52.
--Enserio me alegra y emociona que estén aquí. Los extrañé montones.
--Nosotros a ti Tal.
--Quiero preguntar ¿Qué hacen aquí?
--Cherokee nos trajo, nos dijo que podías necesitarnos.
--Y por eso aquí estamos.
--No vinieron Zoé ni Edi porque se quedaron ayudando a su familia en algo, la verdad es que no tengo idea de que era. -aclaró Ketai creyendo que Talía preguntaría, cosa que según ella, jamás sucedería.
--¿Y..... Keitlyn? -decidió seguir preguntando por los restantes que sí le importaban.
--Ella.... -Andrew no sabía cómo contestar.
--Ella nos espera en el hotel. -contestó Cherokee. Andrew lo miró boquiabierto. Eso no se lo esperaba, tenía tiempo de no verla ni hablar con ella.
Los últimos días Andrew los había pasado con Hilary, o en Santo Tomás.
Talia sonrío, tomó a Hilary del codo y se la llevó lejos.
--Wow, tu velocidad es asombrosa, estoy realmente mareada. -dijo Hilary cuando su amiga la soltó y ella casi se cae.
--Lo siento. -se disculpó ella frotándose el brazo.
--No te preocupes, fue genial. -Hulary parecía fascinada.
--Hila...
--Dime y pregunta lo que quieras amiga, puedes confiar en mí. -Talia la abrazó.
--Te juro que eres la mejor. -Hilary se encogió de hombros restándole importancia.
--Lo sé, aunque no me lo digan a diario. Adelante, no creo que nos vayan a esperar por mucho tiempo. -la apresuró con un movimiento de mano.
--Bueno, la verdad es que te quería contarte algo, algo que me sucedió estando aquí en Alemania -Hilary arrugó la nariz pero no comentó nada --Creo que ya sé cuál es mi habilidad.
--¿Enserio? -parpadeó un par de veces intentando hacer funcionar su cerebro.
--No lo sé, lo supongo porque no siento que, lo que sucedió haya sido causalidad, pero si es así me preocupa mucho todo.
--¿Qué te preocupa? -Hilary trataba de comprender las palabras de la chica de ojos violetas, pero sentía que le hacía falta más información para sacar un buena conclusión que fuera de utilidad.
--Creo que mi habilidad es alterar la mente -Talia continuó al ver que Hilary no le había comprendido --Puedo manipular lo que las personas ven y sienten.
--Wow. ¿Enserio? ¿Cómo lo averiguaste?
--Cuando veníamos hasta acá lo hice consciente, manipulé la vista de un guardia que revisó el contenedor en el que viajábamos, él no nos veía a pesar de que estuviéramos ahí.
--Interesante. Pero ¿Cuál es el problema? -Talia se sentía impaciente al notar que su amiga no la comprendía.
--¿Qué sucede si lo he utilizado antes? Cuando lo hice con el guardia me resultó demasiado fácil, como si lo hubiera hecho mil veces, sentí una sensación familiar. -Talia limpió con el dorso de su mano algunas lágrimas prófugas, su ojos estaban algo rojos.
--Te preocupa que hayas manipulado la mente de alguien sin saberlo.
--Exacto. Eso me aterra.
--Tiene algo de sentido, pero muy poco para serte sincera. ¿Cómo en qué pudiste haber manipulado a alguien? -Talia se quedó callada, tenía muchas ideas sobre mentes que podían haber sido manipuladas por su persona, pero no se sentía capaz de decirlas en voz alta.
--Bueno...
--Chicas, ya nos vamos, las estamos esperando en el auto. -Nayan había salido de entre los árboles, se notaba que había corrido hasta acá, sus ojos eran brillantes.
--Claro, vamos enseguida. -dijo Talía tomando a Hilary del brazo, el cual ahora era de color morado al igual que sus ojos.
....
--Oye ¡Estás normal de nuevo! -Jane se acercaba a las chicas con una sonrisa en el rostro, se podía notar que ésta era tan genuina como su persona.
Talía, recordando que dentro del montón de maletas que traían había un espejo, empezó a buscarlo con velocidad sobrehumana.
--Toma -dijo extendiendo le un espejo de mano a Hilary. Ella se miró en él y se sorprendió de lo que veía, Jane tenía razón, todo su cuerpo había vuelto a su estado humano.
--Eso quiere decir que todo eso era temporal. -aclaró Cherokee --No deberías preocuparte por ello -Hilary asintió no muy convencida.
