☪ Capítulo 9: febril ☪





Taehyung fue el primero en abrir los ojos cuando el sol se alzó alta en el cielo, vio como Jimin abrazaba con fuerza su estómago y se escondía en su pecho. El beta no solo era particularmente más bajo que él, también se veía muy pequeño acostado a su lado.

Pero cuando lo estrechó entre sus brazos notó que algo iba mal, el joven temblaba y podía sentir su respiración caliente golpear su pecho.

Lo apartó de sí mismo con cuidado presenciando su dificultad respiratoria y como el sudor bajaba por su piel, no hacía mucho calor, el sol ya estaba alto pero el clima era fresco.

Tenía fiebre, pero ¿por qué? El muchacho estaba bien en la noche.

—Ey, Jimin ¿Qué tienes? —preguntó, no obtuvo respuesta, pero siguió hablando—. Vamos, responde, me estas asustando.

"Diablos" pensó para sus adentros.

Taehyung intentó oler más allá de la peculiar limpieza que traía el beta, no podía asegurar que tuviese un olor, pero a diferencia de cuando le conoció ahora si podía distinguir algo característico. No era un olor, era más bien como una sensación que se podía percibir cuando Jimin estaba cerca.

Sin un olor se le dificultaba más saber que le pasaba, si fuera licántropo sabría perfectamente que tenia o que lo ocasionaba.

Se zafó completamente del agarre de Jimin y le revisó con las manos, comenzó con algo de timidez, gustar de alguien de tu mismo sexo era común entre omegas y alfas, solo los diferenciaba su género, por lo que tocar sin permiso el cuerpo del beta le ponía nervioso. Al ver que no llegaría a nada de esa forma fue un poco brusco, levantando la ropa moviendo el cuerpo.

Así no logró ver la palma de su mano izquierda, la herida era pequeña, ni siquiera sangraba, solo estaba un poco sucia, pero esa no sería suficiente razón para enfermarse ¿o sí?

¿Los betas eran así de delicados?

—Mierda —gruñó para sí mismo.

Se vistió con rapidez, aunque convertirse en lobo sería un rápido transporte Jimin no podría sostenerse y si lo llevaba de esa forma aun así pasaría cayéndose en todo el camino y quería evitar mayores problemas.

Cogió al mayor en sus brazos y echó a correr, a ese ritmo llegarían en poco tiempo, pero igual estaba algo lejos de la casa de Yoongi por lo que sin duda terminaría exhausto.

Jimin se quejó entre sus brazos, la mañana no era particular mente muy fría, pero podía ver el aire caliente salir de sus labios mientras temblaba y su rostro se contraía en una mueca.

—Espera un poco, cachorrito, ya casi llegamos —le susurró esquivando un árbol y abriéndose paso por el bosque.

¿Cachorrito? Oh por la luna, le estaba poniendo apodos lindos, tendría que pedirle una revisión a Yoongi, también debía de estar enfermo.

Pudo divisar la cabaña del omega desde lo lejos, estuvo a punto de caerse sino fuera porque Yoongi debió percibir su aroma y salió a auxiliarle. El mayor alcanzó a tomar a Jimin en sus brazos antes de que Taehyung, agitado y exhausto se desplomará en el suelo.

—¡Ey! ¡Taehyung! ¿Qué está pasando? —no le tomó mucho tiempo entender la situación de Jimin—. ¡Animal! ¡¿ahora qué hiciste?!

El alfa no alcanzó a responder cuando les vio entrar en la cabaña. Se quedó en el suelo unos minutos más recuperando la compostura y ordenar su mente, pero Jimin era todo lo surcaba por esta. Se regañaba a sí mismo el haber ignorado su herida por insignificante que le pareciese, también debió de ser duro para él dormir en la intemperie, solo por seguir manteniendo su distancia del joven no se preocupó en absoluto por su salud.

Taehyung podía tosco y reservado con los extraños, pero realmente se preocupaba cuando sus errores afectaban a los cercanos a él, nunca se perdonaría si en alguna de las muchas discusiones tontas que tenía con Yoongi le hubiera hecho alguna herida.

Pelear en forma de lobos era común, unos cuantos mordiscos quitaban el mal humor, pero ninguno lo suficientemente fuerte para dejar alguna marca dolorosa. Los alfas tendían a morder en cuello de los omegas cuando estaban de mal humor o nerviosos y que decir sobre el coito ¿los betas no se mordían entre sí? Que aburrido.

Más calmado volvió a levantarse, pero antes de poder siguiera abrir la puerta sintió el característico olor cítrico de Namjoon.

—Estas en muchos problemas, Taehyung —dijo furioso, sin saludos ni presentaciones previas.

