43.

¿Por qué los seres humanos o cualquier ser en la tierra se pelea por el poder?

Todos tenemos poder, quizá algunos más que otros, pero eso no significa que ellos valgan menos y los otros más, incluso se podría pensar ¿Por qué los que tienen más poder no ayudan a los que tienen menos y todos viven igual? ¿Es muy díficil hacer esto?

***

Talia estaba mirando por la ventana de un auto negro y grande, ella veía como el paisaje cambiaba, las vistas cada vez eran más sombrías y viejas.

--Es aquí. Tuvimos que hacer algunas remodelaciones desde la última vez que viniste. La verdad era necesario. -dijo la mujer que conducía el auto. Era una mujer mayor con una cabellera canosa que no ocultaba sus años, esta mujer tenía una mirada penetrante que podía ver en tu interior.

—Si. Me imagino que así fue. -contestó Cherokee con pereza.

Bajaron todos del auto y lo primero que vieron fue una iglesia, o al menos eso parecía por fuera.

—Bienvenidos a Assamhaus o como algunos lo llaman Assamkirche. -dijo la mujer extendiendo los brazos.

—¿La iglesia Assam? -preguntó Talia con curiosidad. Creía haber escuchado del lugar pero no recordaba en dónde.

Los ojos de la mujer se ensancharon y una sonrisa marcó su rostro.

—Exactamente. Los hermanos Assam construyeron este lugar como un refugio; un lugar para aquellos que no eran bienvenidos en ninguna parte. Así como ellos no lo eran en lugares "sagrados"... -explicó la mujer con vigor y orgullo.

—Solo que ellos tenían mucho dinero. -interrumpió Cherokee ganandose un carraspeo por parte de la mujer.

—Me llamo Viveka, por cierto. -dijo la mujer extendiendo les una mano que ambos estrecharon con gusto mientras ellos también se presentaron.

—Bueno, vamos adentro. Allí les mostraré el resto del lugar para que se pongan cómodos.

Cuando entraron no vieron nada fuera de lo normal, tenia exactamente la apariencia de una simple casa.

--Siganme y no se pierdan, no quiero tener que ir a buscarlos. -Viveka hablaba con rapidez mientras los guiaba por las estancias.

Caminaron un gran trayecto, la casa era más grande por dentro de lo que veías por fuera. Bajaron por una escalera de madera, y todo lo anterior y común quedó atrás, era como una cueva subterránea, había luz por todas partes aunque no vieras ningún bombillo o artefacto que la reflejara. Las paredes eran de una piedra negra azulada.

Fueron por diferentes pasillos y puertas, era un laberinto ahí adentro, con solo dar una vuelta errónea quedarías completamente perdido.

—Aquí es donde pasarán la mayor parte de su tiempo. Este es el campus, está adaptado para cualquier tipo de magia o habilidad, aquí no se preocupen por sobre pasarse.

--Asombroso. -Talia había empezado a dar vueltas. El lugar era gigantesco, era una gran plaza de paredes de piedra negra, el piso también era de piedra.

--¿Qué material es este? -preguntó ella pasando su mano por la pared, sintiendo la textura brusca de la piedra.

--Es piedra de Onix. Absorbe todo lo que lo pueda dañar. Es indestructible y adaptable.

--Increíble, nunca lo había visto utilizado de esta manera. Normalmente lo utilizan para... -empezó a decir Nayan emocionado, él también inspeccionaba la pared y el piso.

--Armas. -terminó Viveka --Armas que puedan absorber la fuerza del enemigo.

--Exacto. De esta forma es como que más ingenioso; normalmente los lugares de entrenamiento tienen que estar en constante arreglo, con esto no, más bien esto te impulsa a excederte.

--Bueno, creo que les gustó mucho, eso me alegra -dijo Cherokee entrando al lugar --¿Esto era lo último no?.

—En efecto. Solo tomen esto, y cuando decidan irse me llaman, solo presionen este botón y vendré de inmediato para guiarlos. -Viveka les extendió a cada uno pequeño artefacto redonde que se asemejaba a una pequeña pelota plástica con un botón encima.

