51.
--Nooo -Talia estaba gritando, sus pulmones se lo decían, se estaba quedando sin aire.
Miró a su alrededor, estaba en el bosque, llena de tierra, lodo y quién sabe cuántas cosas más en todo su cuerpo. Estaba sin una sola prenda de ropa en todo su figura. Tocó su cabello, tosco, enmarañado, y super largo, pero no era negro completamente, en las puntas aún estaba con mechones rojos, pero no rojo fuego como el día anterior, o el rojo del cabello de Nayan, era una tonalidad de rojo de una persona pelirroja normal, casi naranja.
Intentó ubicarse dentro del bosque, mas no lo logró, empezó a caminar por ahí con la cabeza revuelta, era como ver un zombie caminar sin sentido.
Después de un rato encontró una bolsa de color rosa, había ropa; una camisa de manga larga y unos shorts a rayas.
Talia iba a empezar a colocarse la camisa cuando escuchó una rama quebrarse cerca de ella. Cada fibra de su ser, lleno de energía y adrenalina al tope, se puso alerta.
Una figura apareció de entre los árboles, Talia no se relajó ni un segundo hasta que éste también la miró, el rostro de él estaba preocupado, pero se apaciguó en el momento en que notó que ella estaba bien. El de ella no cambió en ningún momento, incluso tenía la intención de atacarlo si se acercaba más.
--Bienvenida de vuelta -le dijo él. Ella abrió los ojos, puso una mano sobre un tronco, el contacto era tosco y áspero.
--No quiero estar sola. -dijo de pronto Talia, antes de desvanecerse.
Antes de que Talia cayera al suelo unos brazos fuertes y ágiles la tomaron y aprisionaron con ternura y delicadeza.
--No te preocupes. Nunca estarás sola, siempre estaremos contigo.
***
--¿Cómo sucedió esto? -preguntaba Cherokee al aire, estaba con la cara roja y caminaba en círculos.
--Al parecer el Samael que nos trajo era un cambia forma.
--Fue una buena idea que nos trajeran a todos. O ya estarían perdidos. -Cherokee puso su mirada en el joven de cabello rizado.
--Debí suponerlo, lo esperaba la verdad. Ustedes eran mi plan de contingencia.
--¿Esperabas que algo tan grave como esto sucediera? -Hilary lo miraba incrédula.
--Si. Y casi lo confirmé cuando nos detuvieron en el camino, Samael con facilidad pudo haberlo evadido. -se puso las manos en la sien.
--Tienes razón querido compañero. Lamento todo lo que sucedió, fue un error mío. -un verdadero Samael se limpiaba el sudor de la frente con la mano.
--Al menos llegamos a tiempo. -agregó Jhonny con las manos en los bolsillos.
--Miren, ahí viene Nayan. -desde el suelo un chico de mirada siempre divertida, señaló un cuerpo que se veía a lo lejos.
--Tenias razón, estaría desnuda. -afirmó una voz que venía llegando.
--Se los dije.
--Pudiste haber ido tú. -refutó Edi.
--¡Claro que no! Mi sistema está muy inestable, y podría reaccionar mal con Talía. Ella está expidiendo energía como si fuera radioactiva.
--Bueno.... Tienes razón. Además no eres la única...
Las palabras de Ketai quedaron ahogadas cuando escucharon con pánico las palabras del chico de chaqueta roja que venía hacia ellos.
--¡Traigan la camilla! -gritó Nayan cuando creyó estar a una distancia audible para los demás.
--¿Está bien? -preguntó Ketai cuando ambos llegaron.
--Creo que sí. Estaba despierta cuando la encontré, luego se desmayó.
--¿Habló contigo? ¿Te reconoció? -Cherokee la revisaba de pies a cabeza, buscando algún indicio de lesiones o algo fuera de lo normal.
--Solo me dijo una cosa -Nayan no sabía si contarles o no sobre lo que había dicho --Y creo que sí me reconoció, a pesar de que estaba a la defensiva.
--¿Te atacó? -a más de uno les sorprendió esta pregunta. Nayan se llevó una mano al cuello cuando lo escuchó decir eso.
--No. -la calidez en su cuerpo no era acorde con lo frío de sus palabras y mirada.
--Excelente, entonces creo que está bien. Es normal, su alma seguramente aún se siente confusa.
