2.
Era un 11 de julio, vivía en Chest Wood tenía unos 17 años, estaba en el colegio. Cuando un alfa me mordió.
***
—Por Dios Talía no, es muy peligroso y estoy segura que ese tonto te va a dejar plantada, además es luna llena, sabes lo que siempre digo sobre la luna llena. -esa era mi mejor amiga Keitlyn, era la primera vez que la escuchaba decir que romper las reglas o hacer algo arriesgado no estaba bien, normalmente los papeles eran inversos.
—Si, lo sé. Los lunáticos salen en luna llena. Pero yo no creo en eso.
—Pero yo sí, además aquí en Chest Wood han habido muchas "tragedias" en estas últimas lunas llenas.
—Solo han sido coincidencias.
—Claro que no.
Ambas íbamos caminando y cuando faltaban pocos metros para llegar a la clase de ciencias me adelanté y dejé a Keitlyn hablando sola por que sabía que alguien me estaba esperando justo en la puerta. Mi novio Eiden me tomo de la cintura y me besó, ambos entramos a clase. Estuvo muy aburrida, vimos los factores que pueden modificar el ADN.
***
Obviamente no le hice caso a Keitlyn, igual fui a ver la aurora, era algo que tenía meses en estar planeando, y aunque al final solo Eiden iba a venir conmigo, me canceló hace unas horas, me enoje, pero nada iba a impedir que viniera.
—Maldición. -me cai, tropecé con algo y caí al piso, mi pantalón se rompió, no resistió la caída.
Me levanté a duras cuestas, creo que fue más que una simple caída.
Cuando me di vuelta logré ver qué mi pierna estaba empapada y me dolía demasiado, cuando note que no era agua lo que cubría mi pierna me asusté, era sangre, muchísima.
Cuando de pronto, algo pasó muy rápido cerca de mi y sentí un pinchazo horrible en mi hombro, pegué varios gritos de dolor y temor, me asusté, estaba sola en el bosque en una noche de las más frías aquí en Chest Wood.
Esa noche apenas y pude llegar a mi casa, tomé una larga ducha y note que tenía una gran mordida, en mi pierna y en mi hombro igual.
***
Al día siguiente me puse una camiseta de manga larga blanca y un pantalón rojo, para que no se notarán las mordidas ya que no quería darle explicaciones a nadie más que a Keitlyn, ya que a ella le cuento todo.
—No te lo creo, quiero ver, a lo mejor y te conviertes en vampiro.
—Estás loca, además fue en el hombro no en el cuello.
—¡Déjame ver! -y antes de decir nada Keitlyn tomó mi blusa y la estiró hasta que la herida estuviera expuesta; me quitó los vendajes y dolió como los mil demonios.
—Increíble.... Y fue anoche, en luna llena. ¡Un hombre lobo!
—No grites -le tape la boca, todo el mundo nos volvió a ver cómo si estuviéramos locas.
Entramos a clases y Keitlyn no dejaba de sacar conclusiones sobre lo que me pudo haber mordido, y así pasamos toda la clase.
Fue un día normal, hasta que llegó mi última clase, música.
Iba caminando por el pasillo y cuando faltaban unos cuantos metros para llegar fue como si estuviera en una habitación con miles de amplificadores al máximo con cientos de instrumentos tocando a lo loco. No pude soportarlo, me agache e intenté taparme los oídos pero no funcionaba, tuve que irme a los sanitarios, estaba muy asustada porque no sabía lo que me pasaba, podría ser que enserio me estaba convirtiendo en un monstruo o que contraje algunas extraña enfermedad, me iba a morir a tan corta edad, no lo podía creer, mi mente no dejaba de sacar locas ideas de lo que me podría estar pasando.
Cuando de pronto veo entrar a alguien muy precisada, era Keitlyn y al verme tirada en el piso echa un ovillo, llorando en el piso corrió hacia mi, y se puso enfrente.
—¿Talia que te pasó? Te vi entrar corriendo y me preocupe. -dijo muy alterada al verme en ese estado.
