Capítulo 27: Cacería de dragones

Natsu Dragneel

Silver sonreía frente a mí pero no dejaba de mirar a Gray fijamente, aunque los tres dragones en pie nos habíamos puesto en medio. Mantenía mis puños cerrados con fuerza mientras no perdía de vista ni un solo segundo a Silver. Sting y Rogue se habían venido a mi lado y nos posicionamos frente a Gray, quien intentaba sacar a Gajeel de la trayectoria de aquel individuo hasta que pudiera ponerse en pie y luchar con nosotros. Gray insistió varias veces en que lucharía con nosotros, pero le había insistido en que permaneciera atrás, esto iba a ponerse feo, éramos cuatro dragones ahora mismo y no íbamos a controlar la fuerza ¡íbamos con todo!

Sting estaba cabreado, porque en cuestión de segundos, su energía era completamente visible, podía ver como recubría su cuerpo de ese color blanquecino que tanto le caracterizaba a él y Rogue no se quedó atrás, sacando su propia fuerza y envolviendo su cuerpo en ella.

Gray intentó acercarse a mí, pero se detuvo cuando comprobó que yo también sacaba ahora mi fuerza rodeándome con el fuego. Silver nos miró y sonrió con mayor énfasis mientras nos retaba a que iniciásemos el combate, a que nos lanzásemos contra él.

Yo saqué todo lo que tuve, pero Sting y Rogue, comenzaron a activar la Dragon Force que yo aún no controlaba, porque si la hubiera controlado, también me habría unido a ambos. En menos de un segundo, ninguno de los dos estaba a mi lado, Rogue estaba tras Silver y le había empujado de una patada hacia Sting que preparaba el puño golpeándole de lleno en la cara y lanzándolo hacia atrás. No llegó ni a tocar la pared, porque me uní a ellos y desde arriba, le golpeé con una patada de fuego empotrándolo contra el suelo mientras lo rompía.

Ambos dragones prepararon el siguiente golpe, pero Silver ya se había movido con esa velocidad que tenía y tuve el tiempo justo de ponerme en medio deteniendo su puñetazo hacia Gray. Silver seguía sonriendo aunque le había detenido a escasos centímetros del rostro del moreno.

~ Te he dicho, que no le toques – le amenacé de nuevo con la voz más seria que pude sacar – Si quieres tocarle tendrás que derribarme a mí primero.

~ Tú no me interesas – me dijo – Sólo quiero a ese crío

~ Natsu... a un lado – me gritó Sting.

No esperó respuesta alguna de mí, ya estaba lanzando su aliento láser del dragón blanco en nuestra dirección, por lo que me lancé sobre Gray derribándole al suelo mientras Silver se alejaba de nosotros intentando evitar aquel ataque, aunque al evitarlo, cayó directo en el aliento del dragón negro que lo lanzó contra el muro de hielo del fondo incrustándole en él. Lancé mi aliento de fuego directo al hielo contra Silver.

A mi ataque, se unieron los otros dos dragones, creando el aliento de tres habilidades diferentes contra él solo. Rompimos parte del hielo y yo estaba seguro que era imposible soportar la fuerza de los tres, pero lo hizo, porque cuando me di cuenta, Silver estaba frente a nosotros preparando su ataque de hielo ¡Nos iba a dar! Estábamos con la guardia baja.

~ Tres dragones no son suficientes – nos dijo Silver con prepotencia.

Su golpe no llegó a darnos, se comió el suelo de un golpe que venía desde arriba y sé que era Laxus por los rayos que salían.

~ Pues que sean cuatro – le gritó Laxus hundiéndole el rostro hasta el fondo del suelo helado.

El cuerpo de Laxus frente a nosotros emitía de él rayos que salían en todas direcciones y no pareció percatarse de nuestra presencia, estaba concentrado en destrozar a aquel tipo contra el suelo.

~ ¿y el maestro? – le pregunté a Laxus.

~ Erza y Mirajane se están ocupando de él – me respondió.

~ ¿Eso es todo lo que tenéis? – escuchamos la voz de Silver mientras se ponía en pie.

Laxus que ahora estaba a mi lado, le miraba fijamente al igual que hacíamos los demás.

