¿Me amas?: Parte uno

Todos quedaron en silencio al ver como el cuerpo de Lucy caía al suelo, Natsu trato de acercarse para levantarla y antes de que pudiera hacer algo. Un olor a rosas invadió el ambiente, a la vez que un humo negro grisáceo aparacio al lado de Lucy.

— Lamento esto, hermano, pero es necesario.— Zeref apareció con su sonrisa tranquila pero que transmitía tristeza.— Lucy es como Mavis.

Cargo a Lucy con delicadeza bajo el asombro de todos, en eso, fue cuando empezaron a reaccionar gritando tratando de espantarlo.

— Anna.— Miro a la chica que estaba helada del miedo.— Pronto iré por ti.

El pelirosa corrió con desesperación hacia Zeref, haciendo un inútil esfuerzo de quitarle a su amada. Intento con varios ataques al igual que los demás pero nada era efectivo, parecía que él se divertía.

— ¡No te atrevas, Zeref! — Algo cansado lanzo un rugido.— ¡Si lo haces te mataré sin piedad!

El mayor solo negó dándole un beso en la frente a Lucy, provocando enojo en Natsu y conciencia a la chica. Abrió sus ojos que ya no eran chocolates sino verdes, tan intenso como una esmeralda. Rápidamente la dejo ponerse de pie, aturdiendola más.

— Bienvenida de vuelta, Mavis.— Sonrió, pesar de que no era la Mavis del actual tiempo, sino logro hacerla retroceder haciéndola creer que estaba con él, cuando estaban entrenando.

Todos abrieron sus ojos sorprendidos, no pensaban que la primera estuviera involucrada en esto. Natsu ardió en ira, pero todo esfuerzo era inútil.

— ¡Woh! ¡¿Que le paso a mi cuerpo?! — Exclamó con sorpresa mientras se toqueteaba sonrojando a muchos.— ¡Tengo pechos y no son una ilusión!

También noto que su voz era algo diferente pero no le tomo en cuenta, sino, a las personas que la miraban quizá con decepción, ira o angustia.

— Ehh. . . Zeref.— Quiso tocarlo para esconderse pero recordó que no podía hacerlo, también El cambio de estatura era abrumador.— ¿Quienes son?

— Son viejos amigos que no son de importancia ahora.— Tomo su mano sorprendiéndola.— Ahora podemos hacer un vida, Mavis, esta vez si podrás tocarme.

Mientras que todos trataban de asimilar la Situacion, Lucy se encontraba perdida entre su mente y recuerdos. Caminaba en aquel gran lugar viendo infinidades de recuerdos hasta el último que vio. Por un momento pensó que había muerto pero pudo comprobar que era falso al notar el latir de su corazón.

— Lucy.— Mavis se acercó con preocupación a ella.— Lo siento. . .

Ella negó a pesar de no saber la situación, no debía de disculparse. Fue entonces que, le empezó a doler su cabeza y Mavis empezaba a desaparecer llorando frustrada.

— ¡Que sueño tengo! — Una Mavis muy infantil apareció en ese lugar.— ¿Cuanto abre dormido? Mejor le pregunto a Zerá después.

— ¿Primera? — Quiso hablar con ella pero la ignoraba.— ¿Donde estamos?

Sus recuerdos comenzaron a cambiar, todo lo que sabía de memoria también. Pudo observar como cada uno se quemaba rápidamente mientras era reemplazado por otro.

— ¡¿Que?! ¡No! — Con desesperacion traro de apagarlas.— ¡Loki! ¡Virgo!

Se dejo caer rendida al ser también alcanzada por aquel fuego que se torno azulino. Con lágrimas miro los nuevos recuerdos mientras iba perdiendo poco a poco la noción de quien era.

— ¡Limpia rápido! — Pudo ver como le tiraban el libro que leía a una niña pequeña.

También vio, como un gremio mágico atacaba aquel lugar donde estaba esa niña con los demás pobladores. Como esta corría con la niña que la habia tratado mal.

— ¡No Zera no te mueras! — Grito asustada la niña mientras salían lágrimas a cantaros observando con tristeza el cuerpo tirado de su amiga.

Antes de desaparecer pudo ver unos fragmentos sin sonido, sus capacidades ya no estaban del todo activas.

Vio a aquella niña más crecida pudiendo ver a la Primera. Era Mavis Vermillion cuando era niña. Otro fragmento fue cuando partía en aquel barco con sus nuevos amigos dejando atrás la isla. Lo que más le sorprendió, aunque no tanto, fue el verla con Zeref, en un pequeño lapso de tiempo pudo ver todo acerca de él, hasta el beso de la muerte. Pero después también fueron eliminada hasta su entrenamiento.

