única parte.

Las luces de la discoteca me tenían un poco mareada. Bueno, tal vez el hecho de que hubiese tomado más de lo que había planeado también tenía algo que ver. Cerré los ojos y agité levemente la cabeza, los abrí nuevamente y tomé el vasito que me estaba extendiendo mi mejor amiga. Ahora mismo estaba en un punto donde ya no me interesaba el contenido que tenía dentro, lo único importante para mí era seguir tomando.

Habíamos decidido salir con Jennie, mi mejor amiga. Celebrando con la excusa de que ella había logrado ganar uno de los casos en los que había estado trabajando recientemente. Lo merecía. Aunque si lo pensábamos mejor, todos los fines de semana buscábamos cualquier forma de excusarnos para salir a divertirnos un poco. Es cierto que esto puede llegar a ser contraproducente, pero estamos jóvenes, no tenemos mas de veinticinco años y nos está yendo bien en la vida.

Jennie siempre había sido más abierta en todos los sentidos que yo, por esta razón era que a mis padres no les terminaba de convencer mi amistad con ella. Yo era todo lo contrario, más callada, retraída, incluso me atrevía a decir que más sumisa. Pero mi amistad con Jennie logró que hallara una persona que estaba oculta dentro de mí, esa que no tenia miedo de experimentar y, porque no, salirme de control.

Divisé a Jennie parase con un brazo extendido mientras gritos de alegría salían de su garganta y luego caminar hacia la pista de baile. Muchos hombres y una que otra mujer tenían los ojos puestos en ella. Y cómo no, si era una de las mujeres más sexy que conozco. La suave camisa de seda agarrada con tal solo lazos en su espalda la dejaban libre, permitiendo que se notara su suave y lisa piel sudorosa. La falda que tenia era lo suficientemente corta para poder mirar el nacimiento de sus nalgas. Yo por otro lado había optado por algo mas cubierto, una camisa de tiras negra y un blue jean.

Me tomé el trago de un solo y me paré para ir hacía ella y bailar juntas. Jennie me tomó de la mano y me dio media vuelta para pegarse a mi espalda y moverse con el ritmo de la música. Podía sentir aquellos ojos que tenia encima de amiga ahora sobre las dos. Ambas éramos conscientes de lo que estábamos provocando y, lo admito, me gusta ser deseada tanto como ella.

-¿alguna vez estuviste con una mujer alfa? - me preguntó Jennie al oído.

Lo cierto es que nunca había estado con nadie, era totalmente virgen. Lo mas cerca que estuve en un encuentro intimo fue con Jung Haein, un chico con el que estuve saliendo hace un mes. Lo había conocido por la universidad, fue compañero mío y nos graduamos juntos. La verdad es que después de la fiesta de graduación habíamos perdido contacto, pero grata fue la sorpresa de, después de unos años, reencontrarnos en uno de los eventos que me había invitado Jennie por su trabajo. Ya no era más el chico lindo que recordaba, ahora se veía como un hombre hecho y derecho. Obviamente la atracción fue mutua e instantánea, las salidas se volvieron recurrente, así como el contacto. Pero nunca pasó más allá que besos húmedos y roces. Al parecer Jennie había olvidado ese pequeño detalle, pero no le di importancia y simplemente le respondí.

-no he estado con nadie- dije divertida. Jennie se volteó y me miró con sorpresa.

-es cierto- pasó sus brazos por mi cuello- no puedo creer que tú, Kim Jisoo, la mujer más hermosa de todas no haya estado con nadie aún- rio. Yo me reí con ella debido a su voz, se notaba que estaba ebria.

-no me ha llegado el indicado- bromeé.

Jennie volvió a reír y siguió simplemente bailando. Yo le seguí el ritmo. El sudor, el olor a alcohol, la música a todo dar, el ambiente, las luces. Todo era perfecto. Gente besándose, gente bailando, gente tocándose inapropiadamente. Feromonas fuera de control, olores de excitación. Definitivamente era un caos muy divertido. Si mis padres vieran el sitio donde estaba ahora mismo estaría en un convento así ya fuera mayor de edad y tuviese la libertad de escoger mi vida.

"La lujuria es uno de los peores pecados capitales, Jisoo. El deseo sexual excesivo por el placer, el deseo carnal te aleja del verdadero propósito que creó Dios, te aleja del paraíso."

Mi mente totalmente llena de alcohol y feromonas de otros había hecho que aquella frase que me dijo mi madre cuando apenas tenia quince años y le había preguntado sobre qué era lo que estaban viendo mis compañeros en receso viniera a mi mente. Que sea virgen no significa que piense constantemente en aquello.

-¿sabes qué leí acerca de las mujeres alfas? - volví a escuchar la voz de Jennie.

-¿tanto quieres estar con una mujer alfa? - pregunté con gracia.

A diferencia mía, Jennie tenía una vida sexual extremadamente activa. Siempre había sido así, ella era libre de disfrutar su sexualidad. Su madre nunca le dijo las cosas que solía decir la mía, ella sí hablaba con su hija acerca de sexo sin ningún tipo de tabú, la aconsejaba, le enseñaba. Me hubiera gustado que mi mamá fuera así de abierta, habría sido más fácil mi adolescencia en ese sentido. De hecho, no fue hasta que conocía a Jennie que supe que el celo era mucho más que sufrir de dolores infernales.

Jennie me agarró de la muñeca e hizo que camináramos hasta donde estaban nuestras bebidas, al sentarnos agarró una de las copitas y la botella de alcohol para servirnos a ambas.

