35.

Jhonny llevaba más de quince minutos dentro de la casa y quienes esperaban en el auto habian empezado a impacientarse.

—Ahi vienen. Pero vienen acompañados. -dijo Jacob buscando las llaves del auto.

Todos voltearon hacia el gran garaje que se abría lentamente y mostraba las siluetas de Jhonny, Andrew, Keitlyn, el señor Argent y un hombre que ninguno conocía que se apoyaba sobre Esteban.

—Al carajo todo. -exclamó Edi recordando su encuentro con el rubio cuando llegó a Santo Tomas esa misma mañana.

Después de un rato Jhonny volvió a entrar al auto; tanto Esteban como el hombre desconocido se habían ido.

—A la Pista de patinaje. -dijo Jhonny al entrar, nadie le hizo caso.

—¿Qué fue eso? -preguntó Jacob enojado.

—Debemos ir a la pista de patinaje. ¿Conduces tú o lo hago yo? -amenazó Jhonny con un tono demandante. Jacob sintió un frío recorrer su piel y arrancó el auto.

Después de un silencio sepulcral solo interrumpido por la voz monótona del GPS Jhonny prosiguió:

—Los Argent están de su lado.

Nadie lo miraba, todos estaban sumidos en sus propios pensamientos, pero lo habían escuchado.

Eso significaba muchas cosas pero en lo único que podían pensar era que su amiga ahora sí se encontraba en verdadero peligro y que ambos pueblos se volverían una cacería de brujas.

Llegaron a la pista de patinaje y vieron un auto plateado estacionado al otro lado del parque.

—Un momento. Jhonny antes de salir necesitamos saber que sucedió ahí, ese chico es el mismo de esta mañana. -demandó Talia queriendo saber a lo que se enfrentaba.

Jhonny se quedó mudo y puso mano en la manija de la puerta.

—Por favor hombre ¡Dinos qué pasó! -dijo Jacob alterado.

—Literalmente nada. Ralf se calló apenas abrió la puerta y me vió, me presentó como el hijo de un viejo amigo y luego vi a Andrew y Keitlyn, ambos estaban sentados en un sillón, a mi parecer ambos estaban incómodos. Luego de eso Andrew montó una escena para salir de allí.

—¿Qué hay con el hombre que estaba con Esteban? -dijo Nayan. Nadie esperaba que dijera el nombre del rubio. Lo dijo de forma tan despectiva que casi escupió las palabras.

—No tengo idea. Seguro el jefe de... ¿Esteban?. De lo único que yo me enteré es que los cazadores saben del Lycan en el pueblo y van a participar con su captura. Pero Ralf no sabe que eres tú Talia. Creo que ni siquiera el jefe de Esteban lo sabe porque el hombre se refirió a una estudiante de Santo Tomás, que Ingrid no quiso entregar. -explicó Jhonny.

El chico hablaba acelerado y parecía que con cada segundo que pasaba iba olvidando detalles importantes.

—No hablamos mucho pero el hombre genera una gran presión a su alrededor. Y Talia... todo esto lo sé solo porque el hombre puso precio a tu cabeza. Es una cantidad tremenda y me ofreció unirme al grupo que armaron Andrew y Keitlyn. Por eso es que estamos aquí, para...

Andrew no continuó pues todos sabían a lo que se referia.

Se bajaron y empezaron a caminar todos en dirección al auto plateado. Nayan y Talía iban tomados de la mano, Jacob y Hilary iban hablando entre susurros. El trayecto no era muy largo pero en apenas unos metros el grupo de Durstain podía notar algunas miradas fijas en ellos.

—¿Soy solo yo...o todos nos miran demasiado? -dijo Jacob mirando a los lados y dejando a Hilary hablando sola.

—Nadie nos conoce. Y digamos que Talia no era tan desconocida como en Durstain. Deben ser mirones que se preguntaban donde se había metido. —contestó Nayan tomando más fuerte a Talia y mirando de reojo a los costados.

—Y nadie la había visto desde que ahora parece angel. -dijo Hilary mirando como Talía se convertía en un tomate.

—Hasta roja te ves hermosa -dijo Nayan dándole un beso en la mejilla a su novia.

—Dejen de ser tortolitos ustedes dos. Recuerden que debemos pasar desapercibidos -acusó Edi interponiendose entre ellos.

