Capítulo 49: Marcharse

Natsu Dragneel

Acompañé a Sting hasta la enfermería de mi gremio y en parte iba emocionado porque volvería a ver a Gray pero otra parte de mí sabía que no hacía lo correcto, me daba mucha vergüenza ir a ver a Gray después de lo que había hecho, pero aún así... quería verle, necesitaba saber que estaba bien, que se recuperaba y es que Gray siempre fue muy fuerte, él tenía una gran voluntad para vivir, al menos ahora... porque cuando llegó al gremio, nada le importaba, era un chico solitario y misterioso que habría utilizado el Iced Shield a la mínima oportunidad matándose él mismo, así de poco le importaba su vida y ahora... luchaba por vivir, eso me gustaba, su fortaleza me encantaba.

Entré en el gremio acompañando a Sting y pude ver la misma reacción que la última vez que estuve por aquí, todos mirándome por encima del hombro, todos sabiendo que yo había sido el culpable y eso me dolía demasiado. Sting al darse cuenta de las miradas de los demás, fue el primero en llamarles la atención y después mirarme para indicarme que siguiera caminando, que necesitaba seguir manteniéndome fuerte como hasta ahora por Gray. Supongo que tenía razón en cierta forma.

Una vez dentro de la enfermería, descubrí que estaba completamente vacía y Sting me ofreció una de las sillas para que pudiera sentarme a cierta distancia mientras él se sentaba en un borde de la camilla mirando a Gray. Me dio un poco de envidia aunque no de la mala, simplemente una envidia de que él pudiera estar allí sentado tocando a Gray, apartándole con dulzura el flequillo de la cara y yo tuviera que quedarme aquí a distancia para no hacerle daño. Maldije a esos demonios que me habían convertido en esto, en esta clase de monstruo que no me dejaba acercarme a mi chico y tenía que conformarme con verle allí tirado a distancia.

- ¿Estás bien, Natsu? – me preguntó Sting preocupado.

- No – le dije – quiero volver a ver a Gray sonreír – le aclaré – no quiero tener que verle en esta cama.

- No hay más remedio Natsu, sus heridas eran demasiado graves, si le quitamos el sedante y despierta sentirá aún más dolor, es mejor dejarle sedado unos días más.

- Lo sé, pero me muero de ganas de volver a verle bien, tal y como era antes, de ver a ese chico que sonreía y peleaba conmigo.

- Lo será, créeme que volverá a ser ese chico, pero necesita tiempo para recuperarse de este duro golpe.

- ¿Y Rogue como está? – le pregunté.

- Un poco desorientado aún, no recuerda mucho de lo que ocurrió... aún así está algo arrepentido igual que tú, siente culpabilidad por lo de Gray aunque no al extremo tuyo, realmente le sentó mal hacer daño a otra persona y más sabiendo que era tu pareja, pero no se puede evitar todo esto.

- Ya veo – le dije.

- Por cierto Natsu... cuando Gray se empiece a recuperar y le quiten el sedante para que despierte... ten mucho cuidado con lo que dices, me estuvo contando poco antes de escapar que había perdido a su padre, creo que necesitará de todo tu apoyo ahora que está completamente solo en el mundo. Lo que más deseaba era poder salvarte pero aún así... le ha dolido mucho la pérdida de su padre. Creo que era conveniente que lo supieras – me comentó.

- Gracias Sting, lo tendré en cuenta.

Nos quedamos un rato más allí junto a Gray y yo no paraba de pensar en lo mal que lo había tenido que pasar... yo no estaba para apoyarle, de hecho yo fui quien más daño le hice y encima... ahora me enteraba que también había perdido a su padre. Sé que era un capullo, que había tratado de hacerle daño a su propio hijo pero si Gray había sufrido por él, es que seguía siendo una parte muy importante de su vida y yo... yo le había fallado, no había estado con él en un momento tan crítico como es la pérdida de un familiar. De verdad que me sentía inútil por completo, porque recordaba innumerables veces donde Gray siempre estuvo a mi lado cuando lo había pasado mal, él no se rendía, me seguía hasta que conseguía llegar a mí y animarme, así era Gray.