-hace unos días, aburrida en la oficina- empezó a contar y me tendió la copita- agarré una de las revistas que suele dejar Irene en su puesto, para chismosear- se sirvió uno ella y se lo tomó de golpe. Yo la seguí- y adivina qué- preguntó con entusiasmo.

Me encogí de hombros- no lo sé, Jennie.

-las mujeres alfas suele- mostró un dedo de su mano empezando a enumerar- tener mucho más apetito sexual en su celo- mostró otro dedo- son más agresivas- otro más- eyaculan mucho más- van tres dedos- y lo más importante... la tienen más grande- mostró sus cuatro dedos y se recostó en la silla dándome esa sonrisita picara que tiene.

-¿o sea que quieres estar con una alfa únicamente porque la tienen más grande?

-¿de verdad fue lo único que se quedó en tu mente? - preguntó divertida- eres una golosa, Kim Jisoo.

Me sentí avergonzada- oye, estoy segura que es lo único que te importa- la acusé.

-sí- respondió sin importancia- ahora lo único que necesito es una alfa.

No sabía que tan en serio iba aquello. Realmente era la primera vez que veía a Jennie tan interesada en estar con una mujer alfa. Aunque sabiendo como es, seguro la conseguirá. Lo único que sé es que seguramente se tarde más de lo que tardaría conseguir a un hombre alfa, después de todo nuestra sociedad es un poco, por no decir, muy cerrada en las relaciones homosexuales. Si una mujer es alfa, lo ideal para todos, es que esté con un hombre omega, si un hombre es alfa, lo idea es que esté con una mujer omega.

Así mismo pasa con el tema de omega y omega, alfa y alfa o un beta con cualquiera de los dos, simplemente no está bien visto. Aunque yo nací bajó la crianza de una familia conservadora, fui capaz de formar mis propios ideales sin prestarle la mayor atención a las palabras de mis padres, además de que estar de amiga con Jennie Kim me daba la facilidad de conocer más acerca de todos estos temas por ella.

-supongo que conseguiste una nueva obsesión- señalé.

-supones bien- respondió Jennie. Se acercó a mí como si me fuese a contar un secreto- mi único deseo es ser llenada de leche por una alfa- rio cuando la empujé por el brazo divertida, Jennie podía ser muy malhablada muchas veces.

Miré a mi mejor amiga y noté que tenia la vista puesta al frente. Al seguir su mirada, pude notar que un hombre rubio alto y fornido estaba viendo hacia nuestra dirección, hacia Jennie más específicamente. A su lado había otro chico igual de guapo y grande, y por lo que sentí, estaba viéndome a mí. Noté que el rubio sonrió y empezó a caminar acercándose a nosotras, el otro quedó en su sitio, al parecer se dio cuenta de mi nulo interés. Mejor, lo último que quería era tener un momento incómodo después de rechazarlo.

El rubio se hizo al lado de Jennie, no sin antes saludarme para luego dejarme de lado para poner toda su atención en ella. A mí sinceramente no me interesaba cuando pasaba eso, podía divertirme por mi cuenta propia. Miré en dirección al hombre que acompañaba al ligue de esta noche de mi mejor amiga y seguía mirando hacia nuestra dirección. Tal vez un poco de toqueteo no esté mal por esta noche.

Le dediqué una sonrisa y el hombre la devolvió y se acercó a mí, me paré de mi lugar dejando a mi mejor amiga y el rubio casi cogiendo y tomé de las manos al hombre para bailar con él.

...

La noche anterior había sido una locura, estuve besándome y toqueteándome con Ahn Bohyun. Jennie había desaparecido durante un rato hasta que pude verla salir del baño acomodándose la falda junto al hombre rubio detrás de ella. Llegamos a casa a eso de las cinco de la mañana, cuando la discoteca estaba a punto de cerrar, y vinimos a nuestro apartamento. La pareja de esta noche de Jennie, Christopher, nos había acompañado, mientras que su amigo se fue a su casa porque le dije que no pasaría nada entre nosotros.

Estaba caminando hacía la cocina cuando me topo a Christopher en boxer únicamente sirviéndose dos vasos de agua. El hombre, apenado, los toma y casi que corre hacia la habitación de Jennie diciendo un "Buen día". Niego riéndome, no era la primera vez que veía a una de las conquistas de Jennie así.

Decidí cocinar algo de desayunar para las dos, sabia que en unos minutos saldría él para irse, Jennie nunca dejaba que se quedaran más tiempo de lo normal. Y tal y como dije, el hombre salió despidiéndose ya totalmente vestido y mi mejor amiga detrás de él. Lo despidió de un beso rápido en los labios y luego se acercó a mí sentándose en uno de los taburetes de la encimera.

-huele delicioso- dijo Jennie estirándose para tratar de ver lo que tenia en el sarten.

-hoy decidí ser buena amiga y preparar hot cakes- le mostré. Ella se paró y corrió hacia mí para abrazarme y darme un beso en la mejilla.

-te amo, Kim Jisoo- otro beso- si fuera alfa te inseminaría- Me reí junto a ella y seguí cocinando.

Escuché a Jennie decir que por favor la llamara cuando esté el desayuno listo, que ella mientras cambiaría sus sabanas y metería a lavar. A los pocos minutos ya nos hallábamos ambas en el comedor comiendo mientras cada una estaba concentrada en su trabajo. Jennie había acercado su laptop y estaba revisando unos documentos que le habían enviado, mientras yo revisaba y corregía el plan de estudios que había hecho para mis alumnos.

