♦️Capítulo 30

La oficina de Jimin en la Mansión era bastante amplia, cuando él entró se detuvo a observar todo con detenimiento y detalle. Lo primero que llamaba la atención al entrar al lugar era una alta ventana al costado derecho que daba hacia el jardín, la larga cortina estaba corrida hacia un lado dejando ver  un enorme árbol de encino  rozar con sus hojas la ventana, era una vista bastante relajante y curativa.

También tenía en el techo amplios tragluces por donde entraba bastante luz natural.

Poseía un  gran escritorio de madera oscura muy fina y  vidrio en el centro sobre la cual había un laptop abierta a juego con su silla del mismo material, forrado con cuero puro. En la parte de atrás se ubicaba una  enorme estructura tambien de madera que semejaba una estantería, bastante elegante, en cada espacio dividido milimetricamente había un adorno elegante o libros de pasta dura que parecían importantes, más abajo casi a la altura del escritorio pero en la misma estantería había una Televisión plasma que Yoongi supuso servían para video conferencias.

Una lámpara de luz amarilla estaba encendida en un rincón,  entre la unión de la ventana y la estantería de madera y debajo de la silla giratoria de cuero había una alfombra muy bonita.

Del lado izquierdo al finalizar la estantería  había una pequeña puerta que supuso era un baño privado y  una pared de madera también en la cual habían varios cuadros colocados en orden, demasiado pulcro y ordenando daba la idea del tipo de persona al que pertenecía el espacio  y Yoongi no lo sabía o no lo recordaba pero Jimin siempre fue muy ordenado hasta en su manera de planificar un negocio, su vida tan pulcra y prolija, pero se daba una idea idea solo ver la manera en que un par de bolígrafos estaban colocados sobre el escritorio de manera paralela y minuciosamente a la misma altura.

Jimin permanecía parado en la entrada de su oficina observando con simpleza la curiosa reacción de Yoongi,  veía todo detenidamente. Se acercó a los cuadros en la pared y los leyó detenidamente.

Eran sus diplomas de la universidad.

     —Mmm Entonces,  tienes una maestría en Ciencias Jurídicas, una en Administración de negocios y una en Finanzas —Yoongi leyó cada uno de los títulos que Jimin poseía—. Vaya, seguro yo no llego ni a la mitad de eso —Señaló.

Jimin sonrió bajito, si era verdad,  él poseía todos esos títulos que había estudiado.

     —Con ello le demostré a mi padre que estaba dejando su legado en buenas manos —Comentó—. Nadie, absolutamente nadie de su círculo social lo cual también incluye socios del negocio creyó conveniente que un chico tan joven debería tomar su lugar, fueron crueles con sus comentarios maliciosos.

Jimin terminó de entrar en su oficina y se sentó en el sillón que había frente a su propio escritorio mirando hacia la pared con cuadros. Yoongi ahora tenía la atención puesta en el joven rubio.

     —El negocio, según ellos, no estába hecho para alguien como yo. Me veían débil e incompetente. Frases como "Es muy joven no sabe nada" o "Estarás mejor detrás de la falda de mamá que en el campo de batalla" "Se ve tan pequeño y débil hasta afeminado" eran como pan de cada día cada vez que acompañaba a papá a alguna de sus reuniones,  claro, jamas las decían frente a él. Papá creía firmemente que, llevándome podrían reconocer el valor en mi persona, él me veía como un diamante en bruto pero, el resto como un desperdicio. 

Yoongi escuchaba atento cada cosa que salía de la boca de Jimin, cada palabra y frase, jamás detectó tristeza o dolor en cada una, supuso que, Jimin era una persona bastante fuerte y no tan frágil como decían esos socios. Parecía poseer el temple y la entereza justa para estar parado ahí donde estaba, al mando de una gran organización —La cuál aún no recordaba a ciencia cierta de que se trataba— sin bajar la cabeza.  Yoongi ahí no veía ninguna debilidad.

     —No te ves para nada débil.

Jimin negó,  el caso era que, jamás habían tocado la tecla correcta. Cuando un hombre posee sus riquezas y se ven en peligro u amenaza éste sacaba sus garras para pelear. Sin embargo,  cuando algo estaba perdido otra era la historia. 

     —Podían llamarme débil e incapaz, para mí  eran como palabras con incentivo para demostrar lo equivocados que estaban, no me importaba lo mucho que dudaran de mi capacidad para estar aquí. Al único que quería impresionar era a mi padre y hacerle saber que no estaba arando en campos de piedra. El señor Park confío en mí hasta el final. Pero... si soy débil Yoon —Acotó.

Yoongi no le había despegado los ojos de encima.

Jimin era como un enigma ahora para él, que poco a poco debía ir descubriendo.

Era lindo eso ya lo sabía hasta de sobra porque se había sorprendido él mismo viéndole disimuladamente en varias oportunidades. Era dulce, por como sonreía tímido en ocasiones, era paternal por como sostenía y mimaba a Jiyoon.  Pero el Jimin serio y profesional destilaba un aura magistral digna de apreciar en primer plano, tanto intrigaba a su persona Jimin en ese personaje. 

