♠️Capítulo 11

Era el día más extraño para Yoongi, o más bien para Jinseok quien trataba de acomodar su pulcro traje frente a espejo, con una camisa blanca a la medida. No entendía por qué se había despertado esa mañana con un sentimiento extraño, como si viviera en una realidad que no era la suya.

La amnesia que tenia al parecer le había robado mucho porque a penas sabía su nombre,  si tenía familia —Mamá, papá y hermanos— Si tenía amigos, su fecha de cumpleaños y fechas especiales para él.

Lo pensó por mucho tiempo y justamente eso era lo que lo tenía así de ido y perdido. Se había duchado sólo esa mañana por primera vez y entonces se había tomado el tiempo de ver los tatuajes en su piel.

Mientras lo hacía pudo apreciar sus Tatuajes en sus brazos, su pecho y tórax. Muchos artísticos que eran letras y estrellas, unas lindas halas de ángel y una fecha.

"10/5/2020"

¿Qué significado tendría?

Además había un tatuaje más situado en su antebrazo derecho que le llamó mucho la atención. Era el más llamativo por así decirlo al menos para él que se había pasado más de media hora examinandolo. Un tatuaje de unos ojos. Un par de ojos muy hermosos, tan bonitos como hechizantes. El tatuaje era en blanco y negro pero podía imaginar el color de esos ojos, unos almendra.

Cade vez que cerraba sus ojos la misma imagen de esos ojos se despertaba en su mente ahora con más color. Verdes almendra muy bonitos. No tenía idea De dónde venían aquellas imágenes en su cabeza de esos ojos almendra que lo miraban con una dulzura en ellos.

El tatuaje tenia la descripción " Mi Ángel" en letras pequeñas. ¿Quizá alguien importante en su vida? ¿Algún hermano menor? ¿Alguna chica que haya sido su novia antes de conocer a Da-son?

No sabía. Y ese era el recuerdo que más deseaba obtener de vuelta. El significado de sus tatuajes porque creía firmemente que cada uno de ellos significaba algo importante,  que contaban una historia y él deseaba saber todas esas historias. 

Se terminó de arreglar y se miró una última vez en el espejo.

Era muy apuesto, aún tenía un par de puntos en la frente que eran detenidos por una horquilla de metal, resultado de su gran golpe en la cabeza. Su cabello largo y  negro como la brea y sus ojos cafes oscuros o a veces claros. Su piel pálida pero bonita.

Kim Jinseok.

Pero por alguna extraña razón se sentía ajeno a sí mismo. 

Da-son lo estaba esperando abajo cuando él decidió que estaba listo, llevaba un vestido azul marino suelto y zapatillas bajas y un abrigo encima. Era muy bonita pero Jinseok no terminaba de entender el por qué su corazón no reaccionaba feliz al verla. Se suponía que estaba enamorado de esa mujer, era su esposa.

Pero no sentía nada más que confusión al verla. Aún así no la alejaba, tenía la certeza de que si pasaba tiempo con ella la recordaría nuevamente aunque el doctor haya dicho que no recordaría nunca nada más que el accidente y el resto para adelante.  Sus recuerdos los había perdido para siempre.

Pero mantenía la esperanza de que un día los recuperaría.

Ella le sonrió de manera cariñosa cuando lo vio bajar hasta donde estaba y tendió sus manos para pasarlas en sus hombros e inclinarse un poco hacia arriba para darle un beso en los labios. Beso que él esquivó.

     —Lo siento, no es mi intención yo solo... es que aún me siento raro. —Se disculpó.

Ella parecía enojada pero rápidamente volvió su sonrisa y negó.

     —No amor tranquilo eso llevará tiempo así que no te presiones la tonta he sido yo. ¿Vamos? La cita con el médico es a las 10.

"Jinseok" le dio un asentimiento a la mujer y ambos salieron al estacionamiento, una vez estuvieron en el auto se pusieron en marcha. Iban en silencio uno al lado del otro en la parte de atrás del auto mientras avanzaban por la cuidad hasta llegar a la clínica privada donde tenía la cita médica.

El pelinegro trató en todo el camino de recordar algo mirando las calles, los locales comerciales y edificios. Cada vez que lo intentaba se le instalaba una punzada dolorosa y molesta en la cabeza. Al parecer recordar su vida le iba a ser muy difícil.