Era profesora de matemáticas de bachillerato y amaba mi trabajo. Siempre buscaba una manera de enseñar fácil para que mis alumnos no sientan la carga ni odien la materia como suele suceder. Por suerte así solía ser, los chicos me adoraban y yo a ellos. La única vez que tuve un problema fue con una alumna que era totalmente negada para la asignatura, mi vocación no me permitió que la chica reprobara y creé un plan de estudio exclusivamente para ella. Hace un año se graduó y yo tomé esto como ventaja para aplicarlo en un futuro.

Hoy era domingo, por lo general siempre nos quedamos en casa haciendo cualquier trabajo o relajándonos. Jennie había acabado antes de tiempo lo que tenia que hacer y ahora estaba sentada en el sofá mirando televisión, yo por otro lado daba los últimos retoques a mi trabajo para ir a su lado a disfrutar del tiempo.

"archivo y guardar" pensé mientras hacía el procedimiento para luego cerrar mi laptop e ir hacía Jennie sentándome a su lado. Apenas me sintió, recostó su cabeza en mi hombro y nos dispusimos a mirar el televisor. Sentí el celular de jennie vibrar.

-Chris nos está invitando a una fiesta en su casa- me mostró el mensaje.

-¿quieres ir? - pregunté.

Ella asintió- mañana es festivo, aprovechemos. Además, quiero un poco más de él.

Asentí con una sonrisa y esperamos a que fuera una hora prudente para empezar a arreglarnos e ir.

...

El apartamento de Christopher era grande y gracias a esto había muchas personas dentro. El ambiente estaba bueno, la música, comida y bebidas igual. Esta vez acordamos con Jennie no beber más de la cuenta. Todo estaba súper tranquilo en realidad, Chris se estaba portando muy bien con las dos y el amigo con el que me toqueteé anoche también, por suerte para mí no fue el típico acosador persistente.

El problema se desató cuando la hermana menor de Christopher apareció por la puerta y vaya sorpresa fue la mía al darme cuenta que era mi ex alumna negada para las matemáticas. Park Chaeyoung venia hacia nosotras sonriendo en grande. Me sorprendió ver lo cambiada que estaba y eso que tan sólo había pasado un año desde que se graduó. Ahora estaba rubia, al igual que su hermano y estaba muchísimo más alta, que antes incluso unos centímetros más que Christopher. Su musculatura también había aumentado, ya se veía como la típica mujer alfa mayor de edad.

-hay mucha gente, Chris- dijo.

Miré a Jennie y oh, no. Conocía esa mirada perfectamente, al parecer había encontrado a su víctima.

La mujer estaba casi devorándosela con la mirada, no había parte del cuerpo de Chaeyoung que no haya sido recorrido por los hambrientos y amarillos ojos de Jennie. Sentí las fuerte feromonas de mi mejor amiga como nunca antes lo había hecho. Pude notar que muchas de las personas presentes habían volteado a ver hacia nuestra dirección, después de todo el aroma de Jennie era imposible de ignorar.

"tengo que sacarla de acá antes de que suceda algo"

Con este pensamiento en la cabeza agarré a mi mejor amiga y corrí con ella hacía la primera habitación que vi y cerré con seguro detrás de nosotras. Jennie se había sentado en la cama y apretaba sus piernas, estaba totalmente excitada. Me quedé mirándola esperando a que se calmara, aunque nuestro olfato como omegas no eran tan agudo como el de un alfa, pude identificar rápidamente el olor de su lubricante natural. Su aroma corporal también había cambiado, ahora era mucho más dulce. Me asusté porque yo también estaba experimentando estos mismos cambios, sus feromonas eran tan potentes que logró excitarme a mí también.

Tragué con fuerza y me alejé de ella lo que más pude tapándome la nariz con una mano. Me senté en la silla de escritorio que había en la habitación y cerré los ojos buscando calmar mis propias feromonas.

-gracias, Jis- escuché su voz. Abrí los ojos y la vi, tenia las mejillas sonrojadas y la frente un poco sudada. Sus labios estaban entreabiertos y sus ojos seguían igual de amarillos.

Mierda, había entrado en calor.

-creo que ya sé que alfa quiero que me coja- bromeó y luego soltó un pequeño gemido- su olor logró hacer que se adelantara mi celo- rió sin gracia.

-lo noté...

Silencio.

-y a ti también.

La miré fijamente, tenía razón. Por un segundo creí que mis cambios se debían a Jennie, pero genéticamente es imposible que un omega haga entrar en celo repentinamente a otro omega, eso sólo lo logra un alfa.

¿Y quién fue el alfa que se acercó de último hasta ponernos así?

Chaeyoung.

Suspiré, aunque yo tenía más autocontrol que Jennie debido a que tomaba anticonceptivos para regular mi celo, la chica logró despertar esto en mí también.

-encontraste tu alfa ideal- se burló Jennie- la necesito, Jisoo... aún la siento en mí.

Y yo también lo hacía, su olor estaba impregnado en todo el lugar, al parecer habíamos entrado a su habitación. Tomé la chaqueta que estaba puesta en la silla y la acerqué hacía mi cara respirando profundo, pude sentir como mi centro se apretaba al estar rodeada de su aroma. Jennie se había acostado sobre la almohada abrazándose a ella, supuse que también tenia su olor.

Como pude, me paré y agarré el bolso de Jennie buscando supresores, pero no había nada y yo el mío lo dejé en casa, mierda. Tomé su celular y le escribí a Lisa, una de nuestras amigas, para que nos sacara de aquí.

...