Levanté la cabeza y la mirada que vi en la cara de Keitlyn me dejó más asustada de lo que ya estaba, ella se puso pálida y era como si estuviera viendo un monstruo o fantasma.
—¿Qué sucede? -no entendía que era lo que Keit veía pero sabía que era algo malo.
—Talia... tus ojos... Tus ojos están brillando. ¡Están brillando! -volví a ver a Keit como si estuviera loca y fui hasta un espejo y efectivamente, mis ojos brillaban como dos brillantes luciérnagas, era algo impresionantemente hermoso y a la vez aterrador, era un monstruo, un monstruo de ojos amarillos neón.
—¡Ahora como hago que vuelvan a la normalidad? -me empecé a intranquilizar tanto que creo que también empecé a alucinar, mis uñas crecieron y parecían garras.
—Amiga cálmate, estás muy alterada.
—¡Soy un monstruo! - Keit me tomó de los hombros y me dijo que respirara, lo hice, deje de llorar y me logré calmar.
***
Al día siguiente en el almuerzo Keitlyn llegó con una laptop y parloteaba miles de cosas, cuando se calmó lo primero que dijo o más bien grito fue:
—¡Eres una mujer lobo! -la senté y calle de inmediato, no podía andar gritando eso así de la nada.
—Bueno, el punto es que investigué toda la noche y aparentemente eres una mujer lobo, y lo que te mordió aquella noche fue un hombre lobo alfa, a menos que hayas bebido agua de la huella de un hombre lobo.
—Estoy impresionada, o sea no dormiste en toda la noche, y que, ahora me vas a decir que eres un vampiro.
—Jaja, me encantaría pero no, simplemente amo todo lo sobrenatural y no fue tan difícil, no existen muchos seres sobrenaturales que tengan garras, un oído súper desarrollado y ojos brillantes.
—¿Soy un maldito perro? -Keitlyn empezó a reír como loca.
—Ay, cállate. -por alguna razón sentía que no podía mantenerme tranquila, ya deporsi la noche anterior me enojé con mi madre por algo demasiado tonto, recuerdo haberme ido a dormir y cuando desperté todas mis sábanas estaban hechas añicos, además de una ligera cantidad de sangre, tuve que botarlas y cambiarlas sin que nadie se diera cuenta, de hecho estoy pensando en comprar unas nuevas.
—Hey, Tal tus manos -mis uñas se habían convertido en garras y estaban agujereando la mesa.
—Tranquila, yo solo estaba bromeando, o sea si eres una mujer lobo, esas garras son una gran muestra de eso, pero tú eres Talía Hale una chica en verdad extraordinaria que puede manejar ser una chica normal mientras tiene un gran secreto, ser una mujer lobo.
—Ah ya. Sabes, deberías dedicarte a dar charlas motivacionales, eso estuvo hermoso -dije con un tono de sarcasmo.
—Y aquí viene tu príncipe escarlata. -dijo Kaitlyn con una voz cansada y volviendo la vista hacia su computadora mientras yo solo esperaba un fuerte abrazo de mi novio, el cual nunca llegó, lo vi pasar justo a mi lado sin decirme nada y sentarse en otra mesa. Me quedé paralizada, no sabía si enojarme, llorar, reír, gritar o hacer algo, y Keit lo notó, tomo sus cosas y me tomo del brazo, salimos de ahí muy rápidamente.
***
Los días pasaron y Keit experimentó conmigo lo más que pudo, según ella tenía que saber sobre todos los secretos que pudiera saber.
Descubrimos que me transformo cuando me enojo o me pongo muy triste, lo cual me es un poco problemático, la verdad me considero un poco sentimental; también que todos mis sentidos y habilidades están súper desarrollados, ah, y que nunca más me voy a poder tomar una foto, mis ojos se reflejan con la luz de la cámara.
El próximo jueves es luna llena y aunque Keitlyn sigue insistiendo en que si salgo algo malo me va a pasar, yo estoy completamente decidida en que voy a ir a una cita con Eiden, ya que él tiene mucho que explicar, a estado muy extraño estos últimos días.
***
Llegó el jueves y yo estaba súper emocionada, en unas horas iba a salir con Eiden, me puse un hermoso vestido rojo intenso corto con unos tacones que había usado una sola vez en la vida por que eran demasiado altos.
