♦️Capítulo 17
Jimin no perdió tiempo, una vez supo quien había orquestado todo comenzó a armar un plan para poder tomar venganza.
—¿No te preocupa lo que dijo el policía Jimin? —Preguntó Jungkook uno de esos días en que estaban en la oficina de los casinos.
Jimin soltó un suspiro mirando a su bebé dormido en el moisés a su lado. Siempre lo llevaba consigo cuando estaba trabajando en la oficina.
Miró a su primo por un momento, entendía su preocupación pero no podía hacer nada al respecto aún. Ademas por más que pasaban los días y las semanas su corazón iba guardando más rencor y más sed de venganza pero debía actuar cauteloso.
Si lo que Yae-Joon le había dicho era verdad, debía tener cuidado.
—¿Que comenzarán a perseguirme? No Kook no me preocupa en lo absoluto, si lo quieren hacer, si quieren darme la espalda que lo hagan. Todo lo que hice por ellos fue porque Yoongi era parte de la SDT, ahora que no está yo no tengo por qué cumplir un trato con ellos ni ellos conmigo, lo único que lamento es que Namjoon y Jin están ahí, podrían sufrir los daños colaterales de todo.
—¿Hablarás con el director de la SDT, le dirás lo que has descubierto?
Jimin asintió. Debía hacerlo.
No habían hecho ningún contrato escrito cuando Yoongi y él se casaron y decidieron hablar con el director de la institucion, solo había sido verbal y todos estarían en paz. Jimin los apoyaría en todo y ellos dejaban de perseguirlo.
Jimin sabía que todos tienen su debilidad todo el mundo tiene un lado corrupto y era ese punto el que tenía que apretar y manipular muy bien para poder llevar una vida tranquila junto a su esposo.
El director de la institucion, lo recibió con los brazos abiertos cuando Jimin le dijo que donaría grandes sumas al lugar, Jimin mandó a comprar equipo nuevo para todos, los vehículos blindados, uniformes, armas especiales y más cosas. Todo eso con la excusa perfecta de que por ser esposo de uno de los mejores policías de la institución sentía que el deber también era de él.
Así que si el director se hizo de la vista gorda con Jimin, los demás también. Jimin estaba convencido de que si la fe mueve montañas, el dinero las hacer volar y desaparecer.
A sus 26 años cuando decidido casarse con Yoongi también logró convencer a todo el mundo que él no era el enemigo de la cuidad ni del país, al contrario y ser esposo de Yoongi le dio la credibilidad que necesitó para poder trabajar tranquilo sin que la policía lo persiga. Porque todos amaban a Yoongi.
Jimin tenía mucho dinero y había comprado a todo el mundo en Seúl.
O al menos casi a todos. Siempre había uno más astuto y cruel así que debía superarse así mismo.
Ahora que todo era distinto debía volver a ser ese despiadado mafioso de hace unos años, ya no estaba Yoongi y él ya no había puesto un pie en la SDT y el director no lo había enviado a contactar, es más en las celebraciones póstumas de Yoongi que realizó la institución Jimin no fue llamado. Era mas que obvio que ya no era bienvenido en el lugar.
—Pero Jimin...
—Descuida Kook estaremos listos cuando vengan. No se están enfrentando a ningún débil.
Jungkook no insistió más, Jimin sabía como manejar todo. Él y todo el equipo confiaban mucho en Jimin.
—Llama a Suran, iré a hablar ahora mismo con el director. Mientas más rápido haga las cosas mejor será.
Jungkook asintió y salió rápido de la oficina para ir por Suran y salir a lo que debían hacer. Jeon Jungkook admiraba mucho a su primo Jimin, era muy determinado y si se proponía algo buscaba la manera de lograrlo. En este caso se había dado a la tarea de hacer Justicia por uno de los suyos y sabía que no se detendría hasta obtenerla.
Ya había avanzado mucho en todo ese asunto. Había logrado conocer a quien estaba detrás de todo. Ahora faltaba poner todo en marcha para acabar con él.
Jimin sabía lo que hacía, era muy inteligente y en esta ocasión su astucia sería su mejor aliada.
Al llegar a la institución Jimin se tomó el tiempo necesario para poder descender del vehículo. Conocía demasiado bien ese lugar y le traía infinidad de recuerdos.
Jungkook esperó pacientemente a que Jimin pudiera tener el valor para salir de el y enfrentarse al mundo por Yoongi.
Jimin por el contrario se sentía saturado de muchos sentimientos en ese momento. Era la primera vez que se acercaba a ese lugar desde que Yoongi no estaba, era como ponerle sal y limón a su herida en el corazón.
Pensar en Yoongi solía hacerle recordar los mejores momentos que vivió a su lado sin embargo también habían momentos tensos en su relación. Momentos que creyó serian su ruina pero ellos salieron ganando a pensar de todo y contra todo pronóstico tuvieron apoyo de muchos en ese lugar.