Ahora estábamos en el carro de Lisa, quien venía con su omega Sana, al fin compuestas. Sana se había encargado de darnos supresores mientras ella y su novia iban por nosotras. Nunca supe si les explicaron a Christopher qué había pasado, pero poco me interesaba y a Jennie igual, después de todo halló a su alfa. ¿O nuestra alfa? Seguía sin creerme que había ocurrido aquello, nunca en la vida había experimentado algo parecido, Jennie tampoco. Había leído que podía ocurrir, pero nunca pensé que me pasaría a mí.

Mientras esperábamos a Lisa, Jennie me había dicho que podía también sentir mi excitación y que mis feromonas la estaban volviendo loca. Esa confesión me sorprendió, pero lo que me dejó el shock fue que me dijera que a su loba le gustaba la idea de nosotras juntas con la alfa. Prácticamente me había ofrecido un trío; Con Chaeyoung, mi ex estudiante. Y con ella, una omega.

Por dios, la chica no debía tener mas de diecinueve años, cómo es posible que si quiera Jennie esté realmente considerando acostarse con ella. Aunque lo peor era que la sola idea de pensar en mi mejor amiga y la alfa junto a mí lograba que mi loba se emocionara. Quién diría que mi primera vez sería así...

Ya no podía negarlo más, mi cuerpo y mi loba lo deseaban.

El camino a casa estuvo en silencio, sinceramente agradecía que ninguna de las dos mujeres nos haya preguntado qué nos puso así, ya de por sí me resultaba bastante vergonzoso haber entrado en celo por esa chiquilla, imagina tener que explicarles a las dos la razón. Y por lo que pude notar, Jennie estaba igual que yo.

Cerré los ojos, recordando las veces que pensé en cómo sería mi alfa predestinado. Totalmente diferente a la mujer alfa que se presentó frente nuestro. Lo que no entiendo es, si ya la conocía, cómo es que no había sentido eso antes. ¿será porque no se había desarrollado? Según sé, los alfas se terminan de desarrollar al cumplir la mayoría de edad, distinto a nosotros los omegas que lo hacemos a una edad más temprana. No hallo más explicaciones coherentes.

Sentí la mano de Jennie sobre la mía apretándola ligeramente, la miré a los ojos y ella sonrió, una sonrisa diferente a las que suele darme. Miré hacía el frente, sintiéndome intimidad por un segundo y quise deshacer se agarre del mío, pero mi instinto me lo impedía. Así que solo opté no despegar la vista del asiento delantero y esperar hasta llegar a casa.

Una vez que llegamos, Lisa y Sana se despidieron de nosotras y se fueron dejándonos en la puerta, no sin antes procurar de que estemos bien. Jennie entró primero que yo y se sacó los tacones dejándolos en la entrada de nuestro apartamento, la imité. Caminamos hasta el sofá y nos sentamos al lado de la otra, más pegadas que de costumbre.

Estaba sorprendida por nuestro comportamiento, actuábamos como si fuéramos en piloto automático, simplemente nos nacía hacer las cosas y las hacíamos. ¿Tanto nos había afectado esa alfa?

-estoy sorprendida- habló Jennie.

Hice un sonido de aprobación, fue como si me leyera la mente.

Lo siguiente que hizo me dejó sin aire. Jennie volteó su cuerpo hacía mí y apoyó la mitad del suyo en el mío, me tomó de la nuca y me acercó a sus labios para besarme desesperadamente. Nuestras feromonas se mezclaron, mi mano fue a dar hacía su cabello tomándolo y siguiéndole el beso con el mismo entusiasmo. Se separó y me miró con sus ojos amarillo, apostaba que los míos estaban iguales. La agarré del cabello halándolo para obtener espacio en su cuello y besarlo.

-necesitamos a esa alfa- escuché la voz de Jennie entre gemidos. Me separé de ella y la miré directamente, asentí y la hice a un lado yendo hacía mi habitación y tomando mi laptop. Me senté a su lado de nuevo y busqué el antiguo documento donde estaban todos los datos de mis ex alumnos-¿fue estudiante tuya? - preguntó sorprendida. Asentí- qué suerte- dijo con entusiasmo.

"Park Chaeyoung"

-Ahí está su número, sólo espero que no lo haya cambiado.

Jennie rápidamente agarró su celular y sin importarle que ya eran la dos de la mañana llamó al número. Lo puso en altavoz y pude escuchar la voz de la alfa que nos tenía en esta condición ahora mismo.

-soy Jennie, estuve en tu casa- habló mi mejor amiga.

-sí, te recuerdo- respondió- y a tu amiga, se fueron muy pronto, ¿están bien?

-no estamos bien.

Esa fui yo, de verdad que no estaba en mis sentidos porque la Jisoo sin celo no habría dicho nada. Más bien la Jisoo sin celo no habría ido por su laptop ni habría buscado documentos antiguos para conseguir el número de su ex alumna.

-¿necesitan a Chris? - su voz preocupada hizo que mi loba aullara necesitada. Y al parecer tuvo un impacto en Jennie porque sentí como sus feromonas se volvieron a esparcir por toda la sala mezclándose con las mías.

-te necesitamos a ti, alfa- respondió Jennie. Y ahí estaba ese tono de voz que solemos usar los omegas cuando necesitamos de nuestra pareja.

Hubo un silencio atroz, Chaeyoung se había quedado muda y nosotras a punto de llorar junto con nuestras lobas. Tragué con esfuerzo, lo último que necesitábamos era que nos rechazaran esta noche.

-mándame la dirección, voy para allá.

...

El sonido del timbre retumbó por todo nuestro apartamento. Me paré rápidamente y caminé hacía la puerta dejando atrás a Jisoo. Todas las luces estaban apagadas, el televisor que había encendido fue lo único que proyectaba algo de luz. No me hallaba nerviosa, deseaba esto demasiado. Es que ni pensar en el hecho de que mi mejor amiga estará también presente me ponía de esa forma, de hecho, incrementaba muchísimo más mi excitación.

