Nota: Tengo que admitir que llevo un par de días pensando en esta pareja y ahh tenía que hacer algo. (?

•••

Era normal entre ellos trabajar hasta altas horas de la noche en el laboratorio, al igual que gritar o incluso no hablarse por días. De ésa última se trataba esa ocasión.
Seguían en el mismo laboratorio sólo porque Janet había prometido irse si uno de los dos se refugiaba en el trabajo de sus respectivas empresas.

Hank miró en silencio un buen rato a Stark y el ingeniero no pasaba desapercibido eso. Ya sabía que en cualquier momento él tenía que pedir disculpas por la última ocasión en la que "arruinó" la programación de Ultron.

Tony comenzaba a evitar la mirada de Pym, al igual que prefirió colocar música para ya no escuchar como su quijada rechinaba.

Debía disculparse antes de que Pym...

Tres, dos, uno.

—¿Sabes? Yo debería estarte ignorando y no tú a mí...

Anthony alzó la mirada para ver directo a los ojos verdes del científico y se alzó de hombros.

—Pediste mi ayuda, lo mejoré y...

—Y luego hizo sonidos extraños y humo, sí, gracias.

El rubio rodó los ojos y prefirió seguir con sus anotaciones.
Stark soltó un suspiro. Eran esos días donde, a demás de no comprender el humor de Pym, no entendía lo que Janet decía.

“Créeme él no te odia, te admira y puedo decir que hasta otra cosa”

¿Qué era exactamente la "otra cosa"?
Miró de reojo a Hank y como ahora recargaba su mentón en la mesa de trabajo para observar mejor aquellas hormigas rojas. Tony no pudo evitar sonreír.
¿Cómo es que alguien tan malhumorado podía verse tan tierno?

Estuvieron en silencio trabajando unos cuantos minutos más hasta que el ojiazul limpió algo de grasa que estaba en sus manos. Miró de reojo a Hank y como ahora mordía sus labios ante la concentración de sus apuntes.

¿Tenía en serio que pedir una disculpa para que se volvieran a hablar?
El mismo Stark reconocía lo orgulloso que era, pero también que con Hank había una paciencia extra, una donde parecía no molestarle disculparse.

Tomó aire y se sentó con cautela al lado de Hank. El rubio, obviamente, dejó de admirar sus anotaciones y enfocó su vista en el pelinegro. Estuvieron unos momentos así hasta que Pym arqueó su ceja.

—¿Me observarás toda la noche?

—No tengo algo mejor en mente, ¿Tú sí?

El ojiverde se alzó de hombros para tratar de seguir en lo suyo aunque al sentir la mano de Tony sobre la suya se tensó.

—¿Qué quieres?

—No podemos estar así, no me gusta que...

—Puedes hablar con Banner si tanto te urge hablar de ciencia con alguien.

Pym se levantó de aquel banco, pero de forma inmediata Stark tomó su muñeca.

—No quiero hablar sólo de ciencia contigo, ¿Ahora dirás qué no somos amigos?

Hank ante esa pregunta se tensó y prefirió admirar como su muñeca seguía tomada mientras hacía lo posible de soltarse de aquel agarre.

—¿Puedes soltarme?

Tony dudó de ello, pero para evitarse un buen golpe en su rostro, prefirió obedecer.
Hank acomodó su bata y abrazó su tabla para comenzar a salir del laboratorio aunque ante además ello se detuvo. Observó de reojo a Tony que ahora parecía mirar al frente y estar "reflexionando" de lo que hizo "mal".

—No me odias, y tampoco me tienes envidia, entonces ¿Qué es?

Preguntó Tony haciendo que el rubio sintiera por un momento como se le iba la respiración ante tal incógnita.
Quisiera o no, había que admitir que Tony no era tan estúpido y mucho menos crédulo.

—No soy bueno demostrando cuando alguien me agrada...

Hank trató de comenzar a dar una explicación, pero pareciera que era algo imposible. Pensaba lo que iba a decir, de hecho, desde hace ya un par de semanas tenía pensado decirle a Stark que lo quería. Sí, de forma romántica y como Janet nunca creyó que pasaría con alguien.

Pero las palabras nunca fueron sus mejores amigas al tratarse de mostrar vulnerable. Era bueno defendiendose o para dar explicaciones, pero no para halagar o confesar que le gustaba Tony.

—¿Qué harás ahora?

El ingeniero juntó sus cejas y miró al rubio.

—... Dijiste que no tenías algo mejor que hacer aparte de observarme...

Hank hizo una seña con su cabeza indicando que salieran del laboratorio mientras le dedicaba una sonrisa ladina que lo decía todo.

Tony sonrió y no perdió tiempo para colocarse de pie y hacer que el laboratorio quedara a oscuras.

—¿Por qué no aquí?

Hank sintió como era abrazada su cintura por detrás, escuchó como el seguro de las puertas del laboratorio se colocaba y observó cómo las cámaras estaban desactivadas.

—... ¿Me pedirás disculpas?

Preguntó Hank apretando su tabla a su pecho y cerrando sus ojos al sentir como su cuello ahora era besado.

—Tengo pensado pedirte más que eso esta noche.

La respuesta le hizo a Pym reír, se giró y así pudo abrazar el cuello del ajeno para atraerlo a un beso.
Definitivamente no odia a Anthony Stark.