(I)ˏˋ🌧️ˎˊ⊰
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CAPITULO UNO
ACTO UNO
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ˏˋ❝Este inesperado viaje es demasiado para mí, es imposible no extrañarlo...❞ˎˊ
[MARLA]
Lunes 14 de Enero Del 2005
━━━━━LA VERDAD ES QUE realmente no sé cómo empezar esto.
¿Desde el inicio?¿Desde el final? ¿Acaso tendrá un final esto?¿De verdad pienso publicarlo?
Porque apesar de que vivo en un lugar excéntrico, y parece que tengo la vida hecha y perfecta…
En realidad para mí no es nada, es absolutamente aburrida.
Quien sabe, y realmente yo sea el problema.
Desde que llegué aquí, mi perspectiva de la muerte cambio. Durante todos estos años me e comido todo libro de la biblioteca de la academia que tenga que ver con la muerte.
No ese esqueleto que te lleva, no.
Si no la muerte, la manera en la que tú cuerpo finalmente descansa de el calvario de el mundo, y la extraña incógnita que todos se hacen.
¿De verdad hay algo más después de la muerte?¿Iré al infierno?¿Al cielo?
Esas son las preguntas que me estoy haciendo en este momento.
Me encuentro tendida en mi cama, con los brazos y piernas estirados.
Había robado un frasco de medicamentos de la enfermería de la que se encargaba Mi Madre, Grace.
Quien no es de carne y hueso, pero me hizo sentir que lo era.
Volviendo a el frasco de medicamento, del cual no tuve tiempo de verificar que era.
Me lo había tomado todo, nisiquiera con un vaso de agua.
Porque desde que había llegado a esta academia había probado mi suerte con la muerte, y la verdad que después de esas sesenta y dos veces de intentar sucidarme no logre nada.
Parece que Dios quiere que siga en este calvario, que por alguna extraña razón llamaron vida.
Cerré los ojos esperando el final, el dulce último suspiro que habia anhelado desde que me apartaron de mi verdadero hogar.
¿Cómo se sentirá ese último suspiro? Ahora mismo no me duele nada, siento el cuerpo totalmente adormecido. Tal vez al cerrar los ojos simplemente despierte de un mal sueño. Y el olor a galletas me reciba en una dulce caricia.
Pero entonces el sonido de una puerta abriéndose de golpe y las voces de todo integrante de la academia interrumpieron mi dulce y amado silencio.
Abri los ojos de golpe encontrándome con los ojos azul cielo de mi hermano Número Uno, que seguro me hiba cargando hasta la enfermería.
Decía, seguro porque:
1). Estaba acostumbrada a estás situaciónes repetitivas.
2). No sentía ni uno solo de mis músculos, con trabajos y podía mover mis ojos y solo un poco mis labios.
Esboce una pequeña sonrisa débil admirando el enojo de Número Uno, seguro odiaba hacer estas cosas cada semana.
Ojalá y para la otra ya no tenga que hacerlo.
Después de eso mamá me hizo lavado de estómago y me mantuvo dos días en enfermería para asegurarse de que todos los químicos salieran de mi organismo.
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Jueves 17 De Enero Del 2005
━━━━━ERA EL DIA SIGUIENTE y como todos los días después de pasar algunos en la enfermería durante el desayuno.
Que era el comienzo de el día en el que todos estábamos presentes.
Las miradas estaban sobre mi, me incomodaba mucho de verdad, causaba que dejar pequeños rasguños en el dorso de mi mano intentando no recurrir a cualquier acción inecesaria.
━━Número Cero, ya emos hablado sobre tu aspecto durante el día━━habla mi padre llamando mi antención.
Era un total desastre después de todo, tenía el overol debajo de la camisa blanca, que estaba mal abotonada. Nisiquiera traía puesto el saco, una de mis calcetas estaba más abajo que la otra e incluso habla olvidado ponerme los zapatos y cepillarme el cabello.
Era un total desastre.
Un momento, ¿Dónde diablos está la corbata?
Toque mi pecho intentando encontrarla pero suspiré con decepción al recordar que estaba sucia y no la había usado.