Sabía que Jisoo era virgen y muchas veces había escuchado que quería que su primera vez fuese con su persona especial. Qué locura saber que compartíamos la misma. Una vez había leído acerca del vínculo, tu predestinado, tu mate, pero nunca presté total atención a eso. Lo que nunca leí es que se pudiera tener el mismo alfa que otro omega. Sí conocía las relaciones poliamorosas, pero no creía que esto que estaba pasando entrara en la categoría, después de todo yo no tenía sentimientos románticos por Jisoo, nunca los tuve y qué que nunca los tendré. Con Chaeyoung es otro caso, siento muchísima atracción, pero porque sé que es mi alfa, no porque esté enamorada de ella. Ni siquiera la conozco.

Abrí la puerta y sentí mis feromonas salir de mi cuerpo al ver a la alfa. Alta y guapa. La tomé de la mano e hice que entrara rápidamente. La vi inquieta, como una chiquilla asustada e inexperta. Recordé lo que dijo Jisoo, la chica debía tener como mínimo diecinueve años y por su cara, supe que no había hecho nunca lo que estaba a punto de hacer.

Sin poder evitarlo, la abracé y recosté mi cabeza en su pecho, pasando mi rostro por este buscando sumergirme en su olor. Sentí el cuerpo de Jisoo pegado al mío, seguramente haciendo lo mismo que yo. Ambas estábamos desesperadas por tenerla, por sentirla, porque ella nos reclame.

Las grandes manos de la alfa nos rodearon y mi loba aulló encantada. Sus caricias en mi espalda me tenían encantada, los supresores que nos habían dado dejaron de tener su efecto porque volví a sentir el olor de Jisoo desprenderse de su cuerpo y mi entrepierna palpitar con anticipación. Gemí cuando la mano de la alfa llegó a mi cintura y apretó. Escuché a mi mejor amiga hacerlo también.

-realmente no sé qué hacer- escuché la voz de la alfa. Al subir la mirada noté que sus ojos estaban amarillos, como los de Jisoo y los míos. Pero de verdad era inexperta- nunca estuve con un omega- tal y como lo había pensado.

-estarás con dos- bromeé. Chaeyoung relamió sus labios y suspiró con pesadez.

-estoy nerviosa...

-lo sabemos, Chaeng- escuché a Jisoo. Miré cómo subió su mano hasta su rostro y lo acarició- yo también, sé que Jennie nos enseñará bien.

Me mordí el labio al darme cuenta que era la única persona que sabía qué hacer. Mi centro se contrajo con esta idea de tener que ser la guía de las dos, me gusta la idea de mandar sobre los demás, más si es en la cama. Aunque era una omega, la gente que me conocía en ese aspecto sabía de buenas a primera que era la mejor power bottom. La sumisión no siempre existía en mis encuentros sexuales.

-señorita Jisoo- los ojos de Chaeyoung se centraron en mi mejor amiga- tenía un crush con usted en el colegio- reí al escucha su confesión, al parecer estaba tan fuera de sí que soltaba las cosas sin sentir vergüenza en absoluto-ahora también tengo un crush con usted, señorita Jennie- sus ojos viajaron a los míos.

Agarré sus mejillas y me puse de puntitas para darle un pequeño beso en sus carnudos labios. Ella quedó en shock pero no pasaron ni dos segundos cuando se acercó a mi boca y me devolvió el beso, alejándose de mí para hacer lo mismo con Jisoo. Me solté de su agarre y ambas me siguieron hacía el sofá. Nos sentamos dejando a Chaeyoung en medio de las dos.

Lo cierto es que nunca en mi vida había estado en un trío, esto era algo totalmente nuevo para mí, pero mi cabeza estaba trabajando sin cesar maquinando todo lo que deseaba que hiciéramos esta noche. Miré a mi mejor amiga que ahora mismo estaba con una pierna sobre las de Chaeyoung que estaban abiertas, tal y como lo estuve yo con ella hace unos minutos atrás, besándola. Una de sus manos estaba recorriendo el pecho y abdomen de la chica, yo bajé mi vista dándome cuenta de su abultada entrepierna. Mordí mi labio y tomé la mano de Jisoo para bajarla y que tomará su bulto.

Me fijé como Chaeyoung se separó de los labios de mi mejor amiga y echó la cabeza hacía atrás soltando un gemido placentero al sentir como hice que la mejor mano de mi amiga le apretara la entrepierna. La mirada de Jisoo era tan potente que la sentía en mí como diez mil cuchillas enterrándose en mi piel. Sus ojos amarillos gritaban excitación, su boca entreabierta con sus labios húmedos por el beso la hacían verse apetitosos.

Sonreí.

Una vez Jisoo admitió que juntarse conmigo hacía que ella se volviera más valiente y le gustaba esa sensación de probar cosas que nunca pensó que haría. Como esa vez que, en nuestra adolescencia y sin identificación, fuimos a comprar unas cervezas para tomar en la vereda del estacionamiento que había cerca a donde vivíamos. Ese día recuerdo que le dije que metiera el six pack en su bolso mientras yo distraía al tendero. Al final terminé besándome con él en la oficina mientras Jisoo se llevaba más que un paquete de cervezas. Hoy estamos probando una cosa nueva otra vez, juntas.