Pero ¿Debilidad? Conocía él el sentido de la debilidad más de la cuenta. Cuando estuvo recluido sin saberlo pero con la extraña sensación de que algo no estaba del todo bien y sin poder hacer nada al respecto porque, ¡No sabía nada! Y cuando supo todo se sintió débil, usado y perdido.

Entonces Jimin no hablaba de la debilidad como adjetivo calificativo de su físico, hablaba de la debilidad como sentimiento, como una emoción conceptualizada de sí mismo. 

     —Débil...

Jimin asintió.

     —Cuando nació Jiyoon, ese día llegaron a decirme que tú estabas muerto.  Ahí conocí que era débil—. Yoongi abrió sus ojos con sorpresa.

Era la segunda vez que Jimin mencionaba algo sobre el día de su "muerte"

      —Éramos dos, tú y yo y nuestro hogar, nuestra familia que habíamos formando Yoongi. Haz de cuenta que eramos como un triángulo: El lado  de abajo era nuestro hogar  nuestra base y los lados éramos tú y yo y juntos nos sosteniamos el uno del otro... juntos afirmabamos los vértices y los ángulos y procurabamos que nada les pasara. Pero... cuando mi otro lado faltó, yo sólo no podía sostenerme —Los ojos verdes se detuvieron fijamente en Yoongi,  estaban algo temblorosos—. Cuando tú faltaste fui la persona más débil luchando por sostenerse de pie por proteger a mi familia, por evitar que lo que quedaba de los ángulos y los vértices se vieran atacados, ¿Entiendes mi punto?

Yoongi tragó saliva, un nudo se le había formando en su garganta y  no supo en qué momento.

     —Ahí supe que sin tí era la persona más débil del mundo porque antes de eso ya no era solo yo, éramos dos tú me completabas y yo a ti y uno sin el otro ya no tenía sentido. Y lloré, si, caí, también lo hice, pero lo único que me sostenía de un hilo era nuestro hijo, y por él fue que no me rendí. 

La voz de Jimin terminó por temblar, parecía a punto de querer llorar pero no lo hizo. Yoongi supo de inmediato que era lo que tenía que hacer, no era necesario hacerse el desentendido así que acabó con todo el espacio  que podía separarlos se agachó a la altura de Jimin y lo rodeó en un fuerte abrazo.

Jimin primero se sorprendió al sentir a Yoongi romper ese espacio que ninguno de los se había atrevido a traspasar por mucho tiempo ni tan seguido pero, después se relajó, sus hombros cayeron y devolvió el abrazo protector con el que era sostenido.

     —Lo hiciste bien, Jimin. Fuiste muy fuerte y valiente por nuestro hijo.

"Nuestro hijo"

Una sensación sobrecogedora se descargó en Jimin haciendo que soltara un sollozo agudo pero no era de dolor era de alivio. Que Yoongi llamase a Jiyoon de aquella manera era para él un paso bastante importante en su vida, para la situación en la que se encontraban.

Un "gracias" susurrado y entrecortado salió de los labios del rubio.

Después de separarse Jimin se aseguró de limpiar sus ojos y le sonrió bonito a Yoongi y eso hizo que el corazón del policía  se acelerara un poco.

Esas sensaciones le hacían perderse un poco, ¿Eso era como estar enamorado por primera vez? Porque esa impresión era la que percibía al mirarlo, escucharlo, verle sonreír... en pequeñas dosis que le cortaban el aliento.

     —Gracias por contarme sobre eso.

     —Es parte de mi vida, poco a poco te iré contando más cosas de mi —Dijo levantándose del sillón y acomodando su camisa.

     —Me parece bien.

Una mirada más entre ellos dos en silencio,  se habían vuelto habituales y parecía que no eran molestas ni nada. Sólo se dedicaban a observarse el uno al otro y ya, no había necesidad de hablar mucho porque las palabras carecían de sentido a veces.

     —Bien, espera aquí porque hay unas personas que desean verte y hablar contigo. 

Yoongi arrugó la frente en señal de desconcierto pero aún así asintió y se sentó donde Jimin había estado,  solo que se quedó observando hacia la ventana.

Jimin se retiró después de darle una última mirada.

¿Personas? ¿Qué personas?

Yoongi a pesar de no parecerlo estaba un poco nervioso, no sabía ni tenía una idea de quiénes eran las dos personas que querían hablar con él, ¿quizá el doctor Taemin y su amigo Minho habían llegado? Quizá ellos solo querían asegurarse de que estaba bien. 

Yoongi estaría bien con eso, también podría aprovechar para poder devolver el teléfono de Minho. Quería agradecerles por el tiempo en que lo habían tenido en su apartamento mientras aclaraba bien que era lo que quería hacer, ellos se habían portado muy bien y a la altura se podría decir que los pondría en la categoría de "amigos" aunque no sabía bien si en su registro mental había alguna carpeta con esa categoría.

Jimin le había mencionado que si,  "Tu familia y amigos te extrañan" Le había dicho en el Casino.

