Capítulo 22: Desaparecido

Natsu Dragneel

La misión con Lucy me había costado más tiempo del que había previsto en un primer momento, pero ya estaba de vuelta y estaba de nuevo con Gray. No sé que le había pasado a Sting estos días, pero la verdad es que estaba raro ¡cuando me dijo que se había enamorado de Gray, no terminé de creerle! Era Sting y él podía obsesionarse a veces con algo, pero de ahí a enamorarse, había un paso muy grande, así que no se lo tuve en cuenta ¡Ya se daría cuenta él solito de donde estaba su amor de verdad! En mi opinión, lo tenía más cerca de lo que él creía.

Aquel día dormí con Gray en mi casa y me encantaba verle allí tumbado a mi lado mientras entrelazaba sus dedos con los míos y sonreía. Recordaba nuestro primer beso y cómo aún con mi testarudez de decirle incontables veces que no me gustaban los chicos, ahora estaba aquí tumbado en mi cama con Gray, tumbado junto al chico que me había robado el corazón casi sin quererlo.

~ ¿Qué quieres hacer hoy Gray? – le pregunté

~ Si estás conmigo, me da igual lo que hagamos – me contestó – te he echado de menos Natsu.

~ Y yo a ti – le dije antes de besarle – oye... ¿Qué le ha pasado a Sting que dice estar enamorado? – le pregunté con dudas y Gray me miró serio.

~ ¿Eso cree? No le hagas caso, nunca se ha enamorado, puede que sólo le gustase la experiencia y no lo ha diferenciado.

~ ¿Te gusta Sting? – le pregunté ahora serio.

~ Sí, pero estoy enamorado de ti Natsu – me dijo muy serio - ¿Qué pasa?- me preguntó ahora muy serio él - Os quiero a los dos – intentó explicarme – eso no te lo puedo negar, pero es que de Sting no estoy enamorado, puede que a él le pase lo mismo y no lo ha diferenciado, nunca le ha gustado nadie.

~ ¿Te ha cuidado bien? – le pregunté ahora con una sonrisa.

~ Sí, ni me ha tocado y eso que estuve provocándole. – yo me reí ¡Cómo conocía a Gray!

En mi opinión, según las conversaciones que había mantenido con Sting, yo tenía muy claro, que le gustaba Rogue, es más, siempre estaba con él así que no terminaba de creerme que le gustase Gray, quizá sería el instinto proteccionista que tenemos nosotros los dragones, pero no era amor ¡Pero él solito tendría que darse cuenta de eso! Hasta Gray se había dado cuenta, quizá pudo dudar en algún momento y sé que fue mi culpa por pedir un trío, pero necesitaba hacerlo, necesitaba quitarle a Gray ese miedo que tenía ¡Y parece que funcionaba!

Hacía ya tanto tiempo que Gray no tenía pesadillas, desde que dormía conmigo, no le había vuelto a venir ninguna y ahora sonreía, confiaba tanto en mí, que no había ningún problema, pero yo seguía dándole vueltas a la cabeza, porque ahora estaba bien, pero... ¿Qué pasaría por su cabeza si volvía a ver a esos tipos del gremio? Podría olvidarse de todo lo vivido como hacía ahora conmigo. Tenía que ocuparme de ese problema, dar con ellos, hacer algo, pero tampoco podía dejar a Gray solo y menos después de la advertencia de Sting de que andaban rondándole.

~ Yo quiero ir a pescar – dijo Happy con la baba cayéndole.

Tanto Gray como yo nos reímos ¡Happy y sus pescados! Nos quedamos allí los tres decidiendo que hacer, hasta que sonó la puerta de mi casa y decidí ir a ver quien llamaba a estas horas de la mañana. ¡Era Rogue! Y parecía venir preocupado.

~ ¿Sting está con vosotros? – me preguntó y yo me aparté de la puerta dejándole ver que estábamos sólo Gray, Happy y yo.

~ No – le dije – Ayer me comentó que se iba a Crocus.

~ Le vi anoche, pero es que no le encuentro ahora por ningún lado – me dijo

~ ¿No se habrá marchado ya?

~ ¿Sin despedirse? – Me miró extrañado mientras yo veía a Gray ponerse su camiseta y venir hacia la puerta con nosotros – jamás, Rogue siempre se despide, siempre me dice donde va. He ido a su casa pero nadie contesta.

~ Te ayudaremos a buscarle – escuché a Gray tras de mí – iré hacia la parte norte de la ciudad.

Ya iba a salir corriendo cuando le detuve del brazo, por lo que me miró muy atento a lo que tenía que decirle. Esto no me gustaba nada y no iba a dejar que Gray fuera solo por la ciudad. ¡Era extraño y estaba pasando algo! Lo intuí por el simple hecho de que acababa de avisarme Sting de que controlase a Gray, me había dicho que había tenido que estar protegiéndole estos días y ahora... desaparecía misteriosamente ¡Pasaba algo!

~ Iremos a la parte norte de la ciudad – le comenté – Rogue no vayas solo, busca a algún compañero de equipo y ve al sur – le dije esta vez al otro dragón.

Salimos corriendo los tres hacia el gremio, más que nada por acompañar a Rogue a buscar a alguien y no dejarle solo sin saber que estaba pasando. Lo primero que hicimos cuando dejamos a Rogue, fue ir a la estación y como suponía ¡Sting no había cogido el tren hacia Crocus! Estaba en alguna parte de Magnolia, sólo había que encontrarle.

~ ¿No puedes olerle? – me preguntó Gray.

~ No – le dije – debe haber pasado bastante tiempo ya – el olor humano sólo está presente un rato

~ ¿Y si te llevo a su casa? El olor tiene que estar impregnado en sus cosas – me dijo

~ Llévame, podemos intentarlo. Happy, busca a Rogue y que nos acompañe, quizá dos narices de Dragón sean mejor que una.

