54.

Una semana entera pasó, estando todos dentro del hotel, entrenando arduamente con Viveka.

--No te creas.

--Ustedes dos ¡No jueguen sucio! A la cabeza no.

--En una batalla de verdad, tu oponente no peleará limpio.

--Deja de llorar y patealo.

--Hazlo por nosotras.

--¡Poder femenino!

Todos miraban la pelea de Andrew y Talia, la cual según todos los demás, para volver justa, tenía los brazos atados con una camisa de fuerza. Jane y Hilary vitoreaban a su amiga, aunque algunas veces también la regañaban por permitir que Andrew atinara sus golpes.

En cambio, Jhonny analizaba los movimientos de ambos, preparando alguna estrategia por si le tocaba pelear contra alguno.

Cuando Viveka llegó junto a Ketai, con una bolsa de hielo en la cara, Talia se distrajo, y Andrew la pateó en el estómago, ella retrocedió y luego, en un acto repentino, saltó muy alto con las piernas abiertas, cayó sobre los hombros de Andrew, enrrollando sus piernas en la garganta de este y desestabilizando lo hasta el punto de hacerlo caer de espaldas.
Andrew intentó darse la vuelta o darle una patada a Talía para intentar soltarse de su agarre.

--Dejalo sin aire. -gritó Hilary.

--Vamos hermano, que una caída no te espante. -atacó Jhonny.

Andrew tomó la cabeza de su oponente, y la chocó contra la suya, desestabilizando la y creando una oportunidad para rodar con ella y soltarse de su agarre, pero no sin antes poner en riesgo su propio cuello, literalmente, ya que al rodar con ella, su cuello se estiró y contrajo de una forma dolorosa y antinatural.

Andrew se levantó de un salto, teniendo el cuidado de no recibir un golpe en el proceso.

--Ganen alguno de los dos ya. -dijo Viveka.

--Solo a usted se le ocurre poner a los dos más fuertes pelear de segundos. -rió Ketai con tono un poco amargo.

--Necesito medirlos a todos, no tenemos todo el día. -Viveka provocó que la tierra en dónde todos se encontraban empezara a temblar y desmoronarse ante sus pies. Hilary se levantó de un brinco y empezó a correr hasta tierra firme, Jane se quedó sentada en su sitio, al igual que Jhonny, quién se encontraba de pie junto a Jane.

Andrew daba golpes con sus puños en dirección a la cabeza de Talía, ésta sin poder detenerlos, solo los evadia moviéndose y saltando de un lado al otro. Una patada de parte de Talía, evadida por Andrew por los pelos; viendo la oportunidad de hacer lo mismo, en ese mismo momento girando hasta el punto de quedar a espalda de Talía y patentado la en la columna. Talia cayó de rodillas, y por culpa de su peso, la roca en la que estaba empezó a caer, provocando que Talia perdiera al tragársela la tierra. El movimiento del suelo y el desprendimiento de la roca, junto a que no podía usar sus brazos, la condujeron a la derrota.

Luego de unos minutos de calma, en la que toda la tierra volvía a la normalidad, Talia apareció justo en el mismo lugar en donde la habían visto la última vez, pero ahora estaba llena de tierra y todo tipo de cosas, toda ella se veía negra y sucia.

--Esto sigue siendo injusto. ¡Quitenme esta cosa, tengo comezón! -Talia saltaba y revolvía en su sitio intentando quitarse la camisa que le impedía mover sus brazos. Hilary se acercó corriendo para soltarla.

--No es injusto, debes aprender a que todo puede salir mal, limitarte es crucial para que puedas explotar todo de ti. -dijo Viveka en tono neutral.

--¿Pero no crees que es suficiente con estas cosas que me pusieron en las muñecas y los tobillos? -ya con sus brazos libres, Talia estiraba sus brazos en círculos mientras giraba sus muñecas intentando estirarlas y desentumirlas.

--Los grilletes con Paladio te debilitan. -dijo Jhonny sin quitar la vista de ella.

--Si, me dejan al punto de un humano. Sin mencionar el dolor horrible que me provocan al entrar al contacto con mi piel, se siente como una flama ardiente.

