♦️Capítulo 9
Estaba bajando de su auto cuando repentinamente fue confrontado por un tipo alto y musculoso vestido de negro quien lo había acorralado contra su vehículo.
Al ver esos ojos de nuevo ahora creía que eran castaños claros, ¿o a veces se veian oscuros? Quizá era depende del estado anímico del hombre.
Se veía diferente a cuando lo vio con uniforme policial.
Sus ojos rodaron por todo el cuerpo del policía, analizando su figura, su rostro cincelado, sus brazos fuertes, sus bíceps marcados no tan exageradamente al igual que sus pectorales, su piel clara muy blanca como el nácar. ¿Seria así de suave?
Reprimió sus pensamientos volviendo sus ojos hasta los del policía.
—Min Yoongi mi policía favorito. —Sonrió Jimin.
Jimin se acomodó bien para poder tener de frente al hombre fornido frente a él.
Él también lo observaba con detenimiento de pies a cabeza así que Alzó una de sus cejas.
—¿Qué pasa policía? ¿Le gusta lo que ve?
El policía dio marcha atrás cuando vio a un hombre salir rápidamente del lado del acompañante del vehículo. Era el guardaespaldas.
—Me gusta porque veo un potencial arresto. —Respondió.
Jimin sonrió mientras hacía una seña a Jackson que se alejara que todo estaba bien. El policía al parecer no era una amenaza, no estaba de turno porque estaba con una camiseta negra y un pantalón de deportes. Posiblemente iba al gimnasio.
—¿Por qué me va a arrestar señor policía? ¿Qué hice? ¿Excitar policías en la vía pública?
El policía bufo alejándose un poco más de Jimin quien mantenía aquella sonrisa.
—Dígame sargento Min, ¿Qué quiere de mi? No estoy haciendo nada malo, estoy estacionado en la calle para bajar a comprar comida ¿Eso es un delito a caso?
El policía negó mientras se echaba su bolso en el hombro.
—Aún no Park pero te voy a atrapar ya lo verás, y se te borrará esa sonrisa tonta de tu rostro de princesa. —Se burló.
Jimin estalló a carcajadas mientras cerraba la puerta del auto y caminaba un paso más hacia él.
—¿Ésta cara de princesa te molesta tanto Min? Bien a mi me molesta la tuya porque se entromete en cada cosa que hago ¿Qué espera encontrar? —Retó Jimin. ¿Cosméticos para ti y todas tus niñas del Comando?
El policía volvió a acorralarlo contra el auto y golpeó su pesado cuerpo contra el de Jimin. Jackson hizo el ademán de sacar su arma pero oyó la sonrisa de Jimin así que volvió a alejarse.
—Mira Park, ésta niña policía bien te puede poner de rodillas cuando quiera. —Había seseado el policía.
La sonrisa de los labios de Jimin no se borró al contrario se agrandó al mismo tiempo que sus ojos adquirían un brillo travieso.
—¿Eso quieres Min? ¿Tenerme de rodillas? Solo pídelo entonces cariño no le des tantas vueltas. —Jimin le guiñó un ojo y le sacó la lengua descaradamente cerrando un poco más el espacio entre él y el policía.
Yoongi no retrocedió ni se inmutó excepto cuando una mano de Jimin se deslizó coquetamente desde su cuello hasta su abdomen. Jimin pudo sentir el cuerpo duro del hombre en sus manos, y también pudo ver como el policía pasaba saliva con dificultad.
Entonces Jimin solo sintió como era sujetado por el brazo y su cuerpo siendo girado contra el auto y el enorme peso del cuerpo del policía acorralandolo sin permitir que pudiera moverse porque uno de sus brazos estaba doblado hacia atrás con fuerza, no tanta como para lastimarlo.
Jackson sacó su arma pero Jimin levantó la mano libre dándole la orden de no hacer nada, tenía una mueca en su rostro que era más o menos una sonrisa de satisfacción.
—Uh que rudo policía. ¿Así es como le gusta? Puedo acostumbrarme.
Pudo escuchar el gruñido detrás de él de un Oficial molesto, pero también pudo sentir su cuerpo duro y caliente. Una calidez que casi le recordó algo parecido a la protección o la seguridad.
—Esto es motivo suficiente para arrestarte Park Jimin, intentaste seducir a un oficial de la policía y no uno cualquiera, uno de la élite y eso es más delicado. Te puedo llevar a prisión en este mismo momento si quisiera.
El aliento caliente del policía le golpeaba en el rostro a Jimin y podía sentir el aroma de su perfume varonil ¿Invictus? Ese era. Jimin adoraba ese aroma aunque no solía usarlo.
