Maratón 1/3

     La semana pasó volando. Hoy era viernes y no me sentía preparado del todo, duré más de dos días estudiando para la gran prueba de biología sobre Charles Darwin y su teoría, también sobre la teoría cromosómica de la herencia de Mendel; no me sentía preparado para contestar cada una de las preguntas, pero era el mejor, debía mantenerme así.

     —¿Pasa algo, señor Jeon? —preguntó la profesora.

     Desvié mi mirada de la ventana y la fijé en mi prueba.

     —No, profesora —sonreí falsamente y comencé a escribir en la hoja que tenía en frente.

     —Pregunto porque ya sonó la campana del descanso —abrí mis ojos como platos, ¿Cómo ha de ser eso posible?

     Miré hacia mis espaldas y era cierto. No había ni un alma en el salón, solo estábamos la profesora y yo. Suspiré y contesté lo más rápido posible, intentando no equivocarme o el título del mejor estudiante será para otro alumno que claramente no seré yo.

     No hay nadie igual a mí, exepto yo.

     —Tome profesora —le extendí la hoja. Al ella tenerla entre sus manos, guardé todo en mi bolso y me levanté del asiento rápidamente—. Gracias por esperarme —y como si me hubiese vuelto loco, besé su mejilla y salí corriendo del salón hasta el gran comedor.

     Busqué con mi vista nuestra mesa, pero ya estaba ocupada por alguien más y que tiene una gran cara de niña.

     —¿En donde están mis amigos? —alcé una ceja y con la poca paciencia que tenía, volví a hablar de forma calmada—. Está en nuestra mesa —Jin se levantó de la silla y caminó hacia mi.

     —Que yo sepa esta mesa no te pertenece, no tiene tu nombre marcado, cara de rata —sus amigos comenzaron a reír, pero no era gracioso.

     —¿En dónde están mis amigos? —repetí ignorando su estúpido discursito.

     —¿Y a mí que me importa, enano?

     Mi sangre comenzaba a hervir.

     Voy a matarte.

      No mentiré, sentí un poco de miedo cuando tomó el cuello de mi camisa y me arrastró hasta una pared, me había dolido el repentino golpe en mi espalda por algo sólido y frío. Todas las miradas estaban en nosotros y fue la primera vez que mi sed de enfrentar a otra persona en pleno receso invadió mi ser.

     —Mañana en mi casa, a las dos y media —susurró muy cerca de mi oído.

     No pude comprender, ¿Hablaba de las clases que le daría o qué a esa hora me daría una golpiza?

     —Te mando la dirección luego —hizo una pausa mirando de reojo al comedor—. Están en el patio, estoy seguro que ahí están —y sin más, Jin me soltó junto a una sonrisa, marchandose a nuestra antes mesa.

     ¿Qué demonios acaba de pasar? Arreglé mi camisa y salí del comedor para dirigirme al patio, definitivamente ahí estaban; los mataré por dejarme sólo y además, por dejar que me humillaran de esa forma.

[🩵]

     —¡Ten cuidado! —gritó mi mamá desde el interior de la casa.

     Era sábado y estaba emocionado ya que estaba a nada de iniciar mi plan de enamoramiento. Memoricé la dirección de Jin y fui caminando, quedaba a unas calles de mi casa, al pasar las tres calles que nos separaban, había un gran portón muy moderno, saqué la hoja de mi bolsillo y leí el nombre de la propiedad "Worldwide handsome", Reí por el significado de este y un señor abrió el portón para que pasara a la gran residencia. Caminé unos minutos, sólo veía un gran jardín, árboles y mariposas disfrutando de tan cuidadas flores, alcé mi vista y ahí estaba la casa, grande de madera junto a su toque moderno. Realmente era enorme.

     —Por fin llegas, me gustan las personas puntales —habló Jin abriendo la puerta principal de su casa.

     —Ni que lo digas —respondí a paso rápido, para poder entrar a tiempo. No vaya a ser que se arrepienta y me cierre la puerta en la cara.

     —Eres bienvenido a mi casa, ven sígueme —me hizo unas señas y lo seguí.

     Era muy extraño verlo con colores oscuros, ya que podría jurar que el blanco era su color, hace que su cuerpo junto a su rostro realcen. Me gusta ser detallista.

     —Estudiaremos aquí —señaló una gran mesa de comedor, tenía unos cuadernos, lápices y lapiceros en ellos.

     —Gracias —dije acercándome a la mesa para dejar el bolso encima de ella.

     —Disculpe, señor Kim, ¿Desean algo de beber? —una señora de mediana edad se hizo presente en el gran comedor.

     —Traenos un poco de limonada y algo de comer, por favor —ella asintió y desapareció. No hace falta ser un genio para saber a dónde.

     —¿Qué tema me darás hoy? —preguntó sentándose y yo imité su acción, sentándome a su lado.

     —Primero me das el primer paso y te enseño el primer tema de último año.

     Jin me miró dudoso, como si fuese a cambiar de opinión.

     —Como quieras —esbozó una sonrisa—. El primer paso es... —hizo una pausa pensando, tenía el dedo índice en un mentón—. Investigarla —lo miré confundido.

     —¿Cómo investigarla? —pregunté. Él me miró como si fuese alguien con pocos conocimientos— ¿Exactamente a qué te refieres? —me erguí en la silla en donde estaba sentado.