--¿Su alma? -Ketai se había quedado perplejo, tanto así que su mano empezó a temblar y cambiar de color en las yemas de estas.
--Ya nos lo habían explicado baboso. El alma de Talia es enviada a otra parte cuando hay luna llena.
--Ooh. -Ketai se sintió regañado por su amiga, y poco a poco empezó a calmarse.
--Eres un tarado que nunca presta atención.
--No lo había entendido, el hombre que nos explicó hablaba en Inglés. -para disimular su estupor Ketai se hizo el tonto.
--¿No sabes inglés? -Hilary no podía creer lo que escuchaba.
--¡Nos dan clases desde el kinder!-exclamó Jane.
--Que nos den clases no significa que vaya a aprender algo. -ahora Ketai se había olvidado del tema inicial de la conversación y solo se sentía ofendido.
--La verdad es que sí. -ya ninguno recordaba porqué habían empezado a parlotear sin sentido.
--¡Niños, Silencio! -todos miraron a Cherokee y Samael, quienes habían gritado en dueto. Había dado miedo escucharlos a ambos aullar de esa forma.
Todos bajaron la cabeza e hicieron silencio.
--Gracias -dijo Cherokee --Ahora hay temas importantes que necesitamos debatir.
Ya se habían llevado a Talía en la camilla y Nayan había ido tras ella, ambos estaban en una pequeña cabañita improvisada.
--¿No vamos a esperar a Nayan y Talía?
--No, ya que esto es referente a ellos.
--¿A ellos? -Ketai se mordió el labio.
--¿No deberían de estar presentes si ese es el caso? -comentó Hilary con extrañeza.
--Habla ya, Cherokee -espetó Samael.
--Todos ustedes saben que Nayan y Talía son pareja -más de uno rodó los ojos --Ellos vinieron juntos aquí. Ambos han cambiado.
--Cherokee, al punto. -continuó insistiendo Samael.
--Ellos me preocupan. Me da miedo que se hagan daño.
--¿Que se hagan daño? -para muchos eso no tenía sentido alguno.
--¿Por qué lo harían? -todos miraron a Andrew después de sus palabras, no recordaban que estaba ahí.
--Talía se encuentra en una fase poco estable. De hecho me sorprende que no lo haya atacado, por eso fue que sugerí que no fuera él quien la buscara.
--¿Pero no sería él al único que no atacaría?
--Todo lo contrario. En su modo salvaje y errático verlo a él solo causaría confusión, un sentimiento que es tan fuerte que...
--Causaría desenfreno. Su instinto la haría reaccionar con agresión. -terminó Andrew.
--Exactamente.
--¿Y qué? No es como que Nayan se fuera a enojar por algo así.
--Ella pudo haberlo asesinado con facilidad. -esas palabras le helaron la sangre a más de uno, sentir que su amiga podría ser capaz de asesinar a sangre fría no era algo bueno.
--Ahora a lo esencial. Quiero que aunque ellos quieran estar juntos los mantengan activos, que se relacionen más. No sólo entre ellos.
--Entendido y anotado. -dijo Ketai como si lo escribiera en el aire.
--¿Él siempre es así? -acusó Cherokee con molestia, su actitud bromista no le agradaba.
--Desde que nació. -contestó Hilary aburrida.
--Que cansado. -dijo suspirando.
--Heyy no sean tan malos conmigo. Yo vine a apoyar a mis amigos, no para que se burlen de mí.
--Por primera vez Ketai tiene razón. -comentó Jane.
--Ven, alguien que tiene cabeza.
--No me hagas arrepentirme de mis palabras. -Jane se cruzó de brazos.
--¿De que hablan? -todos se sorprendieron y asustaron de escuchar aquella voz, no esperaban escucharla tan pronto.
--¡Talía! -Ketai la abrazó hasta intentar afixiarle --Te extrañé montones.
--Yo también te extrañé Ketai; a todos en realidad.
--Y nosotros a ti. -contestó Jhonny.
Después de que Ketai la soltara, se acercó a los demás, aunque se apoyaba de Ketai para caminar, se sentía débil, sus piernas le pesaban, al igual que todo su cuerpo.
--¿Puedo hacerte una pregunta? -dijo con timidez Talía, mirando al cielo.
--¿A quién? -intervino Ketai.