--Cuando te vayas a enfrentar a cualquier cazador o ser sobrenatural que sepa que eres una Lycan, usaran el paladio en tu contra.

--Literalmente es tu única debilidad. -aclaró Jhonny.

--Exactamente. Y a pesar de que practiques de esta forma, teniendo paladio cerca tuyo, estarás en problemas. -Viveka conversaba sin entender las quejas de Talía.

Talía estaba frustrada, no le gustaba el hecho de que para entrenar tuviera que irse destruyendo ella misma.

Hilary estaba a su lado, quitando un poco de tierra y rocas del cabello de su amiga.

--En pequeñas cantidades el paladio solo te debilita, pero si entras en contacto con esta sustancia en grandes cantidades y en su forma más pura, estarás en problemas, morirás si no tienes cuidado. -continuó Viveka.

--Es tu Kriptonita amiga -gritó Ketai levantando los brazos al cielo.

--Como sea. Voy a darme una ducha. -se alejó de Hilary.

--Claro que no, tu siguiente contrincante es Jane. -aclaró la mujer con voz firme.

--¿Qué! -dijeron las dos al mismo tiempo.

--¿Con dos peleas seguidas no es suficiente? Dame un respiro, por favor. -Talia dejó caer los brazos rendida.

--Claro que no. Pelearas con cada uno de ellos, y hasta ese momento tendrás un respiro.

Talía bufó ruidosamente, intentado expresar con acciones y sonidos, su descontento.

--Ponganme la camisa de nuevo. -dijo lanzándose al suelo a esperar que la volvieran a atar.

Viveka se acercó hasta ella y tomó la camisa de fuerza que Hilary tenía en sus manos.

--Esta vez será diferente.

--¿Y ahora qué, no voy a usar mis piernas?

--No, tendrás vendados los ojos.

--¿Solo eso? -preguntó pensando que le hacían una broma.

--¿Qué, quieres más restricciones?

--No, no. Me parece excelente. -dijo sonriendo con los labios apretados.

--¿Por qué debo seguir yo? -le decía Jane a Jhonny, el cual no le estaba prestando atención, parecía ido en sus propios pensamientos.

--Señora Viveka -la nombrada lo miró con extrañeza, tenía años de que no la llamaban así, esperó a que Jhonny continuara --Podría yo ser el siguiente.

--Bueno la verdad es que...

--Soy muy bueno para los ataques silenciosos. Me gustaría mostrarle mis habilidades cuando Talía tiene los ojos vendados.

--Genial, aprovechense de mi debilidad. Me van a patear el trasero. -dijo Talía ya ofuscada.

--Bueno, adelante. Pero espero mucho de ti, he oído hablar de tu familia.

Las palabras de aquella mujer lo habían desconcertado; su familia, ya no recordaba el verdadero significado de esa palabra, ésta había cambiado desde la aparición de una chica frágil que le tenía miedo a todo. A las personas que Viveka mencionaba tenía años de no verlos como tales.

A Talia no le vendaron los ojos, Viveka se fue al extremo cuando, en solo un movimiento de mano, creó una luz tan fuerte que la vista de la joven Lycan fue quemada.

--¡Maldición! ¿Era esto verdaderamente necesario?

Talia se cubría los ojos con las manos, todos habían llegado a su encuentro cuando la luz apareció y Talia empezó a gritar del infernal dolor, sus ojos habían empezado a sangrar como cataratas y se veían muy lastimados.

--¿O acaso es que quieres matarme desde antes? -Ketai le había dado su bolsa de hielo para que se la pusiera en los ojos, pero eso solo empeoró las cosas.

--No, solo quiero que...

--Entiendo que todo lo malo puede suceder, y debo estar preparada. -si hubiera podido rodar los ojos, lo hubiera hecho --Deberias buscarte alguna otra excusa para provocarme dolor, esa ya me está aburriendo.

...

--¿Lista? -preguntó Viveka, luego de que Jane le vendara los ojos para controlar el sangrado.