--Muchas gracias. -contestó la pareja.

--No hay de que. Nos orgullese mucho que ambos estén aquí, hace tiempo que no veíamos caras nuevas. -Viveka se dio la vuelta y empezó a caminar por el pasillo, alejándose a cada paso.

--Chicos. ¿Qué les parece si empezamos hoy con su entrenamiento? Ya que quieren quedarse aquí y han descansado bastante me parece una gran opción.

--Este...... -empezó Talía. Ella no estaba muy tranquila con tener que entrenar.

--Vamos, no sean tímidos ni perezosos, estrenemos estas paredes con magia nueva. -gritó Cherokee alegremente. Dio un fuerte aplauso que resonó por todo el lugar, llevándolo de eco.

--¿Está seguro que así sin más? -preguntó Nayan.

--Oh. ¿Quieres un incentivo?
No hay problema.

Nayan cayó de espaldas y Cherokee se echó a reír, incluso creó una silla de raíces para estar cómodo y ver el espectáculo.

--¿Qué les parece unos cuantos Golemns para empezar? Algo sencillo.

--¿Pero que...?

De la nada unas gigantes criaturas de piedra aparecieron y arremetieron contra Talia y Nayan.

Nayan quiso destruir a uno de un solo golpe, pero éste se volvió a armar, la fuerza no serviría de mucho en estos momentos. Talia en cambio solo esquivaba los golpes, tenía miedo de ocasionar un accidente, desde que se había convertido en Lycan no había utilizado su fuerza a voluntad y tenía miedo de usarla; algo en ella le decía que si usaba algo referente a lo Lycan no podría volver a ser "normal" y eso la aterraba, ella quería volver a la vida en la que sus problemas eran cosas sin importancia global.

--¿Qué sucede Talia? Solo son marionetas, no le haces daño a nadie si es lo que te preocupa. -Cherokee la miraba desde su silla, quería ver cómo se manejaba en un nuevo ambiente.

--Es solo que.... -Talia vió como un Golem caía sobre Nayan y lo aplastaba, luego otro hizo lo mismo y otro más.

En ese momento de distracción uno de los que luchaba contra ella la envió contra la pared, Talia chocó muy fuerte, tanto que sintió como la pared tembló por el impacto, se dejó caer al suelo y luego dirigió su mirada hacia donde se suponía, se encontraba Nayan, aún tenía varios hombres de piedra sobre él; intentó ir a ayudarlo, pero varios enemigos se pusieron en su paso, Talia de la preocupación y el terror de que algo le hubiera ocurrido a su novio, se olvidó de contenerse y cada Golem que se había cruzado en su camino fue estampado y pulverizado contra las paredes; pero cuando estaba apunto de llegar con Nayan algo se movió, Talia vió como de la pila de Golems una luz empezó a resplandecer, y luego todos fueron expulsados con una gran onda de fuego, de ella apareció Nayan, con el cuerpo envuelto en llamas.

Cuando él notó la mirada de Talia se apagó completamente y la miró avergonzado, sus mejillas se coloraron un poco y bajó la cabeza, aunque Talia no supo el porqué, ella estaba asombrada de él, nunca lo había visto utilizar magia que no fuera para cosas banales o cotidianas, jamás lo había visto cubierto por llamas, ella solo había visto como en su mano aparecía una pequeña flama que utilizaba para alumbrar o calentar algo.

--Eso fue interesante. Y considero que está bien para un inicio, pero debemos hacer más que solo eso. Vayan a cambiarse, los veré en la cena, almorzaran arriba con Viveka. -de un momento a otro Cherokee desapareció. Y a los segundos Viveka apareció por el pasillo.

--Uy, yo en verdad creí que tú eras castaña -Viveka se pasó una mano por la frente --Aunque la verdad te ves mejor así. -la mujer canosa hablaba alto, como si quisiera que su voz resonara en todo el lugar.