Llegaron hasta el auto y Keitlyn para abrazar a su amiga. Su emoción y rapidez fue tanta que empujó a Nayan en el proceso y él se apartó del todo no muy convencido.

—Andrew no me lo contó. Lo siento, debí estar ahí -lagrimas saladas salían de sus ojos —Yo jamás te volveré a dejar, eso fue lo peor que pude haber hecho. -decía Keitlyn sin soltar a Talia.

Keitlyn se limpió las lágrimas de los ojos y miró a los demás quienes la miraban atentamente, Keitlyn ladeó una sonrisa.

—Esto es fabuloso, parece una reunión de modelos. Solo que pobres. —decía Keitlyn poniendo sus manos en sus caderas y sin parar de devie comentarios inapropiados sobre los amigos de Talia.

Jacob y Edi iban a debatirle pero Nayan se les adelantó.

—Keitlyn... Por favor ¿Podrías callarte? Hay cosas más importantes que tus superficiales apariencias. -remató el pelirrojo y la chica se puso roja.

Andrew que hasta ahora parecía no estar presente tomó la palabra y quedó en el medio de todos.

—Miren esto. -dijo Andrew girando una tableta para que todos miraran la pantalla. Era una pequeña casa que parecía estar en el bosque, tenía la pintura un poco desgastada y con goteras. No parecia haber sido habitada en mucho tiempo. Las miradas se alternaban de la casa a Andrew, quién estaba serio y miraba un punto específico del horizonte.

—Los Lycans están usando esa casa mientras están aquí. Le puse un rastreador al chico rubio. -dijo Andrew mientras suspiraba. Mientras él hablaba podía escuchar murmullos que no lo dejaban explicar tranquilo.

—Se llama Esteban -dijo Jacob escupiendo pura rabia con sus palabras. Andrew rodeó los ojos.

—Chicos, hagan silencio para que Andrew pueda hablar tranquilo. —atajó Talia al notar que Andrew estaba empezando a desesperarse. El chico le agradeció en silencio.

—Los estuve siguiendo desde aquí. Apenas salieron de la casa se dirigieron a este lugar y no se han movido de ahí. -continuó Andrew.

—Deberíamos... -comenzó Hilary pero Talia la miró y la chica cerró la boca inmediatamente, Andrew parecía reír para sus adentros.

—No recomiendo ir a ese lugar. No por la zona en la que está ya que es una parte muy alejada del bosque y creo que todos aquí saben desenvolverse bien en ese tipo de terreno. Si no por el hecho de que no podríamos contra ellos. No me vean así y sean honestos, esos tipos son unas bestias gigantes con una fuerza descomunal, Hilary y yo tuvimos un encuentro con uno de ellos y no resultó nada bien -dijo Andrew y todos se pensaron esas palabras.

El día de hoy Andrew vestía una camiseta de manga larga pues varios moratones y cortadas que apenas estaban sanando prefería mejor no mostrarlas. Para él no era nada nuevo tener que ocultar ese tipo de cosas.

—Si, yo también me enfrenté a uno y resultó en casi mi final. Y creo que ya deben saber todos lo que sucedió en Santo Tomás. -agregó Nayan finalmente.

Todos asintieron, recordando lo destrozado que quedó la fortaleza antes inquebrantable de tantos cazadores. Si tantos cazadores entrenados no pudieron hacer nada contra Esteban ¿que podrían hacer unos cuantos chicos de colegio?

—Ese hombre Lycan dijo que lo sucedido en Santo Tomas solo había sido una muestra de poder por si alguien se negaba a ayudarlos. Incluso se rió, estaba muy alegre con eso, el rubio sonreía con satisfacción. Pero yo les voy a quitar esas sonrisas de sus ojos, me importa poco lo que diga mi padre Tal, tú eres mi mejor amiga y no voy a dejar que te toquen ni un cabello. -dijo Keitlyn se volviéndose a lanzar sobre Talia pero estaba vez Nayan no se movió.

—Otra cosa. Que puede que no venga al caso pero necesitaba contarles, Cardinal sigue aquí y ya se olvidó de ti Talia, pero... -dijo Andrw, pero se quedó atascado en la ultima parte como si no supiera como expresarse.

—Los gemelos asesinaron a alguien de su manada. -terminó de decir Hilary mirando de reojo al colocho.

Esa había sido información confidencial que habían recibido ambos la noche anterior en la reunión en que sus familias habían sido convocadas.