—Pero se que no quieres policía, si realmente quisieras llevarme a prisión lo habrias hecho desde antes, has estado acechandome te he visto. También te tengo vigilado, te vigilo más que a mis propios enemigos. Trabajas las 10 horas diarias de lunes a viernes y a veces haces extras porque no sales puntual a las 5 de la tarde, los sábados pasas medio día en el Gimnasio y después de ir a casa y ducharte sales a almorzar con una linda chica de cabello oscuro como la brea cuando no estas vigilando mi Mansión y después de llevarla hasta la universidad regresas a casa y el domingo pasas encerrado en casa todo el día pidiendo comida por delibery y viendo tontos programas de gatos. Si quisieras arrestarme ahí tienes un motivo más fuerte: espionaje. Pero sé que no quieres hacerlo realmente, no quieres llevarme a prisión.
La voz de Jimin salió tan tranquila como el agua en un estanque pero sabía lo que causaba al policía si lo estaba haciendo a propósito. Jimin quería a ese policía a sus pies. Si lograba hacer que cayera se libraría de un policía más.
Usualmente los eliminaba de la manera tradicional pero Min Yoongi tenía algo, quería jugar con él antes de deshacerse por completo.
—¿Cómo sabes que no quiero Park? No deberías dar las cosas por sentado bonito. Verte encerrado es lo que más quiero ahora. —Yoongi apretó más su agarre en Jimin y éste solo comenzó a reír mientras echaba su trasero hacia atrás y lo movía contoneando contra la entrepierna del policía.
Escuchó como Yoongi Gruñó y lo soltó se inmediato como si se hubiese electrocutado con un cable de alta tensión.
Jimin volvió a sonreír.
—¿Por qué te resistes policía? Se que no eres indiferente, mírate. —Jimin había puesto sus ojos en el lugar correcto y el policía solo logró cubrirse su bulto en sus pantalones con el bolso deportivo que había arrojado al suelo.
—No juegues con fuego niño si no quieres salir quemado. —Advirtió el policía señalandolo con un dedo.
Jimin se encogió de hombros y le hizo la señal a Jackson de caminar hacia él.
—Nos vemos policía, quizá la próxima si puedas llevarme a prisión tú antes que yo a la cama.
Con ello Jimin se marchó con su guardaespaldas detrás de él sin borrar la gran sonrisa. Dejando a un policía algo sonrojado.
El policía sería suyo.
...
—Jimin llegamos.
El castaño soltó un suspiro obligándose a abandonar su lugar seguro que había construido como coraza fuerte a su alrededor, los recuerdos con Yoongi, como se habían conocido como había empezado aquella loca y turbulenta historia de amor entre ambos.
Se acomodó su saco y su arma y bajó de la camioneta comenzando a andar delante de Jungkook con su séquito de hombres tras él.
El trabajo aguardaba.
Jungkook se puso justo adelante y le dejó pasar por una puerta lateral de una de sus bodegas ocultas detrás del casino de su hotel Ángel Holiday en Seúl.
Para muchos ese lugar funcionaba como las bodegas donde se guardaban todos los camiones con el logo del hotel que servían para prestar servicio de Catering en las fiestas y banquetes y muchos de esos mismos camiones servían para trasladar mercadería recién adquirída en el mercado negro sin levantar sospechas, al fin y al cabo de esa bodega salían al día más de veinte camiones con destino diferentes a la cuidad llevando servicios de banquete completo, como comida bebida y entremeses.
Así que la policía había registrado muchas veces ese lugar en busca de algo ilegal y simplemente habían encontrado nada.
Jimin había aprendido muy bien de su padre cuando éste le enseñó todo sobre el trabajo. Como hijo heredero de toda la fortuna del señor Park se le enseñó cada empresa y negocio, cada socio, cada lugar. Fue Jimin quien implementó un equipo de seguridad avanzada con ayuda de su primo y sus amigos de la universidad.
Fue él y su equipo quienes hicieron los negocios de Jimin casi invisibles. Casi, solo había necesitado un extra para hacerlo perfecto y es extra apareció cuando conoció a Yoongi.
Suspiró tratando de dejar esos recuerdos guardados por el momento porque necesitaba estar con la mente despejada y lúcida para lo que venía a continuación.
Adentro de las bodegas habían varios hombres y mujeres cargando o descargando camiones del Ángel Holiday de algún evento.
Muchos de ellos se detuvieron un momento para saludarlo con una reverencia.
—Buenas noches a todos. —Respondió el saludo.
Pasaron unas grandes puertas metálicas que Jungkook abrió con su huella dactilar. Las dos enormes puertas se comenzaron a retraer y Jimin entró seguido de sus hombres.