~ Si ese es todo vuestro poder, ese crío esta muerto – nos dijo haciendo referencia a Gray, que ahora me miraba casi suplicándome que nos fuéramos de allí.

Sting y Rogue medio cabreados, comenzaron a unir sus fuerzas. Sentía el gran poder que desprendían ambos, como reunían el poder en sus manos para después juntarlos. ¡Podría ver esa técnica un millón de veces y un millón de veces me sorprendería! Era impresionante. Me uní a ellos y reuní mi poder para lanzarlo también, aunque Laxus no nos siguió en este ataque, se quedó observando la situación.

Lanzamos el golpe los tres a la vez y el hielo empezó a romperse por zonas, ni siquiera podíamos romper todo el hielo que ese individuo había hecho brotar de la nada. ¡Demasiado hielo! Y tenía que tener algo especial, porque era imposible que el hielo estuviera aguantando todos nuestros golpes. Gray parecía estar intentando descifrar el secreto tras el hielo, saber como lo hacía, intentar entender como controlarlo para poder eliminarlo.

Cuando el polvo y el humo se dispersó, no podía ver a Silver, no sabía donde estaba pero lo descubrí pronto, a nuestra espalda, porque de la patada que me dio me lanzó hacia el precipicio y sé que estaba cayendo, escuchaba los gritos de los demás llamándome mientras caía, escuché el grito desesperado de Gray mientras asomaba el rostro por el borde viendo como caía.

Sólo podía ver los ojos de Gray empezando a llorar y no podía centrarme en nada más, sólo en Gray, mis ojos se habían clavado en él. ¡Piensa algo o estoy muerto! Es lo que me venía ahora a la cabeza, porque no podía morir frente a Gray, eso no se lo perdonaría, tampoco yo me lo perdonaría.

Me agarré con el fuego a una de las paredes y permanecí allí hasta que se me ocurriese como susbir ¡Qué bien habría venido ahora Happy! Del cual no sabía donde se había metido, quizá estuviera con Lucy. Escuchaba la pelea arriba y finalmente, observé como un brazo sobresalía del borde dejando a Rogue colgando. Silver que lo había cogido del cuello estaba a punto de soltarle al precipicio, pero no me preocupé de eso, Sting estaba allí, el problema fue ver a Gray en el otro borde siendo empujado hacia el precipicio.

Por mucho que intentase retener sus ataques con su propio hielo, le seguía comiendo terreno, haciéndole retroceder cada vez más hacia el barranco. ¡Tenía que buscar una forma de subir! Tenía que encontrar la forma de llegar hasta Gray, porque si seguía así, caería conmigo.

Escuchaba a Silver hablando con Sting, preguntándole a cual de los dos salvaría y yo no podía parar de preguntarme que le había pasado a Laxus o a Gajeel, porque de 5 dragones ahora solo estaba Sting peleando, batallando consigo mismo intentando tomar la decisión de a quién coger, porque no llegaba a los dos.

Era Sting, debería ir a por Rogue, aunque el pensase en coger a Gray por mí, su cuerpo se decidiría por Rogue, era su subconsciente, no permitiría que le ocurriera nada a su chico y menos después de haberse dado cuenta de sus sentimientos, así que tenía que ir a por Gray, tenía que cogerle.

Ambos cayeron al mismo tiempo, uno empujado por el hielo que le golpeó en el estomago derribándolo, mientras la mano que sostenía el cuello de Rogue se soltaba. Como supuse, el cuerpo de Rogue frenó al borde del precipicio, Sting le estaba sosteniendo la mano y gritaba mi nombre, ¡Gritaba mi nombre para que cogiera a Gray!

Lancé el fuego a un lateral enganchándome en la pared más cercana a Gray y al mismo ritmo al que yo subía, podía ver el cuerpo de Gray bajando. ¡No sé si podría cogerlo a esta velocidad! ¿y si mi mano resbalaba? ¿y si no podía cogerle? ¿y si nuestras manos se unían para soltarse? No quería pensar en lo que pasaría si no le sostenía ¡Tenía que hacerlo! No podía fallar aquí o el cuerpo de Gray acabaría destrozado contra el suelo helado, clavado en aquellas estacas que había creado Silver para matarle.

