treize
—Hola —SeungMin le sonrió a HyunJin y ChangBin -últimamente se había hecho bastante cercano del otro morocho por lo que habían comenzado a comer y pasar más tiempo juntos los tres- ambos lo miraron sonrientes—. ¿Quieren ir a la cafetería?
—Claro —ChangBin habló mientras se levantaba, los tres comenzaron a caminar—. ¿Qué hay hoy para comer?
Si bien el promedio de SeungMin no había bajado, varios profesores se le habían acercado a "recomendarle" que no se juntase con el par de morochos ya que estoy no eran buenos estudiantes y podrían bajar su promedio. Kim no se preocupo ya que con atender en las clases no hacer cosas mal y aprobar todo estaría bien -y aunque no lo quisiera admitir HyunJin estaba ayudándolo a ser un poco más independiente y no tan sumiso con su familia-.
—Creo qué hay ensalada.
—¿Y si vamos por unos helados? —HyunJin sonrió proponiendo esa travesura, SeungMin lo miro mal—.
—Si me voy...
—Tu promedio baja, si lo sabemos —Dijo ChangBin mientras le sonreía a Hwang—. Por eso te compraremos uno nosotros y lo traeremos aquí ¿O no?
—Exacto —HyunJin rió—.
—Pero no es bueno... a ustedes también les quitará nota... —Seo negó con la cabeza—.
—Nosotros ya estamos muy abajo —HyunJin miro a ChangBin que se había comenzado a alejar mientras gritaba—. En la de siempre ¿Si?
—¡Sí! —El morocho sonrió y SeungMin lo imitó fingiendo un poco de enojo—. Ve al patio, a la parte de atrás, y espera ahí que no vamos a tardar la heladería esta a unas cuadras.
—Ten cuidado —HyunJin se estaba por ir cuando el pelirrojo tomó su mano frenándolo y le besó la mejilla—. Uhm... adiós.
Hwang no dijo nada, le sonrió y se alejó gritando internamente, el menor camino hacia donde solían estar todos los almuerzos, el tiempo comenzó a correr y luego de unos minutos una pandilla se le acercó, SeungMin algo preocupado tocó su audífono.
—Oye Kim, ¿Crees que te podías librar tan fácil de nosotros? —El grupo de chicos que siempre lo molestaba se le acercó rápidamente—. Hace mucho que no jugamos ¿Recuerdas?
SeungMin no hablaba, estaba asustado, muy, no sabía que le harían luego de no haberlo molestado por casi dos semanas completas.
—¿No vas a hablar mocoso? —Uno de los chicos lo empujó haciéndolo tambalear un poco—. Oh vamos niñita ¿O eres muy delicado?
El pelirrojo seguía sin hablar ni moverse, no quería irse de ahí ya que si se iba se quedarían esos chicos pero tampoco quería que le pegasen, quería que HyunJin y ChangBin aparecieran instantáneamente ahí.
—Hwang no te cuidará más ¿Lo sabes no? No es tu niñera —SeungMin quiso responder a esas horribles palabras de uno de los jóvenes pero no lo hizo, con la gente tonta debía ser educado ya que, les costaba comprender las cosas—.
—No soy su niñera, soy su amigo —El nombrado anterior mente se le acercó a SeungMin mientras le daba su tarro de helado y pasaba su brazo por los hombros de este—. Si los vuelvo a ver por acá... tendré que llamar a JaeBum.
—Y no quieren que llamemos a JaeBum ¿O si? —ChangBin se colocó del lado libre de SeungMin—. Ahora váyanse.
El grupo de chicos comenzó a alejarse casi que corriendo, los dos mayores rieron.
—¿Estas bien? ¿Te hicieron algo? —Kim negó con la cabeza y les sonrió—.
ChangBin observo la escena ante sus ojos, HyunJin y SeungMin hablaban animadamente, hacia bastante que Hwang se había flechado por el menor y ver el avance que había logrado le llenaba el alma. Su amigo necesitaba de una constante atención y comprensión, no era fácil su vida y que la persona que le gustaba lo acompañase le generaba muchas sensaciones. Ambos chicos eran pobres, no tenían casi que dinero, lo que tenían lo usaban solo para comida y ropas -también para cosas de la casa-. ChangBin recibió ayuda de la madre de HyunJin cuando eran niños, ella le dio un hogar y alimento y cuando fue un poco más grande -cerca de los 13/14- le dio un departamento, la vida de los Hwang y Seo era hermosa, el padrastro de HyunJin no estaba en sus vidas y tenían dinero como para vivir bien, pero en cuanto ChangBin se fue y la madre del otro se puso en pareja con ese degenerado todo decayó y comenzaron a perder su dinero.
Suspiró, desde que la madre de su amigo se había marchado no lo había visto sonreír de verdad y en esos momentos, observarlo tan contento con el pelirrojo le generaba mil emociones.
—¿Saben? Iré a buscar a los chicos, luego nos vemos —Seo les sonrió y se alejó mientras comía su helado—.
—Gracias, por el helado, y por haberme ayudado con esos chicos —SeungMin estaba un poco nervioso y sonreía tímido mientras jugaba con el pote en sus manos—.
—No es nada Seung, somos amigos —HyunJin le golpeó suavemente el hombro y se sentó en el suelo—. Ven, descansemos un rato y luego vamos a clase ¿Te parece?
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