--Chicos andando, nos queda mucho viaje por delante si queremos llegar antes de la cena.
--¿Antes de la cena? Pero si apenas son las diez de la mañana. -dijo Ketai asombrado.
--Exactamente hijo, vamos retrasados, debimos salir hace dos horas. -Ketai abrió mucho los ojos.
--¿En dónde está Jacob? -le preguntó Talía a la hermana de este, pero para sorpresa de Talia todos le habían prestado atención y habían guardado silencio. Todos, a excepción de Nayan, quién estaba tan confundido como ella, parecían preocupados por aquella simple pregunta.
--Talia eso....
--¿Está muerto! -el pánico y el dolor empezaban a apoderarse de la joven Lycan, no podía creer que su amigo hubiera muerto mientras ella no estaba con él para ayudarlo y protegerlo.
Nadie sabía cómo contestar, hasta que Andrew tomó la palabra y retuvo a Talia de los hombros, la cual estaba respirando entrecortadamente mientras se movía de un lado al otro.
--No está muerto. -Talia lo miró, lo miró a los ojos con intensidad, Andrew tuvo que apartar la mirada, aquellos ojos morados te helaban la sangre con solo mirarles, te hacían sentir inferior, débil ante ellos, ante su control y poder.
--Solo no sabemos en dónde está. -terminó este con dolor de cabeza.
--Si lo sabemos, él... -Hilaey escupía furia con sus palabras.
--No estamos seguros de que esté ahí. -aclaró Jhonny también enojado.
--Lo más probable es que le secuestraron. No se hagan los tontos.
--No podemos asegurarlo.
Andrew, Hilary y Jhonny se miraban con rudeza, cada uno exponiendo su punto de vista.
--¡Chicos! ¡Por favor que alguien me explique de lo que están hablando! -Talia les había gritado antes, no era muy común en ella, pero lo hacía cuando se enojaba, sin embargo esta vez había sido diferente, ese tono amable y gentil que la caracteriza se había perdido en alguna parte; los presentes tragaron grueso y miraron como perdía los estribos, su mirada era amenazante, tenía los ojos muy abiertos, los labios apretados, y una arruga en su frente que solo uno de los presentes había visto antes, marcaba lo furiosa y alterada que se encontraba la chica.
Nadie sabía si contestar o no.
--¡Hablen! -volvió a repetir.
Para sorpresa de todos, Ketai fue el primero en abrir la boca, todos ya se imaginaban cómo Talia le arrancaba la cabeza con las manos.
--Creemos que Jacob pudo haber sido raptado por los Lobos Rojos el mismo día que Nayan y tú se fueron.
--Él me llamó. -la voz de Talia se quebró apesar de su postura rígida --Yo no pude contestarle.
--¿Te llamó a ti? -Talia asintió.
--Pues fuiste la única. -Talia tragó grueso.
--Por favor niños, no lo voy a repetir de nuevo ¡Entren al auto! Pueden ir charlando ahí adentro.
--Lo sentimos Cherokee. -la expresión de Talia volvió a cambiar, se veía más calmada, pero algo en sus ojos te podía decir que no lo estaba, algo dentro de ella se revolvía con inquietud, serpenteando sin control.
Todos entraron a la limosina en silencio, no hablaron durante unos minutos.
--Lo siento mucho chicos. -Talia rompió el silencio mientras miraba por la ventana el paisaje --Cherokee ¿En dónde carajos estamos?
--En Andalucía. -dijo distraído.
--¿España? ¿Cómo llegamos aquí? Pensé que aún seguíamos en Alemania.
--No, desde ayer estábamos en Andalucía.
--Impresionante. Supongo que ya no volveremos a Alemania.
--Correcto, Keitlyn nos espera en un hotel aquí en España.
Los sentimientos de Andrew se revolvían dentro de él, no esperaba encontrarsela por aquí, sentía que no había logrado escapar de su trampa mortal, aquella que entre lo más simple y escondido, lo perseguía sin permitirle respiro.
--Oh. -fue lo único que respondió Talia.
***
Cuando llegaron al hotel todos creyeron que era una broma, no eran muy exigentes, pero el lugar parecía que podía caerse con solo abrir la puerta.
--Es solo una fachada, no se dejen guiar por lo que ven. -aclaró Cherokee cuando todos habían bajado del auto y lo miraban a él y luego al lugar con desagrado.
--Recuerden que más de uno de ustedes ahora son prófugos de la justicia. -Cherokee miró a Hilary y Jhonny, quienes se pusieron incómodos ante el comentario, Talia le dio una mirada confusión.
