaya que le importaba muchísimo.

— Esta bien si no te sientes listo, no quiero que te sientas presionado

— Yo hago las cosas porque quiero, no porque me sienta presionado, tonto Deku — apartó la cara del peli verde de un empujón, haciéndolo reír — Aunque me agradaría que fueran los tres, para que me ayuden a digerir lo que sea que me tenga que decir la vieja bruja

— Oye, más respeto para mi suegra

— Solo la defiendes porque es un amor de persona contigo, mientras yo aguanto su mierda

— Es tu madre — regañó por la forma en que se estaba expresando de la mujer

— Lo sé, es solo que — suspiró con frustración, tomando de sus cabellos y jalándolos un poco — Tenemos el mismo carácter, y solemos chocar mucho por eso, no sé qué haría si mi papá no estuviera

— Tranquilo, estaremos ahí para apoyarte en cualquier cosa que pase

— Gracias bebé — besó los pomposos labios de Izuku, para volver a su celular dejando a una muy sonrojada pelusita

[♡]

Escuchar que la señora Mitsuki los había invitado a comer ese fin de semana traumatizó tanto a Eijiro como a Shoto, llegando a pasar toda la semana buscando un conjunto decente digno de tener en presencia de una diseñadora de moda. Llevándolos a optar por un estilo formal; sintiéndose los idiotas más grandes del mundo al ver como Midoriya iba vestido de manera casual y escuchar las risas de Bakugou de fondo.

— Vamos a la casa de mis viejos, no a conocer a la maldita reina de Inglaterra

— Entramos en pánico ¿Ok? — se justificó Todoroki quitándose el saco para salir a su habitación

— Iré a cambiarme — dijo imitando la acción del bicolor

— Se ven tan ardientes en esos trajes — Izuku mordía su labio inferior viendo por donde habían salido sus novios

Ya con un atuendo más casual, unos pantalones y una camisa de botones con las mangas hasta los codos, decidieron partir hacia la residencia de los Bakugou. Una casa ostentosa de tres pisos y una fachada sencilla, pero elegante, digno de un Bakugou.

Kirishima quedó boquiabierto ante lo gigantesca que parecía la casa, demasiado grande para una familia nuclear; por el contrario, Shoto no se veía impresionado, ya estando acostumbrado a un hogar tan grande que le sea difícil toparse más de dos veces al día con la misma persona, aunque su casa no era lo más acertado a un hogar.

Antes de que Katsuki pudiera tocar el timbre la puerta fue abierta bruscamente, dejando a la vista a una mujer rubia de gran porte y extremada belleza, vistiendo un hermoso vestido negro con una correa que acentuaba sus caderas. Ahora sabían de donde Bakugou había sacado tremenda hermosura.

— Hola Katsuki — saludó con poca emoción — Y compañía

— Madre — se adentró a la casa siendo seguido por sus novios, los últimos dos con una mirada baja por el semblante inexpresivo de la mujer

— Pónganse cómodos, están en su casa — a pesar de la invitación, por alguna razón no les inspiraba la confianza necesaria para tomarle la palabra

Viendo el miedo brotando por los poros de Eijiro y Shoto, Midoriya y Bakugou decidieron sentarse junto a ellos en el más largo de los sillones, dejando a Mitsuki en el sillón individual delante a los chicos.

El silencio era tal que un mosquito era escuchado en la otra habitación; el pelirrojo no comprendía la pesada atmosfera, eran madre e hijo después de todo, ¿No se deberían estar contando que tal su semana?

— Ya dime, ¿Qué es esa noticia que querías decirme?

— Más bien eso te corresponde a ti — encaró a su hijo, mirándole con fiereza, a sabiendas que su hijo no cedería — ¿Tienes algo importante que decir, Katsuki?

Antes de que el rubio pudiera hablar una voz chillona lo interrumpió.

— ¡Izuku! Qué bueno que ya llegaron — celebró la mujer pequeña saliendo de la cocina, siendo seguida por Masaru, el padre de Katsuki

— ¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí?

— Trayendo el té — alzó la tetera de cerámica a la vez que el castaño repartía las tazas, volviendo a la cocina al notar a otras dos visitas inesperadas

— Me refiero a aquí, en la casa de los Bakugou

— Mitsuki me invitó a tomar el té — se dio cuenta de la presencia de los cuatro — ¡Eijiro, Shoto! ¿Cómo siguen mis niños? ¿O debería decir "yernos"? — soltó una risotada, a lo que los dos Bakugou endurecieron la cara — Míralos Mitsuki, ¿No son adorables?