~ ¡Aye! – dijo Happy saliendo volando en busca de Rogue.

Llegamos al edificio donde había estado viviendo estos días Sting, estaba en pleno centro de la ciudad, cerca de la catedral ¡Si había pasado algo, en esta zona tan céntrica, alguien debería haberse enterado! Rogue apareció de una de las sombras por el otro extremo de la calle y al vernos, vino corriendo hacia nosotros para entrar juntos en el edificio.

El interior estaba bien, subimos las escaleras hasta su puerta y tocamos, pero no respondió. Esta vez aparté a Rogue y toqué yo con mayor fuerza, pero tampoco hubo respuesta. Le grité un par de veces que abriese por si estaba ahí, pero no respondía nadie. Cuando me di cuenta, Gray estaba tocando al timbre del vecino y éste si abrió un poco la puerta, tampoco mucho, parecía tener algo de miedo ¡Y sé que lo tenía porque podía olerlo! Gray le preguntó por su vecino y éste sólo nos dijo que anoche había mucho ruido en ese piso.

No pude detener a Rogue cuando rompió la puerta asustando aún más al vecino que se escondió enseguida cerrando su puerta hasta con llave, porque escuché la cerradura. Me giré hacia la puerta destrozada del piso de Sting y Rogue ya estaba dentro, así que le seguimos. Estaba todo destrozado ¡Creo que no había un mueble en pie! Desde luego... o Sting tenía noches muy movidas, o aquí había habido una batalla.

Olí un aroma familiar que se juntaba con otros que también había olido, pero no podía reconocerlos, ya se estaban difuminando. Miré a Rogue negándole con la cabeza, pero éste estaba atónito y paralizado.

~ Rufus – me dijo y entonces caí en ese tío, al que Gray había derrotado en los juegos

Claro que me sonaba ese olor, el problema es que me era imposible asimilarlo con él, principalmente porque yo no tuve la oportunidad de estar muy cerca de ese chico, la primera prueba en la que él estuvo presente también estuvo Gray y la última... fue el combate de ellos dos, yo estaba en el castillo, así que no me centré precisamente en su olor porque no había coincidido con él, pero Rogue le veía todos los días, era de su gremio, él si le reconocía enseguida.

El resto de olores tampoco supe muy bien de quien eran, pero Rogue tampoco me contestó, así que no eran del gremio. Quizá Rufus estaba aquí cuando fueron atacados Sting y él. ¿Dónde estaban esos dos? Rogue pareció leerme la mente.

~ ¿Alguien ha visto a Rufus hoy? – pregunté.

~ No – me dijo Gray aunque su respuesta la sabía, porque había estado toda la noche y toda la mañana conmigo.

~ No le veo desde anoche – me dijo Rogue – Yukino dijo que no fue a dormir

~ ¿Podríamos seguir este olor? – le pregunté a Rogue

~ El de Sting no creo, no encuentro su rastro en la calle, pero el de Rufus ya lo tengo – me dijo y me centré en ese precisamente

¡Era verdad! El de Rufus estaba ahí en el aire, pero no estaba el de Sting ¿Por qué no estaba el de Sting? ¿Por qué estaba el de Rufus? ¿No estaban juntos? ¿No les había pasado algo al mismo tiempo? El olor de Rufus debería haberse desvanecido al mismo tiempo que el de Sting.

Rogue salió primero corriendo y Gray y yo le seguimos. El olor podía notarlo en la calle también y aunque seguía siguiendo a Rogue, podía saber donde estaba Rufus en este momento. Gray sólo nos seguía y no podía estar pendiente de él de vez en cuando asegurándome que no seguía de cerca, no tenía intención de perderle de vista ni un segundo con todo este asunto.

Me sorprendió cuando llegamos a alojamiento donde estaba el equipo de Sabertooth y Rogue se impresionó más. ¿Por qué estábamos aquí? Rogue no esperó ni un segundo a que pudiéramos decirle algo, salió corriendo escaleras arriba abriendo la puerta como un loco buscando a Sting, pero allí sólo estaban Yukino y Rufus.

~ ¿Dónde está Sting? – preguntó Rogue cabreado hacia Rufus.

~ Nos atacaron anoche – nos dijo – he conseguido escapar, pero le tienen a él – nos informó

~ ¿Dónde está?

~ En un recinto a las afueras de la ciudad, en la zona sur – nos comentó – pero está muy custodiado, Raven Tail está allí.

Rogue iba a volver a salir corriendo hacia allí cuando le detuve justo cuando intentaba pasar por mi lado.

~ Cálmate – le dije – no puedes ir solo. Pasemos primero por mi gremio y comentemos la situación, podemos ir unos cuantos y será más seguro.

~ Vale, pero démonos prisa – fue su contestación.

~ Gray – le llamé – tú te quedas.

~ ¿Qué? – me preguntó – de eso nada Natsu, puedo pelear no soy un inútil, voy a ir, Sting también es mi amigo – me recriminó.

~ Gray... - le dije esta vez más serio – te dejaré en el gremio y necesito que te quedes en la defensa, tú eres mejor en defensa que en ataque – le recriminé – enserio Gray, si vamos allí y ellos aprovechan que no estábamos para atacar el gremio ¿Qué pasaría? ¿Dejarías que mueran compañeros por eso?

Gray pareció pensarlo un segundo y luego chasqueó sus labios a modo de disgusto, pero no me llevó la contraria.

~ Vale – me dijo – pero traedle de vuela

~ Eso está hecho – le dije con una sonrisa – vamos al gremio, vosotros dos venís también, no es seguro que estéis solos – les dije a Yukino y Rufus

Ambos asintieron y nos acompañaron al gremio.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top