—Es un escándalo tan grande que hasta me invitaron a una de las sesiones de los cazadores. Ellos odian a mi familia pero los altos mandos están preocupados. Ellos están peor que nosotros, les hace falta ayuda, incluso...ciertos miembros de los Lobos rojos estaban allí. —agregó Hilary rodando los ojos. Para luego buscar la mirada de Jacob quién al escuchar aquel nombre de había apartado.

—¿Tú eres Jacob Wood no es así? —preguntó Andrew al notar la forma en que Hilary lo miraba. —Esto es para ti. -dijo sacando un brazalete rojo brillante que tenía una piedra negra decorando en su centro.

—No lo quiero. -dijo Jacob secamente y dándoles la espalda.

—Lo sé. Yo no tenía intenciones de darte la, pero viendo la situación. -dijo Hilary al ver como Andrew seguía levantando aquel objeto.

—Aceptala amigo, esto podría salvarte la vida. —dijo Andrew acercandose más a él e intentado que los demás le apoyaran.

Aquel brazalete era el símbolo de fuerza y unión de los Lobos Rojos con los cazadores. Era usado sólo en ocasiones y miembros especiales que eran inmunes a cualquier ley entre ambos lados.

—Está cosa no es solo un pedazo de metal que significa muchas cosas. Da habilidades a sus portadores; personas que tengan sangre de las familias originales, entre más puro sea tu linaje el brazalete te otorgará mayores recompensas. Lo sé, pero usarlo sería una condena para...Nunca voy a matar para ellos... —Jacob tomó la pieza y se la metió al bolsillo. Miró a Talia y sus ojos cambiaron de color —Yo... lo siento Talia.

La nombrada asintió y le dio un abrazó consolador. Ella no sabía realmente lo difícil que era la situación pero podía entender el odio y el resentimiento que Jacob podía tener hacia aquella organización que le había arrebatado tanto. Él era el hermano mayor de una familia que necesitaba ser fuerte para sobrevivir entre los suyos.

—Queridos amigos... No me miren así idiotas. No podemos quedarnos aquí, llevamos casi una hora y las miradas ya no son disimuladas. -exclamó Keitlyn ganandose el odio de algunos que la consideraban inoportuna.

Pero en sus palabras había realidad. Las personas corrientes los miraban con sumo detalle y alguno curiosos hasta se habían acercado para escuchar, pues hasta algunos creyeron que se trataban de adolescentes actores que iban a grabar en ese sitio.

El teléfono de Keitlyn sonó y cuando miró quién era su semblante cambió radicalmente, se puso pálida y sus manos le temblaron.

—Es mi papá... -dijo con tono ahogado, casi se le cae el teléfono de las manos, pero Andrew lo sostuvo y la cubrió con sus brazos para calmarla. Talia iba a preguntar qué sucedía pero alguien la pellizcó por detrás y dió un brinco, Nayan reaccionó y casi golpea a Issac, quién se cubría el rostro con las manos.

—Vengo en paz amigo. -dijo Issac quitándose las manos de su rostro y fijandose aún más en Talía. Él la examinaba de pies a cabeza detenidamente —Nada mal, ese cambio de ambiente te hizo muy bien Tal, me casaría contigo en cualquier momento. Bueno, aunque no ahora.

El chico bajó la cabeza y presentó a una pequeña chica que se encontraba junto a él, Talia no había parado en ella hasta ahora.

—Ella es Jeniffer y no es una amiga -continuó Issac tomando la mano de la chica y mostrando un pequeño anillo plateado con una mariposa. Ña chica se revolvía en el brazo de Issac y le susurró algo al oído.

—Jeff tiene razón. Chicos me tengo que ir, solo venía a enseñarte esto Talia.

Issac sacó su teléfono y se lo dio a Talia. Mostraba algunas publicaciones con imágenes de cuentas que Talia nunca habia visto.

—Está en prácticamente todas las redes sociales. Nadie lo pasó por alto, fue un gran cambio y tú no lo intentaste ocultar; más bien diria que hiciste lo mejor que pudiste. -terminó diciendo Issac antes de despedirse.

Alguien los estaba espiando más cerca de lo que creían y se lo había revelado a todo un pueblo.
¿Seria este el inicio de una casería que involucraria a más de una raza?


***

¿Por qué razón gira el mundo?

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