♦️Capítulo 10
Jimin sonrió satisfecho de sí mismo cuando el hombre volvió a sentarse en otra silla frente a él.
—¿Qué posibilidades hay? Una vez que atrapan a Arma blanca todos sus secuaces morimos, ¿Qué me hace confiar en que no harás lo mismo cuando acabe de hablar? Además si me dejas libre Arma blanca ira tras de mí y posiblemente de mi familia cuando se entere que me salve de su bala en la cabeza estando en la cárcel.
Jimin unió sus manos examinando sus uñas mientras miraba de reojo al hombre. Iba por buen camino por lo menos. Cualquier cosa que lo ayudase a encontrar la verdad de lo que le pasó a Yoongi porque él ese cuento del operativo que salió mal no se lo creía. Además Chacko le había asegurado que él no estuvo ese día en esas malditas bodegas, que no tenía nada que ver y por alguna razón le creía.
—Si hablas te aseguro que podrás ir con tu familia lejos del país, con identidades nuevas y con mucho dinero. Podrás comenzar una nueva vida en otro lugar sin necesidad de volverte a involucrar en cosas turbias. Nadie te estará persiguiendo.
—¿Cómo sé que tú no lo harás?
—No me interesa tu vida, tengo otros intereses. Jungkook por favor...
El azabache sacó de un portafolio que llevaba consigo un sobre amarillo que dejó sobre la mesa frente al hombre y luego le desató las manos.
Desconfiado pero curioso el hombre tomó el sobre y sacó varios papeles de adentro junto a cuatro pasaportes y y dos documentos de identificación.
—¿Identidades nuevas para todos?
Jimin asintió.
El hombre se tomó su tiempo examinando todos los documentos. Aparecía que eran de nacionalidad Tailandesa y no Coreanay tenían otros nombres. Habían boletos de vuelos hacia Marruecos y un cheque también con una gran cantidad de dinero que jamás creyó poseer en su vida. Hasta sus hijos tenían nombres nuevos.
Esta seria una segunda oportunidad para él, volver a tener a su familia algo que creyó que jamás volvería a pasar después de haberse metido con Arma blanca.
Este tipo desconocido le estaba regalando su libertad prácticamente. Sólo debía decir lo que él quería escuchar.
Se aclaró la garganta enderezandose para ver mejor a Jimin.
—¿Y bien?
—Si, se habló mucho de ese policía y su desafortunado accidente en prisión la semana pasada. ¿Sabes? Porque muchos de los que estaban ahí fueron metidos ahí por él. Se decía que estaba casado con un hombre poderoso y millonario que es dueño de hoteles y cruceros y no se que más. Pero era eso es lo que quieren que sepan...
Jimin tamborileó sus dedos sobre la mesa. Si todo eso ya lo sabía.
Él supo que cuando se casara con un policía Yoongi iba a perder toda su credibilidad como la persona digna de portar el uniforme que era. Así que debía crear algo, un plan que ayudase a Yoongi a seguir siendo parte de la policía sin que lo tacharan de traidor a la patria o algo así por estar casado con Jimin.
Habían trabajado duro juntos y había funcionado hasta el momento, aun sin Yoongi todo mundo seguía amando y alabando a ese policía y su recuerdo.
—¿Y entonces? —Preguntó recuperando el hilo de la conversación.
—Fue un plan para sacar del camino al policía. Eso era lo que decían, el fuerte rumor de que había un complot no dejaba de correr hasta que una noche lo oí yo mismo junto a otro compañero de celda. Había llegado un tipo acompañado de uno de esos policías. Le reclamó por encerrarlo y el policía le dijo que el fin justificaba los medios. El tipo le gritó que comenzaría a hablar y a decir la verdad de lo que pasó con el policía muerto. Que no había sido un accidente si no un plan para quitarlo de en medio. El policía descargó su arma en él. Lo mató ahí en la celda. Todo ocurrió en la mitad de la noche así que pensó que nadie había oído la conversación, lo que pude captar fue que ese tipo había sido parte de la banda criminal que atacó a tu policía en esa emboscada. El Policía alegó que lo mató en defensa propia, que el tipo le trató de quitar su arma y que por ello le disparó. Eso fue lo que escuché.
Jimin apretó sus manos haciéndolas puños. Su pulso se aceleró. Lo sabía Yoongi no había muerto cumpliendo el deber. Lo había asesinado atraído a una trampa. Pero ¿quién? ¿Quién era ese policía?
¿Para qué? ¿Cuánto le estorbaba a alguien Yoongi?
—¿No viste nada? Al tipo policía.
El hombre negó con frenesí.
—Te digo que era de noche, fue todo inusual porque jamás llevan a un nuevo reo muy tarde en la noche ya cuando todos estamos durmiendo en nuestras celdas. Adenas no era un policía penitenciario quien lo llevó no reconocímos su voz. Quien haya sido tiene demasiadas conexiones en la prisión para llevar a un reo solo asi.
Jimin asintió analizando las palabras del hombre.
