Capitulo 3 (Arrepentimiento Y Dolor)

Mis terrones de azúcar, hemos llegado al final del especial, con el ultimo capitulo actualizado del fic escogido por ustedes.

Espero que les gustara este evento especial, en verdad se los agradezco que estén aquí conmigo, que sigan disfrutando cada capitulo.

Los mega quiero, soy tan feliz. 

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-¿He?- Apenas dejo escapar aquello, cuando lo miro con algo de molestia –Aioria... ¿Cómo pudiste hacer eso?- Ella lo reprendió de inmediato –Esa no es la forma de hacer las cosas-

-Lo se... Pero...- Bajo la mirada, apretando los dientes, ocultando sus ojos con el cabello –Tú no sabes lo que es... Amar a alguien y que esa persona, te rechace... Porque su corazón es de alguien más...- Está haciendo su mayor esfuerzo por no derramar sus lágrimas.

La joven, lo mira atenta... Dejando escapar un suspiro cansado, sabe lo que ha estado pasando el león dorado desde que revivieron hace poco, quiso en esta nueva vida confesar lo que siente, pero todo fue en vano.

Siente tanta pena por él, pero lo comprende... Ella también está sufriendo algo parecido y no precisamente es por alguien del género contrario.

No lo va a atosigar con sus problemas cuando el castaño necesita más apoyo por la reverenda tontería que acaba de hacer.

-Aun así... Eso no es una justificación- Cruzo sus brazos alzando la vista, aunque su rostro es ocultado por la máscara –Shura te utiliza como tú lo haces con él-

-¿Crees que no me doy cuestión ahora?- La miro con algo de vergüenza y sonrojo en las mejillas, pues recuerda lo que hizo.

-Además... ¿Sabe que puedes dar vida?- Lo miro, denotando en su voz seriedad.

-Claro que no... Ni siquiera se lo he contado a Aioros- Suspiró, bajando la mirada, tocando su estómago –Fue un error que cometió Atena, al revivirnos... Pero... No quiero que nadie más lo sepa-

-Gracias por confiármelo- Ella le hablo un poco más gentil –Aun así, no está bien lo que has hecho- Suspiro.

-Ya no me regañes... Sé que estuve mal, pero... No pude, ni quise evitarlo- Sus mejillas se sonrojaron.

-¿Te gusta un poco Shura?- De inmediato le cuestionó esto.

-No, en lo absoluto- Negó con la cabeza, y sus mejillas ruborizadas –Solo que me sentí... Querido en cierta forma... Imaginé como si Shaka y yo...-

-No hagas eso de nuevo- Le dijo seria –No es bueno... Usar otras personas para aliviar el dolor que sientes- Suspiro, como si supiera de lo que habla –Ve más tarde a mi casa, allí tengo las pastillas que necesitas- Le palmeo el hombro.

-Gracias Marin- Sonrió, asintiendo.

-Debo irme- Se levantó rápidamente, para dirigir sus pasos hacia la zona de entrenamiento de las amazonas, como si estuviera huyendo de algo que no ha querido revelar.

Esto sorprendió algo al caballero dorado, pero no tuvo tiempo de decir nada, la joven mujer se fue ante su mirada.

-Bien...- Solo dijo esto, dejando escapar un suspiro, levantando su vista hacia el cielo, mientras sigue pensando en lo ocurrió el día anterior –No sufrí durante ese momento... Sentí... Que mi corazón... Por fin era amado, pero no es amor...- Se levantó, dispuesto a dirigir sus pasos a cualquier lugar, con tal de alejarse del santuario un poco –Solo fue sexo, para ayudarnos a olvidar que... Nunca nos amaran-

---Templo de Capricornio---

A veces... Puede ser que el dormir te ayude a darte cuenta que has hecho algo malo...

Este parece ser el caso de Shura... Como si el arrepentimiento le hubiera pegado fuerte de repente...

Por estar utilizando a Aioria como un juguete para dañar al mayor, una venganza, un sustituto... Aprovechando que también sufre por no ser correspondido.