Las puertas se volvieron a cerrar dejando atrás la bodega real y dejando a la vista lo que era un gran espacio más íntimo y también de espacioso, había una mesa grande al centro y unas sillas también a lo largo de ella y un solo hombre sentado en una de más sillas la única luz de una lámpara tenue era lo que iluminaba un poco la estancia que carecía que ventanas o tragaluz.
Cuando el sonido que hizo la puerta al cerrarse hizo eco por el lugar el hombre se sobresaltó. Miraba perplejo a los recién llegados.
Jimin fue el primero en acercarse y sacó su arma para dejarla en la mesa frente hombre que lucia desconcertado y algo asustado mirando fijamente el arma. No había posibilidad de tomarla, sus manos estaban atadas al igual que sus pies.
—Smarty ¿No?
El hombre entrecerró sus ojos al ver a Jimin, obviamente no lo conocía de ningún lado.
—No eres uno de nosotros, ni amigo del jefe ¿Quién eres? —Preguntó intercalando la mirada de Jimin hacia la pistola en la mesa.
Jimin soltó un largo suspiro mientras alejaba una silla y se sentaba en ella siempre frente al tipo.
—Las preguntas aquí las hago yo Smarty así que más te vale que comiences a hablar si no quieres tener consecuencias negativas. Necesito un nombre, una pista o algo que esté relacionado con el caso del Líder de la STD que murió hace un par de semanas.
El hombre que permanecía serio y reacio a hablar formó una especie de risa burlona mientras echaba su cabeza para atrás y soltaba una especie de graznido mientras reía.
—¿Todo esto es por el policía? Debí saberlo. Pero de todos modos lo siento no voy a decirte nada hombre, no se nada.
Jimin tomó su arma y le sacó el cargador, vació la balas y las comenzó a dejar una a una en la mesa formando una fila.
—Verás pequeña basura, no tienes opción aquí. —Siseo Jimin mientras seguía apilando las balas una tras otra.—Vas a hablar porque me lo debes. Trabajas para Arma blanca ¿No es así?
El hombre tembló ligeramente mientras ponía sus hombros rectos en señal de desafío.
—¿Cómo lo sabes? —Replicó.
—Yo se todo. —Jimin observó la pila de balas que había formado en la mesa y tomó una al azar y la volvió a cargar en el arma. —Sé que Arma blanca tiene una manera bizarra de evitar que lo traicionen, una vez que lo coje la policía envía a matar a todos sus hombres y ese era el final que te esperaba en prisión pero yo te salve de eso así que me debes tu vida. Ahora habla.
Jimin apuntó el arma hacia el hombre.
—De todos modos iba a morir allá adentro así que no pierdo ni gano nada, mátame si quieres.
Jimin apretó el gatillo y el hombre cerró sus ojos pero no salio la bala. El hombre tembló.
—¿No es divertido? Quizá la próxima si salga. ¡Habla ahora maldición!
El hombre permaneció inmóvil y sin abrir la boca, parecía que Jimin debía subir de nivel el juego.
—¡Jackson!
—¿Si señor?
—Tráeme la tableta.
Jackson asintió y corrió de inmediato hasta los demás, uno de ellos le entregó el aparato y Jackson se lo entregó a Jimin rápidamente.
—Bien, usemos otro método. ¿No sería una pena que los siguientes con una bala en su frente sean tu mujer y tus hijos? —Jimin hizo un puchero fingido con sus labios.
—No tengo mujer ni hijos no se de que hablas. —Respondió el hombre que seguía reacio a hablar.
—¿A no? ¿Y entonces los que hemos atrapado quienes son?
En ese momento el hombre se tensó de pies a cabeza cuando Jimin le mostró en la tablet un video de una mujer de mediana estatura y delgada de cabello negro atada de manos y pies junto a dos niños de quizá unos diez y ocho años. Los tres atados con la misma soga mientras dos hombres los apuntaban con sus armas.
—Infeliz, déjalos ir. —Rogó el hombre poniéndose de pie haciendo que la silla cayera hacia atrás.
Jimin Alzó nuevamente su arma y apretó el gatillo, el hombre se inclinó hacia un lado esperando el disparo que tampoco llegó.
—Oh lastima..., en cuanto dé la orden los mataran. Si tu no quieres darme la información que necesito. Míralo como una oportunidad, sé que con Arma blanca debes mantener lejos a tu familia, que nunca los volverás a ver si te matan. Pero lo peor seria que sepas antes que los han matado a ellos. Yo te ofrezco una mejor solución a esa mierda. ¿Aceptas?
Pareció una eternidad en lo que el hombre decidía que hacer.
Finalmente asintió.
...
Nota
Los fragmentos de la historia que están en letra cursiva representan los flashbacks de Jimin donde recuerda como fue su historia con Yoongi. O sea son sus recuerdos.
Gracias mandarinas bellas por todo su amor.
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