—El príncipe de Asgard, ¿Al fin se siente satisfecho?

—Ganamos, padre, la paz en los nueve reinos está al fin.

—No te ves muy feliz por eso...

¿Quién diría que sencillamente Thor estaría en el jardín observando las estrellas?

—Padre, quiero volver a Midgard.

—¿Quieres?, ¿Que hay de nuevo ahí para que ahora quieras regresar?

Una promesa.
Había prometido volver para así, visitar y pasar tiempo con sus nuevos compañeros.

—Tengo nuevos amigos con los que me gustaría pasar más tiempo.

—Veo más sentimentalismo en esa petición.

Y si era así, ¿Acaso era malo?
Odín simplemente se dió la media vuelta y fue cuando apretó sus puños.

¿Cuál era entonces la lección que debió aprender?
Antes, solo le emocionaba la idea de ser Rey y ahora que tenía otra visión, ¿Estaba mal?

— Todo lo que necesitas, está aquí...
Cásate, ten herederos y vive feliz...

¿Por qué su padre pensaba de esa manera?

—Mi felicidad no está aquí.

Sin decir más, tomó su martillo y así comenzó un vuelo para irse de esos jardines e ir con Heimdall.

—¡Heimdall!

Aterrizó y caminó los pocos pasos que quedaban para ahora estar cerca del moreno.

—Sé a lo que vienes pero no puedo ayudar, el Bifrost está destruído...

Thor lo sabía pero, debía haber una manera para volver, para ... Verlo de nuevo.

—Pero él está bien...

—¿Él?

—Su amigo humano, como de costumbre poniendo su ingenio a prueba.

Eso hizo que Thor sonriera, y sintiera un extraño alivio.

—Es... Alguien demasiado inteligente, más que Stark aunque lo niegue, tiene el don de la ciencia pero no el de hablar mucho, es...

Banner era especial para él.
¿Por qué? No lo entendía aún muy bien.

—Gracias Heimdall

Hizo una pequeña reverencia y así, volvió caminando por ese puente arcoiris.

Debía hayar la manera de volver, y ver nuevamente la sonrisa de Bruce Banner.