—Lamento no darte un nombre en concreto pero sabes ahora que fue un policía. Uno de su mismo equipo.
Quien haya sido era policía de rango en la élite además tenía conexión con alguien de la prisión. ¿Namjoon? No, Yoongi confiaba mucho en Namjoon además el hombre había estado demasiado afectado y se culpaba por lo que había pasado.
Jimin no olvidaba como Namjoon había tomado el arma de Jimin y le había exigido que le disparara porque se merecía morir igual que Yoongi.
—Jungkook. —Llamó.
En un segundo su primo estaba ya a su lado esperando alguna orden.
—Ordena que liberen a su familia ahora mismo y envialos en uno de los Yets privados a rumbo Marruecos y que se instalen allá.
—Bien ¿Y después que hacemos por donde comenzamos a buscar?
Jimin guardó su arma en su bolsillo y se levantó.
Necesitaba ordenar sus ideas para pensar bien qué hacer pero debía comenzar rápido. No podía perder más tiempo. La venganza no espera jamás.
Mientras Jungkook hacia un par de llamadas Jimin se puso a hablar por teléfono a Suran. Quería saber cómo estaba Jiyoon. Su bebé era como su medicina diaria a falta de Yoongi.
Cuando acabó de hablar con ella Jungkook se acercó. Vio como el hombre era desatado y llevado hacia afuera pero éste negó y caminó hacia Jimin.
Jackson sacó su arma y le apuntó pero el hombre parecía no tener ninguna mala intención.
—Gracias por sacarme de aquí, no se bien quien eres ni que buscas pero lo que sea espero lo obtengas. Gracias, gracias.
El hombre se echó al piso y se arrastró a los pies de Jimin.
El castaño puso sus ojos en blanco, odiaba que se acercaran demasiado a sus zapatos caros y limpios.
—Si si lo que sea vete, vete antes de que Arma blanca sepa que se le escapó uno de su rebaño y quiera hacerte estofado.
El hombre se levantó a trompicones y salió corriendo seguido por dos de los hombres de Jimin.
—Jungkook necesito que consigas cintas de seguridad de todo el perímetro alrededor de Seodaemun, y también quiero una reunión con el Alcaide, considero que una cuenta con varios ceros a su nombre como regalo de cumpleaños adelantado estaría bien.
Jungkook sonrió mientras ambos caminaban hacia afuera de la habitación privada de las bodegas.
Cuando salieron a la bodega principal aún habían dos camiones de Catering del Angel Holiday estacionados esperando descargar.
—¿Estos son mis "gemelos"? —Preguntó al ver a uno de sus hombres esperando.
Estaba vestido con el uniforme de servicio del hotel.
—Si señor, el que acaba de llegar con el furgón que provenía de Madagascar.
Jimin asintió.
Sus "gemelos" eran los camiones disfrazados como Catering para despistar a los fisgones y a la policía. En ella trasladaba su mercancía que descargaba de los furgones en puertos o hangares y los llevaban sin complicaciones hasta el hotel.
—Bien encargense muy bien de tratarla con cuidado es muy valiosa.
—Si señor.
—¡Baluck!
Otro de los hombres se acercó corriendo hacia él.
—¿Diga señor Min?
Jimin sintió una sacudida cuando oyó el apellido de Yoongi pero era mucho mejor que cuando algunos le volvían a llamar por su apellido de soltero. No odiaba su apellido de soltero pero lo detestaba si le hacía falta el Min al principio.
—Encárgate que toda la mercancía que acaba de entrar esté instalada mañana en los contenedores porque el comprador los recogerá a las ocho de la noche.
—Si señor Min estoy en eso no se preocupe.
Con esto último Jimin se subió a su suburban y se retiró directo a su Mansión ansioso por abrazar a su pequeño hijito.
Solo debía esperar la llamada del alcaide de la prisión de Seodaemun, le convenia bastante al hombre.
Al llegar y estacionar bajó rápido y lo primero que hizo al entrar fue tomar al pequeño Jiyoon en sus brazos.
—¿Mi pequeño ángel esta bien? ¿Eres el pequeño angelito de papá? si lo eres. —Los besos no dejaban de llenar las pequeñas y regordetas mejillas del bebé que veía a su papá con una sonrisa en su boquita.
Jungkook a su lado solo observaba atento como Jimin parecía estar de mejor humor ahora que tenía a su bebé con él.
Parecía tan irreal que el gran Park Jimin que era temido por muchos era ese mismo que ahora hacia cariñitos a ese bebé. No había ni un gramo de prepotencia en Jimin mientas estaba con Jiyoon. Era como si se convirtiera en otra persona.
—Pronto amor, muy pronto vengaremos a Papa Yoongi. —Susurró mientras dejaba al pequeño Jiyoon en su cuna después de haberlo acunado por casi dos horas se había quedado dormido.
—Jimin.
El castaño se alejó de la cuna yendo en dirección hasta Jungkook quién le esperaba que la puerta de la habitación del bebé y le tendía un teléfono.
—El Alcaide.
Siguiente paso desbloqueado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top