Parecía tonto pero realmente estaba deseando conocer más de sí mismo, como un niño temeroso que va a conocer un lugar y personas por primera vez, ansioso y con miedo por saber más de su entorno, saber si tenía familia,  amigos, ¿A donde le gustaba ir a pasear? Todas esas cosas, él quería volver a recordar todas y cada una de esas vivencias. 

La puerta de la oficina volvió a abrirse de nuevo y él estaba parado frente a la ventana observando todo afuera, la fina capa de lluvia que no parecía querer irse nunca, parecía tan nostálgica como él. No se había dado cuenta que se había levantado, ¿En qué momento lo hizo?

No fue hasta que escuchó un suave murmullo y pasos detrás de él, que tuvo el valor de darse la vuelta. Creyó que podrían ser los únicos amigos que él tenía en ese momento.

Sin embargo,  no eran ni Taemin ni Minho.

En la entrada de la oficina con la puerta aun abierta se encontró con dos figuras envueltas en estupor, altas ambas, uno moreno y uno más delgado de cabellos negros los dos, le observaban como si él fuera una aparición.

Él se quedó parado, observando a los hombres recién llegados, sin moverse ni nada, solo esperando a que alguno de ellos dijera o hiciera algo.

El primero en moverse lento y dudoso fue el moreno. Caminó los pasos que había  hasta quedar frente a Yoongi a escasa distancia, le veía con una expresión de alivio, felicidad y angustia desde aquella mirada de ojos oscuros.

De pronto hizo algo que alentó  a Yoongi a retroceder algo asustado, sin embargo no huyó más allá de un par de pasos del hombre ahora arrodillado en el pulcro piso de madera.

Ahí estaba, Kim Namjoon de rodillas frente a quien fuera su mejor amigo,  llorando lágrimas de felicidad por verle al fin, después de tantos días de saber que estaba vivo.

Yoongi solo podía observarlo con las cejar unidas en una suave mueca de desconcierto. No entendía por qué hacía eso, hasta que que hombre comenzó a sollozar haciéndolo angustiarse también a él un poco.

     —Lo siento, l-lo siento mucho Yoongi,  lo siento, yo... lo lamento, perdóname, perdóname por favor Yoongi, fui tan estúpido perdóname.

El hombre se había inclinado aún más casi topando su nariz con los zapatos de Yoongi. El pelinegro por el contrario se encontraba horrorizado sin saber que hacer o decirle al hombre que le pedía perdón de rodillas.  Podía percibir toda esa angustia y el dolor de sus palabras pero aún no tenía claro el por qué.

Se inclinó suavemente hasta lograr poner una de sus manos sobre el hombro de Namjoon.  Éste subía y bajaba debido al llanto atorado de su pecho.

     —Calma —Fue lo único que logró decirle al atormentado hombre.

Namjoon alzó su rostro y lo miró como si no pudiera aún creer que era él en verdad.

El otro hombre entró y se plantó frente a él también con sus ojos llenos de lágrimas pero sin duda más tranquilo que el otro.

     —Calma Joon,  él no nos recuerda —Habló suavemente—. Me llamo Seokjin y él es Namjoon, nosotros somos amigos tuyos y también tus subordinados, tú eras nuestro jefe en la SDT—. Expidió Kim Seokjin a un perplejo pelinegro.

Yoongi los examinó detenidamente a ambos, parecían buenos chicos. El más delgado se veía como el más maduro ya que a pesar de también estar a punto de llorar tenía más entereza. 

     —Son policías, Y-yo... yo realmente no los reconozco —Exclamó él con suavidad y calma—. En verdad me gustaría pero no.. 

Yoongi se llevó una mano a su cabello y lo desordenado, como un acto reflejo de sus nervios.

     —P-pero... pueden contarme todo, quizá así vaya entendiendo un poco más sobre mi vida, ¿Somos amigos?

Seokjin asintió, Namjoon por su parte de había levantado con ayuda de Yoongi en ese momento quien lo instaba a ponerse de pie porque no soportaba más verle ahí.

Por una fracción de segundos los tres se observaron en silencio, hasta que tímidamente Namjoon se acercó para darle un fraternal abrazo a Yoongi. Como el pelinegro no se resistió Seokjin también su unió al abrazo.

     —Cuanto te hemos extrañado amigo, nunca lo hagas por favor —Pidió Seokjin—. Nunca más te vayas de nuestras vidas.

Yoongi asintió, el hecho de no reconocerlos no quería decir que no se sentía tan familiar con ellos, algo  a lo que estaba acostumbrado y que  no le molestaba para nada, el abrazo en el que lo tenían envuelto.

Yoongi sabía que ellos también eran una parte de su rompecabezas, piezas que debían encajar perfectamente sí o sí.

     —No me iré, y no tengo nada que perdonar —Respondió. 

Solo así Namjoon dejó de llorar finalmente, como cada noche desde que creyó haber perdido a su mejor amigo. 

...🐥🐱...

Hola mandarinas, ya mero nos acercamos al capítulo del spoiler que dejé en X (Twitter) ¿ya lo quieren leer?

saludos y besos 💋

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