Los ojos felinos relucían con gran emoción cuando, de repente, frente a su escritorio, dejaron caer una carpeta demasiado peculiar. Era de color caramelo y, en letra cursiva, llevaba escrito el nombre del propietario.

Oikawa Tooru

Por algún extraño motivo todas las letras unidas en ese orden le daban una sensación bastante satisfactoria a Kuroo que, sin pensarlo dos veces, pasó su dedo índice sobre la tinta del nombre. El dibujo de las letras le causa muchas emociones extrañas con solo tocarlo.

─Necesitamos que lo revises completamente ahora mismo. El modelo vendrá dentro de una hora para la entrevista─ su asistente, Iwaizumi Hajime, tenía el ceño fruncido, dejando en claro que ese asunto era de vida o muerte. Lo estaba obligando con la mirada.

─Está bien─ le da su mejor sonrisa ladeada antes de abrir la carpeta─, se siente prometedor.

El bufido por parte de su asistente le deja ver lo tonto que debía ser lo que estaba diciendo.

─Me refiero a que...

─Este modelo puede cambiar totalmente la visión que se tiene de la empresa. No está permitido cometer ni un solo error con él. Lo necesitamos.

En ese momento Kuroo siente que su corazón baila de felicidad dentro de su pecho, justo a punto de hacer una broma referente al potencial del modelo, hasta que sus ojos se deslizaron a la primera foto del hombre al que debería la mitad de su vida.

Primero fue una sensación desgarradora, como si hubiesen dejado caer sobre su espalda desnuda un látigo ardiente con la fuerza suficiente para desprenderle trozos de piel, luego ese dolor fue menguando hasta convertirse en la sensación de tener pétalos de rosas cayendo sobre todas sus heridas. No sabía por qué, no sabía cómo siquiera, pero reconocía ese rostro, esos labios curvados en una sonrisa provocativa, esas facciones suaves y esos ardientes ojos de color chocolate.

─¿Se siente bien, señor Kuroo?─ era más por modales que por verdadero interés que su asistente le hacia la pregunta.

─Claro que sí, Iwaizumi... ¿Sabes qué? Lo acepto solo con verlo, haré una entrevista superficial para seguir las normas, pero en realidad este chico tiene ganado su puesto como el modelo principal- Kuroo oculta su verdadera intención. Quiere darle el trabajo no solo por su gran potencial, sino también porque había despertado un genuino interés en él de otra forma.

Hajime sonríe con verdadera alegría, sus ojos se muestran más brillantes que nunca.

─¿En serio?─ Kuroo no comprende su emoción─ Oikawa estará muy feliz, probablemente pueda por fin casarse después de...

Kuroo siente cómo un apretujón extraño retuerce su corazón.

─¿Casarse?─ es lo único que atina a preguntar, el dolor vuelve a querer apoderarse de su cuerpo.

Hajime levanta una ceja, un poco disgustado por la intromisión a la información privada de su mejor amigo, aunque cae rápidamente en la cuenta de que eso es culpa suya por abrir de más la boca, solo debe responder ahora.

─Sí, con su novio, Ushijima Wakatoshi... Y, ya que tocamos este tema de la privacidad, el señor Haiba le dejó un mensaje conmigo- Iwaizumi le extiende un sobre de color azul marino para que Kuroo lo tome, su mano tarda más de lo que esperaría en llegar, logrando preocupar un poco a Iwaizumi- ¿Algo va mal en su relación? ¿Necesita que mande a crear un arreglo de flores o alguna cosa romántica?

Fue hasta ese momento que Kuroo recordó a su amado novio, un ruso alto de cabello plateado y ojos verdes del que estaba profundamente enamorado, más enamorado de lo que estaría una colegiala por primera vez.

Era un golpe de regreso a la realidad.

-No, Lev y yo nunca tenemos problemas de pareja- con el sobre ya entre los dedos decide revisar su dichoso contenido─. Gracias por tu preocupación, Iwaizumi, pero realmente no tengo nada de qué preocuparme en mi relación.

Hajime no logra creer totalmente las palabras de su jefe, pero decidió dejarlo como estaba, no necesitaba hacer horas extras para conseguir un regalo extravagante. Solo debía preocuparse por como irían las cosas para Oikawa.

─Entonces... ¿Oikawa tiene el puesto fijo?─ pregunta solo para confirmar.

─Sí, lo tiene asegurado─ un nudo en su garganta le dificulta hablar─, tampoco te preocupes por eso, leeré todo a tiempo para la entrevista solo hazme el favor de ir por él y traerlo directamente aquí.

Algo en esa oración no le había gustado a Iwaizumi, pero debía de obedecer a esa orden, de todas formas ¿Qué tipo de cosas malas podrían pasar en una sola entrevista?

─Lo traeré entonces─ estaba a punto de abandonar la oficina cuando recuerda los demás asuntos pendientes─. Discúlpeme, aún quedan reuniones por atender para más tarde, y debe de estar presente para la sesión de prueba de Oikawa también ¿Desea que cancele con alguna empresa?

─No lo creo necesario, la entrevista no durará mucho tiempo, la sesión podrá tomar todo el tiempo que se necesite y no interferirá con las demás juntas─ Kuroo había comenzado a leer y revisar los documentos─ ¿Podrías llamar a Lev para decirle que no llegaré a tiempo para la cena?

Hajime asiente para luego dejar el lugar y dirigirse a su cubículo, ubicado al lado de la puerta de la oficina. Dentro Kuroo todavía se mantenía en un debate interno ¿Cómo podría ser tan cobarde? Había llegado al punto de cancelar la cena en la que, seguramente, Lev Haiba le propondría la opción de unirse en un matrimonio. No podría hacerlo, no estaba listo para eso.