A continuación, van a un frondoso bosque donde hay una pequeña
casita, allí estaba un pequeño gnomo, con ropas coloridas y un gran
gorro puntiagudo.

-- ¿Qué te pasa pequeño gnomo? --preguntaron los pequeños.

-- ¡Oh, mi mujer! ¡Oh, mi mujer! --se quejó el gnomo. ¡La bruja se ha
llevado a mi hermosa mujer!, por favor, ayudadme a recuperarla.

Axel y Aurora atravesaron el bosque hasta llegar a un templo, estaba
abandonado y destruido, era muy antiguo. Se adentraron en él y
vieron una brillante luz en el fondo. ¡Era la mujer del gnomo
encerrada en una bola de cristal!

-- Te sacaremos de ahí, ¡te lo prometemos! --gritaron ambos.

-- ¡Os necesito! Quiero estar en mi cálida casa con mi marido, aquí
hace mucho frío y está oscuro –temblaba la gnoma. ¡Rápido, la bruja
puede aparecer de nuevo!

Entonces los niños vieron una columna destruida y dándole golpes
consiguieron romper el cristal.

Los tres regresaron a la pequeña casita y entre abrazos y lágrimas de
alegría por el reencuentro, los gnomos entregaron la gema verde que
representa la dureza de la tierra.