Namjoon por ejemplo, Jin, y muchas personas más que no se opusieron a su relación, incluso su madre le apoyo mucho cuando le contó que estaba enamorado de un policía.
Un hermoso policía de sonrisa preciosa.
Lo recuerda muy bien.
Recuerda cuando ese policía le pidió ser su novio y después ambos se hicieron unos tatuajes, Yoongi se había tatuado unas lindas alas de ángel y se grabó esa fecha porque había dicho que ese día no lo olvidaría jamás. Era la mejor fecha del mundo y si le dieran a escoger volver a una fecha en específico sería esa.
Sonrió con algo amargo atravesando su pecho.
...
—¿Por qué estas tan feliz Yoon?
Ambos estaban acostados en la cama de Yoongi en su apartamento. La cama estaba deshecha, las sábanas revueltas, el colchón de la cama estaba despegado y movido.
Afuera estaba nublado porque la noche anterior habían llovido mucho.
Habían pasado la mejor noche de su vida, su primera vez juntos haciendo el amor.
Yoongi lo había amado de pies a cabeza, cada rincón de si cuerpo y Jimin había conocido el cielo por primera vez.
—No estoy feliz Ángel mio, soy feliz a tu lado. El destino me trajo aquí para poder estar en tus brazos Jiminie y poder amarte en cuerpo y alma, ¿Sabes? Nada de esto es casualidad.
—¿A que te refieres Yoon? —Preguntó con voz melosa.
—Me refiero ángel a que todo esto no es una coincidencia, todo cambió para mi después de ti, el mundo entero está diferente de lo que era ayer solo con tu presencia, solo con tu alegría Jiminie. Eso es lo que me tiene feliz, me hace feliz.
Yoongi apretó su agarre en la cintura del más pequeño para atraerlo hacia sí y no soltarlo nunca. Besó su frente, besó sus labios de nuevo con demasiada pasión, besó sus ojos, sus mejillas y su nariz.
—¿Por qué esa fecha Yoonie?—Preguntó curioso.
Después de varios dias Yoongi se había decidido por tatuarse unas bellas alas de un ángel y una fecha 10/5/2020.
—Porque ese día no lo olvidaré nunca mi ángel. Para mi es la mejor fecha del mundo desde ahora porque es el día en el que decidiste estar a mi lado, y si me dieran a escoger volver a una fecha en específico sería esa. Porque ver tus ojos brillantes otra vez al preguntarte si quiere ser mi novio fue lo más hermoso que haya visto.
Dios, Jimin estaba seguro que moriría de amor por culpa de ese hombre. Lo volvía loco de una manera tan única, con sus hermosas palabras que le quedaban grabadas como fuego en su vida.
Yoongi era el hombre perfecto, deseaba pasar con él el resto de su vida si era posible. Si el destino se los permitía lo amaría por siempre.
—¿No tienes miedo de que dirán de nosotros Yoon? —Se atrevió a preguntar.
—No me importa lo que digan, te quiero a ti conmigo y si para poder estar contigo es necesario dejar mi trabajo y mis ideales atrás lo haría con gusto.
Jimin no sabía como tomar eso, esos sentimientos tan reales que Min Yoongi demostraba por él. Esa determinación para decir que dejaría todo por él incluso su reciente nombramiento como líder del equipo. Era la primera vez que se enamoraba tan fuerte de alguien, la primera vez que le decían algo como eso.
Yoongi no le tenía miedo, no huía de él como todo el mundo. Al contrario quería estar siempre a su lado, y todo eso era algo tan nuevo y diferente para Jimin.
Solo había una manera de actuar ante todo eso nuevo que vivía y era dar todo de sí y corresponder de igual manera.
Estaba perdidamente enamorado del policía que haría todo por él también.
—Eres increíble Yoonie, lo mejor que pasó en mi vida, ¿sabes? Eres como algo que no buscaba, que aparecio por casualidad y acabó siendo algo muy valioso en mi vida. Eso eres Yoon. Te quiero tanto.
El pelinegro sonrió de manera tierna y enamorada y volvió a besarlo, a amar a su chico con locura en esa cama donde marcó con sus caricias todo su cuerpo para que nadie más lo reclamase, sólo él.
...
De vuelta a la realidad, odió su mundo. Si tan solo pudiera volver al pasado como decía Yoongi, una fecha en específico sería esa. Para poder vivir de nuevo todo ese amor que le quemó el alma a fuego vivo.
Pero odiaba más al ser maldito que le había arrebatado toda esa felicidad.
¿Por qué existía la envidia?
Eso pensaba mientras recorrían el lugar otra vez, ignorando las miradas de los curiosos.
Llegó a la oficina del director y la secretaria se había levantado para negarle la entrada, pero cuando vio que era él se paralizó.