--Debemos hablar, lo sabemos. -Jhonny bajó la cabeza y Hilary le sonrió con los labios apretados.
--Me imagino que será una larga charla.
--Solo si quieres aburrirte mucho. -le dijo Hilary, Talia solo levantó sus cejas dando a entender que quería todos los detalles --Está bien, te lo contaremos todo. Nada más no nos asesines en el proceso.
--Tendré que escucharlos primero, después veremos la situación. -Talia empezó a reír, sus amigos también, solo que ellos si creían y sabían que lo que habían hecho desataría la furia de su amiga; reían con nerviosismo.
--Estamos muertos. -dijo Jhonny a lo bajo. Hilary asintió muy lentamente.
...
Entraron al edificio, y para todos fue una gran sorpresa cuando al pasar por la puerta todo se volvía mas rustico y espacioso.
--Tenias razón. -dijo Ketai admirando el espacioso lobby en el que se encontraba.
Cherokee hablaba con un hombre pequeñito de color verde. Luego se dirigió a ellos.
--Todo a salido mejor de lo que suponía. Hablé con el dueño y me dijo que tendremos el lugar para nosotros solos, no tiene más clientes.
--Genial.
--Suban al segundo piso, ahí están sus habitaciones y la sala de juegos.
--Es la puerta café y grande.
--Gracias -le dijo Talia al hombrecito verde, este asintió y se quitó el sombrero.
--Es solo mi trabajo. Si gustan de cualquier cosa solo toquen las campanas que hay en cada habitación. -hablar con aquel ser era como estar hablando con un diminuto juguete que se encontraba en una repisa.
--Vamos. -dijo Talia subiendo las escaleras con prisa, todos la siguieron con ánimo.
Talia abrió la puerta del salón de juegos y se encontró con dos pares de ojos que la miraban impactados.
Los demás entraron tras ella, pero apenas Hilary miró a los que estaban dentro de la habitación corrió hasta ellos y le puso un cuchillo en el cuello al chico junto a Keitlyn.
--Maldito bastardo sin alma. ¿Qué haces tú aquí? -el cuchillo de Hilary era sostenido con furia, un hilito de sangre empezaba a brotar del cuello del chico.
El chico no parecía preocuparle en absoluto la amenaza de Hilary, más bien la miraba divertido.
--Increíble, ya no eres un adefesio con cuernos.
Los demás miraban la escena a la distancia, a todos los había tomado desprevenidos.
--Keit. ¿Quién es él? -inquirió Talía mirando a su otra amiga, quién estaba helada justo al lado de Hilary, la cual por haber tomado al chico tan deprisa la había cortado en el hombro.
--Él es Fabián Collen, el bastardo hijo de uno de los lobos Rojos. -espetó Hilary con rabia.
--Auch. -dijo Fabián sonando despreocupado.
--Callate -espetó Hilary.
El rostro de Talia se volvió una mueca indecifrable. Miró a Keitlyn y luego de nuevo a Fabián. Keitlyn la miraba sin saber que decir o hacer.
--Sueltalo Hila. -la nombrada la miró sin comprender las palabras de su amiga.
--Claro que no. Él estaba ahí. -en ese momento fue cuando Jhonny comprendió exactamente lo que sucedía.
--Él es el de los ojos verdes. -inmediatamente los ojos de Fabián cambiaron al mismo color que había dicho Jhonny, un verde bosque brillante e iluminado.
--Te reconozco, tienes razón. -Fabian hablaba con completa normalidad, como si no le preocupara el amenazante cuchillo en su cuello y abdomen --Tu sacaste a la cuernuda a rastras.
A Talia le molestó el apodo que habia usado para referirse a Hilary. Se acercó a Keitlyn y le puso una mano en el hombro.
--¿Es tu amigo?
--Pues .... Si... -contestó Keitlyn con timidez, algo atípico en ella. Talía lo notó y se sorprendió.
--Somos más que amigos. -Fabian le guiñó un ojo a ambas. Hilary clavó el cuchillo del abdomen, y éste cayó al suelo.
--Basta Hila. Es suficiente. -Hilary se alejó de ahí bufando, salió de la habitación golpeando el piso; Talia se acercó a sus amigos y luego tomó a Nayan de la mano.
--Será mejor ir a otra parte. -dijo Jane.
--Vamos a ver nuestras habitaciones. -contestó Andrew.
***
Estoy cansada de los encuentros
Quédense en sus mundos y no molesten.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top