Fue ahí cuando comprendió todo, aquel olor a rosas era de Zeref, todo fue parte de su plan para devolver a Mavis con él. Ahora ella estaba perdiendo su cuerpo pero esta vez que era definitivo.

"Te amo Lucy"

Esa voz desconocida ,ahora, para ella fue el único recuerdo que permanecía ahí, debió haberlo amado también así que al ultima palabra que dijo fue con tesiteza.

"Yo también te amo . . . tonto"

Mavis giro sorprendida al escuchar esas voces algo conocidas para ella. Algo le decía que andaba en mal camino.

De vuelta a la realidad, Anna con los ojos opacos dejó de posar su mano en la frente de, la ahora, Mavis. Se sentía mal, su humanidad llego con ella y sus sentimientos ya no estaban corrompidos.

Lissana reacciono al instante así que se para a una distancia algo considerable de Mavis.

— ¡Lucy despierta! — Apretó sus puños.— ¡Aun no nos conocemos bien y te debo varias cosas!

Los demás vieron lo que trataba de hacer, por un momento recordaron cuando Lucy se iba a fusionar con aquel pescado gigante.

— ¡Lucy-san! ¡Aun no me enseña a bailar bien! — Wendy se unió mientras soltaba lágrimas.

Zeref se quedo estático, algo lo obligaba a quedarse parado como una roca. Fue entonces cuando se fijo bien, unas cadenas que salieron de la Tierra cubrieron su cuerpo y taparon su boca.

— ¡Zeref! ¡¿Que pasa?! — Mavis se asusto al Verlo así.— ¡Zeref!

Pensó en escapar, pero su cuerpo no le hacia caso sino empezó a llorar mientras en si cabeza recuerdos desconocidos para ella surgían. A la vez que los de otra chica. Eso la obligó a caer sentada.

— ¡Luce no me dejes! — Natsu se quiso acercar a ella pero un campo de fuerza la rodeaba. — ¡Me dijiste que hablaríamos mañana pero no quiero!

— ¡Vamos Lucy! — Cana rodeo al igual que los demás esa esfera.— ¡Y usted Primera! ¿Que hace robando el cuerpo de los demás?

Mavis abrió los ojos, mientras negaba frenéticamente. Estaba reviviendo toda su vida y la de Lucy.

— Luce, te estoy esperando.— Natsu apoyo su frente en aquel campo de fuerza.

La luz comenzó a emanar y la rubia salia de aquella esfera, aunque fue solo un para de minutos después de todo lo que tuvieron que pasar. Todos eran felices.

— ¡Lucy! — Todos se abalanzaron contra ella abrazándola.

— Lo lamento Lucy.— La maestra apareció.— Aunque fue más rápido de lo que pensé, aun así me alegra que estés de vuelta.

Lucy miro a su costado viendo como Zeref era tragado por la Tierra lentamente, él no tenía culpa de nada. Le debía mucho a él como también lo odiaba, sin él Natsu no estuviera aqui.

Antes de que Natsu pudiera besarla inesperadamente, ella corrió a ayudarlo sorprendiendo a todos. Incluso a Natsu y al mismísimo Zered quien ya había aceptado su castigo final.

— ¡Virgo! ¡Tauro! ¡Libra! — Los invoco haciéndolos aparecer y sin rechistar enrendieron lo que su ama quería hacer.— ¡Star Dress: Tauro!

Su traje fue cambiado por el de su espíritu estelar recogiendo su cabello en dos moño tomate. Llevando un top negro como un pantalón que una pierna estaba como ai fuera un short y la otra como si fuera un pantalon. Aparte de sus botas y guantes junto a una pequeña hacha.

— ¿Que haces hija mía? — El maestro decidió hablar.— ¿No le guardas rencor?

— Si le guardo algo de rencor, pero, e hizo todo esto por volver a ver a sus personas amadas así como lo hizo por Natsu como intento con Mavis.— Comenzó a tirar de Zeref.— Solo quería estar con ella, quizá este sea su castigo,pero debe haber otro que no implique todo esto.

Recordó cuando su madre murió y ella desesperadamente en su imaginación pensó que podía recibirla de alguna forma, incluso si hubiera tenido que dar su vida por ella. A veces el Dios era injusto.

Logró sacar a Zeref quien las cadenas lo soltaban poco a poco, empezo a llorar por la frustración. Y desaparecio de ahí dejando una estela de humo gris.

( . . . )

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