A veces se planteaba, ¿Y si solo se adaptaba a la nueva vida en la que acababa de despertar? Porque recordar todo iba a estar muy difícil. Era solo cuestión de acostumbrarse otra vez a su vida igual siempre había sido la misma ¿No? Su esposa, su trabajo, su hijo que venía en camino.

Aunque lo de su trabajo aún le tenía pensando. ¿Había sido un mafioso como dijo Da-son? ¿Líder de una Mafia? ¿Quién? ¿Y quién lo había traicionado y por qué? ¿Quién lo había enviado a matar a él y a toda su familia como había dicho Da-son?

Esas pequeñas dudas le carcomian sus pensamientos cada que se quedaba perdido ellos. Quería averiguar más sobre eso. Como había sido esa vida, quienes eran su círculo más cercano cuando trabajaba de eso. Más tarde al salir le iba a preguntar todo a la persona que mejor lo conocía.

Su esposa.

     —Vamos amor, es por aquí. 

Después de decirle que se colocara sus lentes oscuros, ésto con el fin de evitarle molestias incómodas por si le reconocían, ambos recorrieron un corto pasillo desolado y llegaron a la recepción.  Una amable mujer los atendió y después de dejar los datos de Da-son los llevó hasta el interior de la clínica.

     —El doctor viene en un momento  coloquese la bata que está ahí—Anunció antes de retirarse.

Da-son sonrió a la mujer y luego tomó la bata.

     —Ahora vuelvo cariño me pondré esto. —Da-son dejó un corto beso en la mejilla de Yoongi y se fue hacia atrás donde había un biombo para poder quitarse la ropa.

"Jinseok" observaba todo a su alrededor.  En un lugar recóndito de su mente tenía la vaga sensación de haber estado en un lugar parecido. Pero no recordaba dónde ni por qué. Quizá era por el tiempo que había estado  hospitalizado en casa.

Al poco tiempo regresó Da-son ya con la bata puesta y lista para subir a la camilla, el pelinegro vio como ella trataba de hacerlo y entonces se acercó para ayudarle sosteniendola de los brazos.

     —Gracias amor. —Le sonrió con aquella sonrisa perfecta.

     —No es nada. —Respondió "Jinseok" volviendo a sentarse en su lugar. 

Por la puerta entró un hombre de bata blanca y cabello perfectamente bien peinado y le sonrió a Da-son cuando la vio en la camilla  y después se volteó hacia el pelinegro quien le tendió una mano.

     —Un placer volver a verte Jinseok ¿Cómo va tu recuperación? —Le preguntó amablemente.

"Jinseo" se quedó pensativo tratando de saber que responder y como dirigirse al hombre que al parecer ya lo conocía pero él no lo recordaba.

     —Es Bogum amor ya lo nococes, mi médico obstetra y amigo íntimo de ambos.

     —Oh... es un ¿Placer? —Respondió observando de nuevo al medico.

     —Te entiendo no te preocupes ya me recordarás y tu esposa está en buenas manos.

El aludido asintió volviéndose a sentar cuando vio la interacción de su esposa y el doctor quien le pedía como colocarse y que hacer. Le pareció algo ajeno a él. Era como si no debía estar ahí.

Y ese sentimiento no lo abandonó en toda la revisión del bebé. De hecho por el resto del día. A penas reaccionó cuando vio por el monitor a ese bebé diminuto, es más aún no era un bebé como tal si no un feto desarrollándose. Pero eso por más sorprendente que haya sido no lo emocionó como había esperado. Ni si quiera cuando oyó sus latidos.

Incluso llegó a sentirse mal. ¿Estaba siendo un mal padre y esposo?

Y la situación empeoró cuando los flechazos en su cerebro de haber estado en una misma situación en otro tiempo le llegaron de pronto. Una camilla similar, una persona con bata rosa acostada en la camilla pero no podía ver su rostro.  Un monitor que mostraba  a un bebé. Un bebé como tal, quizá de meses ya. ¿Pero la persona? No veía su rostro y todo era por partes fragmentadas y borrosas que le hacían doler la cabeza.

     —¿Estás bien amor? ¿Te duele algo?

Yoongi se sentía mareado.