Se ha quedado pensativo toda la mañana de este nuevo día, reflexionando lo que hizo.

Si bien... Se volvió mucho más recluido y amargado de lo que era con anterioridad, pero que su buen corazón lo mantenía en el lado correcto.

Saber de la relación que su amado sagitario comenzó con Géminis... Aun sabiendo todo el mal que hizo, le provoca que su sangre se calienten del odio.

Apretando sus puños, queriendo destruir a Saga, pero... Escucharlo ayer... Aunque fuera en la privacidad del tercer templo... Le causo un colapso... Uno donde tomo a Aioria, usarlo para olvidar ese dolor en su corazón.

Toca su cabeza, pues la punzada de sus propios pecados le están ocasionando molestia –Debo arreglar esto-

Después de hacer aquello, ahora parece arrepentido, pero... Aun cree poder hacer lo correcto.

-Hablare con Aioria... Le diré... Que estuve mal, que me disculpe por lo que hice...- Suspiró, levantándose de aquella silla delante de su comedor, en donde muy apenas probó bocado del almuerzo frio.

Recogió lo que ha ensuciado, está decidido en hace lo correcto, no puede hacer sufrir a un inocente.

Claro en este momento está lucido, pensando con tranquilidad, no solo dejándose llevar por su propio dolor.

-Sé que me entenderá... El también disfruto... No pensar en Shaka, pero no está bien- Golpeo la mesa -¡¡¡¿EN QUE DEMONIO PENSABA AYER?!!!- Frunció su ceño –Nadie se merece ser utilizado, pero... También me utilizo-

Negó con su cabeza, para apartar los pensamientos que pueden justificar lo que hizo.

Sin duda ira directamente a busca al quinto guardián para hablar.

Bajo con paso lento los templos para aproximarse al deseado.

Podría ir a la velocidad de la luz, pero necesita tiempo para pensar con tranquilidad, sus palabras, cada una debe reflexionarla creyendo que podría ser buena idea.

Pasar por Sagitario fue lo difícil, más al darse cuenta que... Su guardián no está.

Esto hizo sentir de nuevo ese enojo, y odio contenido, lo que le deja ver que está haciendo bien al vengarse, pero su corazón que aún se quiere mantener puro le dicta que no lo haga.

Decidido a desistir en justificarse y prosigo a seguir su camino, debe reunirse con Aioria para hablar de lo pasado.

Escorpio con su guardián, hablando tan animado con el onceavo caballero dorado.

Libra de seguro esta con el patriarca.

Shaka... No está en su templo.

Y En el quinto templo... Parece que está por completo vacío.

Capricornio se adentró al templo, inspeccionándolo de hecho esta es una falta de respeto, pero si no hay nadie que lo vea, no existe el pecado.

Suspiró, recargando su espalda en el pilar de adelante del templo –Lo esperare- Cruzo sus brazos, mirando hacia el cielo, sin duda cree necesario hablar de este tema de una vez, y no lo dejara pasar.

-Me siento tan arrepentido... Nunca debí haberlo hecho- Sigue negando con su cabeza, lo que hizo con el león dorado, ahora si le pesa, sintiéndose el mayor idiota por dejarse llevar por todo lo que siente.

-¿Qué culpa tiene Aioria?- Se preguntó para sí mismo –Esto es un asunto entre Aioros y yo...- Frunció el ceño –Soy de lo peor- Se dijo a sí mismo.

Se quedó allí unos minutos, sintiéndose muy mal consigo mismo, obviamente deben existir más, por Shura, no se está perdonando lo que cometió.

Cuando el día anterior... No le importaba en lo más mínimo.

Pero sus pensamientos se verían interrumpidos repentinamente, cuando... Un cosmos lo distrajo.

Se giró de inmediato para donde el recién llegado se deje ver y de inmediato chocar contra una mirada verde oscura.

¿Por qué de todos, tenía que verlo a él ahora?