━━Lo siento, aún no eh podido acostumbrarme a esto…además, creo que tenía la cabeza en otro lado━━me excuse con cansancio, incluso arrastrando una que otra palabra.
━━Cómo siempre━━escuché a mi lado murmurar a Número Dos. Estúpido.
━━¡Exijo que al terminar el desayuno te arregles adecuadamente!━━golpea la mesa con su tenedor causando que de un pequeño salto en la silla.
Talle uno de mis ojos y simplemente asentí, mirando nuevamente mi plato de comida, el cual nisiquiera había tocado, solo jugaba con mi cuchara, revolviendo la sopa.
Mire algunos trozos de lechuga, flotar sobre mi plato y los removi con desagrado.
Entonces mire al frente a la única persona que ni de reojo me miraba.
Las gafas cubrían sus ojos mientras daba algunos bocados de su sopa y anotaba algunas complicadas ecuaciónes que siempre me han costado entender. Se veía tan elegante como Reginald.
Era un chico que apenas y sabía todavía de mi existencia.
Mirándolo comer me hacía sentir que aquella sopa que entraba por sus labios de vez en cuando era deliciosa.
Un mechón de su cabello azabache se acomodo sobre su frente pero rapidamente lo acomodo, ya que a él le encantaba tener todo completamente ordenado.
En ese momento me sentí tan diferente y lejos de el, como si la mesa midiera kilómetros.
Tome nuevamente la cuchara, y comeze a comerla está vez disfrutando un poco más de el sabor.
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Viernes 18 De Enero Del 2005
━━━━━MAMÁ PEINABA mi cabellera rebelde mientras yo intentaba no fallar en el intento de atarme la corbata.
Hoy teníamos misión y papá nos había hecho alistarnos rápidamente.
Nos encontrabamos en el pasillo por lo que no tenia la hermosa privacidad de mi habitación.
Me sentía un poco incómoda aquí afuera pero intentaba no darle mucha importancia.
Vi pasar corriendo a Luther que me hecho una rápida mirada y alzó el dedo gordo en una señal de aprobación.
Seguro que me veía mucho mejor que en ayer...
Finalmente falle en el intento de atarme la corbata, pero ahora mínimo tenía muy bien recojido mi cabello en un moño que no dejaba salir ni un solo cabello. Me causaba un poco de incomodidad estar tan bien arreglada, pero a la vez me sentía linda...siempre había sentido tantas cosas, cosas que nunca pude expresar...
━━Mamá,¿Puedes ayudarme?━━pido mostrando mi corbata suelta, ella asintio con una sonrisa, pero se detuvo a medio camino al percatarse de un olor a algo quemándose.
Sin decirme nada dejo mi corbata y se aproximó a el cuarto de el olor, dejándome totalmente sola.
Te maldigo Klaus...
━━Diablos━━murmuré mientras revuelvo mi corbata desesperada.
Yo sé que algunos dirán que ya e pasado el suficiente tiempo aquí como para saber atarme la corbata, pero tengo que decir que nunca fui yo quien la ató, si no algunas personas de mi alrededor.
━━Déjame ayudarte━━aquella voz me erizo la piel.
Ahora no traía las gafas puestas, solo aquel antifaz que papá nos hacía ponernos.
Rápidamente acomodo mi corbata y la dejo perfecta.
━━Apura, Cero, ya sabes cómo se pone papá con las misiones━━afirma mientras se aleja para después sin decir nada más, irse de ahí. Dejándome totalmente perpleja.
¿Después de tanto tiempo?¡Después de seis años me había hablado!
Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro y pude sentir como mi corazón latía un poco más rápido.
Había extrañado tanto que usará mi Número, había extrañado que me mirara.
Suspiré y casi tropezandome me heche a correr lista para la siguiente misión.
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━━━━━MI SONRISA TAL VEZ REFLEJABA ORGULLO, oh incluso felicidad, pero detrás de todo eso había un enorme vacío emocional que me dejaba sin aliento, que me consumia un poco más durante todos estos años en esta gran farsa.
