☪ Capítulo 11: Amistades volátiles ☪
Los ojos de Jungkook se pasearon velozmente entre su amigo de la infancia y el chico rubio bajo él ¿se había perdido algo la última vez que vino con la caravana meses atrás?
—Eh... Taehyung... —Jimin susurró llamando la atención del Alfa, oh bueno, ambos alfas.
Licántropos, con buenos oídos los chismes vuelan rápidos.
—Me estas aplastando —terminó por decir.
—Oh, claro, si, perdón.
Taehyung se levantó rápido, ágil, pero no se apartó de él en ningún momento, mucho menos cuando ya ambos estaban parados y un alfa desnudo cruzaba los brazos frente a ellos.
Jimin intentaba no mirar el cuerpo del muchacho y menos su cara, el desconocido tenía una particular belleza varonil que rayaba con la feminidad; no se refería a que se veía como una chica, nada que ver, más bien era que los rasgos bruscos se notaban curiosamente suaves.
Tenía un tatuaje que le cubría todo el hombro derecho, desde el comienzo del cuello hasta el codo, una serie de intrincados dibujos del que solo pudo entender un par de árboles y una luna. Su cabello castaño claro debía de llegarle hasta el final de las orejas por los mechones que se escapaban del improvisado nudo que había hecho detrás de la cabeza.
Era apuesto, no podía negarlo, de haberlo conocido en otras circunstancias —probablemente en la universidad— habría tenido un crush instantáneo en él.
—Y ehmmm ¿me presentaras a tu amigo? —preguntó el menor de los tres con una gran sonrisa que para Jimin denotaba cordialidad, pero para Taehyung significaba "los lobos muestran los dientes antes de atacar".
Podría sonar como amenaza, pero en realidad era una búsqueda de explicaciones.
—Ah, sí, Kook, él es Jimin —comenzó, el nombrado saludo con la mano, aun un poco oculto en la espalda de Taehyung, cosa que no pasó desapercibida para el recién llegado—. Jimin, este es Jungkook, un amigo.
—Mejor amigo —corrigió evitando gruñir.
Taehyung asintió una vez evitando echarle más leña al vivaz incendio que tenía el alfa en la mirada.
—Un placer —saludó el rubio.
—Sí, igual...
Taehyung solo soportó el silenció un par de segundos antes de volver a hablar.
—Bueno, Jimin está un poco enfermo y yo voy a acompañarlo a su casa, así que podemos encontrarnos después, cuando los demás se hayan acomodado —dijo refiriéndose a los demás alfas y omegas que los acompañaban en la caravana.
El número de viajeros no superaban los 30, siendo la mayoría alfas que se encargaban del trabajo pesado, solían quedarse un par de días en las diferentes manadas por las que pasaban, pero al ser Calliope la última cerca de la frontera, podían darse el lujo de descansar y disfrutar por al menos una semana.
Jungkook no era un viajero constante de la caravana, solía unirse cada tres de meses, porque su padre era quien se hacía cargo del puesto, pero como el celo de sus padres era intermitente, solían haber 4 espacios al año del que Jungkook aprovechaba para ver a Taehyung.
—¿Se marchan tan pronto? —esa voz puso los nervios de punta al alfa mayor.
Estaba tan concentrado en impregnar a Jimin de su aroma para que Jungkook no sospechase que no reconoció el de Yugyeom incluso estando tan cerca. El nuevo personaje que se unió a la ya incómoda situación era Jeon Yugyeom, el hermano mellizo de Jungkook.
—Hola, Yugyeom —saludó Taehyung con recelo, podía tener una relación muy cercana con Jungkook, pero su hermano era otra historia.
—Hyung, ya iba a regresar, solo queria dar un saludo rápido.
Jimin se sorprendió un poco por el cambio repentino en la actitud de Jungkook, se había comportado amistoso con el alfa mayor, cosa que cambió al verle a él, pero ahora se veía mas ¿brillante? En compañía del nuevo muchacho.
Oh Dios, Jimin empezaba a marearse.
—Cuanto tiempo, Kim, veo que ya conseguiste por fin una pareja –el alfa enarcó una ceja mientras hablaba.
—Yo veo que sigues teniendo la cabeza dura.
Yugyeom gruño un gutural sonido que hizo que Jimin tragara en seco.
—No me provoques Kim.
—¿En serio? ¿quieres volver a comer tierra como el año pasado? —sonrió ladino.
—Acepto el reto —respondió mostrando los dientes.