Hoy he estado demasiado extraña, desde que me desperté tuve muchísimas ganas de "hacer loco" como dicen muchos, me puse una minifalda negra con estampados de rosas rojas, unas botas altas negras y una camiseta roja con los hombros descubiertos; además me rize el cabello, algo que nunca hago. El día estuvo muy loco y la verdad no quiero recordarlo, al día siguiente me arrepentí de muchas cosas que hice, o al menos las pocas que recuerdo ya que lo tengo algo borroso. Ya que de hecho en este momento estoy desnuda en medio del bosque sin siquiera saber exactamente dónde estoy ni cómo carajos llegué aquí.
Con lo poco que me pude ubicar logré llegar a la casa de Keitlyn, la cual estaba muy cerca del bosque, mi mejor amiga se volvió loca cuando me vio casi completamente desnuda por su ventana, que estaba en un segundo piso. De inmediato me lanzó una manta y bajó la escalera de soga que teníamos para cuando queríamos escaparnos a fiestas. Subí lo más rápido y en el mayor silencio que pude.
Obviamente no pude evitar la gran cantidad de preguntas de parte de Keitlyn, como por ejemplo:
¿Por qué putas estaba desnuda en medio del bosque?
¿Por qué andaba sola?
¿No se suponía que iba a salir con Eiden?
Cuando caí en cuenta de eso ultimo la verdad sí me quedé demasiado pensativa ¿Por qué rayos me desperté sola en medio del bosque? sin recuerdos de lo que pasó en toda la noche si tenía planeado salir con él y el último recuerdo que tengo claro fue cuando salí de casa.
—¡Ya sé que pasó! -exclamo Keitlyn, levantándose de la cama, estábamos alistando nos para ir a clases. —Te lo dije, la luna llena te va a hacer efecto, desde la mañana te afectó, ahora que lo pienso. -me puse roja.
—¡Claro que no!
—Ay no te hagas la tonta, yo sabía que ayer te pasaba algo -se empezó a reír —Tenías algo diferente, además de la ropa y el "incidente" en Educación Física.
En ese momento recordé el "incidente" en Educación Física, mi cuerpo es muy delgado y la verdad para nadie es un secreto que los mejores cuerpos de todo el colegio eran el mío y el de Zara Jones, y ayer en Educación Física nos tocaba clases en la piscina, no sé porqué pero no llevé mi traje de baño, entré en colapso, la profesora con muy buena voluntad me prestó uno que ella tenía para emergencias pero el maldito vestido de baño era de dos piezas y extrañamente me quedaba pequeño en la parte de arriba y grande en la de abajo, y recuerdo que los tarados de mis compañeros me lo bajaron varias veces, y ya como a la tercera o cuarta me harté y me quede así, me imagino que más de uno se quedó viendo pero ya me importaba un pepino, hasta como media hora después la profesora lo notó y me mandó a la dirección del director por desnudismo público.
Volviendo al presente, Keit tiene un mes de estar cumpliendo un reto de tomarse una foto todos los días antes de salir de casa, y como yo hoy me encontraba con ella nos tomamos una selfie, pero como siempre, aparecía el brillo en nuestro rostro, excepto una en la que por accidente cerré los ojos, y esa usamos.
Cómo obviamente no ando mis libros ni mi llave para el casillero tuvimos que pasar a mi casa, entré por la ventana que daba al patio trasero y saqué mis cosas, escuché a alguien subir y no logré tomar algo para cambiarme, ya que me puse la unica ropa de Keitlyn que me quedaba, un pantalón corto y una blusa manga larga que me llegaba más arriba del ombligo. Cuando me lancé por la ventana y caí de nuevo al suelo, ví a mi madre, ella me saludó con una sonrisa y me dijo:
—Tranquila no tienes que darme ninguna explicación, te dejé dinero en la mochila, cuídate.
Salí corriendo de ahí, ni siquiera sé por qué, ella no me estaba regañando pero igualmente me sentía culpable por no haber llegado a casa, aunque no supiera lo que pasó.
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