Grité y Gray me miró, me vio subir y abrió los ojos cuando elevé mi mano hacia él dispuesto a cogerle. ¡Confiaba en él y él confiaba en mí! Estiró su mano hacia la mía y nuestros dedos se tocaron. Intenté cogerle pero tal y como supuse, a la velocidad que ibamos y con el sudor en las manos, resbalaron. Abrí los ojos ¡no podía haber resbalado! Gray seguía cayendo y yo seguía subiendo ¡mierda!

No podía dejar que siguiera cayendo, no podía. Las lágrimas ahora me caían de los ojos y tenía que pensar algo en cinco segundos antes de que tocase su cuerpo las estacas. Con mi mano libre lancé una llamarada hacia abajo, pero no una llamarada para quemar, una que se enrolló en su cuerpo como una cuerda evitando que se quedase a escasos dos centímetros de la primera estaca.

Gray ya reaccionando, movió sus manos hacia el suelo y creó un pilar que subía en mi dirección. Me recogió cuando llegó a mi altura y no pude evitar lanzarme a abrazarle, tocar su cuerpo y su cabeza para sentir que estaba bien, que no le había perdido. Hundí mi cabeza en su hombro llorando mientras le abraza con tanta fuerza como podía contra mí.

~ Lo siento – le dije intentando disculparme por no haberle podido coger, porque se me había resbalado.

~ ¿De qué te discupas? – me preguntó – me has cogido – me recalcó – quizá no cómo tú querías, pero el fuego no puede resbalar – me lanzó una sonrisa y de repente, me quedé paralizado viéndola – Natsu... Te quiero.

Aquellas palabras que yo no se las había oído pronunciar en mi vida y ahora me había quedado allí paralizado observando su sonrisa, observando como abría sus sentimientos, aquellos que jamás dejó escapar a nadie.

Estaba pensando como derrotar a Silver, cuando escuché ruido de pelea de nuevo y por la cantidad de luz que había, era Laxus, pero la risa era claramente de Gajeel ¡Estaban peleando unidos! Sting aprovechó la confusión para subir a Rogue y lanzarse también ambos a ayudar a los otros dos dragones.

Gray creó más hielo subiéndonos a nosotros, pero me lancé a por Silver incluso antes de haber llegado al borde, salté cargando el ataque hacia ellos y lo lancé en pleno aire para ayudar. Silver intentaba esquivar ahora inútilmente a los cinco, que atacábamos por todos los lados sin detenernos, sin dejarle tiempo a que se recuperase o pensase un plan para huir.

Me sorprendió cuando Gray se lanzó también a ayudar creando más formaciones de hielo, ayudándonos con el terreno facilitando movernos por él, deshaciendo parte de la magia de Silver, al cual no debió gustarle nada, porque se lanzó hacia él, aunque no llegó, me puse en su camino y le lancé en plena cara mi aliento de dragón enviándolo hacia Laxus, que tampoco se quedó atrás en su golpe.

¡Estaba cansado! La batalla con Silver ahora parecía haberse detenido, Gray estaba en el suelo exhausto y los dragones nos manteníamos de pie intentando recuperar nuestra respiración, intentando recuperarnos del esfuerzo. Sting se derrumbó, pero fue Rogue quien pasándole el brazo por su hombro, le ayudó a mantenerse de pie dejándole apoyarse en él. Desde luego, Sting no se veía bien ¡Pero le pasaba por ser tan cabezón y venir a luchar aquí estando tan debilitado como estaba!

El consejo mágico no tardó en llegar y durante todo ese rato, estuve al lado de Gray ¡Por si acaso se levantaba de nuevo Silver! Aunque con la paliza que le dimos, creo que no tendría ganas de moverse en un tiempo. Aquel día volvimos al gremio para encontrarlo medio destrozado ¿Qué había hecho el grupo de defensa? Esto era peor que un campo de guerra. ¡Cuando viniera el maestro... nos iba a caer una buena bronca! Seguramente habría que volver a reconstruir el gremio.

Gray me miró en aquel momento como intentando disculparse por el desorden que habían organizado y no pude evitar darle un abrazo antes de susurrarle en su oído un "te quiero, Gray"


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top