Jungkook parecía nervioso con el cambio de atmosfera, recordó como había tenido que curar a su hermano hace un año tras perder en una pelea contra Taehyung, Namjoon fue quien logró separarlos, pero eso no evitó que las heridas sangraran.
No quería que su hermano volviera a lastimarse, amaba a Taehyung, pero nunca estaría de acuerdo en la violencia.
Jimin ocultó tras su espalda estaba mucho más asustado ¿se pondrían a pelear? ¿justo en ese momento?
El beta apretó el puño en la espalda de su amigo, cosa que no pasó desapercibida para este.
—No quiero que suene a cobardía, pero este no es el mejor momento —interrumpió la efervescente furia que subía por la garganta de Yugyeom—. Pelearé contigo cuando quieras, pero no ahora.
—¿Qué?
—Me alegro que ambos estén bien, nos veremos más tarde —con esto se giró para acariciar los hombros de Jimin y calmarlo.
—¡Solo eres un hablador! —arremetió el menor—. Tienes miedo de quedar como un tonto frente a tu omega ¿verdad?
—Hyung, basta —Jungkook intentaba calmar a su hermano.
Se sabía que ambos alfas no se llevaban bien, pero nadie nunca supo las razones, solo quedó entre ambos, pero aunque Taehyung había superado el asunto, Yugyom seguía teniéndole rencor.
—Sigues siendo inmaduro como siempre, sigues siendo un cachorro resentido —comentó antes de comenzar a caminar junto a Jimin—. Vámonos.
Eso fue la gota que colmó el vaso de Yugyeom, un sonido gutural sonó en su pecho y vertiginosamente se convirtió en un lobo marrón.
—Hyung, nos meteremos en problemas, detente.
—Tae —susurró Jimin echando una mirada hacia atrás.
—Solo ignóralo y camina.
Esta vez el lobo no se quedó convertido hasta calmarse, arremetió como toro desbocado hacia él.
—¡No! —Jungkook intento seguirle paso aun sin convertirse, sería retar a su hermano y era lo que menos quería.
El grito asustado de Jimin no fue lo que realmente lo alertó, pero fue suficiente para hacerle rabiar.
No lo permitiría, nadie lo haría, no con Jimin.
Taehyung con una suavidad sorprendente agarro los hombros de Jimin, acostándolo con rapidez en el suelo mientras esquivaba a Yugyeom, pero sus pies quedaron al aire, siendo aprovechados por el menor para agarrarle un tobillo con su fuerte mandíbula.
El alfa se transformó también, devolviendo las mordidas, los arañazos y los gruñidos.
Jimin no podía levantarse, prácticamente estaban peleando sobre él, Yugyeom sin preocuparse por nada más que por derrotarlo y Taehyung evitando que lastimaran al beta.
—¡Basta! ¡por favor, basta! —intentaba gritar por sobre el estruendo, pero no lograba nada.
Lo siguiente fue ser arrastrado por la hierba, pensó que alguno de los dos de lo había llevado por delante, en realidad era Jungkook quien había corrido hacia él jalándolo del suéter.
—¿Qué haces? ¡Estúpido, si te quedas ahí te aplastaran! –le regañó.
Con un poco más de estabilidad se levantó, haciendo que Jungkook soltara la prenda y corrieran juntos de la bola de ladridos y filosos colmillos.
—¡Abajo! —grito el menor empujando el cuello del beta hacia abajo.
Algo hizo crack, seguido de un estruendoso grito.
Taehyung apartó al lobo de encima suyo buscando a Jimin.
Este en el suelo, se retorcía entre llantos y gritos, intentando sujetar algo que sin duda no estaba en su lugar.
Yugyeom quiso seguir con la pelea, pero el fuerte ladrido que le dio su contrincante sirvió para detenerle.
—¿Qué pasa? Deja de moverte y déjame ver —balbuceada Jungkook.
Entonces pudo sentirlo, el olor, o más bien la ausencia de este. La esencia de Taehyung se desvanecía, dejando descubierto al beta.
Yugyeom se quedó rígido ante los chillidos agónicos de Jimin ¿Qué estaba pasando?
Taehyung, humano de nuevo, empujo a Jungkook a un lado en búsqueda de lo que estaba mal.
La fuerza de un alfa no se podría nunca comparar con la de un simple beta, Jungkook había usado mucho sobre el cuello de Jimin que al bajar el hombro aun quedó arriba, lo que causó que se dislocara.
—¿¡Que has hecho!? —toda la furia del alfa cayó contra su viejo amigo.
—¡Taehyung! —un grave y fuerte ladrido se escuchó sobre los sollozos del muchacho.
