6.
No volvieron a hablar por casi media hora, se había vuelto un momento incomodo para ambos, hasta que a Talía le llegó un mensaje de Keitlyn:
"¡¡¡¡No puedo creerlo, Zara Jones nos invitó a una de sus fiestas por voluntad propia!!!!
¿De qué nos vamos a disfrazar?"
Bueno, eso la tomó por sorpresa, Zara nunca dijo que era una fiesta de disfraces o algo por el estilo. Se habia quedado tan estupefacta con la llegada de Zara que ni siquiera le había preguntado el tema de la fiesta, porque sí, todas sus fiestas tenían un tema específico; de gala, neón, disfraces, etc...
Ella y Keitlyn ya se habían colado varias veces, pero ellas dos no eran las únicas, todos sabían que a Zara no le importaba que se colaran a menos que fueran Talía y Keitlyn.
—Ehh, Ethan, es una fiesta de disfraces.
—¿Que dices? -Ethan parecía pensando en otras cosas, casi ni había escuchado lo que Talía había dicho.
—La fiesta de Zara... es una fiesta de disfraces. -dijo Talía tan despacio y claro como pudo, no creía que el cerebro de Ethan estuviera realmente poniéndole atención, seguro y estaba en Marte.
—Oh si, lo sé, ella ya me lo había dicho. -y esta vez fue Talía la que quedó confundida ¿Acaso se había perdido de algo?
La mirada y mente de Ethan estaban en otra parte. Eso era un hecho.
—Ethan....
—Oh mierda. -Ethan reaccionó de manera brusca y se levantó de su asiento, parecía que en su momento de perdido en Marte se había dado cuenta de algo muy importante.
—Talia tengo que irme, tengo que hacer algo, perdona por no llevarte, es urgente. -Ethan la dejó sola, se había ido así sin más.
Talía llamó a Keitlyn para preguntar sobre los disfraces de la fiesta, y si ocupaba algo para comprarlo y llevarlo de una vez. Parecía que a Keitlyn se le había ocurrido la idea de ir como una especie de guerreros samuráis o algo así, según ella era lo más creativo que se le había ocurrido, pero al final Talía la convenció de que fueran como cazadores de vampiros o monstruos, a lo cual Keitlyn después de muchas críticas y objeciones aceptó.
—Ya sé que se vería más genial con esto, armas de tu papá, se verá aún más creíble.
—No lo sé Talía, no creo que a él le agrade que tomemos sus armas ¿Y si hoy se le ocurre salir?
—No se le ocurrirá salir a cazar hoy, mira el cielo, está como si fuera a llover en cualquier momento ¿No siempre me dices tú que debería romper las reglas de vez en cuando?
—Wow no te creo, en serio esto de la nueva tú me está empezando a agradar. Desde el día que saliste sola a un bosque por la noche sabía que algo iba a cambiar.
—Bueno, eso me dice que es un sí.
***
Ambas terminaron de alistarse faltando una hora para que empezara la fiesta, media hora antes Keitlyn había intentado de todo para que no fueran a la fiesta. Fue un cambio repentino sabiendo que había sido Keitlyn la que más impactada y emocionada estaba, ella le decía ahora a su amiga que ya no era una buena idea.
¿Qué tal si Zara Jones les tenía algo planeado?
Obviamente al notar el comportamiento tan extraño de su mejor amiga le dijo que igualmente ella iría y que no entendía que era lo que le sucedía, en estas situaciones era Talía la que con todas sus fuerzas intentaba que Keitlyn no fuera a una fiesta en la que no estaba invitada, esta vez si lo estaban y no tendrían mayor problema.
Ya resignada con su amiga, Keitlyn buscó las llaves de su coche y se fueron de ahí.
La casa de Keitlyn quedaba un poco lejos de la ciudad, y la casa de Zara Jones prácticamente se encontraba en medio de ella, pero particularmente esta noche no había ningún auto en la calle, algo extraño un sábado en la noche.
Metros antes de llegar pudieron ver cómo llegaban los gemelos junto a Zara Jones en su auto, algo extraño sabiendo que la organizadora no estaba en su propia casa. Segundos después cuando ya Keitlyn había estacionado el auto, los gemelos discutían entre ellos sobre algo que Talía no le dio importancia.
Entraron a la fiesta y lo que vieron las dejó asombradas, la casa estaba repleta, casi no había espacio para caminar, también según Talía todo olía muy extraño, cientos de olores distintos que jamás había sentido.
Habían disfraces de todo tipo, unos más interesantes que otros, algunos hasta daban risa de solo verlos, otros en cambio parecían demasiado reales.
De un momento a otro toda la música se detuvo y toda la casa quedó en silencio. Zara se subió a la tarima donde se encontraba el DJ y uno de los gemelos subió tras ella, aunque Talia intentó averiguar cuál de los dos era no lo logró; ambos vestían prácticamente igual, un traje de esqueleto, la única diferencia era que uno usaba una máscara y el otro la tenía pintada.
El que tenía pintada la cara era el que había subido con Zara.
—Hola queridos amigos, compañeros y demás... Hoy les tengo una muy grande noticia -todos estaban atentos a lo que Zara decía por medio de un micrófono y resonaba por los parlantes distribuidos en toda la casa.
Hubo un silencio antes de que Zara volviera a hablar, quería que todos se callaran y la escucharan para continuar parloteando.
Keitlyn estaba inquieta, buscaba a alguien entre la multitud, Talia no le tomó importancia, al igual que la mayoría, ella quería saber que era lo que Zara Jones tenía que decir.
