Capitulo 16 (Invitación)

Se debía guardar ese sentimiento, después de todo, no puede demostrar sus celos tan abiertamente, aunque le gustaría hacerlo.

De a poco debe seguir, sin incomodar a Aioria.

Sin embargo...

Shura no es el único que de repente ha comenzado a sentir algo por alguien, olvidando a un amor no correspondido.

Los días pasaron, su convivencia siguió, volviéndose su relación con el tiempo mucho más estrecha.

Si bien, Aioria procuro ayudarlo mucho cuando cáncer lo lastimo de verdad...

Seguía con él, a su lado cada que podía y sus obligaciones como el quinto dorado le permitieran.

Durante su castigo impuesto por el patriarca, por esa dispuesta... Nadie en ninguno momento se le acerco mucho a Capricornio, salvo por aquellos que no tuvieran muchos problemas con él, pero solo un saludo y ya.

Sea como sea, el Español se encargó en alejar a todos, cuando su locura estaba más intensa.

Ahora se da cuenta que ha hecho un cierto mal... Está solo.

O bueno, eso sería si no fuera porque el radiante León dorado, el cual aún está luchando con su propio sufrimiento, pero... Es capaz de esbozar una sonrisa, y permanecer junto a Capricornio.

Aunque no duro mucho el castigo del otro, pues en si es algo que toma muy pocos días, por no decir más.

Pero, fueron momentos que ambos disfrutaron.

Aioria no podía ayudarlo, de eso son conscientes ambos cuando se trata de un castigo, pero la compañía sirve mucho para pasar el tiempo.

Llevar algo de comer, que tome un pequeño descanso.

Conversar de cosas tan triviales que en sí, no significan nada.

El clima, los entrenamientos, algunos chismes divertidos que corrían por el santuario.

Cómo van los entrenamientos de los bronces.

Bueno, realmente siempre es más el León quién habla que Capricornio, pero este es feliz de escucharlo.

No lo distrae de su castigo, al contrario lo hace disfrutarlo, pues... En esos pequeños momentos, no parece caber más la venganza en su corazón, deseando solo pasar ese tiempo con el Griego.

Las risa eran sinceras, las miradas en cierta forma coquetas son verdaderas.

Los sonrojos son bastante obvias entre ellos, cuando sus manos tocan sin querer la otra, los dos se avergüenzan por este hecho, y solo retiran la propia, ya que sienten que no es correcto.

Aquellos sentimientos de odio y deseo de concretar algo dañino, se van disipando de apoco con la compañía de aquel adorable León, que a veces puede ser un inmaduro atrabancado en su personalidad, pero cuando está en calma, alegre y divirtiéndose, recuerda que en cierta forma sigue siendo un cachorro, que sin duda necesita amor.

Por esa razón... Cuando en la soledad de su templo se queda, y analiza sus estupideces, la cual surge para hacerlo entender que está haciendo lo correcto ahora, pero... Una parte de su corazón no desea sanar del todo.

Sin embargo está luchando contra esto.

Pues al parecer, y de forma fantástica Aioria ilumina su ser, y lo sigue haciendo.

Tal vez ahora, con esta nueva perspectiva, su deseo de volverlo solo suyo, que piense en él, que solo lo necesite a él, para que sea feliz, no sea solo ya un deseo de venganza pura, sino uno de egoísmo.

Pues... No va a negar que se enoja cuando lo ve cerca de alguien más.

Si, está muy mal eso.

Sin embargo aunque no se justifiqué, son secuelas de su atormentado ser...

Aprendió en cierta forma... Que sin importar lo cerca que permanezcas de una persona, lo admires y siempre intentes hacer todo para ganarte su corazón, puede llegar alguien con mayor encanto o simplemente alguien especial para la persona que ames y te lo arrebaten.

Esa es la razón, por la que cada que Marin y Aioria hablan, el Español mira en silencio aquello, sintiendo una punzada en su corazón...

Pero no puede hacer nada, después de todo el Griego y la Nipona son amigos más cercanos, por acompañarse en su dolor.

Sin contar que cuando llega Seiya y sin pensarlo le da un fuerte abrazo al León dorado, le irrita un tanto, pero... Ponerse celoso de un niño no está bien, Pegaso es eso para Aioria, y lo trata como tal.