Da-son iba de nuevo a su lado en el auto. La revisión había acabado y el hombre no podía estar más agradecido.  Estar ahí por alguna razón le había afectado en algo y no entendía en qué. 

Según el obstetra Bogum tenían un bebé de cuatro semanas muy saludable que iba creciendo bien. Después de recetar las vitaminas correspondientes ambos habían salido de ahí a toda prisa porque el pelinegro se sentía mal.

     —Sólo me sentí abrumado, eso es todo.

Ella tomó su mano y viajaron así por el resto del recorrido hasta la casa de ellos.

Al estacionar el pelinegro vio un auto que no había visto antes estacionado en la entrada. Por alguna razón Da-son se había puesto ansiosa.

Cuando entraron a la casa lo primero que "Jinseok" vio fue a una mujer alta de mediana edad muy elegante observándolo con el ceño fruncido y al parecer algo molesta.

     —¿Min Yo...

     —¡Mamá! ¿Qué haces aquí? —Interrumpió ella con rapidez.

Ahora comprendía "Jinseok" la incomodidad de su esposa se debía a la presencia de su madre. Anteriormente cuándo le habia contado cosas de su vida ella le había dicho que con su madre  no se llevaba muy bien porque compartían ideas muu diferentes sobre la vida.

La mujer la veía con cara de no comprender absolutamente nada. Observó al pelinegro de pies a cabeza  y después a su hija.

     —Da-son quiero una explicación ahora mismo. —Pidió.

"Jinseok" no lograba comprender la molestia en la voz de la madre de su esposa. ¿Por qué estaría molesta?

     —Oh claro  estas enfadada porque no te dije lo del embarazo mamá calma lo hablaremos en privado. Jinseok cariño sube a la habitación y descansa en un momento llevaré tus medicinas. 

La mujer mayor volvió a poner cara de confusión cuando Da-son le habló por su "nombre".

El pelinegro lo único que en verdad deseaba era descansar porque le dolía mucho la cabeza así que solamente Murmuró un "con su permiso" y desapareció escaleras arriba.

     —¿Qué es todo esto Da-son? —Preguntó la mujer.

Solamente fue arrastrada hasta una oficina ubicada en la planta baja de la casa.

     —¿Qué rayos quieres Mamá? ¿Por qué has venido? —Gruñó con hastío tras cerrar la puerta  a sus espaldas.

     —Explícame que es todo esto del embarazo y por qué Min Yoongi el policía está aquí contigo y con otro nombre.  ¿No es que había muerto en un accidente?

Da-son sonrió con superioridad mientras rodeaba la mesa y se sentaba en una silla.

     —Me lo robé Mamá, se lo robé a Jimin,  es mio ahora, como todo lo demás que iré obteniendo poco a poco.

La mujer mayor cruzó sus brazos sobre su pecho y miró alarmada a su hija.

     —¿Qué hiciste que? Por Dios Da-son esto es un crimen. ¿El embarazo es mentira también?

     —No Mamá es real mira. —Da-son sacó de su bolso los recientes resultados de la ecografía y los dejó sobre la mesa.

La madre de Da-son los tomó y los miró con detenimiento.

     —¿Lo obligaste a...? ¿Es el padre?

     —No Mamá no es el padre pero lo será, ahora vete y si dices algo ya me encargare de encerrarte en un manicomio.

     —La enferma aquí eres tú Da-son. Le has quitado a su esposo a Park Jimin ¿Te das cuenta? Te va a encontrar y a matar con sus propias manos.

Da-son soltó una carcajada, una de sus manos acomodó su cabello elegantemente hacia un lado.

     —Eso es poco para lo que el imbecil de Jimin merece Mamá y lo sabes. Ahora largo, déjame pasar tiempo de calidad con mi esposo Jinseok.  Y ya sabes... si abres la boca pagas las consecuencias. 

La madre de Da-son vio como su hija se iba de la oficina y ella salió de la casa indignada. Pero no podía hacer nada. Sabía lo mentalmente inestable que era su hija y lo peligrosa que podía llegar a ser. No tenía el valor para traicionarla.

La última vez que lo hizo, su esposo —Padrastro de Da-son— había pagado las consecuencias. 

Ahora estaba muerto y temía que la próxima víctima sería ella.

    

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top