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CAPITULO DOS

ACTO UNO

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ˏˋ❝El Día De Hoy Estoy Sumamente Confundía, El me Hace Extrañarlo...❞ˎˊ

[MARLA]

Sábado 19 De Enero Del 2005

━━━━━MARLA HARGREEVES, MÁS conocida como la loca de La Misteriosa Academia Umbrella.

Claro que el público no sabía que los pequeños demonios Hargreeves llamaban a Marla, osea yo, de esa manera.

A los Hargreeves nos gustaba mantener la apariencia de familia perfecta, y que todos se enteraran de que mis propios "hermanos" me llamaban loca sería como abrir una pequeña grieta a lo que de verdad era Umbrella.

Cambiando un poco el tema, a veces me gustaba imaginar con los viejos tiempos, durante el primer año que había llegado a la academia.

En ese momento las cosas eran más agradables.

Recuerdo que Cinco siempre me había apoyado para convivir más con los demás Hargreeves, solo logré convivir un poco más con Seis, Cuatro y Uno.

Dos era un poco sangrón y desconfiado, de Tres no pude decifrar mucho, aunque aveces me daba cuenta de que me lanzaba miradas de odio. Y número Siete en ese tiempo era igual a como soy ahora, un completo fantasma en casa. Ahora, creo que ella me odia..

Me agradaba soñar con eso, oh imaginarme ciertas situaciones de hoy en día, una situación en la que si me atrevía a ser yo misma, bueno, no era tan yo misma, era como yo quería que todos me mirarán. Cómo yo quería ser.

Nuevamente estaba tendida en mi cama, solo que ahora no tenía a mi lado un frasco de pastillas terminado. En realidad solo estaba mirando a el techo. Pensando en una buena manera de ser yo misma sin temor.

Y solo se me vino una idea a la mente:

Cinco Hargreeves.

Desde que llegué a este lugar, como antes ya había dicho. Siempre intento sacarme de el closet para ser yo misma.

El era el único que pudo y puede hacerlo.

Quien sabe, y después de lo de ayer quiera volver a hablar conmigo, a volvernos cercanos nuevamente.

Las comisuras de mis labios se ensacharon con la simple idea de volver a estar cerca de el.

El era mi única solución, tenía que ir a buscarlo, debía hacerlo, lo necesitaba.

De un brinco me levanté de la cama y me decidí de una vez por todas arreglarme.

Estaba hecha un desastre, bueno, aunque siempre lo era...

Cepille con poca paciencia mi cabello y acomode lo mejor que pude mi uniforme, el cual pude encontrar después de una exaustiva búsqueda.

Estaba debajo de el cobertor de la cama y no tenía ni idea de cómo llego ahí.

Bueno, y además fue difícil porque enrealidad mi cuarto era un desastre, no había ni una sola cosa puesta en su lugar, parecía que una vagabunda vivía ahí.

Tome un poco de maquillaje y decore mis ojos con una llamativa sombra negra, y mis labios con un brillo labial muy llamativo.

En ese momento, solo en ese momento me sentí un poco linda, tal vez arreglarme de vez en cuando no hace daño.

Deje lleno de sombra de ojos el escritorio pero valía totalmente la pena.

Incluso hasta me coloque un poco de perfume, era un olor raro del que nunca encontré de dónde provenía, pero si que olía bastante bien.

Me mire una última vez al espejo y suspiré pesadamente, preparándome para encontrarme con aquel chico que siempre derritió mi corazón.

Con sumo cuidado de no hacer  ruido, salí de la habitación directo a la de número Cinco, que al igual que la de Cuatro, estaba subiendo las escaleras.

Solo esperaba no ser pillada en mi intento de reconciliación.

Con cada paso que daba mi corazón se sentía mucho más…¿Grande? No, creo que la palabra exacta es: acelerado.

Pero finalmente, después de tanto recorrido estába frente a la puerta de Número Cinco, estaba casi que con las piernas hechas gelatina, pero aún así me sentía muy feliz.

Estaba sumamente nerviosa, por lo que intente concentrar todo ese sentimiento en mis dedos, que empezaron a moverse por la sensación.

Alce la mano con suma lentitud, aún con ese hormigueo en los dedos, pude sentir incluso como mi cuerpo se removia por algunos espasmos.

¡El de verdad me aceptará! ¡El me habló!¡El quiere volver a hablar conmigo!

Finalmente tuve las agallas y toque la puerta un par de veces, pude sentir mucha más tensión cuando pasaron vários segundos y El no abría.

Juro que estaba apunto de largarme y llorar en mi revoltijo de cama, lo juro, incluso sentí mis ojos picar por las lágrimas que querían empezar a crearse en mis ojos.

¡Pero el Finalmente abrió!

Lo que para mí fue una enternidad, al parecer fue solo unos cuántos segundos.

Y ahi estaba el, tan bien arreglado como siempre, con esas gafas que decoraban sus ojos verdes que juraría que con tan solo verme me derrumbarían en un segundo.

El fruncio el ceño y me miró de arriba a abajo.

━━¿Número Cero?━━interrogo el deteniendo sus ojos en los míos.