Y si a eso se le suma que dentro de poco tiempo se ha informado que Fénix, vendrá para quedarse más tiempo en entrenamiento, para algún día portar Leo.

Sí que este tema es más delicado, pero Aioria ha aprendido a lidiar con este bronce descarriado desde una mejor perspectiva, no son amigos... Son maestro y Alumno, pero mínimo Ikki respeta más al dorado y eso es un gran avance.

Sabe perfectamente Capricornio, que el tiempo con Aioria se irá reduciendo por sus nuevas actividades, misiones que se llevarán a cabo dentro de poco tiempo también.

Y aunque no quiere aceptarlo del todo... Le duele, le molesta ver reducido ese tiempo.

Cuando piensa que poco a poco podría alejarse y no quiere eso.

Ya no habla su venganza, contra Aioros, que en si...

Para este punto, ya muy poco le parece importar.

Eso sorprende mucho al Español y alegra a la vez... Que una pequeña luz, aquella que de infantes cuidaba y protegía solo con el deseo de ganarse puntos con Sagitario... Ahora es su motivo por el cual sonríe más, y por ello posee su corazón y mente en una calma relativa.

Porque, ahora conlleva un terrible sentimiento que ese no será erradicado con el tiempo, sino... Solo con la verdad absoluta.

Y si eso pasara... Perdería todo.

---Coliseo---

La brisa del último vestigio del verano se nota, para ir trayendo el otoño, es divertido como las estaciones se vuelven tan visibles y latentes en este punto.

El cambio de las hojas se verá dentro de poco tiempo, no importa mucho en realidad pero es divertido para algunos ver este hecho.

Se demuestra en el rostro de muchos que prefieren entrar en un clima más agradable, aunque muchos disfrutan de los climas soleados, es... Cuestión de gustos, como todo en la vida.

Dos caballeros dorados, con sus ropas de entrenamiento se pueden ver

Al parecer se quedaron unos momentos más tiempo en esta zona, para seguir nivelando fuerzas.

Realmente no es algo fuera de lo normal, a veces así sucede, por lo tanto no prestaron mucha atención algunos, bueno la mayoría no lo hizo.

Sin embargó, ¿Se considera entrenamiento cuando los dos están riendo y teniendo conversaciones espontaneas?

Bueno, a veces así suele resultar...

La diversión se ve en sus rostros, aunque en la del mayor se ve más un sonrojo, por a veces tenerlo cerca y alejarse sin más para tener un amplio panorama de ataque...

Sin más, ese radiante rostro impulsivo que posee Aioria, logro capturar por completo al Español, que solo puede sonreír como tonto a veces y perderse en los ojos verdes del menor.

Haciendo que este último sea el ganador del entrenamiento amistoso.

Y claramente este se burlaría un poco de su compañero.

-Ja, ja, ja, vaya... Ya había pasado un tiempo desde que te derribe- Menciona esto, mientras seca su sudor con una toalla, sonriente, con las mejillas rojas por el esfuerzo físico.

Asiente sin mayor protesta, imitando la acción del Griego, aunque más prefiere mirar como este bebe agua y sonríe, asimilando si hubiera tenido una inyección de adrenalina instantánea, cuando es obvia esta reacción por el entrenamiento

Sin pensarlo dos veces, en el momento en que termina de beber el agua, gira su cabeza hacia su flanco izquierdo, para mirar al peliverde y curioso le hace una pregunta que le ha estado rondando en la cabeza desde hace un tiempo.

-Te noto algo distraído- Habla con un tono suave, mientras de la comisura de su labio sale una pequeña gota de agua -¿Sucede algo? Shura-

Su pregunta puesta en la mesa, esperando la repuesta de alguien.

Que al parecer está más interesado en como luce el Griego, prestando atención esa gota de agua dulce, que fuera como si le invitará a besar esos labios del joven.

En su mente, ese último tiempo... Ha estado pensado mucho en todo lo que ha hecho con él, y saberse que lo hizo no por un buen sentimiento, sino por la venganza...

Lo hace pensar seriamente en que merece un castigo peor que el patriarca le ha dictado.

Pues... Debió disfrutarlo con otros instintos, nunca de esa forma.