Solo le tomó 1 minuto enumerar todo lo que había hecho el alfa a espaldas de todos aquella noche, escaparse de su turno, confraternizar con el "invitado", llevarlo de paseo, quedarse con él toda la noche, Taehyung realmente no consideraba malo todo lo que Namjoon le acusaba, oh cuantas veces se había escapado de su trabajo más joven simplemente para jugar, pero creía que lo que más afectaba a su hyung era que hiciera todo eso con Jimin.

Él había escuchado cada palabra que le había dicho al beta y de alguna forma pensaba igual, solo que no de forma tan brusca, pero nunca se atrevería a decir lo que realmente piensa con un desconocido, bueno, casi desconocido, más bien, recién amigo, después de aquella noche no podía simplemente considerarle como alguien de paso por la manada.

—Hyung —dijo intentando pensar que decir, pero no le sirvió de nada—. Lo siento, yo-

El olor angustiado de Yoongi le hizo callar, ambos alfas se giraron a mirar la casa. Taehyung fue el primero en entrar, siguiendo la esencia del asustado omega.

—Vamos mi amor, por favor bébelo —murmuraba intentando que Jimin dejara de removerse y se tomase la medicina había logrado preparar rápidamente—. Por favor, hazlo, te sentirás mejor, vamos.

El más bajo estaba pálido, lo que le hacía resaltar sus mejillas rojizas y el sudor que le cubría el cuerpo, debía de estar ardiendo.

—Hyung —susurró Taehyung quedándose en la entrada de la habitación.

Yoongi consiguió que se quedara quieto un segundo para verter en liquido en su boca, pero en vez de tragarlo solo se ahogó con él terminando por escupirlo.

El azabache se acercó a la cama, vio como Jimin estaba cubierto por varias mantas, pero no tenía la camisa puesta y su mano estaba vendada.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Yoongi intentando sin éxito que el rubio se tomara la bebida.

—Se lastimó escarbando en el suelo, estaba buscando la "voz" que le di —no iba a comentar nada sobre la conversación con Namjoon, no quería preocupar a su amigo, tampoco quería causar un conflicto en ese preciso momento.

—Por la luna, Minnie, tomate esta mierda —el omega empezaba a perder la paciencia.

—Déjamelo a mí.

—Ya hiciste mucho, gracias, Taehyung —espetó.

El alfa miró hacia atrás cruzando miradas con Namjoon, su mirada le decía algo bastante claro "vámonos", pero no pensaba obedecer. El menor a pesar de haber tenido su etapa rebelde como cualquier otro nunca llegó realmente a contrariar las recomendaciones de su primo.

—Quita, no seas terco —dijo por fin arrebatándole el cuenco con la medicina y parándose más cerca del beta—. A ver, cachorro, te lo tomaras quieras o no.

Después del ultimátum sorbió toda la medicina, se inclinó sobre el rubio abriendo su boca con una mano y tapando su nariz con la otra, respiró suave calmando su desbocado corazón y unió sus labios para poder pasarle la medicina con más facilidad.

Namjoon apartó la mirada y caminó hacia la salida, Yoongi le siguió, echando un último vistazo a los menores y trotando tras del alfa.

—No voy a preguntar, sé que más tarde te quejaras todo lo que puedas —comentó colocándose a su lado en la entrada—. Pero gracias por no armar un escándalo.

El omega conocía tan bien a su amigo de la infancia, dentro de él estaba luchando porque el enojo no le llegara hasta sus manos y fuera a pelear con Taehyung por tener un contacto tan directo con quien seguía considerando parte del enemigo.

—Sabes que no estoy de acuerdo con nada de esto, puedo entender que tú me desobedezcas, pero ahora Taehyung... él... ugh —se llevó una mano a la frente calmándose.

Yoongi sonrió y entrelazó su mano con la de él, se sentía raro al hacerlo, después de todo, su relación había acabado varios años atrás, pero aun así ambos permanecían cerca del otro por su amistad, lo que los seguía uniendo más que a nada.

—Soy bueno escuchando, Joonie, para cuando olvides que eres el alfa de la manada y decidas soltar las cargas que tienes.

Namjoon no le miró, solo apretó su mano con la del contrario y se quedó, ahí en silencio, intentando controlar el vendaban en su interior.

Taehyung no se apartó del muchacho en ningún momento del día, ni cuando Namjoon le susurró que el beta estaría bien en manos de Yoongi, ni cuando el hambre le cubrió, mucho menos cuando el sol empezó a caer.

—¿No vas a comer nada todavía? —le preguntó Yoongi abrazandolo por la espalda, aún seguía sentado en el taburete de madera, solo se había levantado un par de veces para orinar y para cambiar el agua con el que limpiaba el sudor de Jimin—. A él no le gustará verte así, Tae.

Sabía perfectamente cuando Yoongi se ponía manipulador.

—Estoy bien, puedo aguantar más.

—Ugh, alfas —dijo soltándole.

Jimin se removió un poco entre las sabanas murmurando un nombre.

Sunghoo.

Taehyung había escuchado ese nombre 7 veces ya mientras el beta dormía, aunque no había sido el único, también llamaba a sus padres y a Hoseok, su hermano.