El recién llegado, parece venir con una radiante sonrisa, como si hubiera pasado una noche maravillosa y parte de la mañana igual.

Cuando levanto la vista obviamente se topó con el décimo guardián, sin duda este caballero no es alguien que tome distancia de alguien que le confeso sus sentimientos, pero si le dejo en claro su sentir en todo momento.

Seria honesto, y no le daría falsas ilusiones, es demasiado bondadoso.

-Hola Shura- Se acercó, para saludar sin duda el peliverde, dedicándole una sonrisa bastante sincera.

¿Por qué tiene que ser tan lindo?

Esta fue la pregunta que asaltó la mente de capricornio.

Sin embargó debe responder, aunque eso no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran.

Parece que olvido que ayer lo escucho tener sexo con el tercer guardián.

-Hola... Aioros- Su mirada de un color jade, se fijó en el mayor, sonriendo de lado.

-¿Estas esperando a Aioria?- Señalo el quinto templo.

-¿He?- De inmediato pensó que el león, le ha dicho algo al mayor, teniendo que explicar toda la situación estúpida que hizo -¿Por qué piensas eso?- Contesté algo serio, para disimular.

-Bueno, estas afuera de Leo, y por lo que puedo sentir, el cosmos de mi hermano esta fuera del santuario- Sonrió tan tranquilo.

-Lo que pasa, es que... Debo hablar con Aioria- Solo le dirá esto, no necesita más información.

Ya lo perdió como pareja, lo sabe... El corazón del centauro es fiel a solo un alma.

Así que el poder perderlo como amigo... Después de la idiotez que cometió.

-Bien- De nuevo lo saco de sus pensamientos –Me retiro, debo ir a mi templo- Le toco el hombro de forma amigable –Cuídate y me saludas a mi hermanito- Le sonrió de nuevo, para irse.

-Si...- Ese toque fue tan cálido, reconfortable... Sueña con esas manos cada noche y solo las puede tener unos instantes.

Podría quedarse allí parado todo el tiempo posible, contemplando la espalda de como Aioros se aleja, pero... Un pensamiento surco su mente o más bien una realidad.

Que lo hizo sentirse de nuevo como el día anterior, lo ha estado haciendo desde hace unas semanas o mejor dicho meses.

Sintió como el dolor, odio y coraje van aumentando en su ser.

Estos sentimientos no son para nada agradables...

Le carcome sentirse así de celoso... Apretó sus puños con toda la rabia que siente... Todo eso que está quemando su corazón, matándolo de a poco.

-Paso la noche... Con Saga... Acaba de...- Frunció el ceño, experimentando de nuevo todo lo que odia, esos pensamientos destructivos, esa sed de vengarse por no ser correspondido.

Sabe que esto no lo puede controlar... O más bien no lo quiere hacer ahora...

De nuevo estar roto, incompleto, destruido...

Quiere calmar lo que está padeciendo, quiere olvidar esa realidad, solo desea... Que esos pensamientos desaparezcan, su propia capacidad de destrucción se da cuenta que es muy peligrosa, peor que su escalibar.

Porque con esto está dañando a un inocente, pero de nuevo es el flanco de su venganza.

Molesto, no esperaría más, decidió bajar los templos faltantes... No esperaría al león dorado iría a buscarlo de forma inmediata, pero... Parece que ahora no será por la primera razón.

Una persona que va de estar arrepentido, a estar sufriendo y deseando venganza...

Esto no podrá salir bien.

---Cerca del lago---

Aioria, había decidido pasar el tiempo en ese lugar, para después ir con su amiga, tener las pastillas que necesita, y regresar a su templo o bueno... Hacerle una visita a alguien, para terminar con un contrato que hizo en un momento de vulnerabilidad.

Lanza un suspiro, mirando su reflejo en el agua –Tiene razón Marin... Esto no está bien- Negó con su cabeza –Fue un error y ya, si no lo vuelvo hacer, y lo detengo de una vez, no pasara nada-

Sonrió con calma, dándose cuenta de que no puede seguir y que esto acabara si así lo quiere... trata de olvida a alguien usando a otro es muy malo...