Me acerqué a sus labios y la besé. Con lengua, con mordiscos, húmedo. Nuestras manos seguían en la entrepierna de Chaeyoung amasando su bulto. Esto era para nosotras y sacaríamos muchísimo provecho. Me separé de su boca esta vez para buscar la de la rubia y hacer lo mismo con ella. Los gemidos de Chaeyoung me ponían a lubricar cada vez más, apreté mis piernas. Sentía la mano de mi mejor amiga buscar la hebilla del cinturón de la chica para empezar a sacarla. Me separé y le ayudé con la tarea, lancé la correa lejos de nosotras y desabotoné el jean con una mano y bajé la cremallera.

Me paré para ayudarla a sacarse el pantalón, Chaeyoung levantó sus caderas para facilitarlo y junto a Jisoo se lo quitamos. La mano de Jisoo fue a para nuevamente en su dura erección. Le senté otra vez al lado de las dos y, sin previo aviso, metí la mía dentro de su bóxer. Lo sabía.

-te dije- le susurré a Jisoo. Al ver su cara de confusión sólo atiné a mirar hacía la entrepierna de Chaeyoung. Ella entendió.

-¿tanto?

-mucho más- saqué mi mano y agarré la de Jisoo para meterla también.

El gemido de Jisoo me hizo recordar la primera vez que estuve con un alfa. Esa sensación placentera de tener en tus manos algo tan delicado de su cuerpo que con un solo toque lo hacía retorcerse. Bajé el bóxer hasta los muslos de la chica liberando su gran miembro, encantada y complacía con lo que veía. Jisoo se había relamido los labios y yo también, Chaeyoung había extendido sus brazos en el espaldar del sofá, suponía que para agarrarse de este mientras que su cabeza seguía hacía atrás dejando a la vista su atractivo y marcado cuello.

Puse mi mano sobre la de Jisoo empezando a subir y bajar por la carne caliente del miembro de la rubia. Podíamos sentir las venas brotadas y la humedad de su glande gotear por nuestros dedos. Apoyé mi cabeza en el pecho de Chaeyoung y abandoné el sitio que estaba tomando para bajar hasta sus testículos y apretarlos ligeramente dejando a Jisoo masturbarla. El gemido de la joven llegó hasta mis oídos.

Era gracioso como sentía que en realidad la alfa no estaba con nosotras, Jisoo y yo estábamos tan concentradas en nuestro propio placer que simplemente queríamos usarla para satisfacernos. Mi loba en su celo siempre había sido más egoísta en ese aspecto, no sabía que la loba de Jisoo era igual. Y por lo que noté, la loba de Chaeyoung estaba encantada con complacernos, al final ella también recibía placer, ¿no?

Tomé a Jisoo de la cara con la mano que anteriormente estuvo en Chaeyoung y la besé. Al separarme le pregunté: -¿quieres chupársela? - los ojos amarillos de Jisoo brillaron, asintió.

Coloqué mi mano en su cabeza y me alejé del pecho de la rubia para acomodarme mejor y guiar a mi mejor amiga hasta el miembro. Abrió la boca y metió tan solo la punta, le acaricié el cabello mientras escuchaba como succionaba y la veía subir y bajar. Los gemidos y jadeos de Chaeyoung se escucharon mezclados con el del televisor.

-intenta tomar un poco más- la instruí. Empujé su cabeza un poco más hasta que ella se separó dando una arcada, nos reímos por esto- tomaste más de lo que creí, golosa.

La vi limpiarse los labios con una sonrisa y dijo: -hazlo tú.

Sonreí con suficiencia y me puse de rodillas entre las piernas abiertas de Chaeyoung. La chica tenía ojos brillantes por el placer, estaba mirándome fijamente. La masturbaba, lamía su punta, la besaba, buscaba jugar con ella. Jisoo me miraba fascinada, era como si hubiese descubierto lo más increíble del mundo, como si no supiera que esta existía. Seguramente así solía sentirse.

-escúpeme la boca, Jisoo- le dije acercándome a su cara, aun suspendiendo el duro pene de Chaeyoung. Mi mejor amiga se sorprendió, pero aun así se acercó y me escupió. Y así fue que empecé a darle una mamada a la rubia.

Tener dos pares de ojos encima de mí me daba muchísimo morbo, saber que ambas estaban expectantes a saber cuál sería mi próxima exigencia hacía que muchas más feromonas salieran de mi cuerpo. El apartamento estaba impregnado de nuestro aroma mezclado, si me corría sin previo aviso sería a causa del excitante olor que me penetraba las fosas nasales. Apenas habíamos empezado y podía decir con certeza que es mi experiencia sexual favorita, ninguna de las anteriores se igualaba a esta y sé que ninguna futura le llegaría ni a la plana de los pies.

Jisoo y Chaeyoung pusieron sus manos en mi cabeza, alentándome a seguir chupando el miembro de la rubia. Pude notar la mano libre de la joven ir hasta el muslo de mi mejor amiga para acariciarlo. Sin parar, la tomé e hice que la metiera dentro de su short para que la tocara. Jisoo gimió al sentir los largos dedos de la alfa en ella.

La mano que Jisoo tenía en mi cabeza había ido hacía el hombro de Chaeyoung para sostenerse, sus piernas se habían abierto apoyando la planta del pie en el sofá para darle mas acceso. Saqué el pene de mi boca y besé toda la longitud hasta llagar a sus bolas y chuparlas. Jisoo agarró la mano de la chica y la sacó de su short, tomó su miembro y ahora era ella quien estaba haciéndole una mamada. Volví a lamer la longitud hasta que me topé con la boca de mi mejor amiga y esta rápidamente se separó para darme lo que era el beso más descuidado y húmedo de la noche.