Pero... En ese momento su mente se nublo tanto al grado que parecía actuar como otra persona... Sin duda, cuando tu corazón está roto y despechado, saca una forma de ser tuya que jamás querrías que existiera, pero lamentablemente... Todos cuando sufrimos de una u otra forma exteriorizamos el pesar de una mala manera, aunque algunos parecen tener una mayor capacidad de resiliencia, para no dejarse llevar por esos golpes que da la vida, tan brutales.

Su distracción sigue siendo por causa de Leo, pero no por mala forma, sino que... Piensa mucho en cómo seguir adelanté, en qué hacer para dejar esa culpa de lado...

¿Quizás eso le ha hecho que en este entrenamientos se viera distraído?

Mala señal para él, pues el León está más curioso en saber que le pasa ahora.

-Shura, ¿Shura? Ey, te estoy hablando- Se acerca más, intentando no invadir el espacio de este, y agitando su mano delante de ese rostro algo perdido en sus pensamientos.

-¿Eh?- Logra que el peliverde salga de sus pensamientos, provocando que se exalta un poco, abriendo más sus ojos y alzando la mirada, para toparse con unos verdes oscuros como el bosque mismo -¿Aioria?-

Alza una ceja, y la mueca de media sonrisa, la mirada del Griego es suave y cálida –Estas muy distraído... ¿Te sientes bien?- Cuestiona con cautela, pues no quiere ser entrometido, pero... Por ese sentimiento en su ser, le impulsa a conocer más sobre el Español delante.

Ver esos dulces gestos, le causan una sensación de alegría en su atormentando corazón ahora por la culpa.

Deseando hacer que paren, pues quiere disfrutar más su tiempo con el León dorado, ya no solo como amigos, sino como algo más, pero...

Tantas dudas tiene ahora.

"¿Sera correcto hacerlo ahora?

¿Mi amor por él ya está manchado, por el rencor?

¿Seré siquiera ahora digno de amar a Aioria?

Cuando... Solo quería dañarlo para hacer sufrir a alguien que ahora ya no me importa."

Esto son las causas de su ahora sufrimiento, ya no tanto... Por... querer hacer daño...

Aun así, debe ser sensato... Y responder antes de que algo peor suceda.

-No, no es nada... Y sí, me siento bien- Responde, asintiendo, admirando la belleza del joven hombre a su frente, que sin pensarlo, lleva su mano hacia la cabeza del contrario, para acariciarla.

Un reflejo de un deseo de querer ahora ser quien lo proteja y cuide.

Este acto sonrojado al otro, desviando su mirada y dedicando una sonrisa nerviosa –Entonces, ¿Por qué tan distraído últimamente?- Cuestiona de nueva cuenta, sin apartarse de ese agarre que le parece agradable.

-No es nada importante- Responde sin mayor importancia al asunto, dejando escapar un suspiro, pero para este instante, ver ese rostro inocente mirándolo, solo le recuerda como lo ha visto en otras ocasiones y todo lo que él ha hecho por malos motivos, y se siente indignó de siquiera ahora tocarlo.

Su mano rápidamente se aleja, para colocarla en su pecho en forma de puño, desviando la mirada, apretando su mandíbula también.

No está listo aun para ahora ser él quien hable primero.

-¿Eh?- Claramente nota esto en el español, causándole mucha curiosidad, pero aun contesta, entiende que existen temas que no puede tocar para no dañar a los demás, no quiere hacer sufrir más a Shura de lo que puede ver –Bien...- Responde tenuemente, dejando que sus mejillas rojas se aclaran a su tono natural.

Un silencio incomodo se apodera del momento y lugar, haciendo que ninguno supiera que decir o hacer ahora.

Aun así, de nuevo es el León dorado quién rompe el hielo en esta ocasión, volviendo a sonreír... Y pensando que podría ser una buena opción lo que tiene en mente.

-Shura, sabes... Hoy habrá una lluvia de estrellas- Lanza el tema de conversación sin más, entusiasmado por la idea y le está por preguntar –Y... Bueno...- Sonríe nervioso, rascando la parte trasera de su cabeza, pues de nuevo ese sonrojo viene, y provoca que sin pensarlo muerda su labio inferior -¿Quisieras ir conmigo a verlas?- Propone esta salida de algo que se podría considerar un tema bastante romántico.