Mierda. Sabía que arreglarme era demasiado.

MIERDA,¿PERO AHORA QUE TENIA QUE DECIR?

━━¿Puedo pasar?━━pedi sin querer decirlo, oh bueno, solo solté lo primero que se me ocurrió.

El fruncio aún más el ceño, pero a los segundos simplemente se hizo a un lado asintiendo, con una nota de cansancio que pude apenas notar.

Definitivamente no debí preguntar eso.

Admiré la habitación como si nunca en mi vida la hubiera visto, era tan...El.

Para algunos solo sería una simple habitación aburrida, pero para mí, para mí era como entrar a un templo sagrado.

━━¿Y bien?━━el interrumpe mi momento pensativo━━. ¿A qué debo está visita?━━cuestiona mientras toma el libro que seguro antes estaba leyendo y lo guarda en su pequeña estantería de libros.

De nuevo no sabía que decir, no sabía cómo expresarme sin sonar tan yo.

El vio la duda en mis ojos y suspiró.

━━En verdad estoy muy ocupado━━informo el lanzandome una mirada, para impulsarme a decirlo.

¿De verdad lo tenía que decir? Dios, debí de haber practicado esto...

Cerré los ojos con fuerza unos segundos y nuevamente los abrí para acercarme a El.

━━Te necesito, te extraño. Y de verdad me encantaría volver a lo de antes━━dije finalmente, mirándolo directo a los ojos, con el ceño algo fruncido por los esfuerzos que tuve que hacer para decirlo.

El se quedó callado unos segundos, con la cejas bien enarcadas, incluso con la boca entre abierta.

Pero luego de ese incómodo y tenso silencio el se endureció y se alejo de mi.

━━No puedo, sabes que no puedo. Nunca me agrado nuestra relación, Cero. Es demasiado para mí━━me puso un alto con mucha dureza en sus palabras.

No, no otra vez. No podemos volver a tener está conversación.

━━Pero tú...━━me interrumpio.

━━No, entiéndelo, jamás va a volver a suceder eso, y lo que paso ayer solo fue un acto de caridad, de hermandad. Nada más━━me sentencio, señalandome━━. Tú no me necesitas, tu solo crees hacerlo porque no tienes confianza en ti misma. Y si, en algún momento lo tuviste, pero no fue por mi, fue por ti...

Sentía tantas emociones en ese momento, tantas cosas, que no podía dejarme guiar por una.

Me enamoraba más el hecho de que pudiera callarme, me enojaba que lo hiciera tan bien. Y me ponía triste el hecho de que me volviera a rechazar.

¡Soy tan tonta!¡Me había ilucionado por tan poco!

Pero no, no me podía rendir, no podía, de el dependía yo. No podía simplemente abandonarlo, porque era el oh nada.

Sin pensarlo dos veces corrí a el, dejándolo cautivo en la esquina de la verdosa habítacion.

Y ahí me solté.

Comencé a llorar y gimotear, estaba desesperada.

Ya no podía más con esto, no podía seguir así.

Lo necesitaba y mucho.

Lo abracé con fuerza, con toda la fuerza que tuve en ese momento.

━━Alejate de mi Marla, alejate━━me pide mientras me empuja para que lo suelte.

Y después de un largo forcejeo lo logro, me empujó tan fuerte que caí al el suelo de culo.

Pero no, no se había acabado ahí. Porque lanzo sus gafas a la cama y me tomo de el brazo.

Intenté zafarme de su agarre pero el era mucho más experimentado en fuerza que yo, era mucho más superior.

Me arrastró por el suelo, mientras yo lo rasguñaba y seguía llorando para que me soltará.

━━¡Te necesito Cinco!━━argumente entre un sollozo, intentando convencerlo de mi locura.

Pero el ya no parecía caer en mis trampas, no desde que todos en la familia le hicieron ver lo manipuladora que podría llegar a ser.

Con agilidad abrió la puerta y lanzandome una última mirada, me empujó fuera de su habitación. Pude escuchar como colocaba el seguro.

No, de hecho la academia no estaba mal al llamarme loca, esa era mi verdadera yo. Esa yo que tanto he querido esconder.

La única a la que Cinco pudo soportar.

No espere mucho ahí en el suelo, me levanté de un brinco y comencé a rasguñar, patear y golpear la puerta. Todo para volver a verlo.

━━¡No puedes dejarme, pedazo de mierda!━━enuncie encolerizada, aún con algunas lágrimas derramándose por mis ojos. Que empezaban a quemar.

Pude sentir mis nudillos y dedos sangrar. Pero jamás pude derribar esa puerta. Porque divisé a Mamá, Papá y Número Uno llegando a tranquilizarme.

Todo paso muy rápido.

Spaceboy me abrazo y apreto para no dejarme huir. Mamá quito algunos de los cabellos chamuscados de mi cuello e inyectó algún líquido que no pude ver.

Lo último que ví fue el rostro inexpresivo de mi padre, mientras limpiaba su monoculo con su habitual elegancia.

Cuando porfin habían superado un poco está locura, nuevamente apareció solo por El.

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Editado: 10/12/23

Publicado: 10/12/23

1636 palabras.