♠️Capítulo 15
El automóvil negro polarizado y blindado se estacionó frente al lugar.
Los ocupantes descendieron en completo silencio mientras los guardaespaldas estacionaban atrás.
Jackson bajó del vehículo de atrás seguido por Yugyeom y BamBam mientras que Mark, Jay, Youngjae y Jinyoung se quedaban dentro de él esperándolos.
—Jungkook ¿traes todo lo que pedí? —Preguntó Jimin sin detenerse.
—Si, todo viene aquí lo trae Tae.
Las puertas eléctricas se abrieron para darle paso a Jimin y sus hombres. Los guardias de seguridad ni se acercaron a él más bien dieron aviso para que la reja principal fuera abierta.
Una vez adentro se fue directo a la oficina del alcaide, la asistente no estaba en su lugar así que solo se acercó al despacho. Abrió la puerta encontrando a esta sobre el regazo del alcaide con la falta hasta arriba y la blusa abierta hasta la mitad.
Ella pego el grito cuando los tres hombres entraron en la oficina del Alcaide.
—S-señor Min, ¿Qué hace aquí?
—Ya veo que me negó la cita hoy porque está con demasiado trabajo. —Habló sin saludar, con mucho sarcasmo.
La mujer tenía su rostro rojo y se acomodó la ropa como pudo pasando al lado de los tres hombres y topandose de frente con tres más que que la veian con la sonrisa escondida.
—No como crees Min no es eso. Es que lo que deseas hablar seguramente es muy delicado, así que esperaba citarte en un lugar más adecuado que aquí. —Se excusó el hombre.
Jun Hyun-Ki, director o alcaide de la prisión de Seodaemun era un hombre de aproximadamente 50 años de edad, pero aparentaba mucho más debido a la mala vida que solía llevar, su cabello era canoso y su rostro arrugado. Tenía esposa y amantes donde fuera obviamente las mujeres solo motivadas por el dinero que éste les ofrecía o los apartamentos que ponía a sus nombres.
Era el hombre más corrupto que alguien hubiese conocido nunca. Las leyes en el centro penal él se las pasaba por el arco del triunfo cuando deseaba hacer de las suyas.
—Le deposité esa cantidades de dinero porque quiero comprarlo señor Alcaide.
El hombre se quedó callado y sorprendido por la manera directa de Jimin para hablar. Sin rodeos ni irse por las ramas.
El hombre miró nervioso a Jungkook y a Taehyung y después las cámaras de seguridad.
—No se preocupe, Jungkook se encargará de hackear el circuito cerrado y eliminará esto, en cambio si no accede a lo que quiero me encargaré yo mismo de hacer público todas sus cochinadas que suele realizar aquí.
Jimin miró a Taehyung y éste dejó sobre el escritorio del alcaide una memoria USB que el hombre tomó con sus manos temblorosas. No necesitaba saber que contenía, él lo sabía muy bien.
Todas las grabaciones de las Orgias que cada viernes solía realizar con algunos reos y guardias de seguridad, mandaba a traer prostitutas tanto hombres y mujeres para realizar esos encuentros. Llevaban cantidades bárbaras de licor y drogas e incluso armas para los reos.
—El "círculo élite" como lo suele llamar, usted es el principal promotor, junto con varios reos que se creen dueños de la prisión y oficiales que manchan su uniforme y su insignia. Usted decide si lo hago público o no. Ya verá lo que le conviene.
El hombre miró a Jimin y la comisura de su labio superior comenzó a temblar ligeramente. Así de fácil el joven mafioso lo tenía en sus manos. No se podía permitir eso. Si se compartía esa información toda su carrera y su vida se le vendría abajo. La única opción que tenía era aceptar ese dinero y acceder a lo que él quisiera.
—Está bien ¿Qué necesitas? ¿Qué matemos a alguien aquí adentro? ¿Hombres condenados por asesinato para unirlos a tu clan? O ya se... que meta a alguien aquí sin juicio ni nada.
Jimin sonrió porque el hombre había dado en el clavo.
—Oh eso, si. ¿O sea que puedo meter a alguien aquí de por vida para se que pudra sin haberle hecho juicio o peor aún, siendo inocente? Eso es interesante ¿verdad chicos? —Jimin miró a todos sus hombres.
Jackson sonrió al igual que Bambam, Jungkook le devolvió la mirada con suficiencia y Taehyung se aclaró la garganta.
—Si si eso quieres. Podemos hacer papelería falsa, levantarle cargos falsos tengo contactos en la estación de la policía. Arreglar la firma de un juez que es amigo mío y listo. ¿A quien?
Jimin tomó la silla frente al hombre y se sentó recto con sus manos sobre la mesa y alzó una de sus cejas con una gran sonrisa en sus labios.
—Al policía que hace un par de días metió a un hombre por la noche sin hacerle juicio. Quiero saber quien es ese policía.
El hombre se tensó otra vez y sus ojos bailaron nerviosos.
—¿Él nombre del policía eso quieres?