La sopesa en los jades ojo se ve de inmediato, la boca de este ligeramente se abre, sintiendo un palpitar intenso en su ser, acompañado de una sensación de emoción y alegría tan inmensa, aunque es experto en ocultar este hecho.

Siempre ha ido así, pero no por ello, deja de esbozar una sonrisa, que le conmueve...

Aioria fue el primero en este nuevo trato dictar que nada de situaciones románticas, que solo fueran amigos, que si sería lo mejor y correcto para sus intereses.

Si, este le está invitando a algo de esa magnitud... Significaría que...

Sin pensarlo, se acerca un poco al León dorado, no tanto para tocarlo, pero si para verse a las caras, mostrando una determinación en su gesto ahora el Capricornio.

-Sí, me gustaría ir- Asiente, y un tono un poco más ronco se hace presenté, sin ser coqueto o dominante, como siempre es su forma de hablar.

Aioria deja que su corazón lata desbocado, si no fuera porque lleva su toalla y una botella de agua en la otra, ya hubiera llevado una de sus manos a su pecho, pero se calma, intenta no verse evidente que algo nuevo surge en su ser cada que está cerca de Shura ahora.

Al parecer, Capricornio no es el único que ha dejado que sus penas se vayan superando de a poco.

-Entonces... Te veo en el acantilado más alto, alrededor de las nueve- Ya no puede soportar sentirse así de emocionado, sin evidenciar que su corazón está demasiado alterado por que Capricornio acepte su propuesta, que decide mejor despedirse rápido para huir –Bueno, nos vemos hasta entonces- Solo hace una seña con su mano de despedida, es preferible para él salir rápido.

Los nervios claramente traicionan a cualquiera, y Aioria no es la excepción... Puede que incluso en un fuerte impulso abrace al peliverde y eso no sería del todo correcto.

Aunque ya pasaron muchas cosas juntos, y no son para todo el público de conocer.

Nunca pudo ser capaz de comprender del todo al Griego, pero sabe que no es de mala forma... Él también hubiera escapado... Mas el quinto guardián lo hizo antes...

Solo mira la dirección a la que se ha ido Aiora, dedicándole una sonrisa y unos ojos de una profunda ilusión que son agregados con su gesto serio, pero relajado en esta ocasión.

Tal vez si la vida los hubiera hecho enamorarse uno de otro desde un inicio... Todo habría sido diferente, el sufrimiento puede que no tuviera cabida jamás en sus corazones.

Sin embargó cada uno tendrá que enfrentar algo que los hará poner en prueba esta nueva realidad.

Lo sabe perfectamente Shura, porque... Si realmente quiere tener algo importante con el León dorado, deberá... Hacer lo correcto muy pronto.

Por ello, su sonrisa se borra de sus labios... Sus ojos se cierran, para dejar caer un fuerte suspiro y una mueca de dolor en su rostro se manifiesta...

---Sala Patriarcal---

Aunque han pasado los días, desde que interrogo a Capricornio, las palabras de este no se han escapado de su mente, al contrario sigue estando muy presentes.

Mucho medito sobre esto, pero no le encontraba mucha explicación compleja en sí.

Deseaba compartirlo con alguien de suma confianza, para explicarle cómo se siente al respecto, pero su mayor compañero no se encontraba en el santuario ya que por una misión debió ir lejos, aparte de revisar como seguía Cinco Picos.

Por ende, en cuanto volvió y tuvo la oportunidad de hablar, lo hace... Intentando que este le pueda dar una mayor perspectiva ante lo que ahora conoce y cree que no es verdad del todo.

-No estoy seguro por completó-

-Bueno, son jóvenes, es normal que esos sentimientos cambien de repente- Alza los hombros el castaño, intentando dar su mejor concejo.

-Es que, tú no llegaste a ver como Shura siempre era con Aioros...- Lanza un suspiro, mientras están ambos delante de un gran ventanal que deja ver el santuario casi por completo –Podía sentir en su cosmos que ese sentimiento era genuino y puro- Dedica esto, mientras sus ojos rosados se fijan directamente en el noveno y décimo templo.

-Pero, ¿Tal vez debió cambiar, al saber que Aioros ama a otra persona?- Una interrogante que cree que puede ser la luz al fin del camino.