—¡Tengo novio!... Eiden ven a demostrarme tu amor incondicional.
Talia se quedo pasmada ¿La habían terminado sin ella haberse dado cuenta? Porque putas su novio -exnovio- le estaba dando un beso a la persona que ella odiaba sabiendo las razones de esto, y a lo que según él estaba de acuerdo.
—Al fin las encontré, tenemos que irnos ahora. -el otro gemelo apareció tras ellas.
—¿Por qué la trajiste? Te dije que no vinieran. -Ethan parecía preocupado e intentaba alejarlas de la multitud empujándolas en dirección a la puerta. Jalaba del codo a Talía.
—Lo intenté, es muy terca. -dijo Keitlyn molesta. Daba codazos y empujones a cualquiera que se pusiera en su camino.
Talia reaccionó, y aunque no entendía del todo lo que sucedía sí tenía en claro una cosa: odiaba con todo su ser a ambos gemelos.
De pronto se escucharon disparos, todos empezaron a correr asustados, eran tantas personas en la casa que parecía una estampida humana.
Eran cazadores, andaban buscando criaturas. A simple vista parecían borrachos o al menos algunos no parecían del todo consientes de lo que hacían.
Talia, Ethan y Keitlyn salieron juntos por la puerta rumbo al Jeep de Keitlyn, era un auto grande y reforzado, Keitlyn le había hecho varias modificaciones, estarían seguros ahí.
Era un caos, no solo habían llegado a la fiesta, cualquier persona que ha estas horas de la noche estuviera fuera de sus casas quedó entre el fuego cruzado, no solo eran balas, Ethan vio pasar una flecha junto a su cabeza, por su olor sabía que estaba bañada de algo que no logró identificar.
—¡CUIDADO! -por pocos centimetros una espada hubiera atravesado un costado de Talía, una mujer la había lanzado hacia ella, alguien se había interpuesto y la espada lo impactó, pero sucedió algo que dejo a todos un poco aterrados e impactados, en vez de que la espada atravesara el cuerpo del chico, el cual era delgado según lo que podías ver debajo de un traje de duende, esta fue absorbida y por algunos segundos Talia creyó ver qué la piel del chico cambio de color.
—!Megan! ¿No se supone que podías con ella? -el chico grito hacia la dirección de donde momentos antes una espada volaba por los aires.
—Lo siento, me equivoqué. -una pequeña chica de cabello blanco y demasiado largo se aproximaba a ellos.
—¿A donde se dirigen? ¿Tienen donde esconderse?
Ethan volvió a ver a Keitlyn, esta tenía una cara de pocos amigos, pero debido a las caras de Talía y Ethan tuvo que resignarse, los cinco llegaron al auto, Keitlyn se subió en el asiento del conductor, Talia abrió la parte trasera y Ethan, Talia y los demás entraron. Apenas terminaron de cerrar la puerta arrancaron el auto y salieron de ahí a toda velocidad.
Se detuvieron en una calle que estaba en silencio, no se querían arriesgar a que los siguieran a su casa. En especial Keitlyn
—¿Qué sucedió?
—Aaaaaahhhhh -todos gritaron en coro, tanto los ojos de Ethan como los de Talía cambiaron de color, algo se movió en el asiento del copiloto, donde se suponía no se encontraba nadie ahora de repente un chico y una chica aparecieron de la nada. Ethan estuvo a punto de atacarlos pero con solo un toque del chico Ethan quedó completamente inmóvil.
—Hey, tranquilo. -nadie sabía lo que estaba sucediendo.
—Lo sentimos no sabíamos que llegarían tan pronto. -Keitlyin estaba a punto de sacar una flecha del carcaj que llevaba en la espalda y clavarse lo a alguno de los dos, no entendía como pudieron entrar a su auto, este estaba altamente reforzado.
—Oh genial, se me metieron a un auto sin permiso de nadie y ahora dicen que no sabían que llegaríamos tan pronto. ¡Por qué Carajos Están en MI auto?
Ambos chicos enserio se asustaron pero no dijeron nada, solo veían de un lado al otro.
Otros disparos se escucharon y también pisadas de muchas personas. La chica intrusa tomó con fuerza el respaldar del asiento del frente y el auto con todas las personas que estaban dentro desaparecieron de la visión de las personas que se aproximaban.
—¿Que está sucediendo? -en ese mismo momento todos los que estaban dentro del auto vieron como de pronto todo cambiaba de color a tonos distintos de morado.
—No se preocupen, no nos pueden ver. -la chica seguía concentrada en lo que sea que estuviera haciendo mientras el chico explicaba que era lo que sucedía —Eva puede camuflarnos, solo que, si no me equivoco es la primera vez que lo intenta a tan gran escala.
—Cool -Talia no entendía mucho de lo que hablaba pero con tal de que no les pasara nada se podían quedar.
Cuando todo volvió a estar en silencio y supuestamente Eva no tenía que seguir "camuflandolos" todos llegaron a la conclusión de que se debían quedar ahí y esperar a que amaneciera y pasara todo el caos, ninguno se podía arriesgar a que lo casaran. Sacaron unos naipes que había en la guantera y se pusieron a jugar, hablaron de muchas cosas en toda la noche.
Los chicos que habían salvado a Talia estudiaban en un colegio más al sur, vivían cerca de una playa en una zona costera. Los intrusos en cambio eran un año menor e iban al mismo colegio que ellos, pero estos no eran buenos en los estudios, ellos decían que eran mejores en la cosas "prácticas".
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