— Si, adorables, dime hijo, ¿Se supone que yo también tome a esos dos como yernos? ¿O me estoy perdiendo de algo?

La respiración de Katsuki fue en aumento, no como las veces que le daba un ataque de ira, más bien sentía pánico, una opresión en su pecho y cabeza, el estómago le daba vueltas y quería vomitar su desayuno de esa mañana. Salió corriendo del salón antes de siquiera dar explicaciones, dejando a todos, menos a Mitsuki, impactados por su comportamiento.

Se había encerrado en su habitación, hecho bolita en la pequeña cama con las rodillas en su cara y abrazando a un peluche de All Migth que había encontrado por ahí. Unos toques a su puerta lo alertaron, y a pesar de su respuesta negativa, la persona no se contuvo a entrar.

— Hijo mío — se echó a llorar, le reconfortaba tanto que la voz de su padre hiciera eco en la habitación, abrazando con fuerza su cuerpo cuando se sentó a su lado — ¿Es cierto que los dos chicos son tus nuevos novios?

— ¿Te parece raro?

— Un poco, sí — admitió rascando su mejilla, no queriendo lastimar a su hijo — Pero tal vez con el tiempo pueda comprender su tipo de relación, solo no quiero que te sientas rechazado por nosotros

— Creo que la bruja ya dejó muy en claro que no acepta la relación

— Oh no, nada de eso, ella te ama más que cualquier cosa en el mundo, y sabes que te apoyará en cualquier decisión que tomes, después de todo, es tu mamá

— ¿Y entonces por qué siempre se tiene que comportar como una vieja bruja?

— Es muy dura contigo, yo lo sé, pero solo lo hace porque te quiere ver en la cima, tal y como siempre haz soñado — limpió las lágrimas que el rubio había derramado — Y quiere impulsarte solo como ella sabe, no por nada es la mejor diseñadora en Japón

— Si quiere mostrar su apoyo ¿No sería mejor que cambiara su cara toda arrugada?

— No sé por qué está enojada, pero podemos averiguarlo charlando con ella ¿Qué te parece?

Bajaron las escaleras encontrándose a Mitsuki en el mismo sitio en el que estaba cuando se fueron, solo que los chicos e Inko ya no estaban presentes en la sala, Katsuki estaba por preguntar el paradero de sus novios, sin embargo, la mujer se adelantó a responder.

— Salieron a dar una vuelta — miró atentamente a su hijo, con la diferencia de que esta vez reflejaba melancolía — No te voy a reprochar el hecho de que estas saliendo con tres hombres a la vez, solo que no comprendo por qué me tengo que enterar por segundas personas y no por mi propio hijo

— Te lo iba a decir

— ¿Cuándo?

— No lo sé, cuando me dieras la confianza para hablarte sobre mis cosas

— Me duele, Katsuki, me lástima que no sepa nada de mi hijo y que la única forma de enterarme de lo que pasa sea por otras personas — lágrimas empezaron a brotar, Bakugou no lo creía, su madre sí tenía sentimientos — Y me enojo conmigo misma por no inspirarte la seguridad que como mamá debería de darte

Se paró de su asiento, yendo directo hacia donde los dos hombres más importantes de su vida; el rubio esperaba una bofetada, más, sin embargo, recibió un cálido abrazo que estaba seguro su madre nunca le había dado desde que entró a la adolescencia.

— A partir de ahora, cada cosa que pase, por mínima que sea, no sientas duda de acudir conmigo, estas próximo a ser un adulto, ahora más que nunca debes confiar en tus padres — susurró acariciando el pelo de su retoño — Te quiero mucho, Katsuki

— Gracias por aceptarme, y a ellos también

— Ah no, no me niego a que salgas con los tres, se ve que son niños buenos, pero están a prueba, no los hemos aceptado por completo

— Estoy seguro que no los defraudarán, ni mucho menos a mí  

[♡♡♡♡]

Creo que éste es el capítulo más largo de la historia pero comprendan, son los Bakugou, tienen una relación complicada.

A ver que tal les va con los Todoroki.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top