—Yoonie.

—¿Si? —respondió el omega guardando algunas cosas en el armario.

—Jimin... ¿él te ha dicho algo sobre por qué escapó?

El mayor se sorprendió un poco sobre la pregunta, de hecho, era la primera vez que Taehyung se interesaba por saber algo del muchacho.

—Bueno, no, no mucho, en realidad, ha sido bastante receloso sobre las razones, solo sé que escapó de donde sea que haya estado.

Ambos habían visto las marcas en el cuerpo de Jimin, la mano quemada que traía cuando llegó, los recientes rasguños, los moretones purpuras y el demacrado aspecto, como si no hubiese comido nada durante días.

—Haré que me lo diga —susurró para sí mismo.

Una pequeña discusión interna se instaló en su mente, quería seguir manteniendo la distancia con Jimin, después de todo solo habían pasado una noche juntos, no era razón suficiente para que de repente se sintiese tan interesado en todo sobre él, pero tampoco quería continuar ignorándole, porque desde hacía bastantes días que lo consideraba atractivo.

Oh por la luna, si Jimin fuera omega no habría dudado en cortejarlo.

Pero era un beta y no había forma de cambiar eso.

Por un momento quiso preguntarle a Yoongi si en los libros antiguos había alguna información sobre relaciones entre betas y licántropos, pero se abstuvo de delatar sus pensamientos de forma tan directo, su amigo esa bastante suspicaz, no tardaría en atar cabos.

Jimin terminó despertando pasada la media noche. Yoongi se había quedado dormido en un rincón del cuarto convertido en lobo, pero Taehyung no había pegado el ojo en toda la noche.

—Ey —susurró el saludo cuando los somnolientos ojos del beta se plantaron en él.

—Ey —respondió—. Maldición, me duele el cuerpo.

El alfa se llevó el dedo índice a los labios para que habla un poco más bajo, no solo para que Yoongi no despertara –después de todo le había costado caer en el sueño– también para que no se sobre esforzara.

—¿Qué pasó?

—Te enfermaste, fiebre, tu herida en la mano se había infectado.

—Oh mierda, cierto, lo había olvidado —Taehyung sonrió cuando le escuchó soltar tantas groserías, no conocía a ese Jimin, generalmente era educado y pasivo—. Lo siento.

—¿Qué?

—Debí joder mucho el "paseo" con esto, debes estar enojado.

Si lo estaba, solo un poco y no precisamente con él.

—¿Estas de coña? Estaba muy asustado, no sabía que ustedes fuesen tan delicados –Jimin rió–. Después de esto no creo que Yoon te deje salir de la casa y tampoco creo que Namjoon me deje venir.

—Oh carajos ¿él sí que debe de estar que echa humo?

¿maldecía tanto cuando se enfermaba o era porque empezaba a entrar en confianza?

—¿Los betas humean cuando se enojan? —Jimin se aguantó la risa tapándose la boca con la mano sana.

—No, es solo una expresión. Lo siento ¿Namjoon se desquitó contigo?

—No —el contrario le miró con una ceja alzada—. Bueno, no mucho, pero no te sigas disculpando, yo fui quien te mantuvo afuera toda la noche.

Un silencio cubrió la habitación.

Entonces un ataque de risa invadió a Jimin quien se tapó la cara con la almohada para no ser tan escandaloso. Taehyung estaba anonadado.

—¿Qué es tan gracioso?

—¿No lo ves? –respondió recuperando la compostura—. Somos como dos adolescentes hormonados después de escaparse a una fiesta y que seguro tendrán muchos problemas.

El alfa no entendió nada de lo que había dicho el más bajo.

Esta vez el silencio fue roto por el alfa.

—¿Te divertiste? —preguntó primero, luego prosiguió al no obtener respuesta—. Anoche ¿te gustó?

Entonces lo vio y sintió que todo su cuerpo temblaba en un desconocido sentimiento ansioso, si hubiese estado en forma animal su cola se menearía de un lado a otro como un perro faldero. La sonrisa que Jimin le había dedicado había sido la más cálida que había visto en su vida.

—Sí, fue genial.

"Oh por la luna ¡cálmate! ¿Por qué te pones así? Solo fue una sonrisa, no actúes como un loco" se regañaba internamente.

—¿Lo volveremos a hacer? Prometo no enfermarme la próxima vez.

Yoongi sonrió al ver la escena desde el rincón, se había despertado con la risa de Jimin, pero quería solo observar y darles su espacio a ambos. Su nariz captaba bastante claro el cumulo de sentimientos que tenía Taehyung, nerviosismo, emoción, confusión, anhelo, oh, el pequeño alfa definitivamente no podía escapar del viejo omega.

—Claro que sí —respondió y solo se quedaron mirándose hasta que ambos cayeron en el sueño.

Taehyung por fin podía descansar tranquilo. 



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