     —Lo que quise decir, es que debes conocer cosas sobre ella —hizo una pausa buscando una hoja de papel para anotarlas—. Por ejemplo, sus gustos, sus aficiones, como piensa y otras cosas que te pueden ayudar a iniciar el proceso de enamoramiento —alzó los hombros, mientras lo anotaba en el papel.

     —¿Y cómo puedo hacer eso? —también saqué una hoja para anotar lo que debía hacer.

     —Me pedistes pasos para enamorar, no que deberías hacer con cada uno de los pasos que te dé, cara de rata —rodó los ojos—, pero como soy muy bueno, podrías empezar buscando en su página de facebook, Instagram o en Twitter. Rezando de que haya información de ella allí —con rapidez busqué mi teléfono y lo desbloqueé para ver mis redes sociales.

     —¿Qué haces? —preguntó alzando una ceja.

     —Estoy metiéndome en sus cuentas de redes sociales, ¿Qué no lo acabas de decir? —debía admitir que el hombre que tenía a mi lado tiene un gran pensar, pero de nada le falla, en conclusión, sólo le sirve en ocasiones.

     —¿Y qué sale en ellas? —intentó quitarme el teléfono de las manos, pero fui más rápido que él y las alejé en aquel instante.

     —Le gusta el pop y adora el tennis —alcé los hombros, no había tanta información que me ayudara.

     —No tiene el porte para ser una tenista —Aazó no los hombros sin importancia— ¿Qué más sale? —seguí buscando en su perfil de arriba hacia abajo.

     —Le dicen "Lily" en sus otras cuentas, según porque ese es su verdadero nombre —miré su cuenta confundido, ¿Se llama Lily?

     Jin sacó su teléfono del bolsillo y me ayudó en mi búsqueda, que era bastante lenta y sin llegar a nada, no había casi información de ella.

     —Es caprichosa, no es vírgen, estaba saliendo con el capitán de fútbol americano llamado Joshua y que además, usa un nombre falso —miré a Jin, mientras hablaba "leyendo tal información sobre ella".

     —¿En dónde conseguiste eso? —busqué más rápido en su página de Facebook y no salía lo anterior.

     —Porque soy muy bueno investigando. Recuerda que siempre tengo los mejores partidos, cara de rata —rodé los ojos.

     El cara de niña tenía razón. A tenido a las mujeres que él quisiera dentro de la institución, incluso una profesora cayó en sus redes, todavía la recuerdo, la profesora Yeon, era muy buena explicando matemáticas y como Jin era tan malo en esa materia, ella sólo le ponía buena puntuación en sus exámenes. Todo parecía estar perfecto, hasta que otra profesora los encontró besandose en un salón de clases, aquella profesora alarmada buscó al director y la despidieron por abusar de un alumno.

     —Realmente fue mi punto de vista —confesó dejando el teléfono de lado.

     —No me digas —dije con sarcasmo— ¿Crees que puedo iniciar una conversación con esos datos? —me arrebató el teléfono de mis manos y se acercó a mí, como si quisiera intimidarme.

     —¡Por Dios, cara de rata!, ¿Cómo piensas tú que es esto? No llegarás diciéndole a ella las cosas que le gustan, ¿Estás demente?, Recuerda que puedes iniciar una conversación con un "hola" ¡¿o tus padres no te enseñaron a hacer amigos?! —gritó, aunque era cierto, no le da el derecho de gritarme.

     —Escúchame bien, cara de niña, me enseñas de la mejor forma o no hay trato, la paciencia debe ser tu aliado. Además, el que no se va a graduar eres tú, no yo y puedo encontrar a otra persona que me ayude —me levanté de golpe de la mesa, dispuesto a ordenar todos los libros que traje junto a mis apuntes, pero él me detuvo en un movimiento rápido, ya que con sus manos atrapó las mías— ¡¿Qué crees que haces?! —comenzaba a alterarme.

     —Impidiendo que te vayas —me miró a los ojos y yo desvié la mirada.

     —No me quedaré para que me sigas maltratando, Jin. No nací para ser maltratado, ¿Entiendes? —giré mi rostro, conectando nuestras miradas.

     Poco a poco fue soltando su no tan fuerte agarre y me sonrió con pena por lo que había hecho, debo suponer.

     —Lo lamento, Jung Kook, no volverá a pasar, ¿Podemos proseguir con las clases? .

     Lo miré a los ojos fijamente, realmente lo lamentaba, lo podía ver reflejado en sus ojos, así que accedí asintiendo.

     —Empezaremos con estadísticas, es larga, pero no complicada —me senté y acomodé mis cosas de nuevo encima de la mesa.

     Abrí varios libros en el tema que le enseñaría hoy, él sacó su cuaderno de matemáticas junto a un bolígrafo dispuesto a escribir todo lo que diría sobre este hermoso tema.

     —¿Estás listo? —pregunté mirándolo, detallando su rostro.

     —Nací listo —asentí y me acomodé en el asiento.

     —La estadística es un área de las matemáticas que ha desarrollado un método para recoger, procesar y analizar datos, también como apoyo para la toma de decisiones... —empecé a explicarle.

Como lo notaron en la parte superior, estoy super inspirada y quise hacer un súper maratón, para su uso y disfrute personal😉

Gracias por leer ❤️

EDITADO: 14/04/2020.
EDITADO: 10/07/2024