Era Namjoon, que llegaba en compañía de Jackson —otro alfa de la manada—, Nayeon y Yoongi.
—¡Jimin! —Yoongi aceleró siendo el primero en arrodillarse ante el beta, con un simple vistazo, supo lo que tenía que hacer—. Jimin ¿me escuchas? El hueso de tu hombro se ha salido de su lugar ¿vale? —el nombrado entre pequeños quejidos quiso asentir, pero el dolor no se lo permitió—. Lo arreglaré, pero te dolerá un poco.
—Mi-entes —alcanzó a murmurar.
—Sí, que listo te has vuelto —colocó suavemente su mano en el hombro del menor y otra en su pecho—. Taehyung...
El nombrado estuvo atento a las palabras de su amigo. Yoongi le dio una rapida mirada y se mordió el labio para después suspirar.
—Olvídalo, ve con Nayeon a que te revisen esos arañazos —se apresuró a decir y sin esperar una respuesta continuó—. Namjoon, ven, yo acomodaré la articulación y tú lo cargaras.
El alfa líder se acomodó a su lado siguiendo las indicaciones del omega.
Un dolor profundo se alojó en el pecho de Taehyung, algo que incrementaba cada segundo más, Nayeon se acercó a él lanzándole una advertencia con la mirada y él simplemente obedeció.
—T-Taehyung —Jungkook se acercó unos pasos siendo detenido por su propio amigo.
—No te me acerques —advirtió—. Y tampoco te quiero cerca de él.
El alfa menor retrocedió intimidado por las bruscas palabras de su viejo amigo, pero ¿ahora podía continuar llamándole asó?
—Jimin, lo voy a hacer ahora, a la cuenta de 3.
—1, 2... —fue Namjoon quien hizo la cuenta regresiva—. ¡3!
Taehyung ya estaba lejos, pero aun así el alarido de Jimin fue tan claro como si hubiese estado a su lado, el cuerpo le hormigueo en un sentimiento desagradable que le caló tan profundo en el cuerpo.
—No debiste de hablarle así a Jungkook, han sido amigos desde siempre —habló la alfa a su lado.
Claro que se conocían desde jóvenes, el padre omega de Jungkook provenía de la manada Calliope, sus raíces estaban en este lugar, pero se tuvo que marchar cuando conoció a su pareja alfa, aun así, nunca se apartó completamente de los suyos y a diferencia de muchos de los hermanos de Taehyung, el omega regresaba constantemente de visita, varias veces trayendo a sus cachorros con él.
—Tal vez es momento de acabarla.
—¿Hablas en serio? Creo que te estas precipitando mucho, no sé qué haya pasado, pero Jungkook no es de dientes tomar, lo de Jimin ha de ser un accidente.
—Eso ya no importa, igual era algo que tenía que hacer desde hace tiempo.
—No tendrá que ver con la pelea que tuvieron tú y su hermano hace tiempo ¿verdad?
Esta vez Taehyung no respondió.
Nayeon teorizó las razones, pero nada que realmente le diera seguridad.
—Mira, que tal si conversas con Hyong Seo, vive con Jess cerca del rio —comentó—. Oh esa omega tiene una lengua muy afilada, puede destruirte con solo mirarte, pero da los mejores consejos, me ayudó mucho cuando tuve problemas con Jihyo.
Taehyung rió con sorna.
—¿Tu? ¿problemas con Jihyo? No me lo creo.
—Claro que sí, pero mi vida amorosa no es de tu incumbencia.
—La mía tampoco.
—Oh vaya ¿así que tienes a alguien? —la alfa lo dijo solo como simple palabrería, su intención en realidad era que Taehyung no arruinara su amistad, pero ahora había encontrado algo más interesante—. Por la luna ¿te gusta alguien?
—¿Qué no ibas a curar mis rasguños?
—Eres un alfa, zopenco —era cierto, los licántropos tenían un nivel de curación más alto que los betas, teniendo los alfas un poco más de rapidez en comparación de los omegas—. Sabes que Yoongi solo lo dijo para que te largaras de allí y no me cambies el tema —Taehyung esquivó un reflexivo puño de su amiga—. Entonces ¿Quién es?
—Nadie.
Ella lo miró con sospecha, bufo con diversión y dejo el tema pasar.
—La manada es pequeña, tarde o temprano me enteraré.
Lo que no sabía la chica es que Taehyung tampoco estaba claro de quien se trataba; no, sabía perfectamente quien era, pero ¿sería correcto?
Tal vez tendría que aceptar la proposición de ir con Hyongseo.
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