-Eso es algo que me temo mucho- Asiente, cerrando sus ojos, frunciendo sus tikas, mientras sus manos descansen en la orilla de ese ventanal al nivel de estas.

-¿A qué te refieres?- Pregunta dudoso ahora el Chino.

-Te comente hace unas semana que notaba una perturbación en algunos de los caballares dorados, pero una más fuerte siempre fue la de Capricornio- Aprieta la mandíbula, mientras abre de nueva cuenta sus ojos preciosos como cuarzos –Creí que era algo sin mayor importancia... Digo, si... Me preocupan, pero... No quiero ser alguien que los atosigué más de la cuenta... Pero... Cundo lo supe...- Se gira para ver al castaño a su lado izquierdo –Que había alejado a sus amigos, que estuvo peleando y confrontándose físicamente y verbalmente, me di cuenta que iba más allá de una simple perturbación- Declara su sentir, pues no es secreto que Shion los conoce muy bien, o al menos lo intenta, con ayuda de su cosmos y a veces cuando tiene ocasión para conversar con las armaduras.

-¿Crees que algo peor le esté pasando?- Alza una ceja Libra, mirando fijamente al hombre de cabellos verdes, siendo más alto que él, pero igual no por ello significa dominio.

-Creo, que... Shura no me fue del todo sinceró en esa ocasión- Asiente orgullosamente, volviendo a fijar su vista a Capricornio ahora –Que algo más culta, pero... Por una u otra razón me lo oculta- Entrecierra sus ojos, esto le ocasiona mayor preocupación, por sus niños.

-¿Qué no ame de verdad a Aioria?- Una duda que ahora asalta al castaño, también hundiéndose al otro en mirar dicho punto.

Asiente de una forma triste –Tal vez... Un espejismo del corazón- Declara sin muchos ánimos ahora, lanzando un suspiro nuevamente.

El semblante de sublime amargura se nota en Dohko, frunciendo su ceño, pues esto le parece molestar mucho –Aioros y Aioria tienen bastante parecido...-

-Eso es lo que no me gusta de esto...- Posa su mano derecha para tocar su propia cien, lanzando un suspiro cansado por solo pensar en ello –No es malo amar, eso lo sé perfectamente, hombre o mujer es igual... Pero, no quiero que ninguno de ellos se engañe con algo que puede no ser real-

La mirada verde esmeralda de Libra se posa en el semblante preocupado del patriarca, y sin pensarlo más, notando aquella mano libre aun sobre la orilla del ventanal, la toma sin más para con fuerza sujetarla.

-No todos pueden correr con la misma suerte que nosotros- Declara esto, sin importar nada más, después de todo, han esperado mucho tiempo para poder concordar en el lugar correcto e instante perfecto.

-Pero... Quisiera que también lo hicieran- En su pesar y amor... Desea que sus niños dorados conozcan la felicidad de estar con la persona que de verdad amas y te amara, pero... Reconoce que es cierto, no todos pueden estar con ese ser destinado... Y a veces tantos factores influyen y uno de ellos es... No reconocer cuando se debe ver la verdad.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Hola mis terrones de azúcar.

Yo me encuentro super bien, aquí publicando mas temprano jajajajaja.

Es que he estado muy ocupada, y puede que la semana que viene este mas, pero les diré que intentare seguir estando igual de siempre.

Como sea les confirmo todo mañana en el capitulo de mañana en el fanfic "Te Alcanzara Mi Corazón".

Pues hoy me confirman bien todo esto.

Sin mas, disfrute mucho y...

La pregunta del día de hoy...

¿Que pareja poco común de Saint Seiya les gusta?

La verdad pongo poco común, pero que si se han visto antes, pero no son tan populares, no cracks como se puede decir.

Yo considero que... Estoy entre el MiloXAioria o ShuraXAioria... Jajajajaja creo que me gusta ver al León dominado por un Escorpión o una Cabra.

Pero no se ustedes, me dicen ¿Si?

Sin mas espero que disfruten mucho el fanfic.

Muchas gracias por leerme, votarme, comentar y siempre estar a mi lado.

Son los mejores terrones de azúcar del mundo mundial, la verdad siempre les estaré agradecida eternamente por su preferencia.

Me hacen muy feliz de verdad.

Los quiero mucho a todos mis terrones de azúcar.

Por favor, cuídense, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan.

Ammu se va.  

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