- Le echo de menos – le confesé a Sting – me hace mucha falta Gray... sólo de pensar que ni siquiera me había dado cuenta de algo tan simple como esto, no sabía cuánta falta me hacía hasta ahora – le dije.

- Nos suele pasar Natsu.

- Fue él quien se enamoró de mí y se enfadó porque le di un beso que ni siquiera sabía por qué se lo había dado, me gritó que no hiciera eso si no sentía nada y tardé en darme cuenta... de que él me quería, de que sufría en silencio por mí.

- Pero te diste cuenta Natsu y habéis estado felices mucho tiempo.

- No el suficiente, él siempre ha tenido problemas con su pasado y aunque he tratado de ayudarle en todo... no puedo dejar de pensar que le he fallado... pero él siempre me sonríe.

- Te ama Natsu, sólo necesita que estés con él para ser feliz y lo sabes, lo sabéis los dos, Gray haría cualquier cosa por ti.

- Sting... ¿Crees que un dragón y un humano pueden tener realmente una relación que salga bien? – le pregunté.

- Sí Natsu, lo creo. Por la forma en que os queréis vosotros dos, me creo cualquier cosa, vosotros sois capaces de sacarlo adelante, sé que a veces cuesta mucho reprimirte todas esas ganas que tienes, todo ese instinto de dragón, pero lo haces por él, siempre lo has conseguido y sé que seguirás haciéndolo, porque aunque es un esfuerzo, realmente tú sientes que no lo es, lo haces por él y por ti. Cualquier cosa que hagas por su bienestar sabes que está bien hecho y disfrutas igualmente del sexo con él aunque no puedas ser tan bestia como lo serías con otro dragón.

- ¿Cómo llevas lo de Rogue? – le pregunté

- Bueno... tengo que pagar con mucho sexo eso de haber intentado matarle – me dijo sonriendo – creo que esa me la va a guardar por mucho tiempo... y aunque sé que en parte fue culpa mía, también sé que siendo yo mismo no lo habría hecho, era todo por haber estado bajo el control de esos demonios, así que Rogue no me lo tiene en cuenta, al fin y al cabo... él también trató de matarme a mí, así que estamos en paz.

- Esa es vuestra suerte – le dije algo serio – Gray no trató de hacerme daño pero yo sí se lo hice.

- Ya hemos hablado de todo esto Natsu... Gray no te lo tiene en cuenta, créeme... habló conmigo y sólo quería sacarte de allí, confiaba en ti y seguirá haciéndolo. Llegó a decirme que me daría lo que fuera si te sacaba yo de allí – me dijo sonriendo.

- ¿Enserio? – le pregunté.

- Sí – me sonrió.

- ¿Y qué le vas a pedir?

- No quiero pedirle nada, es mi amigo igual que tu, lo hice porque quise hacerlo, nada más Natsu.

- Sting... - le llamé y no sé si era el momento oportuno para decírselo, pero no pude agradecerle todo lo que había hecho por nosotros – gracias – le agradecí y él me miró extrañado – gracias por ser un buen amigo, gracias por sacar a Gray de allí y por sacarme a mí, por no abandonarnos en esas celdas, gracias incluso por lo del trío... no tenías por qué hacerlo pero me hiciste un favor para quitarle el miedo a Gray.

Sting me miró extrañado y luego empezó a reírse de golpe. No entendí muy bien por qué se reía ahora pero tras mirarle extrañado yo durante unos segundos, se decidió a contarme lo que le pasaba por la cabeza.

- No hay de qué Natsu... pero no volvería a hacer un trío contigo si sigues oliendo así de mal – me dijo riendo y yo aproveché para olerme.

- Tenía razón, llevaba varios días sin ducharme por la depresión y él me había sacado tan rápido de casa por miedo a que volviera a encerrarme que no me había dado tiempo de ducharme. Me reí con él.