Al separarnos vimos a Chaeyoung de nuevo con la cabeza hacía atrás, una de sus manos en su pecho apretándoselo y la otra agarrándose del espaldar de la silla. Nosotras tan sólo volvimos a su miembro, besando, lamiendo, chupando. Las dos al mismo tiempo.

-te vas a correr en mi boca, Chaeyoung- la autoritaria voz de Jisoo hizo que la rubia la mirara y asintiera- no te escucho.

-sí, señorita Jisoo- su voz ronca me hizo apretar mis piernas.

-¿sí qué? - pregunté esta vez yo, quería escucharla otra vez.

-sí me correré en la boca de la señorita Jisoo, señorita Jennie.

-qué obediente- le felicité.

Me paré y la tomé de las manos para ayudarla a ponerse de pie, le indiqué a Jisoo que se arrodillara a su lado. Le ayudé a sacarse la camisa y su top, dejándola finalmente desnuda. Sus brazos estaban marcados, tenía abdominales y sus piernas estaban bien marcadas. Su miembro era grande como ella, apunando hacia el frente húmedo y listo. Le di otro beso en los labios y bajé besándola hasta quedar arrodillada a su otro lado.

-desde acá te ves más grande- le dije. Mostró una sonrisa tímida que me mató y sé que a Jisoo también.

Jisoo se hizo frente a ella y sin juegos previos, se metió el miembro otra vez dentro de la boca. Yo tan sólo me dedicaba a mirarlas y acaricias las piernas a Chaeyoung. Subí la mano hasta su culo y apreté una de sus nalgas enterrándole mis largas uñas, con esto hice que empezara a mover sus caderas cogiéndose la boca de mi mejor amiga. El sonido de las mamadas de Jisoo era delicioso de oír mezclado con sus gemidos amortiguados por el pene y los jadeos de la joven.

-dale, bebé. tómala del cabello y hazla tragarse toda tu verga. No seas tímida- busqué incentivarla y funcionó. Sus manos fueron a parar a la cabeza de Jisoo dejándola quiera para luego mover sus caderas con mas rapidez.

Sonreí grande y me separé apenas un poco para poder apreciar mejor la situación. Las manos de Jisoo estaban en las piernas de Chaeyoung enterrardole las uñas y podía ver la saliva salirse del bode de su boca.

-voy a- tragó saliva- voy a correrme- anunció Chaeyoung. Sostuve la cabeza de mi mejor amiga y el culo de la alfa. El fuerte gemido de ella me hizo saber que al fin había llegado. El semen de la chica se desbordaba de los labios de Jisoo, los entreabrió y esto hizo que se escapara más. Otro jadeo de la rubia me hizo caer en cuenta que no había terminado de venirse.

"eyaculan más" recordé que había leído, pobre y suertuda Jisoo.

Al separase del pene de Chaeyoung pude notar el resto del semen. Tenía el miembro lleno al igual que la barbilla de mi mejor amiga. El espeso liquido se resbalaba por la longitud hasta sus testículos. Miré a Jisoo acercarse para lamer el resto y dejarla medianamente limpia.

-me tragué el resto- dijo, con voz ronca y una sonrisa orgullosa.

Una de las manos de Chaeyoung fue a parar a su miembro, apretándolo y gimiendo. Seguía igual de duro. Me paré con ayuda de la rubia y me traje a Jisoo conmigo. Las tomé a las dos de las manos y las llevé a mi habitación. En el camino nos desvestimos al fin, al llegar a la cama tomé a Jisoo con los brazos y la tumbé conmigo, invitándola a que nos besáramos. Chaeyoung tan sólo sonrió mirándonos.

Me separé de ella e hice que se acostara, yo me senté a su lado abriendo sus piernas y llamando con la mirada a la joven alfa. Ella sólo obedeció acercándose a nosotras y tomó a Jisoo de los muslos para acercarla más al borde de la cama, agarré dos almohadas y se las pasé para que las pusiera debajo del culo de mi mejor amiga.

-cógetela, pero sé cuidadosa- asintió. Yo me acosté a su lado viendo el espectáculo que me estaban ofreciendo.

Chaeyoung pasó su miembro por los labios mojados de Jisoo y luego vi la expresión de dolor de mi mejor amiga, ya había empezado a entrar a ella.

-mierda- se quejó Jisoo. La tomé en un beso para que gimiera en mi boca- es muy grande- susurró en mis labios.

-lo sé, Jis- le di un beso- tú puedes.

Cuando finalmente el miembro de la alfa estuvo dentro de mi mejor amiga, me separé para verlas mejor. Pasé una mano por mi abdomen hasta mi centro mientras apreciaba como Chaeyoung movía sus caderas contra mi mejor amiga, soltando pequeños gruñidos que se mezclaban con los gemidos de Jisoo. Había tomando una de sus piernas con la mano mientras que con la otra la agarraba su mulso queriendo abrirla mejor. El golpeteo húmedo de sus cuerpos me motivaba a masturbarme con más rapidez. Los pechos de mi amiga rebotaban por las duras estocadas que daba la alfa. Me metí dos dedos cogiéndome a mí misma mientras veía a mi amiga ser cogida.

-más rápido, más rápido- rogaba Jisoo. Estaba a punto de correrse, así que decidí dejar de tocarme y me hice a su lado colocando mis dedos en su clítoris para ayudarla. Miraba a Chaeyoung encantada mientras se movía cada vez con mas rapidez.

-la abres delicioso, amor- le dije a Chaeyoung provocando que gimiera y se enterrara con mas fuerza en ella- cuéntame cómo sientes el coño de mi amiga- le exigí.

-muy apretado- dijo con dificultad- húmedo, muy húmedo y- puso la mano que tenía en su pierna en su muslo y se inclinó más- caliente. Me está apretando muy rico.