-Bien... Creo que, debo de ir con Marin...- Se levantó del suelo, limpiando su ropa, sintiendo una ligera punzada en su parte trasera –Auch...- Se sonrojo por pensar de nuevo en lo anterior que vivió –No fue malo, pero... Si lo hubiera hecho con...- No pudo completar aquella frase, porque justamente en quien pensaba, es la voz que escucha.

Sus ojos verdes oscuros se abrieron de golpe, conoce perfectamente la voz del caballero de virgo.

Bajo su mirada... El dolor vuelve a inundar su corazón... Ya fue rechazado antes, y de una forma demasiado cruel.

Le hizo ver que jamás lo querría de esa forma, porque alguien más ocupa ese lugar y nunca será para él.

Teme saber si eso último es verdad, porque no podría odiar a alguno de sus compañeros, si existe esa posibilidad de que ame a alguien perteneciente al santuario.

Pero sus desilusiones, su mayor miedo parece que se hace realidad.

-Ja, ja, ja, Puede ser... Pero no estoy seguro si deba hacerlo- Sonaba sin duda alegre esa segunda voz, que reconoció de inmediato.

-Debes confiar en tu disculpó- La voz seria de Shaka, suena diferente, como si quisiera demostrar un cariño especial.

-Lo hago... Sin embargo... Siento miedo, de que algo malo le pase- Bajo su vista, dejando escapar un suspiro.

-Mu- Lo llamo con amabilidad, levanto el mentón del otro –Lo has entrenado bastante bien- Le dedico una sonrisa, fijando los zafiros en aquellas bellas esmeraldas –Ese niño, puede lograr grandes cosas, solo porque tú eres su maestro y te ha demostrado estar a la altura de ser el aprendiz del caballero dorado de Aries- Quiere animarlo, para a la vez contemplar una dulce sonrisa, que inhala ver-

Las majillas del pelilila se tornaron carmesí, sonriendo algo apenado –Gracias Shaka- La vergüenza de tenerlo tan cerca a escasos centímetros, la amable caricia que le da a su barbilla, para que no baje su rostro.

Es una pareja adorable, se nota el amor a distancia.

Esto es demasiado doloroso para Aioria, se quedó detrás de unos arbustos, para no hacer ruido, bajo su cosmos hasta ser imperceptible, contempla esa escena, con las lágrimas en sus ojos, que se asoman, mas no salieron, no al menos hasta que vio algo que lo destrozo por completo.

Corrieron por sus mejillas, al ser testigo de un beso entre Virgo y Aries...

-¿Por qué?- Murmuro, con su voz quebrada -¿Por qué de todos... Preferiste a Mu?-

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo estoy muy feliz, de verdad me siento tan alegre de que se lograra cumplir la meta y debo decir que todo es gracias a ustedes mis terrones, ustedes hacen que mi corazón lata tanto de alegría pues me apoyan tanto que nunca sabre como agradecerles.

Pero no nos vamos a poner cursi, saben que no es el estilo de mamá terrón de azúcar.

La ultima pregunta del día de hoy es...

¿Que les pareció el especial de este fin de semana?

Los mega quiero en verdad, espero sus respuestas, comentaros y reclamos.

Ahora si mis terrones me despido por hoy, pues... Se concluye el especial. Mañana volvemos con programación normal y les tendré un anuncio especial.

Por lo tanto, mis hermosos terrones cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y manténganse a salvo.

Los quiero.

Y con este fic le decimos adiós al mes de los cubitos y florecitas, para darle la bienvenida al mes de las florecitas en un aparate, pero se viene la época de los hermosos borreguitos, y no es por que sea mi época también de cumpleaños. Jajajajaja perdón pero llegando marzo, ando muy emocionada por mi aniversario de vida, kiaaaaaaaaa estoy mega feliz.

Bueno, nos veremos mañana para las actualizaciones normales, son los mejores.

Ammu se va. 

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