--Supongo -contestó ella encogiéndose de hombros. Jhonny asintió con la cabeza.

--Ahora. -concluyó la mujer.

--Terminemos esto rápido. -susurró Talia para sí misma empezando a correr en la dirección opuesta a la que Jhonny se encontraba.

Jhonny al ver la divertida situación, se quedó en su sitio sin poder contener una risa, Talía la escuchó, y como lo había planeado, dio una vuelta de ciento ochenta grados en el aire y se apoyó con ambas manos en los hombros de Jhonny. Éste se alarmó por la situación, pero viendo la anterior maniobra de Talía con Andrew, supo como evitarla, la tomó de las muñecas justo en el momento en el que su cuerpo empezaba a ser alcanzado por la gravedad.

Talia cayó de espaldas contra el suelo.

Todos pensaron que se levantaría de un salto, mas nunca lo hizo, se quedó ahí, boca arriba sin mover ni un solo músculo.

--Está fingiendo -aclaró Viveka, previendo que Jhonny bajaría la guardia.

--¿Está bien? Yo no veo que se mueva.

--Intenta golpearla para que veas como se mueve -volvió a decir Viveka.

--No creo que... -cuando Jhonny empezó a doblar sus piernas para ayudar a su amiga, ésta levantó un brazo con dificultad. Toció polvo un par de veces antes de decir.

--Por favor que alguien me levante, no doy más.

--No te hagas la delicada, la pelea no ha terminado -todos miraban a Viveka como si estuviera loca.

--Jhonny ganó. -dijo ella dejando caer de nuevo el brazo --Por favor quitenme estas cosas de las muñecas, no puedo más. -dijo Talía con una voz ronca y lastimada.

Las miradas se alternaban del cuerpo de Talía en el suelo, a Viveka y su cara de pocos amigos y decepción.

--Sueltenla -dijo antes de darse la vuelta y empezar a caminar hacia el hotel.

Jhonny se tiró al suelo y empezó a soltar uno de los grilletes, Jane, Ketai y Hilary corrieron a ayudarle a soltar los demás.

Cuando Talía ya estaba libre, tomó los grilletes, en esos momentos, cada uno de sus amigos miró como sus manos se tornaban rojas y empezaba a tener quemaduras de grado tres. Talia con los grilletes en las manos, los lanzó muy lejos, quedando en alguna parte del techo del edificio en dónde se hospedaban.

--Gracias -dijo Talía tomando aire y poniéndose en pie con dificultad, sus ojos aún le dolían, y eso provocaba que se sintiera inestable.

--Si hoy fue así no quiero ver qué nos espera en el futuro -dijo Ketai tocándose la mejilla morada y azulada.

--Será un tiempo duro. -concluyó Andrew volviendo con ellos, había seguido a Viveka hasta el lobby.

--Solo espero que todo salga bien.

--Seamos sinceros ¿A estas alturas qué es estar bien?

--Tienes razón.

--Necesito retractarme. Esto será un infierno.

***

--Perdón por esto. Nunca debí arrastrarlos conmigo, solo les causo dolor y sufrimiento. -empezó Talía casi a punto de llorar.

--No digas eso, sin ti nuestras vidas serían aburridas.

--Sin ti yo estaría aún en Santo Tomás odiando mi vida. -dijo Jhonny metiéndose unas frituras a la boca --Aquí al menos no me siento solo, y le doy un propósito a mí existencia.

--¿El cual es...? -Jhonny se encogió de hombros

--Estar con ustedes. Tener aventuras únicas.

--Tiene razón, no todos los días estás en España comiendo frituras y jugando al pool con tus amigos.

--Sin mencionar que huimos de seres asesinos en masa.

--Bueno, al menos veo que se divierten. -dijo una voz desde la distancia.

--Eso parece. -contestó Talía sin ganas. Desde hacía un rato había sentido una presencia extra.

--¡Zoe! Viniste -dijo Jane con una falsa sonrisa en el rostro y acercándose para saludarla. Los demás hicieron lo mismo.

--Para serles sinceros no iba a venir, pero qué les puedo decir, me sentía muy sola allá en América.