--Estoy segura que a mí. -dijo Hilary con una sonrisa de lado. Talia asintió débilmente. --Adelante, lanza la.
--¿Qué sucedió contigo?
--No eres la única que ahora le pasan cosas loquísimas. Esto fue un accidente de hace mucho tiempo.
--¿Qué sucedió?
--Cuando era pequeña mis padres experimentaron conmigo, buscaban alguna forma de que los cazadores tuvieran la misma fuerza que ustedes, los sobrenaturales. Algo salió mal y no lo lograron. La cosa aquí es que el tema se dejó en el olvido debido a que no me sucedió nada fuera de lo normal. Tenía que tomar medicamentos para suprimir todo aquello que mis padres hicieron, nada que no se pudiera controlar; eso hasta hace unos días cuando hicimos algo que no debimos, y esto sucedió.
Hilary hablaba muy tranquila a pesar de su aspecto y todo lo que pasaba por su cabeza. Ella ahora tenía unos pequeños cuernos en su cabeza, su cabello seguía siendo negro en su mayoría, en las puntas era verde oscuro, usaba mucha ropa para ocultar algunas manchas verdosas en su cuerpo que aveces cambiaban de posición o inclusive de color y forma.
--Sé que parezco un monstruo, pero para serte sincera, no me molesta. Ahora me veo como ustedes cuando muestran su verdadera forma.
Talia le pidió a Ketai que la acercara a ella, necesitaba abrazar a su amiga, pero Hilary se apartó en el acto.
--Por ahora no creo que sea buena idea -se detuvo y tomó una gran bocanada de aire --Ninguna de las dos somos estables en estos momentos.
--Puedo causarte daño. -la voz de Talia se quebraba con cada palabra. Andrew y Jhonny se acercaron cuando vieron como Talía se soltaba de Ketai y se dirigía al suelo.
Había empezado a llorar. Ella les decía que se alejaran, que no acercaran.
Hilary también lloraba desde su sitio, le dolía verla así.
--No te preocupes, no nos vas a hacer daño. Todo está bien -le decía Jhonny frotando su brazo --No te preocupes.
--Vamos, entremos a desayunar. -Nayan iba a cargarla, mas Ketai se ofreció a hacerlo.
--Descansa amigo, tú fuiste quién más se dañó anoche, yo puedo con ella.
Nayan agradeció el gesto y se fue a la cocina a emplatar el desayuno.
El desayuno fue silencioso, todos estaban exhaustos, la noche anterior no habían dormido nada por estar peleando con sombras inmortales. Talía se veía apagada, su rostro no mostraba expresión alguna.
Después de unos largos y molestos momentos de silencio profundo y helado, Hilary, poniendo los cubiertos en la mesa de un golpe, se atrevió a decir, o más bien gritar:
--Sabes qué. Me vale un carajo que seamos unas bombas. Dame un abrazo. -Hilary se acercó a Talia y la abrazó con fuerza, ambas parecían cataratas. Talia sollozaba mientras le devolvía el abrazo.
Ambas sintieron una electricidad correr por sus cuerpos, además de sentir como la energía y vitalidad las inundaba, pero esto último no solo lo sentían estas inusuales amigas, todos los presentes parecían haberse llenado de magia, la vitalidad y fuerza abundaba en sus cuerpos.
Ambas chicas se separaron y miraron a su alrededor.
--No hicimos explotar el mundo -bromeó Hilary. Talia sonrió y rió con ella. Todos los demás las veían con los ojos abiertos.
--Eso fue épico. -gritó Ketai golpeando la mesa. Todos empezaron a reír juntos.
***
--Déjame hacerte una pregunta. ¿Crees lo que dice Cherokee?
--¿Sobre lo de Talia y Nayan?
--Si, eso.
--Claro que no. No tiene sentido lo que dijo.
--Lo sé, creí haber sido la única que notó que lo que dijo era una gran mentira, no tiene absolutamente nada de sentido. Ni siquiera por ser un tema Lycan.
--Yo no le encontré ni pies ni cabeza.
--Yo tampoco. La pregunta aquí es ¿Por qué nos está mintiendo? Nos hizo viajar por casi medio mundo por alguna razón.
--Si, Cherokee puede parecer loco pero sabe lo que hace, debe de traer algo entre manos.
***
Vamos por el camino correcto ¿no?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top