Porque la felicitaciones que yo en verdad quería, nunca estuvieron, no existían. Porque la persona que yo quería no lo hacía, papá siempre me demostro que solo era otro de sus estúpidos experimentos. Una simple adquisición, un trofeo.
Todos de verdad estaban felices, todos menos yo. Todos nadamás necesitaban estar orgullosos de ellos, no necesitan el apoyo de un padre que jamás los amo.
Incluso la pequeña Vanya, la que todos subestimaron por no poder controlar sus poderes, incluso ella al día de hoy es una mujer empoderada que solo necesita de ella misma.
Siempre le quise preguntar cómo le perdió el miedo a sus habilidades, como pudo cambiar y mejorar tanto en tan poco tiempo.
Pero jamás tuve el valor de hacerlo...
Siempre Papá me había tachado de que tenía el poder de una estrella, pero que mi actitud y mi falta de disciplina lo opacaba y no lo dejaba relucir.
Al día de hoy, mis habilidades aún dolían, aún eran un completo misterio para mí.
Por lo que papá siempre prefirió entrenar mi cuerpo, decidió que no servía de nada una habilidad tan grandiosa en un cuerpo tan miserable.
Todos bajamos de el escenario, aún con los aplausos de la gente y las felicitaciones.
Entonces fue cuando me encontré con la mirada de mi padre. Esa fría y calculadora mirada que jamás intento cambiar.
━━limpiate el rostro, se ve del asco━━noto el mientas me tendía un pañuelo que saco de su muy bien planchado y arreglado traje.
Sin decir absolutamente nada, como si fuera un robot. Tome aquel pañuelo y comencé a retirar las pocas salpicaduras de sangre de mi rostro.
Estábamos a unos metros del público, no podía hacer uno de mis "dramas" solo porque papá dijo que le doy asco.
Suspiré mientras caminábamos todos hacia el auto y mire a Número Seis, quien siempre salía notablemente bañado en fluidos carmesís por casi todas las misiones.
Mire el pañuelo unos segundos y con mucha pena y cabiz baja me acerque a el para tenderle el pañuelo.
━━Muchas gracias, Mar━━responde el a mi acción y pude ver cómo dibujo una pequeña sonrisa amigable en sus labios.
Dios, el parecía ser un pan de Dios con solo sonreír.
Quería decirle algo, ¿Pero que podia decirle? Me había quedado sin palabras. Bueno, de hecho nunca pensé en juntarlas.
Por lo que aplique la vieja confiable de solo asentir y alejarme nuevamente a mi lugar.
Dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro, me sentía algo feliz, después de todo, por lo general se me llamaba por mi número, no por mi nombre real.
Me hacía feliz escuchar mi nombre/apodo de vez en cuando.
Camine aún con es sonrisa dibujada, escuchando la bulla de fondo. Seguro eran los fans intentando llamar nuestra atención.
Jugaba con mis dedos con un poco de pánico, pues la voces simplemente no se callaban y no me dejaban sentirme tranquila.
━━Hey, Cero━━una voz masculina llamo mi atención, gire un poco la cabeza para ver de quién se trataba y quedé congelada al verlo━━. Toma mi pañuelo, sigues teniendo un poco de sangre en la mejilla━━me muestra el objeto azulado, con su número grabado en una de las esquinas.
━━¿De verdad?━━cuestiono aún sin creerlo, y el me lo afirma con un asentamiento. Nuevamente mire aquel pañuelo y con algo de miedo lo tome, para luego con lentitud tallarmelo en la mejilla━━. Gracias━━mostré una leve sonrisa mirándolo unos cuántos segundos.
El acomodo una de sus mangas y simplemente asintio para volver a apartarse de mi y cambiar a esa mirada peculiar que literalmente decía: ni se te ocurra hacercarte.
Pero la verdad que le gustaba ayudar de vez en cuando a su familia con cosas que para el son "absurdamente fáciles".
En verdad que Número Cinco era muy amable.
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Editado: 10/12/23
Publicado: 10/12/23
1915 palabras.
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