Una de las manos de Jisoo me agarró del brazo con fuerza y me clavó sus uñas, echando la cabeza hacía atrás y soltando un gemido gutural, dándole la bienvenida al tan esperado orgasmo. Chaeyoung se movió con dureza en ella y se clavó hasta lo más profundo también gimiendo.

-mierda- gimió. Supe que estaba corriéndose, llenando a mi mejor amiga.

-eso es, Chaeng. Déjala muy llena- la felicité.

Ella cerró con más fuerza los ojos y jadeó de nuevo.

-y cuando acabes con ella, debes darme a mí también- me abrí de piernas y bajé mis dedos a mis labios vaginales abriéndolos- mira como estoy de húmeda por ti y tu delicioso pene.

Ella me miró con asombro y se salió de mi mejor amiga. Su pene estaba duro y mojado de su semen y los fluidos de Jisoo. Rápidamente se movió hacía mí y se quedó quieta, esperando a que le dijera qué hacer.

-acuéstate- le ordené. Ella hizo caso y se acostó en donde yo estaba, me había parado para ayuda a Jisoo a ponerse de pie, ya recompuesta- ¿qué te pareció?

-muy rico- rió apenada.

-esto te gustará más.

Le indiqué que se sentara en el rostro de Chaeyoung mientras yo me acomodaba sobre su pelvis. Me senté sobre su miembro y empecé a frotar mi húmedo coño por toda su longitud. Jisoo me tomó de los hombros buscando un apoyo cuando supuse que la alfa estaba empezando a comérsela.

La atraje por la nuca a mis labios para que nos besáramos. Ambas montando a Chaeyoung. Me separé de sus labios y agarré el miembro de la joven para enterrarlo en mí.

Gemí.

Era mucho más grande que cualquier otro alfa con el que había estado y yo estaba encantada de sentirme así de llena.

Empecé a montarla, con Jisoo buscando apoyo en mí. Podía sentir lo duro y caliente que estaba. El sonido húmedo de ella entrando y saliendo de mí, los gemidos de Jisoo y míos eran lo único que predominaba en mi habitación. Las uñas de mi mejor amiga se volvieron a enterrar en mí, esta vez en mis hombros y presencié cómo se volvió a correr, ahora en la cara de la alfa.

Como pudo, se bajó y se acostó a un lado con la respiración agitada. Sonreí al ver el rostro de Chaeyoung húmedo y bajé hasta él lamiéndolo y besándolo hasta dejarla limpia. La besé por ultima vez y me salí de ella.

Ambas gemimos, pero rápidamente me puse en cuatro y la alfa entendió al instante colocándose detrás de mí. Arqueándome hacía atrás, tomé su miembro y lo ubiqué en mi entrada, la rubia penetrándome de golpe haciéndome gritar. Sus grandes manos me tenían agarrada de la cintura mientras me cogía con fuerza, podía sentir como cada rato entraba más a mí, si es que era posible aquello.

Me dejé caer sobre el colchón dejando tan solo mi culo levantado para ella. Sentía sus bolas me golpeaban con cada estocada que daba. Tomé la mano de mi mejor amiga y entrelacé nuestros dedos sintiendo que iba a correrme más rápido de que lo pensé. Chaeyoung se inclinó hasta mi cuerpo apoyando sus manos a los costados de mi cuerpo buscando penetrarme con más rudeza.

A diferencia de lo que hizo con Jisoo, conmigo no estaba siendo delicada y para mí estaba perfecto. Ella era una tira de gruñidos y jadeos, mientras que yo gemía mucho mas fuerte que mi mejor amiga. Levanté la cara para observar la cara de sorpresa de mi amiga, dándose cuenta que por primera vez en toda la noche era la alfa quien había tomando el mando de la situación.

Gemí al sentir como me agarraban del pelo para ponerme sobre mis manos de nuevo y después como me tomaban del cuello. El cuerpo detrás de mí se acomodó de tal forma que la nueva posición me hizo sentir como me la metía con mas rapidez.

Y fue lo único que necesité para correrme apretando el miembro de Chaeyoung con fuerza y ahogando un gemido en mi garganta que estaba siendo apretada por las grandes manos de la alfa. Solté ese gemido retenido cuando sentí el espeso semen salir a chorros y llenándome completamente.

-Chaeng- gemí, aun sintiéndola correrse dentro mío- mierda, mierda- puse una de mis manos en las suyas apretándolas.

-me dijiste que querías todo mi semen- gruñó la alfa, gemí por sus palabras.

-me estás dejando muy llena, amor- le respondí.

Chaeyoung me soltó y sin salirse de mí se echó sobre mi cuerpo.

-me duelen las caderas- se rió.

-imagínate a nosotras- le dijo Jisoo.

Levanté la vista y le giñé un ojo, ella sonrió.

-¿estuve bien? - preguntó tímida Chaeyoung. ¿dónde había quedado esa chica que casi me deja embarazada?

Como pude, hice que se saliera de mí. Géminos por la perdida y la atraje hacía nosotras dejándola en el medio.

-lo hiciste excelente- la felicité, mi mejor amiga asintió.

Con Jisoo nos encargamos de consentirla por haber sido tan buena y obediente con nosotras. Sabía que esto iba para largo, sabía que Jisoo quería algo como lo que presenció y yo deseaba mucho más de ella. Ella era una buena cachorrita que nos daría todo lo que nosotras quisiéramos y nosotras sacaríamos muchísimos beneficios de eso.

...

wtf lo sentí más explícito que cualquier vaina que haya escrito antes

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