—No me digas que está ocupado, no me interesa, hablaré con él aún si quiere o no. ¿Entiendes? —Preguntó mirando a la mujer quien tembló y asintió.
Jimin no tenía un rostro muy amigable en ese momento.
Ella le indicó que sugiera y así lo hizo, entró directamente en la oficina encontrandose con dos personas, una era el director del lugar y la otra era... su nuevo enemigo público número uno.
Han Daehyung.
El primero abrió sus ojos desmesurados al verlo parado ahí frente a ellos. El segundo Alzó una ceja bastante interesado en su persona.
—Buenos días. —Saludó fríamente en general hacia los dos.
—Ah Park Jimin. —Habló el que se llamaba Han Daehyung con una gran sonrisa en sus labios.
—Min, si no es molestia ¿O tanto miedo da pronunciar su apellido? —Soltó de manera mordaz fulminandolo con la mirada.
El hombre sonrió y estaba por levantarse pero el mayor de los tres Interrumpió.
—Buenos días señor Min que gusto verlo por aquí. ¿A que debo su visita? —Habló el hombre mayor con familiaridad y amabilidad.
Jimin penetró al capitán con su mirada profunda pero éste solo se limitó a reír, y después habló dirigiéndose al director.
—Tengo asuntos delicados que tratar con usted. —Respondió.
El hombre mayor le devolvió una mirada significativa y después le hizo una seña al otro para que los dejase solos.
Así lo hizo pero cuando pasó a su lado le golpeó con su hombro.
Jimin esperó a que se fuera y por fin habló.
—Señor director no estoy aquí para visitas amistosas ni nada por el estilo. Solo vine a decirle que descubrí la verdad, sé que Yoongi no murió por accidente como ésta institución hacen creer a todo el mundo. Y sé que usted lo sabe también. —Soltó de una sola vez. —Por eso vine a preguntarle algo. ¿Me ayudará o haré el trabajo sólo y a mi manera? Solo eso necesito saber para ver quién será mi aliado y quien el enemigo.
El hombre calló por varios segundos, mirando a Jimin, analizándolo.
El director del lugar Kim Minseo sabía perfectamente de que lado estaba, no podía arriesgar toda su carrera.
—Te conozco muy bien Jimin así que mi única respuesta es que apoyo a esta institución.
Jimin sintió su sangre calentarse. El hombre le estaba dando la espalda, y él sabía que así sería. Estaba solo en la lucha por obtener justicia por Yoongi. No le importaba pero le decepcionaba la manera como todos le dieron la espalda después de tanto.
—Entiendo, también usted entenderá que dejaré de donar mi dinero a la institución ¿no? Y que todo el equipo enviado a traer de Alemania para su uso aquí también será retirado.
—Lo sé Jimin, también deberás saber que una vez pongas un pie fuera de aquí volverás a ser el más buscado.
Jimin asintió porque él estaba consciente de ello.
—Que así sea entonces.
Dio media vuelta y salió del lugar con su cabeza en alto como siempre. No demostraría a nadie lo derrotado que se sentía en ese momento, sin embargo no podía darse el lujo de detenerse.
Cuando estaba por salir Han Daehyung le volvió a sonreír cinicamente. No importaba, si él saldría a cazarlo entonces Jimin iba a disfrutar la caería también.
"Veamos quién dispara mejor, si él pato o la escopeta" pensó.
Cuando estaba a punto de subir a su auto una mano en su hombro lo detuvo por completo, volteó y se encontró de nuevo con el señor Kim Minseo.
—Hazlo a tu manera muchacho, y venga el nombre de Yoongi.
Jimin arrugó el ceño.
—Yoongi era como un hijo para mi, el mejor líder que tuvo la institución. Solo debes saber algo importante. Daehyung no se detendrá porque no es él quien te quiere muerto. Hay alguien más arriba de él deseando tu caída hijo. Sacando a Yoongi del camino tenía la via libre para llegar a ti. No se quién es, pero ha comprado esta institución. Por eso debo advertirte que tengas cuidado. Por favor. Adentro estoy vigilado además no te puedo ayudar porque... me acaban de destituir. Habrá una nueva dirección en el lugar y me temo que no te beneficiará en nada.
El señor Kim le dio un suave toque en el hombro y se retiró.
Jimin se quedó pensativo entonces, había alguien más con poder para comprar la institución. Alguien que lo quería muerto a él.
Atando cabos supo entonces que Yoongi solo había sido un golpe colateral del plan para matarlo a él.
El sentimiento de derrota que había sentido anteriormente fue sustituido de inmediato por la cosa. Ira, repudio y venganza en niveles inimaginables.
Ahora más que nunca quería matar con sus manos a ese malnacido de Daehyung y llegar hasta el más alto rango que lo quería muerto a él.
¿Quién era?
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