--Yo también podría decir otras razones que tienen nombre y apellido -Zoe le dió un codazo a Edi. Nayan entró después de ellos.

--Bienvenidos.

--Tal, Dios mío ¿Qué te sucedió en los ojos?

--Buenos... Este.... Fue solo un accidente, nada grave. -los ojos de Talía estaban rojos en su totalidad, muchas venas sobresalían y los párpados y alrededores, estaban un poco hinchados y resecos.

Nayan se acercó a ella para verificar que en verdad estuviera bien, ésta sólo asintió cada vez que le preguntaba.

--No fue nada grave, en un par de horas estaré como nueva.

--Eso no lo dudamos cariño, pero tampoco deberías excederte. No es bueno que tu cuerpo se dañe de esa forma. No se ve para nada normal.

--Te digo que solo fue algo que sucedió jamás... -la puerta se volvió a abrir y, Fabián y Keitlyn venían conversando sin prestar mucha atención a su alrededor. Se quedaron quietos cuando notaron a los otros presentes.

--¿Fabián? -dijo Zoé, mirando al nombrado con una cara de pura confusión.

--¿Qué hace aquí la reina de las nieves? -dijo Fabián en un tono burlón.

--¿Ustedes se conocen? -inquirió Ketai.

--Somos primos.

--Lejanos -agregó Fabián de mala gana.

--Lo que sea.

--No contestaste mi pregunta -reiteró Fabián con inquietud.

--Porque yo podría hacerte la misma.

--Ok. Yo vine porque soy el novio de la mejor amiga de la chica Lycan. -contestó Fabián dando un paso adelante.

--Tu novia tiene nombre, bestita. -Keitlyn le dio un golpe en la cabeza.

--Y la chica Lycan también. -agregó Talía con enfado.

--Disculpen señoritas Hale y Argent. -corrigió Fabian con diversión, luego beso la mejilla de su pasatiempo.

--Bueno ¿Ustedes juegan pool? -preguntó Jhonny luego de que se habían quedado todos callados, dejando un ambiente incómodo.

--Claro.

--¿No les importa que les gane? -Fabian miraba el tablero analizando sus anteriores jugadas.

--No si no lloras cuando pierdas.

--Me gusta la tensión del momento. Quien ganará esta disputa tan trivial. -dijo entre risas Hilary.

Olvidar las disputas y las diferencias es tan sencillo como un juego amistoso, y los ahí presentes lo sabían, de esa forma ahora eran muy buenos amigos.

--Amigos, esta vez creo que no estoy dentro. Me siento agotado. -dijo Nayan cuando le extendía su palo.

--Como digas compañero, pero serías una gran ayuda. -insistió Ketai, pero Nayan volvió a negar.

--¿Te sientes bien? -preguntó Talia sentándose junto a él.

--Si, sí. Solo estoy cansado, no es nada por lo que preocuparse.

--Entiendo -contestó Talia sabiendo que ese "no es nada de que preocuparse" tuvo la misma intención que su "no fue nada grave" de hace solo unos momentos.

--¿Sabes que miento no? -ella asintió --¿Me dirás lo que te sucedió en los ojos?

--¿Y tú por qué vienes como zombie?

Ambos se miraron y supieron al instante que pensaban igual, ninguno diría lo que les había sucedido.

--Confio en ti.

--Yo igual.

--Por favor no hagas nada que no sientas que sea correcto. Ni siquiera porque Cherokee te lo diga. No pierdas la vida por algo inútil.

--No lo haré -dijo Nayan dándole un beso --Y tú tampoco ¿ok?

--Ok.  -"No te prometo nada" se dijo para si misma Talia suspirando.

Talia le dió un último beso a su novio, antes de volver a unirse con los demás.

--Tú no eres algo inútil. -dijo Nayan en apenas un susurro inaudible, que a pesar de que era solo un pensamiento para si mismo, fue escuchado por alguien más.

***

Cada uno lucha por sus propias razones.
Todos tienen sus propias causas.

Perdón
¿No era al revés?

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