Talia tomó un mechón de su cabello y lo miró, había vuelto a ser el mismo de antes, y supuso que también sus ojos habían vuelto a la normalidad.

--Seguramente es algo relacionado con lo Lycan. -Talia rodeó los ojos con cansancio al escuchar la conclusión de Viveka.

--Ahora todo tiene que ver con lo Lycan. -dijo Talía de forma brusca. Seguir hablando de eso la hacía sentir náuseas.

Llegaron hasta un mini restaurante que daba a una calle adoquinada por donde veían pasar autos con lentitud. Era como estar dentro de una postal.

--Cariño, dime una cosa. ¿Por qué siento que tienes algún sentimiento reacio en contra de ti misma? -Talia abrió los ojos y no supo que decir. Luego de algunos minutos de silencio encontró unas palabras adecuadas.

--No es a mí misma. Es a todo lo relacionado con los Lycan. -dijo intentando no sonar tan extraña. Puso las manos en la mesa.

--¿Que hay de malo con eso? -inquirió Viveka con preocupación. Ella se apoyó en sus manos.

--Eh..... -Talia se calló cuando Nayan volvió a sentarse con ellas, había ido al baño. Viveka los miró a ambos.

--Una cosita antes de que olvide decirles -levantó su cabeza y se acercó a ellos como si les fuera a contar un secreto --Nadie sabe quién eres ni qué eres. Solo Jerez y yo lo sabemos, para los demás sólo eres otra criatura que viene a refugiarse aquí.

La mujer hablaba en un susurro cerca del rostro de ambos.

--¿Se imaginan decir que un Lycan está aquí? Traería atención que no queremos. Cosas como estas es mejor dejarlas en secreto.

--Si, está bien. -contestaron los dos entendiendo la situación.

--Jerez y yo quedamos sorprendidos cuando Cherokee nos habló sobre ustedes, nunca creímos llegar a conocer un Lycan en toda nuestra vida. Es una oportunidad única -Talia se revolvía incómoda en su asiento --Mira quién viene. Hablando del rey de Roma.

Un hombre algo viejo y escuálido venía caminando hacia ellos, se sentó junto a Viveka.

--Él es mi esposo Jerez. -señaló al hombre con los brazos.

--Un placer niños -dijo el hombre sentándose al lado de su esposa, se dieron un beso rápido.

--Él es Nayan y ella Talia. Ella es la Lycan que debemos entrenar. -Nayan notó cómo Talia empezaba a palidecer --¿Acaso no es increíble? -una chispa de fascinación apareció en los ojos oscuros de Viveka.

--Si, la apariencia física es magnífica, dotes increíbles. Veo que tiene mucho potencial. -Jerez alternaba su mirada de Viveka a Talía una y otra vez, como buscando detalles que no había notado antes.

Ambos esposos hablaban en alemán, por lo que Nayan solo veía a Talia cambiar de color sin entender la razón, él no entendía ni una palabra de lo que decían. Solo veía mover sus bocas y sus cabezas con rapidez.

--Bueno si. Volviendo al tema -dijo la mujer volviendo a hablar en español y enfocándose en los chicos --Es un placer recibirlos, desde que los hermanos Assam se fueron de viaje indefinidamente, nosotros administramos el lugar.

--Y tenerlos aquí nos complace demasiado, es una oportunidad única. -agregó Jerez sonriendo amablemente.

--Aún más por el hecho de que Cherokee nos contó que aún no manejas tus poderes. -la sonrisa que puso Viveka en su rostro le dio escalofríos a Talía.

--¡Si! Eso significa que ni siquiera has experimentado tu habilidad. -ahora Talia quién había estado jugando con sus cubiertos intentando no ponerles atención y mirándolos solo de reojo, los miró expectante y un poco alarmada.

--Me pregunto que podrá ser. Hay infinitas posibilidades..

***

Cuando algo nuevo ocurre
no puedes dejar de pensar en ello.
Solo te das cuenta que siempre estuvo ahí

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