- Iré a casa a ducharme – le dije y él siguió bromeando.

- Pues sí que te gustó el trío que vas corriendo a ducharte para repetirlo.

- Serás idiota – le dije sonriendo

- Ve y descansa un poco en casa Natsu, te hará falta. Si la situación de Gray cambia te avisaré.

- Vale, gracias Sting.

La verdad es que paseando por las calles de vuelta a mi casa, me di cuenta... de que por mucho que Sting bromease, sé que aquella vez le gustó, no quería repetirlo porque le daba miedo que yo pudiera enfadarme por tocar a Gray, pero yo no podría enfadarme con mi hermano y menos sabiendo que estaba enamorado de Rogue, mi chico para él sólo era alguien a quien tenía un gran cariño y aprecio pero nada más, así que no podría enfadarme igual que Rogue no se enfadaba con Sting cuando hablaban de Gray y eso que Rogue... sabía todo lo que había pasado entre nosotros tres.

De vuelta a casa, justo cuando salí de la ciudad sentí la presencia de alguien, alguien oscuro y siniestro y sé... que esta presencia la había sentido antes. Me tensé y el fuego salió de mis puños para prevenir un ataque. Ante mí apareció la figura de José, líder de Phantom Lord y que yo creía... que ya no volvería a ver después de que el maestro pelease contra él, después de que su gremio se disolviera.

- ¿Qué estás buscando aquí en Magnolia? – le pregunté enfadado.

- A ti Natsu – me dijo muy sincero

- ¿Para qué? No pienso ir contigo a ningun lado y no tienes nada que ofrecerme.

- Te equivocas Natsu... tengo mucho que ofrecerte porque seamos sinceros... tú ya no perteneces a Fairy Tail, eres un monstruo que quema y hace daño a la gente. Tú mejor que nadie sabes que tienes que distanciarte de ese chico, de tu compañero de equipo, mira como le has dejado.

- ¿Cómo sabes eso?

- Yo lo sé todo Natsu – me dijo – tengo mis propias fuentes. Si te quedas aquí, ya sabes lo que le ocurrirá a la gente del gremio, tú no puedes protegerles y además... te tienen miedo, les puedes hacer daño y eso les atemoriza – en parte sentía que tenía razón, todos me miraban mal desde lo de Gray – pero yo no lo haré, me gusta tu fuerza y tu nuevo poder, conmigo no tendrás problemas de hacer daño a la gente. Únete a mi gremio Natsu, aléjate de ese chico.

- No lo haré – le dije – Gray lo es todo para mí, estaré a su lado.

- ¿Para qué Natsu? ¿Para hacerle daño? ¿Para quemarle? Un dragón y un humano no pueden estar juntos nunca y lo sabes tan bien como yo, a ese chico sólo le espera sufrimiento si sigues empeñado en quedarte con él. Piénsalo Natsu... mi gremio puede salvarte, estarás más tranquilo y nadie te mirará mal como hacen aquí. Estaré a las afueras de la ciudad hasta mañana por la mañana, piénsalo detenidamente, piensa muy bien lo que te espera en este gremio y las cosas que puedes hacer en el mío, en Phantom Lord no juzgamos a nadie, serás bien recibido, serás uno más de nosotros. Ese chico que tanto te importa... ese tal Gray... estará a salvo. Si decides venir... ya sabes dónde buscarme – me dijo sonriendo y cuando se marchó dejé de estar tenso.

No le hice mucho caso a sus palabras, llegué a mi casa y me duché. Me preocupé un poco al no ver a Happy por allí pero al ver una nota escrita de la mano de Lucy diciéndome que no me preocupase que se quedaría un tiempo con ella... comprendí que hasta Happy empezaba a tener miedo de este maldito poder, tenía miedo de que le quemase y es que en parte José tenía razón... yo era un monstruo y la gente de Fairy Tail no me aceptaría con tanta facilidad sabiendo lo que hice a mis compañeros.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top