Jimin asintió limpiando sus uñas en su traje.
—Quiero saber quien es ese policía, donde lo puedo encontrar. Te doy cinco... no dos minutos para que hables.
Taehyung se acercó al hombre y le arrancó la usb de las manos. El hombre se puso tan alterado que casi se cae de su silla para alcanzar un vaso y llenarlo de licor. Se lo bebió todo de un solo trago y se dio la vuelta hacia Jimin.
—Esto lo haces por tu policía ¿No es así? —Preguntó con la voz temblando.
—Eso no le incumbe pero si, es por él. Y créame... —Jimin se levantó y se reclinó sobre el escritorio para acercarse al hombre que retrocedió por la cercanía de su rostro al de Jimin. —Haré lo que sea necesario para obtener lo que estoy buscando. Sé que aquí en Seodaemun se habla a voces de ese rumor. Así que no me importa sacar a todos de mi camino para llegar hasta lo último.
Jimin se alejó y se volvió a sentar como si nada.
—Tengo muchas copias de esas grabaciones señor Hyun-Ki, miles de ellas y las puedo difundir como más prefiera, a su esposa por correo, a los noticieros locales, al mismo presidente de Corea. Usted decide como le conviene más.
El hombre se llevó ahora el licor directamente de la botella y se lo acabó, al rato se sentó de nuevo y cerró su laptop.
—Está bien, si eso quieres te daré su nombre. Es el oficial Yae-Joon de la quinta estación de policía civil de Seúl. Él vino, lo enviaron a meter a un hombre. Lo hicieron pasar por autor material de lo de tu policía. Sólo querían tener a alguien a quien incriminar para salvar el pellejo de alguien más.
Jimin soltó un suspiro, un nombre más. ¿Cuántos más iba a perseguir para poder llegar a la verdad?
Igualmente no importaba, si eran mil iría por esos mil.
Se levantó de la silla y se acomodó su ropa.
—¿Cómo sé que no difundirás esa información? —Gritó de repente el hombre.
—No tengo más copias, solo esa. —Respondió Jimin señalando a Taehyung quien dejó sobre la mesa la usb. Bien señor Hyun-Ki tenga usted linda tarde y por cierto, disfrute sus millones.
Jimin le guiñó un ojo y salió de ahí, cuando pasó frente a la recepción la secretaria le miró aún bastante apenada y Jimin solamente le volteó la cara.
Quería irse de ahí cuanto antes para ir a buscar a ese policía.
—Le mentiste, tienes tu computadora llena de esas grabaciones —Se burló Taehyung.
Jimin soltó una risita.
—Siempre es bueno asegurar a tus víctimas, Jungkook, Tráeme a ese maldito policía cuanto antes, llévalo a la bodega. Jackson, llévame al cementerio. —Ordenó.
Tanto Jackson como Jungkook acataron la orden de Jimin. Jungkook y Taehyung se fueron en un auto junto a Mark, Jay, Youngjae y Jinyoung. Jimin se fue por aparte con Jackson Yugyeom, BamBam.
El trayecto hasta el cementerio fue silencioso. Jimin llevaba sus flores como cada vez que iba a verlo.
La tumba siempre se mantenía fresca y llena de flores porque no solo Jimin iba a verlo. A veces Jimin se encontraba con alguno del equipo de policías de Yoongi, una vez se topó con Jin y otra vez se topó con Eunwoo y Yoon San, y después con Jz.
Esta vez a quien se encontró y le conmovió porque lo vio desparramado en el césped sin dejar de lamentarse fue a Namjoon.
Se quedó a una distancia prudente no quería hacerlo sentir incómodo con su presencia.
Sin duda Namjoon era el que más sufría después de Jimin.
—Jimin. —Saludó Namjoon cuando se levantó y se llevó la sorpresa de que no estaba sólo.
—Hola Nam. ¿Has estado bien? —Preguntó.
Namjoon negó, tenía ojeras y estaba mas delgado que la última vez.
—No y lo sabes Jimin, jamás dejare de sentir culpa por no haber verificado la fuente de información. Debí hacerlo, pero estaba tan entusiasmado por atrapar a ese criminal. Lo lamento.
—Ya Nam, deja de culparte porque no es culpa tuya. ¿Has venido seguido?
—Si, hemos venido. Todo el equipo ha venido cuando hemos tenido tiempo. Bueno todos menos Daehyung.
Jimin arrugó el ceño sin dejar de ver al atormentado hombre.
—¿Su nuevo capitán no ha venido?
—No, tal vez no ha tenido tiempo, ya sabes asumió el cargo de Yoon y debió ser muy agobiante para él. Seguro vendrá después.
Jimin asintió.
—Si seguro. —Respondió serio. —Bien Nam cuídate, iré a hablar con Yoon.
Namjoon le dio unas palmadas a Jimin en el hombro y se alejó de ahí dejando solo al otro.
—Hola Yoon. —Susurró el castaño sentándose frente a la lápida y derramando las primeras lágrimas.
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